Guía secreta de los agentes de la CIA para infiltrarse en Europa
Hablar de la CIA, de las agencias del imperialismo, del capitalismo es hablar de crímenes contra la humanidad, de terrorismo de sus estados, de la guerra de clases, de la lucha de los pueblos por su emancipación, por su soberanía, de los millones de hombres y mujeres, héroes de cada día en todos los rincones del planeta, llenxs de dignidad, de generosidad, de firmeza, de amor..., y de las crímenes, masacres, torturas, cárceles, empobrecimiento planificado por parte los que se enriquecen con la explotación, el robo a los pueblos, la destrucción del medio y de la vida... y de quienes les sirven de diversas maneras.
Hablar de la CIA, de las agencias del imperialismo, del capitalismo es hablar de crímenes contra la humanidad, de terrorismo de sus estados, de la guerra de clases, de la lucha de los pueblos por su emancipación, por su soberanía, de los millones de hombres y mujeres, héroes de cada día en todos los rincones del planeta, llenxs de dignidad, de generosidad, de firmeza, de amor..., y de las crímenes, masacres, torturas, cárceles, empobrecimiento planificado por parte los que se enriquecen con la explotación, el robo a los pueblos, la destrucción del medio y de la vida... y de quienes les sirven de diversas maneras.
Pero
a pesar de lo que pueda parecer, su terror no ha podido acabar con la
necesidad de la supervivencia, de una vida con dignidad ni con
la esperanza de ser los protagonistas de nuestras vidas, la historia
nos ha demostrado que podemos liberarnos de su dominación y
construir un sociedad que responda a las necesidades de los
habitantes del planeta en equilibrio con el medio.
Salud
y poder popular.
Agencia Central de Inteligencia
“Las mejores prácticas en contrainsurgencia. Cómo hacer de las operaciones de ataque a objetivos de alto nivel una herramienta efectiva”. Cita como una de las operaciones más exitosas de los casos bajo estudio el asesinato del líder y diplomático de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Raúl Reyes en marzo de 2008, resultado de un ataque de la Fuerza Aérea colombiana a territorio ecuatoriano a un campamento guerrillero en la zona selvática de la Angostura. Ahí resultaron muertos 22 milicianos más y cuatro estudiantes mexicanos..."
Wikileaks distribuyó hoy un estudio de la CIA donde se recomienda a gobiernos del mundo que enfrentan conflictos armados con grupos insurgentes lo que considera “las mejores prácticas” para realizar operaciones contra objetivos de alto nivel (HVT por sus siglas en inglés, High Value Targeting) como una herramienta contrainsurgente efectiva. Estas “operaciones” incluyen el asesinato político como un recurso válido, además de capturas, “remoción” de liderazgos, “neutralización” y marginación de dirigentes guerrilleros.
El estudio, clasificado como ultrasecreto, --secret/nonforn--
fue filtrado por la agencia de periodismo de investigación que dirige
Julian Assange.
Esta nueva filtración ocurre apenas 10 días después de que el
Comité de Inteligencia del Senado estadunidense decidiera hacer público
un informe secreto sobre cómo el Pentágono y la CIA utilizaron la
tortura en sus formas más brutales durante los años del ex presidente George Bush y cómo estos interrogatorios atroces resultaron
“innecesarios e ineficaces “.
El nuevo golpe mediático de Wikileaks hace público un
documento con una serie de recomendaciones a modo de manual para
ataques contrainsurgentes, elaborado por la Dirección de Inteligencia de
la CIA. Tiene fecha del 7 de julio de 2009 y está dirigido a los
operadores políticos y oficiales militares de la Agencia involucrados en
toma de decisiones para autorizar la planeación y ejecución de
operaciones HVT.
Se titula “Las mejores prácticas en contrainsurgencia.
Cómo hacer de las operaciones de ataque a objetivos de alto nivel una
herramienta efectiva”. Cita como una de las operaciones más exitosas de
los casos bajo estudio el asesinato del líder y diplomático de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Raúl Reyes en marzo
de 2008, resultado de un ataque de la Fuerza Aérea colombiana a
territorio ecuatoriano a un campamento guerrillero en la zona selvática
de la Angostura.Ahí resultaron muertos 22 milicianos más y cuatro
estudiantes mexicanos.
También cita otro caso de éxito en América Latina, la captura del peruano Abimael Guzmán, máximo líder de Sendero Luminoso, y de buena parte de sus dirigentes en una serie de golpes decisivos propinados en un corto periodo de tiempo, septiembre de 1992. Desde ese momento el grupo fue incapaz de reorganizarse.
Incluye estudios de casos de Afganistán de 2001 a la
fecha de la conclusión del manual (2009); Argelia 1954-1962; Colombia
de 2002 a 2009; Iraq de 2004 a 2009; Israel en dos periodos, de 1972 a
mediados de los noventa y de mediados de los noventa a 2009; Perú 1980 a
1999, Irlanda del Norte 1969 a 1998 y Sri Lanka 1983 a mayo de 2009.
Incluye algunos ejemplos adicionales de Chechenia, Libia, Paquistán y
Tailandia.
Especifica sus fuentes: “La mayor parte de nuestra
información está basada en reportes clandestinos de agregados militares,
discusiones internas con solicitantes de permiso para la realización de
este tipo de acciones y la revisión de casos actuales o históricos”.
El documento es definido como un intento de “consolidar las
lecciones aprendidas, proporcionar un marco para evaluar la utilidad
estratégica de las operaciones de ataque a objetivos de alto valor y
ayudar a los políticos y oficiales militares responsables de autorizar este tipo de ataques”.
El concepto High-Value Targeting es definido como una
acción enfocada a atacar individuos o redes específicos “cuya remoción
o marginalización debe lograr una degradación de la eficacia” de
determinado grupo insurgente.
El asesinato de Raúl Reyes en Sucumbíos
Este documento de la CIA aporta evidencias sobre el
involucramiento de la agencia en la lucha antiguerrillera durante el
periodo de Álvaro Uribe, en Colombia.
Indica que de acuerdo a reportes de la CIA anteriores, el
gobierno colombiano empezó a utilizar técnicas de HVT combinadas con
operaciones de información y operaciones militares convencionales y
programas para generar deserciones.
Refiere que al tomar posesión en su primer periodo de 2001,
Álvaro Uribe inició una campaña contrainsurgente con la mira puesta en
atacar a las FARC en sus filas intermedias y superiores. Después de
varios años de golpes fallidos, la embajada de Estados Unidos en Bogotá empieza a reportar aciertos a partir de que las fuerzas
contrainsurgentes lograron afinar estrategias de espionaje, precisión
en los ataques, planificación de misiones y despliegues, seguridad
operacional y coordinación interinstituticonal.
De este modo el gobierno pudo capitalizar políticamente
los golpes infligidos a la guerrilla para incrementar su legitimidad y
erosionar la moral de las bases de la guerrilla.
El estudio evalúa que en 2008 los golpes contra jefes de
primer nivel de las FARC, combinados con golpes contra figuras de
segundo y tercer rango, especialistas en financiamiento y logística, sí
provocaron una erosión real a la organización.
La muerte de Raúl Reyes ese año, en el bombardeo del ejército
colombiano (asistido por el Pentágono y con información de inteligencia
estadunidense) a territorio de Ecuador, donde además murieron una
veintena de colombianos, un ecuatoriano y cuatro estudiantes mexicanos
que estaban de visita en el campamento guerrillero) “dañó seriamente la
moral y la disciplina” de las FARC, según “comentarios de campo” de la
CIA. Una semana después de ese golpe otro miembro del secretariado, Iván
Ríos, fue asesinado por uno de sus escoltas y en mayo, un comandante e
ideólogo veterano se rindió.
El análisis no incluye, desde luego, que para las elecciones de
2010 Uribe ya no logró reformas la constitución para contender para un
tercer periodo y que su sucesor, José Manuel Santos –fuertemente
criticado por Uribe—emprendió una estrategia diametralmente opuesta, que
la llevado el conflicto colombiano a una mesa de negociaciones.
La utilidad del asesinato político, según la CIA
La CIA aprueba que gobiernos civiles o militares que enfrentan conflictos armados con grupos insurgentes recurran frecuentemente a operaciones de ataque a objetivos de alto valor, descritas como acciones para “remover” o neutralizar a sus cabezas para degradar la eficacia del grupo.
El criterio de la Agencia para la definición de quien es
un HVT (un objetivo atacable) es flexible: varía de acuerdo a “factores”
que enumera: fuerza del grupo, estructura, dinámicas de liderazgo y
alcance del resultado deseado por el gobierno.
Se advierte que entre los “efectos contraproducentes” de
una acción de este tipo está el de romper ciertas “reglas del juego”
establecidas entre los rebeldes y el gobierno, lo que lleva a una
escalada del conflicto que no siempre está en el interés del gobierno.
Pero en el caso en el que los golpes causen daños mayores
a los que el grupo insurgente sea capaz de absorber, ya sea por su
incapacidad de reponer sus liderazgos o por los golpes infligidos a sus
líneas de financiamiento o logística, puede conseguirse un mayor
debilitamiento de su capacidad de acción.
Las “mejores prácticas”
En una revisión de operativos de ataque contra objetivos
de alto nivel hechos por la CIA se demuestra –sostiene el documento—que
estos “pueden tener un papel importante como parte de una estrategia
contrainsurgente de mayor alcance. Estos suelen arrojar mejores
resultados cuando los gobiernos analizan previamente sus posibles
efectos y factores que lo puedan impactar y simultáneamente aplican
otros instrumentos contrainsurgentes de carácter militar y no militar.”
Entre los efectos positivos de estos ataques enumera la
erosión de la capacidad insurgente, debilitamiento de su voluntad,
reducción de su base de apoyo, división o fragmentación del grupo,
forzar que el grupo modifique sus estrategias de modo que beneficie al
gobierno y levantar la moral del gobierno y generar apoyo.
Entre los efectos negativos cita: “puede generar mayor
apoyo al grupo insurgente, lo cual podría obligar al gobierno a
distraerse de otros aspectos de su estrategia; puede hacer que las
estrategias insurgentes se modifiquen, que refuercen sus bases de apoyo y
simpatía de la población, conducir a una mayor radicalización a los
líderes sobrevivientes, generar condiciones para la adhesión de
liderazgos más radicales y escalar o desescalar el conflicto de modo que
favorezca la insurgencia”.
Estas son algunas de las “buenas prácticas” que recomienda la CIA
-Definir el impacto deseado sobre la trayectoria del
grupo insurgente, considerando que en algunos casos pueden generarse
efectos indeseados. -Definir la decisión del ataque en base de un sólido
conocimiento de los mecanismos internos del grupo y sus debilidades
específicas, información que se puede obtener mediante los
interrogatorios a sus desertores.
-Incorporar la operación de ataque a una estrategia
integral, que permita capitalizar el resultado de la operación o
compensar algunos de los efectos producidos. -Proteger a los actores más
moderados. Los ataques contra los líderes más violentos y extremistas
pueden resultar en un acuerdo político. En muchos grupos insurgentes hay
divisiones internas entre sus dirigentes más militaristas y los más
políticos.
-Aprovechamiento de las contradicciones internas.
Exacerbar o explotar las fisuras en los liderazgos puede funcionar de
manera tan efectiva como el dirigir un ataque militar contra uno de sus
liderazgos.
Fuente: La Jornada
i nSurgente
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