11 de septiembre: ¿Una operación que se organizó desde adentro o una operación del Mosad? por Laurent Guyénot
Este artículo fue publicado por primera vez en su versión castellana el 11 de septiembre de 2013 en la Red Voltaire. Lo volvemos a poner en primera plana porque desapareció de nuestro sitio web por problemas técnicos.
Mientras se va conociendo poco a poco el papel jugado por Israel en
la desestabilización del mundo posteriormente al 11 de septiembre 2001,
se entiende entonces mejor, la idea de que una facción del Likud, ayudados por sus aliados infiltrados en el seno del aparato de Estado de los EE.UU., sean los responsables de la operación de bandera falsa
del 11 de septiembre, entonces la idea cuaja, esto se vuelve creíble y
contundente, e incluso hay algunas personas que tuvieron el coraje de
denunciar esto públicamente. Uno de ellos fue Francesco Cossiga, presidente de Italia entre 1985 y 1992, quien dijo el 30 de noviembre de 2007, en el diario Corriere della Sera: «Nos quieren hacer creer que Bin Laden confesó
ser el autor del atentado del 11 de septiembre de 2001 sobre las torres
gemelas de Nueva York —a pesar que los servicios de inteligencia de
EE.UU. y europeos sabían muy bien que el desastroso ataque fue planeado y
ejecutado por la CIA y el Mossad con el fin de acusar a los países
árabes de terrorismo y para poder atacar a Irak y Afganistán». [1]
Alan Sabrosky,
ex profesor de la Escuela Superior de Guerra del Ejército de EE.UU. y
de la Academia Militar de EE.UU., no dudó un solo momento en proclamar
su convicción de que el 11 de septiembre es una «operación clásica orquestada por el Mosad»,
operación llevada a cabo con la complicidad dentro del gobierno
estadounidense. La voz de Alan Sabrosky suena, repercute y se transmite
con fuerza dentro de los círculos de los veteranos del Ejército de
EE.UU., quienes están asqueados por las infames guerras a las cuales se
ven implicados y deben cumplir, todo esto a causa de una mentira, la
mentira del 11 de septiembre o como fueron también las mentiras de las
armas de destrucción masiva de Saddam Hussein, es decir mentiras y más mentiras. [2].
Los argumentos a favor de la hipótesis de una implicación del Mosad
no se debe a la reputación [propaganda que goza] como servicio secreto
más "poderoso" del mundo, sino más bien a un informe del propio U.S. Army School for Advanced Military Studies — Escuela de Altos Estudios Militares de EEUU— (citado por el diario Washington Times poco antes del 11 de septiembre), que describe al Mosad como siendo algo «Cínico, solapado, despiadado y astuto. Capaz de llevar a cabo un ataque contra las mismas fuerzas estadounidenses y disfrazarlo como un acto cometido por palestinos / árabes». [3]
La implicación del Mosad, junto con otras unidades de elite israelíes, son cosas reales y evidentes por una serie de hechos poco conocidos.
El libro en formato digital del autor Hicham Hamza, «Israel y
el 11 de septiembre: el Gran Tabú» (2013) recopila la totalidad de los
archivos así como otros datos del informe policial estadounidense que
apunta y pone en causa la responsabilidad de Israel. Esta investigación
está escrita con un rigor periodístico irreprochable, además las fuentes
del libro son de acceso simple para el lector.
Los «israelíes bailarines»
¿Sabe por ejemplo, que las únicas personas que fueron detenidas el
mismo día en relación con los ataques terroristas del 11 de septiembre
2001 son todos israelíes? [4] La información fue dada a conocer al día siguiente por el periodista Paulo Lima en el diario The Record, cotidiano del condado de Bergen en el Nueva Jersey, informaciones basándose en fuentes policiales estadounidenses locales.
Inmediatamente después del primer impacto en la Torre Norte, tres
individuos fueron vistos por varios testigos [habitantes del condado]
subidos en el techo de una camioneta estacionada en el Liberty State Park en Jersey City, estos individuos «se regocijaban» (celebrating) «saltando de alegría» (jumping up and down),
y se fotografiaban con las torres gemelas atrás en fuego. Luego
trasladaron su camioneta a otro parking situado en Jersey City, donde
otros testigos los volvieron a ver festejando y celebrando de manera
ostentosa [los ataques terroristas].
La policía lanzó de inmediato una alerta BOLO (be-on-the-look-out): «Vehículo
posiblemente relacionado con el ataque terrorista en Nueva York.
Camioneta Chevrolet modelo 2000, color blanco, con placa de New Jersey y
un logo de Urban Moving Systems en la parte trasera de la
camioneta, la cual fue vista en el Liberty State Park, Jersey City, NJ,
en el momento del primer impacto del avión contra las Torres Gemelas del
WTC (World Trade Center). Tres individuos en la camioneta fueron vistos
celebrando y regocijándose después del impacto inicial y la explosión
que siguió». [5].
La camioneta fue interceptada y detenida por la policía unas horas
más tarde, a bordo iban cinco jóvenes israelíes: Sivan y Paul Kurzberg,
Yaron Shmuel, Oded Ellner y Omer Marmari. Forzados de salir del vehículo
físicamente y obligados de acostarse en el suelo, el conductor, Sivan
Kurzberg, lanzó entonces esta enigmática frase: «Somos israelíes. No somos su problema. Sus problemas son nuestros problemas. Los palestinos son el problema». [6].
Las fuentes policiales que dieron informaciones y otros detalles al
periodista Paulo Lima estaban convencidos de la implicación de estos
israelíes en los ataques que ocurrieron en la mañana contra las Torres
Gemelas: «Tenían mapas de la ciudad en la camioneta y en donde
habían marcado algunos puntos importantes. Parecía como si supieran todo
lo que iba a pasar [...] daban la impresión que estaban al corriente de
los sucesos cuando se encontraban en el Liberty State Park». [7]
Se encontró además que estos jóvenes israelíes llevaban consigo
diversos pasaportes de varias nacionalidades, casi 6.000 dólares en
efectivo y billetes de avión abiertos (open) para viajar al
extranjero. Los hermanos Kurzberg fueron identificados formalmente como
agentes [espías] del Mosad. Los cinco israelíes trabajaban oficialmente
para una empresa de mudanzas llamada Urban Moving Systems, cuyos empleados eran en su mayoría israelíes. «Yo estaba llorando. Y estos cinco tipos estaban bromeando y jactándose [de los ataques] y eso me molestaba y perturbaba mucho» [8], confiesa al diario The Record
uno de los pocos trabajadores no israelíes de la empresa de mudanzas.
El 14 de septiembre, después de recibir la visita de la policía, el
dueño de la empresa de mudanzas, Dominik Otto Suter, abandonaba
rápidamente el país [los Estados Unidos] con destino a Tel Aviv.
La información divulgada por el diario The Record, información confirmada por el informe de la policía, fue retomada por los sitios de investigación como el Informe Wayne Madsen Report (14 de septiembre de 2005) y Counterpunch
(7 febrero 2007). Dicha información fue también utilizada por algunos
grandes medios de comunicación, pero de una manera que minimizaba su
importancia: el New York Times (21 de noviembre 2001) omitió de mencionar la nacionalidad de las personas arrestadas, al igual que el canal Fox News y la agencia de noticias Associated Press. El diario Washington Post
(23 noviembre 2001) aunque dijo que eran israelíes no mencionó nada
acerca del conocimiento [o implicación] que tenían estos israelíes sobre
los trágicos sucesos. En cambio, la revista The Forward (15 de
marzo 2002), publicación de la comunidad judía de Nueva York, reveló,
citando una fuente anónima de la inteligencia de EE.UU., que la empresa
de mudanzas Urban Moving Systems era la cobertura de una antena
del Mosad (hecho que no le impidió recibir un préstamo federal de
498,750 dólares), como lo demuestra los registros y archivos del
impuesto y fisco estadounidense. [9].
El FBI ordenó una investigación sobre este caso, investigación que
quedó plasmada en un informe de 579 páginas, investigación parcialmente
desclasificada en 2005 (lo será completamente en el año 2035). El
periodista independiente Hisham Hamza — que analiza este informe en
detalle en su libro Israel y el 11 de septiembre: Un Gran Tabú
(publicado en francés)—, demuestra de manera fehaciente y abrumadora,
con una serie de elementos, la implicación de los servicios secretos de
Israel en los atentados del 11 de septiembre de 2001. En primer lugar,
las fotos que se tomaron estos jóvenes israelíes muestran actitudes de
celebración y festejo delante de la Torre Norte en llamas: «Están contentos y sonriendo, se abrazan y se dan palmadas en sus manos».
Para explicar este comportamiento, los sospechosos israelíes dijeron
[a la policía] que estaban simplemente encantados de saber que «en adelante los Estados Unidos deberían tomar drásticas medidas para luchar contra el terrorismo en el mundo»
(aunque en este momento preciso, la mayoría de la gente [y
periodistas] pensaban que el avión estrellado en la primera Torre Gemela
era un simple accidente de aviación y no un acto de terrorismo).
Más grave aún, un testigo los vio posicionados ya a las 8:00 de la
mañana, es decir mucho antes que el primer avión choque con la primera
torre. Por otro lado, otros testigos certifican que ya estaban tomando
fotos justo cinco minutos después del primer crash aéreo con la
torre, hecho confirmado al verificarse el contenido de sus cámaras
fotográficas y las fotos tomadas. Un ex empleado de la empresa de
mudanzas Urban Moving Systems certificó al FBI el ambiente
fanáticamente pro-israelí y anti-estadounidense que reinaba en dicha
compañía, repitiendo las palabras que él escuchó decir de la boca misma
del director Dominik Otto Suter: «Dame veinte años y nos ampararemos de sus medios de comunicación y entonces destruiremos los EE.UU».
Los cinco israelíes arrestados estaban en contacto con otra empresa de mudanzas llamada Classic International Movers,
cuatro empleados de esta otra compañía de mudanzas fueron interrogados
por separado por sus vínculos con los 19 presuntos piratas
secuestradores de aviones implicados en los atentados del 11 de
septiembre. Uno de los cuales había telefoneado a «un individuo en Sudamérica que tenía verdaderos vínculos con militantes islámicos en el Medio Oriente».
Finalmente, «un perro policía, amaestrado para detectar con su olfato explosivos dio un resultado positivo de presencia de trazas de substancias explosivas en el vehículo de los israelíes». [10]
Cómo explica el investigador Hamza, la conclusión del informe nos
deja pensativos y perplejos: el FBI informa a la Policía local la cual
detiene a los sospechosos de la camioneta, «que el FBI no tenga más
interés para investigar a estos detenidos israelíes y decide iniciar el
procedimiento para una salida del país [repatriados] por migración
común y corriente». [11]
Una carta del Servicio Federal de Inmigración y Naturalización demuestra que la dirección del FBI había recomendado el cierre de esta investigación ya desde el día 24 de septiembre de 2001. Sin embargo, los cinco israelíes pasaron 71 días en prisión en Brooklyn, en la que se negaron a hablar, para pasar finalmente por el detector de mentiras que detectó todas sus incoherencias sentenciándolos como notorios mentirosos. Más tarde fueron expulsados bajo la única acusación de violación de visado [visa violations].
Omer Marmari, Oded Ellner y Yaron Shmuel, tres de los cinco «bailarines israelíes»
fueron invitados a testimoniar en una emisión TV hebrea cuando
regresaron a Israel en noviembre de 2001. Negando ser miembros del
Mosad, uno de ellos dijo con franqueza: «Nuestro objetivo era grabar el evento»
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Finalmente, debemos mencionar un detalle importante de este caso, que
puede proporcionar una explicación adicional al exuberante y extraño
comportamiento de estos jóvenes israelíes: ciertos testigos indicaron en
sus llamadas telefónicas a la policía, que los individuos [sospechosos]
regocijándose [de los atentados] en el techo de su camioneta parecían
ser «árabes» o «palestinos». En particular, poco después del colapso
de las torres, una llamada anónima a la policía de Jersey City,
–informa el mismo día la cadena NBC News que «una camioneta
de color blanco con dos o tres tipos en el interior, que parecen ser
como palestinos y ellos dan vueltas alrededor de un edificio» [con su camioneta], uno de ellos tiene una “pinta” «mezcla o combina cosas y tiene esa vestimenta tipo ’jeque’ árabe. [...] Sí, está vestido como un árabe». [12]
Todo apunta a creer que estas personas eran precisamente los cinco
israelíes arrestados más tarde. Dos hipótesis me vienen a la mente: o
bien nuestros falsos trabajadores de mudanzas estaban realmente
implicados en una operación para hacerse pasar por árabes palestinos,
—la otra hipótesis es— si el testigo que los describió como tales era
un cómplice de los israelíes. En un caso cómo en el otro, está claro que
su objetivo era iniciar un rumor en los medios de comunicación, para
hacer hablar que se habían visto a árabes musulmanes que no sólo estaban
regocijándose de los atentados, sino que al mismo tiempo tenían
conocimiento de lo que iba a pasar. Y esa versión fue transmitida en
realidad en algunas radios desde el mediodía y en la NBC News en su emisión de la tarde.
Yo personalmente me inclino hacia la segunda hipótesis (informantes /
falsos testigos cómplices en lugar de verdadero disfraz árabe) debido a
que el informe policial no indica ropa exótica encontrado en la
camioneta, pero sobre todo porque el [misterioso] informador antes
mencionado, insiste en ese detalle de la vestimenta, el de la ropa
árabe, y además trató de engañar a la policía dándole una falsa
información de donde se encontraba efectivamente la camioneta; la cual
fue interceptada porque la policía no se contentó solamente de seguir la
dirección que le fue dada por este testigo sino que bloqueo todos los
puentes y túneles subterráneos entre Nueva Jersey y Nueva York .
Pero lo más importante es esto: si los israelíes no hubiesen sido
detenidos al atardecer, esta historia probablemente se habría
transformado en algo sensacional y hubiese sido publicada en las
primeras páginas de los diarios estadounidenses con el título: The Dancing Arabs
(El Baile de los Árabes), es decir acusando directamente a los árabes
de los atentados del 11 de septiembre de 2001. En lugar de esto, la
historia fue pasada bajo silencio y no circuló que confidencialmente
bajo el título The dancing Israelis, o The highfivers.
Ehud Barak,
ex jefe de la inteligencia militar israelí (Sayeret Matkal) fue Primer
Ministro de Israel entre julio de 1999 y marzo de 2001. Sustituido por
Ariel Sharon, se trasladó entonces a los Estados Unidos como consultor
de Electronic Data Systems y para SCP Partners, una empresa pantalla
[cobertura] del Mosad especializada en temas de seguridad que
conjuntamente con sus socios de Holdings Metallurg y Advanced
Metallurgical, tenían la capacidad de producir nano-termita. SCP Partners tenía una oficina a tan sólo 10 kilómetros de la empresa de mudanzas Urban Moving Systems. Tan solo una hora después de la desintegración de las torres, Ehud Barak aparece en las pantallas del canal BBC Mundo para señalar a Bin Laden como el principal sospechoso (Bollyn, Solving 9/11, páginas 278-280).
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200 espías expertos en explosivos
Pocas personas, incluso entre los investigadores de la asociación
norteamericana 9/11 Truthers, conocían esta historia de los «israelíes
bailarines» (todavía estamos esperando, por ejemplo, que la asociación francesa Reopen 9/11 hable de esta historia en su sitio web francés, a pesar que son fuertes sobre el tema, —tienen miedo que los acusen de antisemitas,
sin embargo es algo que no tiene nada que ver con el tema del 11/S —).
Pocas personas saben también que en el momento de los ataques del 11 de
septiembre de 2001, la policía federal de los EEUU estaba muy ocupada
desmantelando la mayor red de espionaje israelí identificada y operando
en territorio estadounidense.
En marzo de 2001, el National Counter Intelligence Center (NCIX) publicó este mensaje en su sitio web: «Durante
las últimas seis semanas, empleados de las oficinas federales ubicadas
en diferentes lugares de los Estados Unidos han informado acerca de
actividades sospechosas relacionadas con individuos que se presentan
como siendo estudiantes extranjeros vendiendo o encargados de entregar
obras de arte». El NCIC indica que estas personas son ciudadanos de Israel, «también se han presentando a los domicilios privados de los funcionarios federales con el pretexto de vender objetos de arte». [13]
Luego, más tarde, en el verano, la Drug Enforcement Agency
(DEA) (la Agencia de Control de Drogas en EEUU), después de haber
estado bajo el acoso y hostigamiento de un gran número de incidentes de
este tipo, elaboró un informe que fue publicado parcialmente por el
diario Washington Post el 23 de noviembre de 2001 y por el diario francés Le Monde el 14 de marzo 2002, antes que dicho informe sea completamente accesible, en su totalidad, por la revista francesa Inteligencia Online.
Este informe nos dice que 140 israelíes [espías] han sido detenidos [en
los EEUU] desde marzo de 2001. Sus edades son entre los 20 y 30 años,
estos [espías] están organizados en equipos de 4 a 8 miembros, estos
agentes visitaron por lo menos «36 dependencias sensibles del Departamento de Defensa». Muchos de ellos fueron identificados como miembros del Mosad y del Aman
(la inteligencia militar israelí), y seis de [los espías] tenían en su
posesión teléfonos celulares que habían sido comprados [pagados] por un
ex-vice cónsul israelí trabajando en los EEUU. Después del 11 de
septiembre 2001, sesenta otros espías israelíes fueron capturados,
llegando a un total de 200 el número de espías israelíes detenidos por
los EEUU. Al final, todos fueron puestos en libertad.
El informe de la DEA llegó a la conclusión que «el comportamiento y
conducta de estos individuos [...] nos lleva a pensar que sus acciones
tienen que ver con una tarea de recopilación de datos o de información
de inteligencia». [14] Pero la naturaleza exacta de dicha información recopilada se desconoce.
Puede ser también que su espionaje exhibido haya sido solamente una
especie de cobertura —una apariencia deliberada para disimular algo más
profundo—, estos supuestos Israeli art students («estudiantes
israelíes de bellas artes»), si tomamos en cuenta que varios de ellos
han recibido una instrucción militar como la demolición controlada /
experto en artefactos y explosivos, ingeniero en combate electrónico,
experto en desactivación de bombas, operador radio de intercepción /
activación de señales electrónicas, según las conclusiones de la DEA.
Uno de los espías israelíes detenidos, Peer Segalovitz, «reconoció que él era capaz de hacer explotar y demoler con bombas a edificios, puentes, autos y todo lo que quería». [15]
¿Por qué estos agentes espías israelíes habrían hecho diversión sobre
su verdadera misión haciendo una campaña de espionaje tan ostentosa que
improductiva, y curiosamente acosando y centrada en la Drug Enforcement Agency (DEA)?
La respuesta a esta pregunta la podemos encontrar por un vínculo perturbador y sorprendente, que tiene que ver más con un aspecto geográfico, aspecto que va conectar a esta red de espías israelíes con los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Michael Chertoff,
un ciudadano israelí-estadounidense, hijo de un rabino ortodoxo y de
una fundadora del Mosad. Michael Chertoff dirigió la División Criminal
del Departamento de Justicia [de EEUU] en 2001 [administración Bush], y
con ese máximo cargo, fue responsable de la retención y destrucción de
todas las pruebas con respecto al 11 de septiembre 2001 —sean estas las
grabaciones de las cámaras de seguridad que rodean al edificio del
Pentágono o con respecto a las vigas de acero del World Trade Center [es
decir, si se hubiesen conservado las vigas de acero del WTC después de
su destrucción, se hubiese podido determinar científicamente si estas
habían cortadas por la acción de la termita,
explosivo para la demolición de edificios]. Es también gracias a él que
los «bailarines israelíes» pudieron salir de los EEUU sin mayor
acusación y de manera discreta. En 2003, fue nombrado para encabezar el
nuevo Department of Homeland Security
(Departamento de Seguridad Nacional) órgano encargado de la lucha
contra-terrorismo en el territorio de EE.UU., puesto que le permite a la
vez controlar la disidencia interna [protestas y ciudadanos que
reclaman que se respeto la Constitución], por otro lado restringe el
acceso al archivo estatal del 11 de septiembre a todo curioso que se
interroga de las cosas anormales e inexplicables que ocurrieron en esa
fecha gracias a la ley Sensitive Security Information.
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Según el informe de la DEA, «La localidad de Hollywood en Florida
[cuidado no confundir con Hollywood, ciudad del cine en California]
parece ser el punto central y de atracción de estos agentes» [16].
De hecho, más de treinta de estos falsos estudiantes-espías israelíes
detenidos poco antes del 11 de septiembre 2001 vivían en Hollywood o
cerca de este pueblo en Florida, curiosamente en el mismo lugar donde se
habían reunido 15 de los 19 futuros y presuntos secuestradores piratas
islámicos de los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas (9
israelíes vivían en Hollywood y 6 muy cerca de este pueblo). Uno de
ellos, llamado Hanan Serfaty, por cuya cuenta bancaria transitó por lo
menos 100,000 dólares en tres meses, había alquilado dos apartamentos en
Hollywood, uno cerquísima del apartamento alquilado por Mohamed Atta y de su buzón postal en la Oficina de Correos del pueblo. No olvidar que Mohammed Atta fue presentado por Washington como siendo el líder de la banda de piratas aéreos suicidas, que se inmolaron en las Torres Gemelas.
La interrogante es: ¿cuál es la relación entre estos “espías israelíes” y los “terroristas islámicos?”
Según la explicación difundida en apuros por los medios de
comunicación alineados con la versión oficial de Washington, decía que
los primeros sólo hacían que vigilar a los segundos. Escuchemos por
ejemplo al conocido periodista francés David Pujadas [el periodista en
Francia que el gobierno siempre promueve en primera línea en el combate
mediático]. Pujadas en el noticiero del 5 de marzo de 2002 del canal de
televisión estatal France 2, al momento de comentar la información
publicada por Intelligence Online dice: «Otra vez, se trata de
Israel, pero concerniente al Afganistán ahora, este caso de espionaje
que perturba: una red israelí ha sido desmantelada en los Estados
Unidos, más exactamente en Florida: una de sus misiones habría sido
hacer un seguimiento de los hombres de Al Qaida (esto era antes del 11
de septiembre). Algunas fuentes van más lejos: indicando que el Mosad no
habría proporcionado toda la información que retenía en su poder».
Esta explicación eufemística [17] es un buen ejemplo del damage control
(controlando los daños mediáticos, es decir tratar de contrarrestar el
impacto —en la sociedad civil— de una verdadera información que no debió
ser dada a conocer con la desinformación, para proteger u ocultar lo
que se quiere). La imagen de Israel apenas sale manchada en esta
historia, ya que no podemos culpar a un servicio de espionaje por no
compartir su información secreta. En el peor de los casos sólo se puede
acusar a Israel de dejar o «permitir que suceda», situación que
garantiza su impunidad. Así se explica, en mi opinión, la actuación de
los espías israelíes encubiertos de falsos estudiantes, pero en realidad
expertos en ataques de bandera falsa.
De hecho, su cobertura voluntariamente grosera y poco disimulada de
estudiantes, estaba destinada —a propósito— a llamar la atención de
espías implicados con el arte, para así esconder su segunda cobertura,
aquella para la cual estaban trabajando de verdad, es decir su
complicidad y entorno con los supuestos piratas islámicos
secuestradores de aviones. La primera servía de cobertura a la segunda.
¿Por qué el “periodista” Pujadas presentador TV en el noticiero
del canal France 2, (promovido a este importante puesto mediático sólo
una semana antes de los atentados del 11 de septiembre), (…) por qué
Pujadas menciona el Afganistán, que no tiene nada que ver con la
información que va a desarrollar en el telediario? El lapsus sólo puede
ser voluntario e ilustra bien "el gran tabú", que el investigador
Hicham Hamza habla en su libro: nunca mencionar el 11 de septiembre e
Israel en la misma frase.
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La verdad es que probablemente no estaban espiando a los piratas
islámicos implicados «oficialmente por Washington» en los atentados,
sino más bien los manipulaban, los financiaban, y probablemente los eliminaron finalmente poco antes del 11 de septiembre 2001. Un artículo en el New York Times del 18 de febrero 2009 reveló que Ali al-Jarrah, primo de Ziad al-Jarrah
(uno de los supuestos piratas que secuestraron el vuelo UA93) fue
durante 25 años un espía colaborador informador del Mosad, infiltrado en
la resistencia palestina y en el Hezbollah libanés desde 1983.
Actualmente se encuentra en prisión en el Líbano. Recordemos también que el Mohamed Atta de Florida
[él que estudió para piloto] era uno falso. El verdadero Mohamed Atta,
quien telefoneó a su padre al día siguiente de los ataques (como lo
confirmó Ziad al-Jarrah a la revista alemana Bild am Sonntag a
finales del año 2002), es descrito por su familia como reservado,
piadoso, evitando las mujeres y teniendo miedo de viajar en avión.
Le habían robado su pasaporte en 1999, mientras estudiaba
arquitectura en Hamburgo [Alemania]. El falso Mohamed Atta de Florida
vivía con una bailarina de striptease, comía carne de cerdo, le gustaba
los coches de lujo y de sport, los casinos y la cocaína. Según informó
el diario South Florida Sun-Sentinel el 16 de septiembre 2001
(bajo el titular: «Suspects’ Actions Don’t Add Up» («El comportamiento
de los sospechosos no concuerdan con la versión oficial»), información
confirmada por muchos periódicos regionales [de EEUU], ese Atta es un
notorio borracho, drogadicto y paga los servicios de varias prostitutas a
la semana. Días antes de los ataques del 11 de septiembre 2001, el
falso Atta, y cuatro otros piratas suicidas tuvieron un comportamiento
similar, algo incompatible con el comportamiento de fanáticos religiosos
islámicos preparándose para inmolarse. [18]
La conexión en New York
Según explica el ex -espía Victor Ostrovsky, renegado del Mosad (quien escribió el ensayo By Way of Deception, 1990), Ostrovsky afirma que el Mosad saca ventaja y eficacia en el espionaje gracias a su red de sayanim (colaboradores),
término en hebreo que designa a los judíos que viven fuera de Israel y
que están dispuestos a realizar acciones ilegales [si Israel se los
pide], sin necesariamente saber la finalidad. Se puede contar miles de
miles de sayanim en los USA, particularmente en la región de Nueva York, donde se concentra la comunidad judía de EEUU.
Larry Silverstein,
titular del contrato de alquiler [arrendamiento] de las Torres Gemelas
[curiosamente] desde abril de 2001, aparece como el prototipo perfecto
de sayanim del 11 de septiembre.
Larry Silverstein es un destacado miembro de la Jewish Appeal Federation of Jewish Philanthropies
of New York (Asociación de filantropía de judíos de Nueva York), el
mayor recaudador de fondos en territorio estadounidense para Israel
(después del gobierno de EEUU, quien contribuye anualmente con tres mil
millones de dólares de ayuda financiera y militar a Israel). Silverstein
era también, en el momento de los ataques aéreos del 11 de septiembre
2001, un amigo íntimo de Ariel Sharon (y de Benjamin Netanyahu), con quien está en conversación telefónica todos los domingos, según el diario israelí Haaretz.
El socio de Silverstein en el contrato de arrendamiento [alquiler] de
los locales adyacentes al World Trade Center (WTC), en lo que concierne
a los locales comerciales de las galerías subterráneas de las torres
gemelas no era otro que Frank Lowy, sionista «filántropo» cercano a Ehud
Barak y Ehud Olmert, antiguo miembro de la Haganh.
Por otro lado, el jefe de la New York Port Authority, que privatizó el
WTC y que otorgó el contrato de arrendamiento a Silverstein y Lowy era
Lewis Eisenberg, un miembro de la United Jewish Appeal Federation y ex vice presidente de movimiento sionista AIPAC.
Silverstein, Lowy y Eisenberg son sin duda alguna tres hombres claves
en la planificación de los atentados contra las Torres Gemelas de New
York.
¡Suertudo Larry! Todas las mañanas, sin excepción, Larry Silverstein tomaba su desayuno en la cafetería del restaurante Windows
ubicado en el piso más alto de la torre norte del WTC. Pero en la
mañana del 11 de septiembre 2001, Larry no fue ese día, tenía
excepcionalmente una cita con el dermatólogo.
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Otros miembros de esta red en Nueva York pueden ser identificados. De acuerdo con el informe del NIST,
el Boeing que se encastró en la torre norte “hizo un corte de más de la
mitad del ancho del edificio y de alto iba del piso 93 al piso 99.
Todas estas plantas estaban ocupadas por la compañía Marsh &
McLennan, una compañía internacional de seguros, que también tenía sus
oficinas en el piso número 100 del WTC. [19] El Director ejecutivo de Marsh & McLennan era en esa entonces Jeffrey Greenberg,
miembro de una multimillonaria familia judía que contribuyó
financieramente y en gran medida a la campaña presidencial para la
elección de George W. Bush.
Los Greenberg eran también los reaseguradores [en caso de catástrofe]
de las torres gemelas, pero el 24 de julio de 2001 tomaron la sabía
precaución, de delegar las funciones de reaseguradores [es decir sus
responsabilidades a pagar en caso de catástrofe] otorgando así a sus
competidores [rivales en el mercado de los seguros] la función de nuevos
reaseguradores del WTC, los cuales se vieron con la costosa tarea de
indemnizar millonariamente a Silverstein y Lowy después del 11 de
septiembre. Y como el mundo de los neoconservadores es pequeño, en
noviembre del año 2000, el Consejo de Administración de Marsh &
McLennan dio la bienvenida a Paul Bremer, [quien sería más tarde] presidente de la National Commission on Terrorism
(Comisión Nacional contra el Terrorismo) en el momento de los ataques a
las torres gemelas, y posteriormente nombrado en 2003 como máxima
autoridad de la Coalition Provisional Authority (CPA) (Autoridad Provisional de la Coalición), es decir la estructura que administra el Irak invadido por los EEUU.
Paul Bremer aparece en directo el 11 septiembre de 2001 en los
estudios de la televisión NBC, donde se dirige al público. Paul Bremer
habla tranquilo y relajado, mientras que 400 empleados de su compañía
son declarados desaparecidos en las torres gemelas (al final serán sólo
295 los empleados fallecidos y más de 60 colaboradores muertos, según el
conteo final y oficial entre las víctimas en lo que concierne
únicamente a la compañía Marsh & McLennan).
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La complicidad también puede ser buscada en los aeropuertos y las
compañías aéreas relacionadas con los sucesos del atentado. Los dos
aeropuertos de donde despegaron los vuelos AA11, UA175 y UA93
que terminarían estrellándose en las torres gemelas (es decir el
Aeropuerto Logan en Boston y el aeropuerto de Newark Liberty, cerca de
Nueva York) ambos aeropuertos encargan [o delegan] la seguridad del
terminal aéreo a un subcontratista —una agencia de servicios de
seguridad— llamada International Consultants on Targeted Security
(ICTS), una empresa cuyos fondos y capital invertido para su creación
vienen de Israel. El presidente de dicha empresa era Menachem Atzmon, un
tesorero del Likud [partido de extrema derecha en Israel]. Una
investigación a fondo, llevaría sin duda alguna a descubrir nuevas
pistas y desenmascarar a otros cómplices y complicidades.
La nueva investigación se interesaría mucho por ejemplo en indagar acerca de Zim Israel Navigational,
una empresa gigante especializada en el transporte marítimo, controlado
al 48% por el estado de Israel (empresa conocida por servir
ocasionalmente como tapadera a los servicios secretos israelíes) y cuya
sucursal en los Estados Unidos se encontraba curiosamente en las torres
gemelas del WTC. Zim Israel Navigational y sus 200 empleados
abandonaron sus oficinas en las torres gemelas el 04 de septiembre
2001, es decir solamente una semana antes de los ataques — «como por una bendición de Dios»— [20], señala Shaul Cohen-Mintz director general de la empresa.
¡No es el petróleo, estúpido!
Todos estos hechos dan un nuevo significado a las palabras de un
miembro de la Comisión sobre el 11 de septiembre, el senador Bob Graham,
que declaró en una entrevista con la PBS en diciembre de 2002: «hay
evidencias que [ciertos] gobiernos extranjeros han contribuido a
facilitar las actividades de algunos de los terroristas en los Estados
Unidos». [21]
Graham, por supuesto se refería a Arabia Saudita. ¿Por qué la familia
Saúd habría ayudado a Osama Bin Laden después de haberle retirado su
nacionalidad saudí y poner precio a su cabeza? [Osama era buscado en su
país de origen por los ataques que había realizado en Arabia Saudí].
La respuesta que da Graham como explicación, formulada en julio de
2011, es la siguiente: «la amenaza de disturbios y levantamientos
sociales contra la monarquía reinante en Arabia Saudita, amenaza [y
chantaje] de la parte de Al Qaida». [22]
Los Saud
[el actual rey gobernante en Arabia Saudita es de la familia Saud]
habrían ayudado a Ben Laden a que realice los atentados del 11 de
septiembre para «pagar como cupo» y «salvarse» de la amenaza formulada
por Bin Landen de generar una revolución en su reino y en su contra.
Esta teoría ridícula (Graham, a falta de argumentos lógicos desarrolla
esta idea que la incluirá en su novela) [23].
El argumento de Graham tiene un solo objetivo: desviar las sospechas
contra el único «gobierno extranjero» cuyos vínculos reales y existentes
con los presuntos terroristas son concretos y están demostrados, es
decir Israel, para así desviar las sospechas hacia Arabia Saudita, único
competidor [geopolítico] de Israel en la región.
De manera similar —pero esta vez es para morirse de risa—, cuando se
lee el resumen del libro La Guerre d’après (La guerra después) (2003), del anti-árabe-saudí y neoconservador Laurent Murawiec, quien escribe: “El
poder monárquico en Arabia Saudí ha tenido éxito en los últimos años y
ha logrado infiltrar agentes de influencia a los niveles más importantes
de la administración del gobierno de los EEUU, organizando un lobby
intelectual eficaz que lo tiene a su sueldo, y que ahora controla varias
prestigiosas universidades del país”. [24]
Al afirmar que la pista que conecta a Arabia Saudí — [en tanto que
país ayudando a los terroristas del 11 de septiembre] — ha sido
silenciada por la amistad que une a los Bush con la familia real Saúd,
Graham y sus amigos neoconservadores utilizan a George W. Bush como un
fusible, para hacer recaer sobre él la cólera popular de los ataques del
11 de septiembre. Dicha estrategia dio buenos resultados a los
manipuladores de la verdad ya que el movimiento del 9/11 Truth [25]
en su conjunto, centró sus críticas contra el presidente Bush y su
administración, contra los árabes y nunca pronunció el nombre de Israel.
Hay que reconocer que el arte de Maquiavelo funciona así: dar el trabajo sucio a realizar a una persona y luego dirigir que la venganza popular recaiga contra esta misma persona.
El día en que, bajo la presión de la opinión pública, los medios de
comunicación se verán obligados de abandonar la versión oficial de
Washington, y confesar lo que verdaderamente ocurrió el 11 de
septiembre, —para esa entonces ya— el movimiento de contestación 9/11Truth —completamente infiltrado ya— y su lema “9/11 is an inside job”
(El 11 de septiembre es una operación que se organizó desde adentro)
habrá moldeado los espíritus para que los ciudadanos arremetan contra
Bush, Cheney y otros políticos de su administración, mientras que los
neoconservadores [intelectuales con Israel de este diabólico plan]
seguirán estando fuera de la furia popular y fuera del alcance de
cualquier justicia.
Y sí, por desgracia, el día en que todo sea revelado a la opinión
pública, y que la mayoría de los medios de comunicación controlados
[hoy] por los sionistas no puedan preservar más “la inocencia de Israel”
por lo ocurrido el 11 de septiembre, el estado hebreo podrá siempre
jugar la carta de Noam Chomsky: «Israel podrá decir que los EEUU los obligó a hacerlo».
Noam Chomsky [26],
el famoso intelectual norteamericano de origen judío que se posiciona
como pensador de la extrema izquierda desde el día en que, el trotskista
Irving Kristol
pasó a ser un importante militante de la extrema derecha estadounidense
y fundar el movimiento neoconservador en los EEUU. Chomsky no ha
parado de decir desde entonces, el argumento de que Israel no hace más
que obedecer la voluntad de los Estados Unidos, lo que deja suponer que
Israel es el estado número 51º de los EEUU y el policía en el Medio
Oriente.
Como lo he demostrado ya en otros lugares, el término más
apropiado para designar a los «neoconservadores» sería la palabra
«Maquiavelo-sionista». Michael Ledeen da la prueba en un artículo
publicado en la revista Jewish World Review del 7 de junio de
1999 en donde él defiende la tesis de que Maquiavelo era en «secreto un
judío» cómo lo fueron en el siglo XV miles de familias originalmente de
confesión judía convertidos al cristianismo bajo la amenaza de ser
expulsados de España si no cambiaban de religión (principalmente los
denominados despectivamente «Marranos» en la Península Ibérica). "Escucha su filosofía política y entonces entenderás la música judía". Por definición, el maquiavelismo
avanza y se mueve enmascarado de un discurso virtuoso (es decir,
derecho humanista), curiosamente, cada vez es mayor el número de
sionistas que se reclaman de esta corriente y de manera abierta: otro
ejemplo puede ser dado con el libro de Obadiah Shoher, Samson Blinded: A Machiavellian Perspective on the Middle East Conflict.
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Chomsky y otras celebridades mediatizadas de la izquierda radical en
los EEUU como Michael Moore, no paran de afirmar que la
desestabilización [o convulsión] del Medio Oriente sería por voluntad de
Washington primeramente y de Tel Aviv en segundo lugar. ¿Y la causa de
la guerra de Irak? Por el petróleo, evidentemente: «Por supuesto que eran los recursos energéticos de Irak».
La pregunta no necesita incluso ser planteada. [27] Cosas de estos tiempos, he aquí que Chomsky repite en coro el mismo refrán que pronunció Alan Greenspan, director de la Reserva Federal, quien en su libro The Age of Turbulence (2007) (Tiempos de Turbulencia) pretende revelar algo, algo que todo el mundo sabe ya: «lo más importante que estaba en juego en la guerra de Irak era el control del petróleo en la región».
A estas falsedades formuladas hay que responderles con los análisis e investigaciones verídicas, como la del profesor James Petras: Zionism, Militarism and the Decline of US Power (Sionismo, Militarismo y la decadencia del poderío de EEUU), o con el trabajo de Stephen Sniegoski The Transparent Cabal o la obra de Jonathan Cook Israel and the Clash of Civilizations
(Israel y el choque de civilizaciones): “Big Oil" [el gran lobby del
petróleo] que no promocionó la invasión de Irak, y que ni siquiera ha
logrado controlar la extracción de un sólo pozo de petróleo, a pesar de
la presencia de 160.000 soldados estadounidenses, de 127.000 mercenarios pagados por el Pentágono y el Departamento de Estado, e incluso con el apoyo de un gobierno títere, fantoche y corrupto como lo es el gobierno de Irak. [28]
¡No!, el petróleo no explica la guerra de Irak, ni explica la guerra
en Afganistán, tampoco explica la agresión contra Siria por mercenarios
fanáticos interpuestos, tampoco puede explicar la guerra planeada y
programada contra Irán con antelación. Y ciertamente no es el lobby del
petróleo el que tiene el poder de imponer una censura, un «gran tabú»
[silencio total] en lo que respecta a Israel [y su implicación en el 11
de septiembre] en toda la esfera mediática del planeta, sean estos
diarios de España, por dar un ejemplo: El País, o El Mundo, o ABC, o La Vanguardia, o sean estos diarios en otro continente, como el diario El Mercurio (Chile), El Comercio (Perú), El Espectador (Colombia), por no citar que algunos en Sudamérica, todos repiten la misma cosa pero de diferente manera.
«Personalmente, yo creo que existe una conexión entre los sucesos del 11 de septiembre y el pico petrolero (peak oil), pero es algo que no puedo probar», afirma Richard Heinberg,
especialista en cuestiones de energía y más precisamente con respecto a
la hipótesis del agotamiento del petróleo en el mundo que desarrolla en
su documental Oil, Smoke and Mirrors (Petróleo, Humo y Espejos). Para mí la tesis de Richard Heinberg tiene que ver más con una fe a lo irracional.
[Ver abajo el documental Oil, Smoke and Mirrors en su versión
audio en español y podremos sacar interesantes conclusiones en este
debate de ideas, entre el autor de este artículo y el especialista en
asuntos de energía.]
El interesante documental Petróleo, Humo y Espejos está divido en tres partes: la primera habla de las consecuencias económicas y sociales que puede tener en nuestras sociedades el agotamiento del petróleo y cómo afectaría esta nueva realidad energética en nuestro cotidiano; la segunda parte habla del 11 de septiembre y su relación con las fuentes de energía tales que el petróleo, la tercera parte explica como el terrorismo internacional ha sido creado y manipulado por poderosas y obscuras fuerzas planetarias para generar caos mundial.
El interesante documental Petróleo, Humo y Espejos está divido en tres partes: la primera habla de las consecuencias económicas y sociales que puede tener en nuestras sociedades el agotamiento del petróleo y cómo afectaría esta nueva realidad energética en nuestro cotidiano; la segunda parte habla del 11 de septiembre y su relación con las fuentes de energía tales que el petróleo, la tercera parte explica como el terrorismo internacional ha sido creado y manipulado por poderosas y obscuras fuerzas planetarias para generar caos mundial.
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La cultura israelí de terrorismo de bandera falsa
Se necesita hacer un recordatorio para situar mejor 11 de septiembre
en un contexto histórico. Los Estados Unidos tienen una larga historia y
tradición en la fabricación de falsos pretextos para desencadenar
guerras. Podríamos retroceder en el tiempo, al año 1845, con la guerra
expansionista emprendida por Washington contra México. Guerra
desencadenada por las provocaciones estadounidenses que comenzaron en
la zona de frontera con Texas (el río Nueces según México, el Río Grande
según los Tejanos) y los enfrentamientos que tuvieron lugar dieron al
presidente James Polk
(un tejano) la oportunidad para que pudiera decir: «los mexicanos han
derramado sangre americana en el territorio americano». Después de la
guerra, un diputado del nombre de Abraham Lincoln hizo reconocer por el Congreso de EEUU el carácter falso y mentiroso de este pretexto de casus belli.
A partir desde esa entonces, todas las guerras libradas por Estados
Unidos lo han sido bajo falsos pretextos: la explosión del buque de
guerra USS Maine en la bahía de La Habana para desencadenar la guerra contra España por la posesión de Cuba, el hundimiento del cargo Lusitania para entrar en la Primera Guerra Mundial, Pearl Harbor para entrar en la Segunda Guerra Mundial, el incidente del Golfo de Tonkin para entrar en la guerra del Vietnam. Sin embargo, sólo la explosión del USS Maine, que causó pocas muertes, desvela que se trata propiamente hablando del estratagema [29] de bandera falsa; a pesar que todos los hechos de estas historias no estén todavía completamente elucidados.
En cambio, es un hecho fehaciente que Israel tiene un pasado cargado
de ataques de bandera falsa, además de una gran experiencia y peritaje
en todo lo que concierne a ataques de falsa bandera. Si se escribiese un
libro de historia universal respecto a este estratagema, probablemente
el libro debería dedicar la mitad de sus páginas a Israel, a pesar de
ser una de las más jóvenes naciones modernas [fundada solamente en
1948]. Pero la historia de Israel en cuanto a sus operaciones de bandera
falsa comienzan incluso mucho antes de la creación de mismo estado de
Israel, con el atentado a la bomba del King David Hotel, cuartel general de las autoridades británicas en Jerusalén [la Palestina bajo administración del Reino Unido].
El 22 de julio 1946 por la mañana, seis terroristas del Irgun (la milicia terrorista comandada por Menahem Begin,
futuro Primer Ministro) vestidos como árabes entran en el edificio y
colocan alrededor de la columna central del edificio 225 kg de explosivo
de TNT, [dinamita] escondida en recipientes de leche, mientras que
otros milicianos de esta organización terrorista desparraman explosivos a
lo largo de las vías de acceso que conducen al hotel para evitar que
llegue socorros o refuerzos. Cuando un oficial británico sospecha de lo
que están haciendo, se desata un tiroteo en el David King Hotel y los
miembros del comando antes de huir prenden la dinamita. La explosión
mató a 91 personas, en su mayoría británicos, pero también habían15
judíos entre los fallecidos.
El transatlántico RMS Lusitania
fue torpedeado el 7 de mayo de 1915 por los alemanes, mientras navegaba
en una zona de guerra. Fue gracias a la frase [slogan] Remember the Lusitania (Recuerde el Lusitania) que el presidente Woodrow Wilson
pudo movilizar a la opinión pública estadounidense a favor de la
entrada de EE.UU. en la Primera Guerra Mundial. El hecho de que un sólo
torpedo fuese suficiente para hundir el inmenso buque-cargo en quince
minutos plantea preguntas e interrogantes hasta hoy.
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En su diario, el coronel Mendel Edward House, asesor del presidente
estadounidense Woodrow Wilson, relata y describe una conversación que
él tuvo un poco antes con el canciller británico Edward Grey (quien será
más tarde en 1919 nombrado embajador británico en los Estados Unidos).
«¿Qué harían los americanos si los alemanes hundieran un barco con pasajeros americanos a bordo?» preguntó Grey. Mendel Edward House le contestó: «Creo que una ola de indignación correría por todo los Estados Unidos y que esto sería suficiente para llevarnos a la guerra».
«¿Qué harían los americanos si los alemanes hundieran un barco con pasajeros americanos a bordo?» preguntó Grey. Mendel Edward House le contestó: «Creo que una ola de indignación correría por todo los Estados Unidos y que esto sería suficiente para llevarnos a la guerra».
Este mismo esquema de estratagema se repitió en Egipto durante el verano de 1954, con la Operación Susannah, cuyo objetivo era complicar la retirada británica del Canal de Suez exigida por el coronel Gamal Abdul Nasser con el apoyo del presidente estadounidense Eisenhower. Esta operación fue igualmente desenmascarada y es conocida también bajo el nombre del caso «Lavon Affair», llamada así por el nombre del Primer Ministro israelí de esa época, quien fue señalado como responsable.
El «Lavon Affair» sigue siendo el más célebre, calamitoso y
desastroso ataque de bandera falsa llevado a cabo por Israel contra un
barco de guerra estadounidense de la NSA el USS Liberty, el 8 de junio de 1967 a lo largo de las costas marítimas de Egipto, dos días antes de finalizar la Guerra de los Seis Días.
Ya desde ese momento se puede ver en acción la colaboración estrecha y
profunda entre Israel y los EE.UU., la administración Johnson habiendo
cubierto e incluso alentado este crimen en contra de sus propios
ingenieros y soldados. Yo ya he mencionado y explicado estos dos casos
en un artículo anterior, entonces no desarrollaré más el tema aquí
nuevamente. [30].
En 1986, el Mosad trató de hacer creer [a otros países] que una serie
de órdenes para acometer atentados terroristas fueron [dadas]
transmitidas desde Libia y/o desde las diversas embajadas libias a
través del mundo. Según el ex agente del Mosad, Victor Ostrovsky, (By Way of Deception,
1990) el Mosad utilizó un sistema especial de comunicación llamado
«Caballo de Troya». Este sistema [aparato] es implantado por comandos
dentro del territorio enemigo. El sistema actúa como una estación de
transmisión de relevo, para generar falsas transmisiones, las cuales
son enviadas originalmente desde un barco israelí e inmediatamente
retransmitidas en una frecuencia utilizada por el gobierno libio.
Así como el Mosad lo esperaba, la NSA
[ingenuamente] captó y descifró las transmisiones, que fueron
interpretados como una prueba y evidencia de que el gobierno libio
apoyaba y fomentaba el terrorismo, como oportunamente lo venían diciendo
y confirmando ya los informes de inteligencia del Mosad. Israel contaba
con la promesa hecha por el presidente estadounidense Ronald Reagan de represalias contra cualquier país descubierto en flagrante delito de apoyo al terrorismo.
Los estadounidenses cayeron en la trampa del Mosad y los EEUU
arrastraron a su vez [a sus aliados] británicos y alemanes: el 14 de
abril de 1986, ciento sesenta aviones de EE.UU. arrojaron más de sesenta
toneladas de bombas sobre Libia, apuntando principalmente aeropuertos y
bases militares. Entre las víctimas civiles de la parte libia se
encontraba la hija adoptiva de Gaddafi, la niña muerta por los
bombardeos tenía cuatro años de edad. El bombardeo hizo fracasar un
acuerdo para la liberación de los rehenes norteamericanos retenidos en
el Líbano, hecho que colocó al movimiento Hezbollah como el enemigo
número uno ante los ojos de Occidente.
Isser Harel, fundador de los servicios secretos israelíes, habría pronosticado al cristiano-sionista
Michael Evans en 1980 que el terrorismo islámico terminaría por golpear
los EE.UU. «En la teología islámica, el símbolo fálico es muy
importante. El mayor símbolo fálico es New York City y el edificio más
alto de la ciudad será el símbolo fálico que golpearán». Al informar
acerca de esta entrevista en 2004, Evans, autor de "The American Prophecies, Terrorism and Mid-East Conflict Reveal a Nation’s Destiny"
busca hacer pasar a Isser Harel por profeta. Mentes más racionales y
abiertas verán al contrario la prueba que el 11 de septiembre, se
trabaja, y madura desde hace ya más de 30 años en el interior del Estado profundo de Israel.
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La capacidad de manipulación del Mosad en esa época puede ser
ilustrada también por otras dos historias más, historias estudiadas por
el autor Thomas Gordon. El 17 de abril 1986, una joven irlandesa
llamada Ann-Marie Murphy, sin estar enterada se embarca en un vuelo
Londres – Tel-Aviv llevando 1,5 kilos de Semtex [explosivo sintético].
Su novio, un paquistaní llamado Nezar Hindawi, es arrestado cuando
intentaba huir [refugiarse] a la Embajada de Siria. Ambos fueron en
realidad manipulados por el Mosad, que obtiene el resultado deseado: el
gobierno de Thatcher rompió las relaciones diplomáticas con Siria. Pero
a pesar del aparente éxito de la operación del Mosad, esta operación
será finalmente desenmascarada por una personalidad importante (el
presidente francés Jacques Chirac reveló todo a diario Washington Times). [31]
En enero de 1987 el palestino Ismail Sowan, que trabaja como
topo-informador para el Mosad y que ha logrado infiltrar la sede de la
OLP (Organización para la Liberación de la Palestina) en Londres,
recibe de un desconocido -supuestamente enviado por el jefe de la OLP-
dos maletas llenas de armas y explosivos. Ismail cuenta esto a sus
contactos del Mosad que lo hacen viajar en un vuelo ida y vuelta
[Londres]-Tel-Aviv, al mismo tiempo que el Mosad lo denuncia al Scotland
Yard, como sospechoso de querer organizar un atentado islamista a
Londres. Ismail es arrestado apenas toca suelo inglés en el aeropuerto
de Heathrow y acusado con relación a las armas encontradas en su casa.
Resultado: el Mosad entra en círculo de amigos íntimos y aliados del
Gobierno [británico] de Thatcher [32].
Después del primer ataque terrorista contra el World Trade Center el
26 de febrero de 1993, el FBI arrestó al palestino Ahmed Ajaj y lo
identificó como un terrorista vinculado al movimiento Hamas, pero el
periódico israelí Kol Ha’ir demostró que Ajaj nunca había estado
involucrado con el Hamas o al OLP. Según el periodista Robert Friedman,
autor de un artículo publicado en la revista The Village Voice
el 3 de agosto de 1993, Ajaj era en realidad un ladronzuelo arrestado en
1988 por fabricar dólares falsos, y condenado a dos años y medio de
prisión, pero puesto en libertad al cabo de un año después de pasar un
acuerdo de colaboración con el Mosad, se le había ordenado de infiltrar a
los grupos palestinos.
Una vez puesto en libertad para que trabaje como «topo» para el
Mosad, Ajaj va ser objeto de un clásico utilizado por servicios de
espionaje, se le aplica un sheep-dipping [en la jerga del
espionaje, esto significa que se le confiere una nueva identidad a la
persona]. Ajaj es nuevamente encarcelado por un corto tiempo, esta vez
por haber intentado pasar armas en Cisjordania para el movimiento Fatah.
Por lo tanto, tenemos con el [primer] atentado de las Torres Gemelas
de 1993, un prototipo que anticipa el 11 de septiembre, en el que está
demostrado la responsabilidad de Israel en el terrorismo y su voluntad
de querer culpabilizar a los palestinos.
El atentado al explosivo contra la embajada de Israel en Buenos Aires (Argentina) en 1992,
que causó 29 muertos y 242 heridos, fue atribuido al instante a
terroristas suicidas del Hezbolá, que según los israelíes utilizaron un
camión bomba. Pero el juez argentino a cargo de la investigación
denunció que habían presiones de los delegados oficiales de Estados
Unidos y de Israel, así como una manipulación de las pruebas y falsos
testimonios de testigos para guiar la investigación en dirección de la hipótesis del camión-bomba
[cosa ficticia] mientras que los hechos fehacientes indicaban que la
explosión vino desde el interior del edificio de la misma embajada
israelí. Cuando la Corte Suprema argentina validó estas últimas
afirmaciones, el portavoz de la embajada israelí acusó a los jueces
argentinos de Buenos Aires de antisemitismo.
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Es interesante de recordar lo que fue escrito por Philip Zelikow (quien redactó o supervisó el Informe de la Comisión del 11-S) el conjuntamente con John Deutch en diciembre de 1998 en un artículo en [la revista] Foreign Affairs
[publicación de los neoconservadores] cuyo título es «Catastrophic
Terrorism» (Terrorismo Catastrófico), quien utilizando su desbordante
imaginación —con respecto al [primer] ataque en 1993 al WTC (World
Trade Center— trata de suponer que si la bomba colocada hubiese sido en
su lugar una bomba nuclear, y habla de un nuevo Pearl Harbor: «un
tal acto de “terrorismo catastrófico” mataría a miles o decenas de
miles de personas y afectarían las necesidades vitales de cientos de
miles, tal vez millones de personas, sería un punto de no retorno en la
historia de los Estados Unidos . Esto podría causar pérdidas humanas y
materiales sin precedentes en tiempos de paz y socavaría totalmente el
sentimiento de seguridad [existente] en los Estados Unidos al
interior de sus fronteras, algo similar fue percibido cuando la Unión
Soviética efectuó [la explosión de ] su primera bomba atómica en
1949, o tal vez sea peor. [...]. Como Pearl Harbor, este acontecimiento
dividiría a nuestra historia entre un antes y un después. Los Estados
Unidos podrían responder con medidas draconianas, la reducción de las
libertades individuales [fundamentales en la sociedad civil],
autorizando una vigilancia más estrecha de los ciudadanos, la detención
de sospechosos [sin recursos legales] y el uso de la fuerza letal.» [33]
El 12 de enero de 2000, según el diario indio The Week, los
oficiales del inteligencia y espionaje indio detuvieron en el
aeropuerto de Calcuta once predicadores islamistas que se preparaban
para embarcar en un vuelo con destino a Bangladesh. Eran sospechosos de
pertenecer al grupo de Al-Qaeda y de querer secuestrar el avión. Se
presentaron como siendo afganos habiendo vivido en Irán antes de pasar
dos meses en India para predicar el Islam. Pero se descubrió que todos
estos «predicadores» tenían pasaportes israelíes. El oficial indio de
los servicios de inteligencia declaró después a la revista The Week que Tel Aviv «ejerció una presión considerable»
(«exerted considerable pressure») contra Nueva Delhi [capital
política del gobierno en India] para que sean liberados rápidamente.
Igualmente, un 12 de octubre pero del año 2000, en las últimas
semanas de gobierno de la administración del presidente Bill Clinton, el
destructor de la marina estadounidense USS Cole,
en ruta hacia el Golfo Pérsico, recibió la orden desde su base situada
en el puerto de Norfolk [en EEUU] de hacer un alto y de atracar en el
puerto de Adén, en Yemen, para un reabastecimiento en carburante,
procedimiento inhabitual, ya que estos destructores son generalmente
reabastecidos en alta mar por un petrolero-cargo de la Navy. El comandante del buque de guerra expresó su sorpresa y preocupación: el USS Cole
había sido reabastecido recientemente de combustible en la entrada del
Canal de Suez, Yemen era declarada una zona hostil según sus
instrucciones.
El USS Cole estaba en maniobra de atraque, cuando se le
acercó un pequeña lancha, al parecer encargada de evacuar los sacos de
basura, cuando la lancha estalló contra el casco del buque de guerra,
matando a 17 marineros e hiriendo a otros 50. Los dos «kamikazes» que
piloteaban la lancha también perecieron en este «atentado suicida». El
ataque fue atribuido de inmediato a Al-Qaeda, aunque Bin Laden no
reivindicó este ataque y que los Talibanes negaron que sus «huéspedes»
sean los autores o que hayan podido estar involucrados.
La acusación dio a Estados Unidos un pretexto para forzar al
presidente yemení, Ali Abdullah Saleh a cooperar en la lucha contra el
islamismo anti-imperialista, cerrando para comenzar trece campamentos
paramilitares en su territorio. Todo esto ocurrió unas semanas antes de
las elecciones presidenciales [en los EEUU], el ataque fue la Sorpresa de Octubre que llevó a Bush al poder.
El inspector John O’Neill estaba a cargo de la investigación del atentado contra el USS Cole.
Trabajando en el FBI desde hace veinte años, O’Neill era un
experimentado especialista de la lucha contra –terrorista. También
había trabajado e investigado en 1993 el primer atentado a la bomba
contra las Torres Gemelas. Su equipo llegó a sospechar que Israel había
disparado un torpedo desde un submarino contra el buque USS Cole
en el puerto de Adén, en Yemén: el agujero que perforó el casco del
buque de guerra tenía un índice que indicaba el tipo de carga [o
proyectil] utilizado y que la sola explosión de la lancha no podía
explicar lógicamente el daño hecho al acorazado USS Cole. Las sospechas fueron compartidas por el presidente yemeni Saleh, quien habló de esto en una entrevista dada a la revista Newsweek,
la posibilidad de que el ataque se haya debido a una operación
encubierta de Israel, «para degradar y dañar» las relaciones entre Yemen
y los Estados Unidos [y seguir con la lógica del terrorismo islámico
internacional]. [34]
O’Neill y su equipo sufrieron los ataques y la hostilidad de la misma
embajadora de los EE.UU., la Sra, Barbara Bodine. Se les prohibió
entonces a O’Neill y su equipo de investigadores de bucear en el
puerto de Adén para inspeccionar los restos [pruebas materiales que
podrían ser encontrados en el fondo marino del puerto y que hubiesen
aclarado las cosas]. Por último, aprovechando su regreso a Nueva York
para festejar la fiesta norteamericana de Thanksgiving,
la embajadora Bodine les negó la posibilidad de volver a viajar a
Yemen para continuar con las investigaciones. La tripulación del buque US Cole recibieron la orden de no hablar [ni de declarar nada] acerca de este atentado al Naval Criminal Investigative Service (NCIS) (Servicio Naval de Investigación Criminal NCIS).
La embajadora sionista estadounidense Barbara Bodine.
________________________
En julio de 2001, [ante tantas presiones] O’Neill renunció al FBI. Se
le ofreció poco después un puesto como jefe de seguridad en las torres
gemelas del WTC, función que O’Neill debía comenzar a asegurar a partir
del 11 de septiembre de 2001. Su cuerpo fue encontrado sin vida en los
escombros del World Trade Center después haber estado desaparecido
durante dos días. En cuanto a la Sra. Barbara Bodine, ella entró en
2003 a formar parte del equipo de la nueva Coalition Provisional Authority (CPA) (Autoridad Provisional de la Coalición) en Bagdad.
¿Cuándo se van a terminar todos estos atentados terrorista islámicos de concepción y fabricación sionista?
El diario New York Times y otros periódicos informaron que el 19 de septiembre de 2005, dos agentes de las fuerzas especiales británicas (SAS) fueron arrestados después de forzar un puesto de control, iban en un coche lleno de armas, municiones, explosivos y detonadores, que ellos conducían disfrazados de árabes. Se sospecha que planeaban cometer atentados sangrientos en el centro de la ciudad de Basora [Irak] durante un evento religioso, para provocar un conflicto entre las dos comunidades religiosas iraquíes (chiítas y sunitas). Esa misma noche, una unidad SAS liberó a los dos agentes detenidos, para ello no dudó en destruir la prisión con la ayuda de una docena de tanques asistidos por helicópteros de combate. El capitán Masters, encargados de la investigación de este asunto embarazoso incidente, murió en Basora el 15 de octubre 2005. __________________
El diario New York Times y otros periódicos informaron que el 19 de septiembre de 2005, dos agentes de las fuerzas especiales británicas (SAS) fueron arrestados después de forzar un puesto de control, iban en un coche lleno de armas, municiones, explosivos y detonadores, que ellos conducían disfrazados de árabes. Se sospecha que planeaban cometer atentados sangrientos en el centro de la ciudad de Basora [Irak] durante un evento religioso, para provocar un conflicto entre las dos comunidades religiosas iraquíes (chiítas y sunitas). Esa misma noche, una unidad SAS liberó a los dos agentes detenidos, para ello no dudó en destruir la prisión con la ayuda de una docena de tanques asistidos por helicópteros de combate. El capitán Masters, encargados de la investigación de este asunto embarazoso incidente, murió en Basora el 15 de octubre 2005. __________________
Ver el siguiente documental que demuestra que el 11/9 [en inglés la forma de decirlo es 9/11] se ha ido trabajando, poco a poco, en el subconsciente de la gente [del pueblo estadounidense], enviado como mensaje subliminal, mucho antes que esto suceda en realidad el 11 de septiembre de 2001. Ver imágenes de diversas películas, series de televisión o comics, transmitidas a la sociedad mediante diversas fuentes audio-visuales.
¿Cree Usted que es una coincidencia?
Por tal razón, psicológicamente, el pueblo norteamericano, no puede aceptar los atentados del 11 de septiembre 2001 porque esto ya ocurrió en sus cabezas [mentes].
Si todo esto que estamos tratando de mostrar y comprobar, resulta ser verdadero, entonces los atentados del 11 de septiembre 2001, abre la puerta a la "hipótesis" [faltará probarlo, cosa difícil ya que estamos frente a servicios secretos con muchos recursos y que esconden o destruyen las pruebas, entonces seguiremos estando siempre en la hipótesis a falta de pruebas materiales], que esto ha sido efectivamente preparado con antelación, por gente poderosa, desde adentro, con complicidad de afuera, con objetivos claros de dominación en el mundo [el 11/9 es el pretexto para ello], pero también al interior de los Estados Unidos, contra la misma sociedad civil, contra cualquiera que defienda la constitución. También hay una dimensión que no se ha hablado: esa gente que ha planeado todo esto, al mismo tiempo esta cumpliendo un ritual, celebrando una fecha, que nosotros desconocemos por el momento la razón y el significado, pero estamos igualmente en un contexto esotérico (ver este link) —( pero igualmente las partes 17 ; 35 ), 44, o las extrañas configuraciones del dólar, no hay otra palabra para explicarlo mejor por el momento con respecto a esa celebración de fecha.
________________
Ver el documental: 9-11 PRESS FOR TRUTH
Subtítulos en castellano.
Lo interesante de este documental, es la primera parte, que muestra la manipulación de la investigación judicial por el poder y la falta de interés de Washington por encontrar la verdad y las respuestas a los atentados del 11/S.
La segunda parte comete el error de seguir falsas pistas, es decir, seguir creyendo que fueron Ben Laden y sus fanáticos combatientes islámicos, porque como está demostrado, Ben Laden no es más que un espantapájaros-colaborador que ha sido utilizado y manipulado [con su acuerdo o sin su acuerdo] por diabólicas cabezas pensantes, detrás de las cortinas.
Subtítulos en castellano.
Lo interesante de este documental, es la primera parte, que muestra la manipulación de la investigación judicial por el poder y la falta de interés de Washington por encontrar la verdad y las respuestas a los atentados del 11/S.
La segunda parte comete el error de seguir falsas pistas, es decir, seguir creyendo que fueron Ben Laden y sus fanáticos combatientes islámicos, porque como está demostrado, Ben Laden no es más que un espantapájaros-colaborador que ha sido utilizado y manipulado [con su acuerdo o sin su acuerdo] por diabólicas cabezas pensantes, detrás de las cortinas.
El 3 de noviembre de 2000 una fuente reveló que un simulacro,
"Pentágono" tuvo lugar el 24 de octubre de 2000, es decir unos 10 meses
antes del ataque al Pentágono del 11 de septiembre de 2001, simulacro
efectuado por un órgano del ejército de los EEUU. En dicho simulacro
—con una maqueta de dicho edificio—, un avión se estralla o choca
contra la fachada del Pentágono, para probar la utilización de aviones
como armas de ataque. En las fotos se ven los restos del avión
fragmentado dentro del recinto del Pentágono. La información proviene del siguiente link. ¿Casualidad?
Laurent Guyénot
[1] Ver: artículo original en italiano: «Demystifying 9/11: Israel and the Tactics of Mistake», («Desmitificar el 11/9: Israel y la táctica del error»).
[2] “Wildcard. Ruthless and cunning. Has capability to target U.S. forces and make it look like a Palestinian/Arab act”
(Comodín. Despiadado y astuto. Tiene capacidad de atacar a las fuerzas
estadounidenses y hacer que se vea como un acto palestino / árabe) de
Rowan Scarborough, U.S. troops would enforce peace Under Army study», (las tropas estadounidenses para imponer la paz. Un estudio del Ejército), diario The Washington Times, 10 de septiembre de 2001).
[3]
Además del libro del autor Hicham Hamza y aquel escrito por
Christopher Bollyn, consultar igualmente el archivo de Justin Raimondo, The Terror Enigma : 9/11 and the Israeli Connection
(El Enigma Terror: 9/11 y la conexión israelí, editorial Universal,
2003). También existe un artículo interesante de Christopher Ketcham, «What Did Israel Know in Advance of the 9/11 Attacks?» («¿Qué hizo Israel sabiendo de antemano de los ataques del 9/ 11?»), fuente: CounterPunch, 2007, vol . 14, p. 1-10.) .
[4] «Vehicle
possibly related to New York terrorist attack. White, 2000 Chevrolet
van with New Jersey registration with ’Urban Moving Systems’ sign on
back seen at Liberty State Park, Jersey City, NJ, at the time of first
impact of jetliner into World Trade Center. Three individuals with van
were seen celebrating after initial impact and subsequent explosion» (Raimondo, The Terror Enigma, página xi).
[5] «We are Israelis. We are not your problem. Your problems are our problems. The Palestinians are your problem» (Hicham Hamza, Le Grand Tabou, capítulo. 2).
[6] «There
are maps of the city in the car with certain places highlighted. It
looked like they’re hooked in with this. It looked like they knew what
was going to happen when they were at Liberty State Park» (Raimondo, The Terror Enigma, página xi).
[7] «I was in tears. These guys were joking and that bothered me» (Raimondo, The Terror Enigma, página 19). Hamza, Le Grand Tabou, capítulo 2.
[8] «They
smiled, they hugged each other and they appeared to ‘high five’ one
another» ; «the United States will take steps to stop terrorism in the
world» ; « Give us twenty years and we’ll take over your media and
destroy your country» ; «an individual in South America with authentic
ties to Islamic militants in the middle east» ; «The vehicule was also
searched by a trained bomb-sniffing dog which yielded a positive result
for the presence of explosive traces» (Hamza, Le Grand Tabou, capítulo 2).
[9] «that
the FBI no longer has any investigative interests in the detainees and
they should proceed with the appropriate immigration proceedings» (Hamza, Le Grand Tabou, capítulo 2).
[10] “Our purpose was to document the event” (voir sur Youtube, «Dancing Israelis Our purpose was to document the event»).
[11] «Yes,
we have a white van, 2 or 3 guys in there, they look like Palestinians
and going around a building. […] I see the guy by Newark Airport mixing
some junk and he has those sheikh uniforms. […] He’s dressed like an
Arab» (Bollyn, Solving 9-11, páginas 278-80).
[12] Ídem.
[13] «In
the past six weeks, employees in federal office buildings located
throughout the United States have reported suspicious activities
connected with individuals representing themselves as foreign students
selling or delivering artwork.” “these individuals have also gone to the
private residences of senior federal officials under the guise of
selling art.». El informe completo de la DEA se encuentra en su sitio web.
[14] “The
nature of the individuals’ conducts […] leads us to believe the
incidents may well be an organized intelligence gathering activity” (Raimondo, The Terror Enigma, página x).
[15] “acknowledged he could blow up buildings, bridges, cars, and anything else that he needed to” (Bollyn, Solving 9/11, página 159).
[16] “The Hollywood, Florida, area seems to be a central point for these individuals” (Raimondo, The Terror Enigma , página 3).
[17]
De eufemismo: Palabra o expresión con que se sustituye a otra más
grosera, impertinente, violenta o que se considera tabú, citado en
WordReference.
[18] David Ray Griffin, 9/11 Contradictions, Arris Books, 2008, páginas 142-156, citando al Daily Mail, al diario Boston Herald, al diario San Francisco Chronicle y al diario Wall Street Journal.
[19] «The
aircraft cut a gash that was over half the width of the building and
extended from the 93rd floor to the 99th floor. All but the lowest of
these floors were occupied by Marsh & McLennan, a worldwide
insurance company, which also occupied the 100th floor» (página 20). Estos elementos han sido analizados por Lalo Vespera en su obra La Parenthèse enchantée (La Paréntesis encantada-> http://www.reopen911.info/News/2012...] capítulo 10.
[20] «Like an act of God, we moved» (diario USA Today, 17 de septiembre de 2001).
[21] “evidence
that there were foreign governments involved in facilitating the
activities of at least some of the terrorists in the United States” (Raimondo, The Terror Enigma, página 64).
[22] « the threat of civil unrest against the monarchy, led by al Qaeda » («Saudi Arabia: Friend or Foe ?», diario The Daily Beast, 11 de julio de 2011).
[23] The Keys to the Kingdom, ediciones Vanguard Press, 2011.
[25] No sólo el movimiento 9/11 Truth
que busca la verdad sobre lo acontecido el 11 de septiembre cayó en la
trampa de la pista de la monarquía de Arabia Saudita, sino que incluso
el famoso documentalista y cineasta Michael Moore repite el mismo error en su célebre film Fahrenheit 9/11. Ver ese extracto del film en este link
[26] «Controlando la imagen: Noam Chomsky y el conflicto israelo-palestino» y «En contra de lo que afirma Chomsky en su teoría, los EEUU no tienen nada que ganar apoyando Israel», por Jeffrey Blankfort, traducción de HV & SC, para la Red Voltaire, 22 noviembre y 24 de noviembre de 2006,
[27] “Of course it was Iraq’s energy resources. It’s not even a question” (citado en Stephen Sniegoski, The Transparent Cabal : The Neoconservative Agenda, War in the Middle East, and the National Interest of Israel, editorial Enigma, 2008, página 333).
[28]
“ ‘Big Oil’ not only did not promote the invasion, but has failed to
secure a single oil field, despite the presence of 160,000 US troops,
127,000 Pentagon/State Department paid mercenaries and a corrupt puppet
régime » (James Petras, Zionism, Militarism and the Decline of US Power, ediciones Clarity Press, 2008, página 18).
[29] Definición: Acción astuta y engañosa para conseguir algo, especialmente en el arte de la guerra, fuente: wordreference.
[30] Ver: Kennedy, le lobby et la bombe, texto en francés, Réseau Voltaire.
[31] Gordon Thomas, Histoire secrète du Mossad: de 1951 à nos jours, ediciones Nouveau Monde éditions, 2006, páginas. 384-5.
[32] Thomas, Histoire secrète du Mossad, páginas. 410-41.
[33] “An
act of catastrophic terrorism that killed thousands or tens of
thousands of people and/or disrupted the necessities of life for
hundreds of thousands, or even millions, would be a watershed event in
America’s history. It could involve loss of life and property
unprecedented for peacetime and undermine Americans’ fundamental sense
of security within their own borders in a manner akin to the 1949 Soviet
atomic bomb test, or perhaps even worse. […] Like Pearl Harbor, the
event would divide our past and future into a before and after. The
United States might respond with draconian measures scaling back civil
liberties, allowing wider surveillance of citizens, detention of
suspects and use of deadly force” (Griffin, 9/11 Contradictions, páginas 295-6).
[34] “trying to spoil the U.S.-Yemeni Relationship”
Ingeniero de la Escuela Nacional de Alta Tecnología, 1982, historiador
medievalista (doctor en Estudios Medievales de París IV-Sorbona, 2009).
Ha publicado “El Hada de la muerte: Antropología medieval de lo
maravilloso” (XII-XV siglos), ediciones Gallimard (Francia) y “La Lanza
que sangra” - Metatexto y hipertexto del "Cuento del Grial" del
Cristiano de Troyes, editores Champion. Laurent Guyénot se dedica desde
hace tres años a estudiar la historia profunda de los Estados Unidos,
país donde vivió durante cinco años.
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