A propósito de ZunZuneo: La Ciberguerra contra Cuba y otras modalidades Percy Francisco Alvarado Godoy. Videos...y mas
Por estos días se ha armado un gran revuelo mediático en relación con la actividad de EE UU y la USAID con vistas a desestabilizar a Cuba. Las revelaciones de la AP sobre la red ZunZuneo, como fruto de operaciones ilegales y encubiertas, dedicadas a subvertir el orden constitucional de la Isla, pone al descubierto otro de los planes secretos de la Casa Blanca para derrocar a la Revolución Cubana a partir de la implementación de una solapada Netwar.
Como se ha reconocido, la red social similar a Twitter fue promovida por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), pero fue descontinuada en 2012. Sin embargo no ha sido éste el único esfuerzo de la USAID, pues existen otros elementos que refuerzan la denuncia de la Cancillería cubana al respecto.
¿Cuáles han sido otros planes no tan divulgados como lo es ahora ZunZuneo?
En un artículo de mi autoría, publicado el 30 de enero de 2012 en mi blog, así como en Rebelión, Cubadebate y otros sitios alternativos, y titulado “La Ciberguerra contra Cuba y sus modalidades”, pongo al descubierto otros planes encubiertos de la USAID. El citado artículo dice:
La acelerada revolución de la información, entre otros adelantos tecnológicos, han modificado sustancialmente la agresividad de Estados unidos hacia países y movimientos progresistas, mediante la implementación de un nuevo y eficaz modelo de agresión: las llamadas: "ciberguerra" (cyberwar) y la "guerra-en-red" (netwar), partiendo como base el concepto de que, el desvirtuar a su libre albedrío el contenido de la información, permite un efecto positivo en sus pretensiones hegemónicas, mediante la creación de falsas percepciones sobre un país, creación de confusión generalizada, satanización de figuras políticas y de naciones, así como la creación de condiciones para desestabilizar y fomentar la desobediencia social.
En el caso de la cyber guerra se relaciona más estrechamente a conflictos bélicos y a la preparación y creación de condiciones para su desarrollo, mientras que la netwar se vincula mayormente al accionar en el plano ideológico, buscando posicionamientos en la opinión pública dentro de algunos países o a nivel internacional. De esta forma, la ciberguerra, apoyada en la llamada Revolución tecnológica Militar, permite la anticipación al conflicto o desarrollarlo, según los intereses de una potencia. Todo depende sobre cómo se use esta tecnología, cómo se organice su uso y se haga un empleo racional de la información como un recurso táctico estratégico.
El propio presidente Barack Obama ha reconocido la importancia de la ciberguerra, particularmente en su discurso del 29 de abril de 2010, cuando reconoció públicamente: “Nuestra ventaja tecnológica es clave para el dominio militar de EE.UU”. Fue por ello que meses después, en octubre de 2010, ordenó la activación del cibercomando de EE.UU., arguyendo supuestas amenazas informáticas contra la seguridad nacional de su país.
Los Estados Unidos ostentan pleno control de las patentes del sector de las TIC, a la par que su control de la infraestructura de la Internet y los sistemas de hardware y software le otorgan la privilegiada capacidad de manipular la red a su antojo.
En el caso de la Netwar, encaminada a implementarse dentro de la red a partir de lograr un posicionamiento dentro de la batalla de ideas, está bien claro que sus ejecutores deben tener bien claro no solo los contenidos ideológicos, la forma más adecuada de articular sus mensajes, sino también sus potenciales receptores. Aquí, desde luego, se buscan alianzas, divisiones, conflictos de opinión, manejo mediático y desfiguración de una realidad, así como la promoción de divergencias entre grupos sociales, satanización de individuos y proyectos sociales; todo ello elaborado con una sistematicidad permanente y organizada desde centros de definida identidad política.
No obstante, no hay que ver separadas la ciberguerra de la Netwar, en la medida en que ambas se complementan mutuamente, en última instancia, a motivaciones políticas.
LA GUERRA ANTICUBANA EN LA RED
La Netwar no es más que la continuación de la guerra ideológica, pero apoyándose en los acelerados procesos de sofisticación de la tecnología informática, rebasando las fronteras territoriales y convirtiendo a un conflicto como un fenómeno internacionalizado, capaz de involucrar a millones de personas. Su implicación sobre la diplomacia y políticas públicas, el desarrollo de campañas psicológicas, el desarrollo de técnicas de subversión política o cultural, el sabotaje o interferencias sobre los medios locales, la emisión de mensajes desestabilizadores, la infiltración en bases de datos y redes informáticas, así como una bien diseñada estrategia para sobredimensionar el rol de movimientos “disidentes” y su influencia sobre la sociedad, son artilugios ya usados por la Netwar, particularmente contra Cuba.
La Netwar no se limita a un campo específico de la vida de una nación. El tinglado de ataques en la red se encamina a todas las facetas de la vida política, económica, espiritual y social, usando argumentos infundiosos y dirigidos a desvirtuar realidades. La satanización de los proyectos sociales es parte de este rejuego. También, por supuesto, lo es la minimización de los logros sociales y cuestionar la gobernabilidad de un estado o líder específico. Sirven, igualmente, como antecedentes a acciones militares, luego que se ha cultivado un estado de opinión favorable a una respuesta armada a un conflicto.
La Netwar desarrollada por los Estados Unidos contra Cuba es un claro ejemplo del alcance pernicioso de esta batalla ideológica, sostenida por las principales agencias gubernamentales de Estados Unidos como la USAID y la NED, por citar algunos ejemplos, así como el uso de la VOA y una red radiofónica encabezada por Radio Martí, La Poderosa, Radio Mambí y otras, las que llegaron a transmitir más de 128 000 horas en el año 2011, cargadas de mensajes provocadores. Junto con este andamiaje, Estados Unidos se apoya principalmente en los principales monopolios internacionales de la información, medios de prensa escrita controlados por la ultraderecha en sus naciones aliadas y, particularmente en una blogósfera que ya rebasa los 700 blogs anticubanos. No en balde, el Departamento de Estado planea gastar cerca de 30 millones de dólares en proyectos para usar la red contra Cuba y otras naciones progresistas.
Cuba, por su parte, enfrentándose al enorme Goliat mediático, ha usado sus modestos recursos para enfrentar esta criminal guerra ideológica, fortaleciendo sus medios de comunicación, el periodismo militante y comprometido, e intentando desarrollar una blogósfera revolucionaria activa y dinámica, cuya misión no solo se debe limitar a denunciar las manipulaciones del enemigo, sino también a resaltar los logros de la Revolución ante la opinión pública mundial. Es importante en esta dirección el anticiparse a los planes provocadores de la contrarrevolución, denunciando cada maniobra y sus sucias intenciones, empleando la sagacidad y la acción oportuna para neutralizar a las campañas enemigas antes que las mismas sean sobredimensionadas por sus patrocinadores.
La guerra cibernética contra Cuba se manifiesta también en la obstrucción para que nuestro país pueda acceder a las nuevas tecnologías. En un discurso pronunciado por Ramón Linares Torres, Viceministro Primero del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones de Cuba, en la Conferencia de Plenipotenciarios de la UIT 2010, celebrada en la ciudad de Guadalajara, México, del 4 al 22 de octubre del año 2010, el mismo denunció: “En el caso de las comunicaciones, el bloqueo ha estado dirigido también a impedir el acceso de Cuba a las TIC, prohibiendo el suministro de sistemas y tecnologías de punta y la adquisición de software de reconocimiento internacional como el sistema operativo Windows e impidiendo el acceso del país a sitios y servicios en Internet. (…) A pesar de estas acciones Cuba realiza esfuerzos para el desarrollo de estas tecnologías, priorizando su uso en la educación, la salud pública, en el desarrollo científico y cultural los servicios destinados a la población y el crecimiento económico, y al cierre del 2009 se disponía de más de 700,000 computadoras, con un 65 % de ellas conectadas a Internet; 2 331 dominios punto cu y más de 500 000 páginas Web.”
A pesar de las obstrucciones al desarrollo de la informática en Cuba, Linares Torres, agregó: “Se ha priorizado el acceso de la juventud a las TIC a través de espacios tales como escuelas, cibercentros de acceso de la juventud de los que existen más de 600, universidades, centros hospitalarios, bibliotecas, y centros de investigación, que han facilitado la organización de prácticas de protección de la niñez y la juventud recomendadas por la UIT ante las amenazas que pueden derivarse de estas conexiones. (…) Todas las escuelas del sistema nacional de educación disponen de recursos informáticos como herramientas esenciales del aprendizaje, garantizando la enseñanza de la computación en forma absolutamente gratuita y la formación de conocimientos de informática se garantiza en carreras de esta especialidad en las diferentes Universidades.”
Las palabras del viceministro del MIC deshicieron las críticas que han mantenido los enemigos de Cuba, entre ellos funcionarios norteamericanos de alto nivel como Obama e Hillary Clinton, sobre la posibilidad del uso de la Internet por los ciudadanos cubanos. Esas críticas esconden que el acceso a la red se ve limitado en Cuba por las propias restricciones impuestas por el criminal bloque contra la Isla. Empero, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) reconoció en el año 2010, que Cuba ocupó cuarto lugar en el mundo en habilidades en el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). No es un secreto para nadie, que más de 600 Joven Club de Computación han graduado a alrededor de 2,5 millones de personas, dotándolas de una cultura informática básica.
LA MODALIDAD DEL BOMBARDEO DE CELULARES.
La guerra ideológica contra Cuba se perfila aún más cruenta y sofisticada en este año 2012, de manera que nos coloca ante el reto de vencer a las adelantadas tecnologías a disposición de nuestros enemigos con inteligencia y, sobre todo, con el fortalecimiento de la labor política ideológica de nuestros ciudadanos, única garantía para que los mensajes contrarrevolucionarios no abran brechas de opinión dentro de nuestra población. Sólo con honestidad y transparencia sobre nuestras dificultades, ejemplaridad y liderato de nuestros dirigentes, implementando la unidad estrecha entre el Partido y las organizaciones de masa, así como un fuerte trabajo con las nuevas generaciones, podremos vencer esta complicada batalla.
El enemigo tradicional de nuestro pueblo, las administraciones norteamericanas y la ultraderecha de ese país, sumados a los mafiosos de Miami y los grupúsculos internos, han recurrido a grandes sumas de dinero para destruir a la Revolución. Parte de ese dinero ha sido empleado para comprar voluntades, para fabricar traidores e inmorales campañas, para distorsionar la realidad de nuestro país y vincularlo cínicamente al narcotráfico, al terrorismo y a una supuesta violación de los derechos humanos.
Una parte fundamental del dinero del Imperio se está destinando para sofisticar las plataformas tecnológicas y medios informativos para hacer más eficaz el mensaje anticubano. Prueba de ello es la contratación de una compañía de software de Maryland, en julio pasado, por parte de la Junta de Gobernadores de Radiodifusión (BBG), para iniciar un bombardeo de mensajes SMS a los celulares en Cuba. Esta empresa, Washington Software Inc., con sede en Germantown, Maryland, sería la encargada de esta nueva misión de agresión ideológica.
El “bombardeo” de mensajes SMS permitirá el envío de hasta 3 600 mensajes/hora, para un total de 86 400 diarios, 2 592 000 al mes y 31 104 000 mensajes anuales, aproximadamente. Uno de los principales usuarios de la mensajería contrarrevolucionaria sería Radio Martí.
El presidente de esta empresa, Michael Chung, ha desarrollado diversos proyectos de software, destacándose como consultor de Ti en Impaq Internacional, habiendo laborado como consultor en Abt Associates, The Guardian, Verizon, Tellabs, Grupo de Soluciones de Chicago, Allstate, entre otras; así como ha ocupado otros cargos en el CCH, el Departamento de Aviación de la Universidad de Illinois y la Universidad Estatal de Ohio. Comparten actividades dentro de WSI otros especialistas como Tom Franks, Andrew Leung, Wai Leung Pong y David Lam.
EL PLAN MACABRO DE INFILTRAR A LA PROGRAMACION DE TELEVISION EN CUBA
La propia BBG contrató a una compañía israelí de comunicaciones, RRSat Global Communications Network, dirigida por Shlomo Shamir, para difundir a través de su sistema de satélite una serie de "spam" y mensajes cifrados dentro de Cuba, valiéndose de la experiencia de este ex brigadier general del Tzahal, tanto en el Complejo Militar sionista como en la NASA norteamericana. Shamir, radicado actualmente en Estados Unidos, dirigió Niza-Systems, especializada en la vigilancia, el control, evaluación y análisis de las comunicaciones de voz diferentes, así como vinculadas a otras formas de escuchas telefónicas y electrónicas y los sistemas de geo-localización.
RRSat Global tratará de transmitir el contenido cifrado de la inteligencia militar y propaganda anticubana dentro de los programas de televisión en Cuba, bajo la supervisión, desde Miami, de la Oficina de Transmisiones hacia Cuba (OCB), propietaria igualmente de Radio/TV Martí. Ganadora de la licitación, se plantea igualmente enviar una señal de televisión a los cubanos, luego de un período de pruebas que finalizaría, supuestamente, el 31 de diciembre de 2011.
La misión encomendada a la empresa israelí debe lograr la recepción de una señal durante las 24 horas al día dentro de la Isla, sin la necesidad de antenas receptoras sofisticadas. De tener éxito, se crearían las condiciones para inundar a nuestro país con programas anticubanos.
Para culminar este artículo, creo necesario hacerlo con un fragmento de la intervención del compañero Raúl Castro. Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, al finalizar la Primera Conferencia Nacional del Partido, donde deja claramente esbozada la actual guerra ideológica contra nuestra Patria: “Antes de concluir estas palabras considero necesario denunciar, una vez más, las brutales campañas anticubanas instigadas por el gobierno de Estados Unidos y algunos otros tradicionalmente comprometidos con la subversión contra nuestro país, con el concurso de la gran prensa occidental y la colaboración de sus asalariados dentro de la isla en el propósito de desacreditar a la Revolución, justificar la hostilidad y el bloqueo contra la población cubana y crear una quinta columna que facilite la aspiración de privarnos de la independencia y soberanía nacional.”
Por demás está decir, que nuestro Partido y nuestro pueblo sabrán salir airosos de estos nuevos desafíos.
Como se ha reconocido, la red social similar a Twitter fue promovida por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), pero fue descontinuada en 2012. Sin embargo no ha sido éste el único esfuerzo de la USAID, pues existen otros elementos que refuerzan la denuncia de la Cancillería cubana al respecto.
¿Cuáles han sido otros planes no tan divulgados como lo es ahora ZunZuneo?
En un artículo de mi autoría, publicado el 30 de enero de 2012 en mi blog, así como en Rebelión, Cubadebate y otros sitios alternativos, y titulado “La Ciberguerra contra Cuba y sus modalidades”, pongo al descubierto otros planes encubiertos de la USAID. El citado artículo dice:
La acelerada revolución de la información, entre otros adelantos tecnológicos, han modificado sustancialmente la agresividad de Estados unidos hacia países y movimientos progresistas, mediante la implementación de un nuevo y eficaz modelo de agresión: las llamadas: "ciberguerra" (cyberwar) y la "guerra-en-red" (netwar), partiendo como base el concepto de que, el desvirtuar a su libre albedrío el contenido de la información, permite un efecto positivo en sus pretensiones hegemónicas, mediante la creación de falsas percepciones sobre un país, creación de confusión generalizada, satanización de figuras políticas y de naciones, así como la creación de condiciones para desestabilizar y fomentar la desobediencia social.
En el caso de la cyber guerra se relaciona más estrechamente a conflictos bélicos y a la preparación y creación de condiciones para su desarrollo, mientras que la netwar se vincula mayormente al accionar en el plano ideológico, buscando posicionamientos en la opinión pública dentro de algunos países o a nivel internacional. De esta forma, la ciberguerra, apoyada en la llamada Revolución tecnológica Militar, permite la anticipación al conflicto o desarrollarlo, según los intereses de una potencia. Todo depende sobre cómo se use esta tecnología, cómo se organice su uso y se haga un empleo racional de la información como un recurso táctico estratégico.
El propio presidente Barack Obama ha reconocido la importancia de la ciberguerra, particularmente en su discurso del 29 de abril de 2010, cuando reconoció públicamente: “Nuestra ventaja tecnológica es clave para el dominio militar de EE.UU”. Fue por ello que meses después, en octubre de 2010, ordenó la activación del cibercomando de EE.UU., arguyendo supuestas amenazas informáticas contra la seguridad nacional de su país.
Los Estados Unidos ostentan pleno control de las patentes del sector de las TIC, a la par que su control de la infraestructura de la Internet y los sistemas de hardware y software le otorgan la privilegiada capacidad de manipular la red a su antojo.
En el caso de la Netwar, encaminada a implementarse dentro de la red a partir de lograr un posicionamiento dentro de la batalla de ideas, está bien claro que sus ejecutores deben tener bien claro no solo los contenidos ideológicos, la forma más adecuada de articular sus mensajes, sino también sus potenciales receptores. Aquí, desde luego, se buscan alianzas, divisiones, conflictos de opinión, manejo mediático y desfiguración de una realidad, así como la promoción de divergencias entre grupos sociales, satanización de individuos y proyectos sociales; todo ello elaborado con una sistematicidad permanente y organizada desde centros de definida identidad política.
No obstante, no hay que ver separadas la ciberguerra de la Netwar, en la medida en que ambas se complementan mutuamente, en última instancia, a motivaciones políticas.
LA GUERRA ANTICUBANA EN LA RED
La Netwar no es más que la continuación de la guerra ideológica, pero apoyándose en los acelerados procesos de sofisticación de la tecnología informática, rebasando las fronteras territoriales y convirtiendo a un conflicto como un fenómeno internacionalizado, capaz de involucrar a millones de personas. Su implicación sobre la diplomacia y políticas públicas, el desarrollo de campañas psicológicas, el desarrollo de técnicas de subversión política o cultural, el sabotaje o interferencias sobre los medios locales, la emisión de mensajes desestabilizadores, la infiltración en bases de datos y redes informáticas, así como una bien diseñada estrategia para sobredimensionar el rol de movimientos “disidentes” y su influencia sobre la sociedad, son artilugios ya usados por la Netwar, particularmente contra Cuba.
La Netwar no se limita a un campo específico de la vida de una nación. El tinglado de ataques en la red se encamina a todas las facetas de la vida política, económica, espiritual y social, usando argumentos infundiosos y dirigidos a desvirtuar realidades. La satanización de los proyectos sociales es parte de este rejuego. También, por supuesto, lo es la minimización de los logros sociales y cuestionar la gobernabilidad de un estado o líder específico. Sirven, igualmente, como antecedentes a acciones militares, luego que se ha cultivado un estado de opinión favorable a una respuesta armada a un conflicto.
La Netwar desarrollada por los Estados Unidos contra Cuba es un claro ejemplo del alcance pernicioso de esta batalla ideológica, sostenida por las principales agencias gubernamentales de Estados Unidos como la USAID y la NED, por citar algunos ejemplos, así como el uso de la VOA y una red radiofónica encabezada por Radio Martí, La Poderosa, Radio Mambí y otras, las que llegaron a transmitir más de 128 000 horas en el año 2011, cargadas de mensajes provocadores. Junto con este andamiaje, Estados Unidos se apoya principalmente en los principales monopolios internacionales de la información, medios de prensa escrita controlados por la ultraderecha en sus naciones aliadas y, particularmente en una blogósfera que ya rebasa los 700 blogs anticubanos. No en balde, el Departamento de Estado planea gastar cerca de 30 millones de dólares en proyectos para usar la red contra Cuba y otras naciones progresistas.
Cuba, por su parte, enfrentándose al enorme Goliat mediático, ha usado sus modestos recursos para enfrentar esta criminal guerra ideológica, fortaleciendo sus medios de comunicación, el periodismo militante y comprometido, e intentando desarrollar una blogósfera revolucionaria activa y dinámica, cuya misión no solo se debe limitar a denunciar las manipulaciones del enemigo, sino también a resaltar los logros de la Revolución ante la opinión pública mundial. Es importante en esta dirección el anticiparse a los planes provocadores de la contrarrevolución, denunciando cada maniobra y sus sucias intenciones, empleando la sagacidad y la acción oportuna para neutralizar a las campañas enemigas antes que las mismas sean sobredimensionadas por sus patrocinadores.
La guerra cibernética contra Cuba se manifiesta también en la obstrucción para que nuestro país pueda acceder a las nuevas tecnologías. En un discurso pronunciado por Ramón Linares Torres, Viceministro Primero del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones de Cuba, en la Conferencia de Plenipotenciarios de la UIT 2010, celebrada en la ciudad de Guadalajara, México, del 4 al 22 de octubre del año 2010, el mismo denunció: “En el caso de las comunicaciones, el bloqueo ha estado dirigido también a impedir el acceso de Cuba a las TIC, prohibiendo el suministro de sistemas y tecnologías de punta y la adquisición de software de reconocimiento internacional como el sistema operativo Windows e impidiendo el acceso del país a sitios y servicios en Internet. (…) A pesar de estas acciones Cuba realiza esfuerzos para el desarrollo de estas tecnologías, priorizando su uso en la educación, la salud pública, en el desarrollo científico y cultural los servicios destinados a la población y el crecimiento económico, y al cierre del 2009 se disponía de más de 700,000 computadoras, con un 65 % de ellas conectadas a Internet; 2 331 dominios punto cu y más de 500 000 páginas Web.”
A pesar de las obstrucciones al desarrollo de la informática en Cuba, Linares Torres, agregó: “Se ha priorizado el acceso de la juventud a las TIC a través de espacios tales como escuelas, cibercentros de acceso de la juventud de los que existen más de 600, universidades, centros hospitalarios, bibliotecas, y centros de investigación, que han facilitado la organización de prácticas de protección de la niñez y la juventud recomendadas por la UIT ante las amenazas que pueden derivarse de estas conexiones. (…) Todas las escuelas del sistema nacional de educación disponen de recursos informáticos como herramientas esenciales del aprendizaje, garantizando la enseñanza de la computación en forma absolutamente gratuita y la formación de conocimientos de informática se garantiza en carreras de esta especialidad en las diferentes Universidades.”
Las palabras del viceministro del MIC deshicieron las críticas que han mantenido los enemigos de Cuba, entre ellos funcionarios norteamericanos de alto nivel como Obama e Hillary Clinton, sobre la posibilidad del uso de la Internet por los ciudadanos cubanos. Esas críticas esconden que el acceso a la red se ve limitado en Cuba por las propias restricciones impuestas por el criminal bloque contra la Isla. Empero, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) reconoció en el año 2010, que Cuba ocupó cuarto lugar en el mundo en habilidades en el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). No es un secreto para nadie, que más de 600 Joven Club de Computación han graduado a alrededor de 2,5 millones de personas, dotándolas de una cultura informática básica.
LA MODALIDAD DEL BOMBARDEO DE CELULARES.
La guerra ideológica contra Cuba se perfila aún más cruenta y sofisticada en este año 2012, de manera que nos coloca ante el reto de vencer a las adelantadas tecnologías a disposición de nuestros enemigos con inteligencia y, sobre todo, con el fortalecimiento de la labor política ideológica de nuestros ciudadanos, única garantía para que los mensajes contrarrevolucionarios no abran brechas de opinión dentro de nuestra población. Sólo con honestidad y transparencia sobre nuestras dificultades, ejemplaridad y liderato de nuestros dirigentes, implementando la unidad estrecha entre el Partido y las organizaciones de masa, así como un fuerte trabajo con las nuevas generaciones, podremos vencer esta complicada batalla.
El enemigo tradicional de nuestro pueblo, las administraciones norteamericanas y la ultraderecha de ese país, sumados a los mafiosos de Miami y los grupúsculos internos, han recurrido a grandes sumas de dinero para destruir a la Revolución. Parte de ese dinero ha sido empleado para comprar voluntades, para fabricar traidores e inmorales campañas, para distorsionar la realidad de nuestro país y vincularlo cínicamente al narcotráfico, al terrorismo y a una supuesta violación de los derechos humanos.
Una parte fundamental del dinero del Imperio se está destinando para sofisticar las plataformas tecnológicas y medios informativos para hacer más eficaz el mensaje anticubano. Prueba de ello es la contratación de una compañía de software de Maryland, en julio pasado, por parte de la Junta de Gobernadores de Radiodifusión (BBG), para iniciar un bombardeo de mensajes SMS a los celulares en Cuba. Esta empresa, Washington Software Inc., con sede en Germantown, Maryland, sería la encargada de esta nueva misión de agresión ideológica.
El “bombardeo” de mensajes SMS permitirá el envío de hasta 3 600 mensajes/hora, para un total de 86 400 diarios, 2 592 000 al mes y 31 104 000 mensajes anuales, aproximadamente. Uno de los principales usuarios de la mensajería contrarrevolucionaria sería Radio Martí.
El presidente de esta empresa, Michael Chung, ha desarrollado diversos proyectos de software, destacándose como consultor de Ti en Impaq Internacional, habiendo laborado como consultor en Abt Associates, The Guardian, Verizon, Tellabs, Grupo de Soluciones de Chicago, Allstate, entre otras; así como ha ocupado otros cargos en el CCH, el Departamento de Aviación de la Universidad de Illinois y la Universidad Estatal de Ohio. Comparten actividades dentro de WSI otros especialistas como Tom Franks, Andrew Leung, Wai Leung Pong y David Lam.
EL PLAN MACABRO DE INFILTRAR A LA PROGRAMACION DE TELEVISION EN CUBA
La propia BBG contrató a una compañía israelí de comunicaciones, RRSat Global Communications Network, dirigida por Shlomo Shamir, para difundir a través de su sistema de satélite una serie de "spam" y mensajes cifrados dentro de Cuba, valiéndose de la experiencia de este ex brigadier general del Tzahal, tanto en el Complejo Militar sionista como en la NASA norteamericana. Shamir, radicado actualmente en Estados Unidos, dirigió Niza-Systems, especializada en la vigilancia, el control, evaluación y análisis de las comunicaciones de voz diferentes, así como vinculadas a otras formas de escuchas telefónicas y electrónicas y los sistemas de geo-localización.
RRSat Global tratará de transmitir el contenido cifrado de la inteligencia militar y propaganda anticubana dentro de los programas de televisión en Cuba, bajo la supervisión, desde Miami, de la Oficina de Transmisiones hacia Cuba (OCB), propietaria igualmente de Radio/TV Martí. Ganadora de la licitación, se plantea igualmente enviar una señal de televisión a los cubanos, luego de un período de pruebas que finalizaría, supuestamente, el 31 de diciembre de 2011.
La misión encomendada a la empresa israelí debe lograr la recepción de una señal durante las 24 horas al día dentro de la Isla, sin la necesidad de antenas receptoras sofisticadas. De tener éxito, se crearían las condiciones para inundar a nuestro país con programas anticubanos.
Para culminar este artículo, creo necesario hacerlo con un fragmento de la intervención del compañero Raúl Castro. Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, al finalizar la Primera Conferencia Nacional del Partido, donde deja claramente esbozada la actual guerra ideológica contra nuestra Patria: “Antes de concluir estas palabras considero necesario denunciar, una vez más, las brutales campañas anticubanas instigadas por el gobierno de Estados Unidos y algunos otros tradicionalmente comprometidos con la subversión contra nuestro país, con el concurso de la gran prensa occidental y la colaboración de sus asalariados dentro de la isla en el propósito de desacreditar a la Revolución, justificar la hostilidad y el bloqueo contra la población cubana y crear una quinta columna que facilite la aspiración de privarnos de la independencia y soberanía nacional.”
Por demás está decir, que nuestro Partido y nuestro pueblo sabrán salir airosos de estos nuevos desafíos.
ZunZuneo: El “twitter” que creó EEUU para tratar de derrocar a la Revolución Cubana
En julio de 2010 Joe McSpedon, funcionario del gobierno de Estados Unidos, viajó a Barcelona con el propósito de afinar los últimos detalles de un plan secreto para crear una red social destinada a socavar al gobierno cubano.
McSpedon
y su equipo de contratistas especializados en alta tecnología habían
llegado desde Costa Rica, Nicaragua, Washington y Denver. Su misión,
lanzar una red de mensajería que pudiera llegar a cientos de miles de
cubanos. Para ocultar la red al gobierno de la isla, crearían un
intrincado sistema de empresas fachada con una cuenta bancaria en Islas
Caimán y contratarían a ejecutivos que no estaban al tanto de la
situación y a quienes no se informaría de los vínculos de la empresa con
el gobierno norteamericano.
McSpedon no trabajaba para la CIA. Se
trataba de un programa financiado y gestionado por USAID, la Agencia
Internacional de Estados Unidos para el Desarrollo, que maneja miles de
millones de dólares en programas de asistencia humanitaria.
Según
documentos obtenidos por The Associated Press y numerosas entrevistas
con personas que participaron en el proyecto, el plan era desarrollar un
“Twitter cubano” elemental que usara mensajes de texto enviados y
recibidos por teléfonos móviles para burlar el férreo control
informativo y las restricciones al uso de la Internet que mantiene el
gobierno de Cuba. Buscando un juego de palabras relacionado con Twitter,
lo llamaron ‘ZunZuneo’, palabra relacionada con el zunzún, como se
llama en Cuba al colibrí o zumbador.
Los documentos muestran que
el gobierno de Estados Unidos planeó la creación de una base de
suscriptores usando “contenido no controversial”: noticias de fútbol,
música, huracanes y publicidad. Cuando lograra una audiencia de cientos
de miles de suscriptores, enviarían mensajes de contenido político para
inspirar a los cubanos a crear convocatorias en red de “multitudes
pensantes”, concentraciones masivas que fueran convocadas rápidamente y
pudieran desencadenar una “primavera cubana” o, como un documento de
USAID lo expresó, “renegociar el equilibro de poder entre el estado y la
sociedad”.
En su apogeo en 2012, el proyecto captó más de 40.000
cubanos como suscriptores para compartir noticias e intercambiar
opiniones. Pero esos suscriptores nunca supieron que el servicio fue
creado por el gobierno de Estados Unidos, ni que había contratistas que
recopilaban información privada de los usuarios con propósitos
políticos.
“No se mencionará en lo absoluto la participación del
gobierno de Estados Unidos”, dice un informe de Mobile Accord, uno de
los contratistas. “Es totalmente crucial para el éxito a largo plazo del
servicio y garantizar el cumplimiento de la Misión (sic)”.
La
legalidad del programa no está clara: las leyes de Estados Unidos exigen
que cualquier acción encubierta de una entidad federal debe contar con
autorización presidencial. Funcionarios de USAID declinaron decir quién
aprobó el programa o si la Casa Blanca conocía de su existencia.
McSpedon, gerente de nivel medio y el funcionario de más alto rango
identificado en los documentos obtenidos por la AP, declinó comentar al
respecto.
Matt Herrick, portavoz de USAID, dijo que la agencia
está orgullosa de sus programas en Cuba y que investigadores del
Congreso que revisaron el programa el año pasado determinaron que se
apegaba a las leyes de Estados Unidos.
“La USAID es una agencia
que promueve el desarrollo, no una agencia de inteligencia, y trabajamos
en todo el mundo para ayudar a que la gente pueda ejercer sus derechos y
libertades fundamentales, y darles acceso a herramientas que mejoren su
vida y se puedan conectar con el mundo exterior”, dijo Herrick.
Sobre
la implementación, agregó, que “¿ha tomado el gobierno medidas para
operar con discreción en entornos poco permisivos? Naturalmente… en los
entornos hostiles con frecuencia tomamos medidas para proteger a los que
trabajan con nosotros en el terreno. Esto no es único de Cuba”.
Programa secreto
Pero
el programa ZunZuneo enturbia esas aseveraciones, un tema delicado
porque su misión de promoción de la democracia y la entrega de ayuda a
las poblaciones más pobres y vulnerables del mundo pasa por tener la
confianza y cooperación de otros gobiernos.
El senador Patrick
Leahy, demócrata de Vermont y presidente de la Subcomisión de Asuntos de
Departamento de Estado y Operaciones en el Extranjero, dijo que está a
la espera de recibir una explicación de la USAID al respecto.
“Mirando
el programa por encima hay varios aspectos problemáticos”, dijo Leahy.
“Existe el riesgo de que jóvenes cubanos usuarios de teléfonos celulares
no supieran que era una actividad financiada por el gobierno de Estados
Unidos. Está la naturaleza clandestina de un programa del que no se
informó a la Subcomisión de Asignaciones, que tiene funciones de
supervisión”.
The Associated Press obtuvo más de mil páginas de
documentos sobre el desarrollo de ZunZuneo. La AP verificó
independientemente el alcance y los detalles del proyecto (como números
de contratos federales y nombres de candidatos) a través de bases de
datos de acceso público, fuentes del gobierno y entrevistas con los que
participaron directamente en el proyecto.
En su conjunto, los
documentos cuentan la historia de cómo agentes del gobierno de Estados
Unidos, trabajando en el más profundo secreto, se convirtieron en
emprendedores tecnológicos en Cuba.
Un intento de regreso a la Guerra Fría
ZunZuneo
parecía ser una vuelta a la Guerra Fría y los decenios de
enfrentamiento entre Estados Unidos y Cuba. Y todo ocurrió en momentos
en que las históricamente agrias relaciones entre los dos países habían
mejorado, al menos marginalmente, y Cuba había dado pasos hacia una
economía más abierta.
No está claro si el plan comenzó con la
USAID o Creative Associates International, una empresa de Washington con
fines de lucro que ha recibido cientos de millones de dólares en
contratos con el gobierno de Estados Unidos. Para la AP no es claro cómo
los números de teléfono fueron conseguidos, aunque los documentos
parecen indicar que se hizo de manera ilícita. Los responsables de
ZunZuneo usaron esos números para crear una base de suscriptores para
empezar el proyecto.
A mediados de 2009, Noy Villalobos, una
gerente de Creative Associates, inició una conversación por chat con su
hermano menor en Nicaragua, según un correo electrónico de Creative
Associates, capturó la conversación.
“Por supuesto, esto es muy
confidencial”, previno Villalobos a su hermano. Pero, “¿qué pudieras
hacer si tuvieras todos los números de celular de un país determinado?,
¿pudieras enviar grandes cantidades de mensajes de texto sin que el
gobierno lo supiera?”.
¿Puedes encriptarlos o algo así?, le preguntó en un mensaje de texto.
Mario
Bernheim le respondió a su hermana que podía encontrar la manera de
enviar mensajes instantáneos a cientos de miles de cubanos y a bajo
costo. No podía encriptarlos porque sería demasiado complicado y no
podrían ocultar los mensajes al gobierno cubano, que controlaba Cubacel,
pero sí podían ocultar la identidad del que los enviaba cambiando
constantemente el país de origen de los mensajes.
“¿Podríamos
rotarlos por varios países?”, preguntó Villalobos. “¿Digamos, un mensaje
desde Nicaragua, otro desde España, otro desde México?”
Bernheim
dijo que sí. “Pero necesito instalar computadoras espejo en muchas
partes, la misma computadora trabajando sobre la misma plataforma con el
mismo teléfono”.
Se despidió con un “no hay problema”.
Operaciones desde América Central
El
equipo de ZunZuneo comenzó a operar desde América Central. Bernheim
desde la capital de Nicaragua, Managua, mientras McSpedon supervisaba el
trabajo de Creative Associates desde San José, Costa Rica. McSpedon
tenía estatus diplomático pero operaba desde fuera de la embajada.
Resultó ser un arreglo lo suficientemente extraño como para levantar
sospechas en Washington, según funcionarios estadounidenses.
McSpedon
trabajaba para la Oficina de Iniciativas de Transición de la USAID, una
división creada tras la caída de la Unión Soviética para defender los
intereses de Estados Unidos en entornos políticos que cambiaban a gran
velocidad sin tener que lidiar con la burocracia habitual.
En
2009, un informe redactado por investigadores del Congreso advirtió que
la labor de la oficina de transición “a menudo se presta a enredos
políticos que podrían tener consecuencias diplomáticas“. Personal de
diferentes comisiones legislativas de supervisión del Congreso se habían
quejado de que USAID gestionaba programas secretos sobre los que no
ofrecía detalles.
“Se nos dijo que no nos podían informar siquiera
en términos generales sobre esas operaciones porque, cito, ‘podrían
morir personas’“, dijo Fulton Armstrong, que trabajaba en la Comisión de
Relaciones Exteriores del Senado. Antes de eso, Armstrong fue el
analista de inteligencia de mayor rango en América Latina y asesoraba a
la Casa Blanca de Clinton.
El dinero que Creative Associates
invirtió en ZunZuneo se asignó públicamente a un proyecto no
especificado en Pakistán, según información gubernamental. Pero no hay
ninguna prueba de que los fondos se gastaron.
Las tensiones con el
Congreso se dispararon precisamente cuando ZunZuneo comenzaba a
despegar en diciembre de 2009, cuando otro programa de la USAID terminó
con el arresto del contratista estadounidense Alan Gross, quien había
viajado repetidas veces a Cuba en una misión secreta a ampliar el acceso
a la Internet mediante tecnología que, por lo general, sólo usan los
gobiernos, una misión que fue revelada por la AP en febrero de 2012.
Según
Armstrong, en algún momento la Comisión de Relaciones Exteriores
descubrió las operaciones secretas de la Oficina de Iniciativas de
Transición de la USAID en Costa Rica. Funcionarios del gobierno de
Estados Unidos lo reconocieron en privado pero la USAID se negó a
ofrecer detalles.
En un evento en Washington, Armstrong dice que
le preguntó a McSpedon si sabía que al operar programas secretos desde
un tercer país pudiera dar la impresión de que trabajaba para una
agencia de inteligencia.
McSpedon, a través de la USAID, dijo que eso no es cierto, pero declinó ofrecer más detalles.
Restricciones
A
principios de 2011, Creative Associates se empezó a desesperar con la
incapacidad mostrada por Mobile Accord para hacer convertir a ZunZuneo
en un proyecto autosostenible e independiente de Estados Unidos. La
operación se encontraba frente a un problema sin solución. La USAID
pagaba cientos de miles de dólares en tarifas de recepción de mensajes
de texto al monopolio de telecomunicaciones cubano a través de cuentas
bancarias secretas y empresas fachada. Era una situación que no podían
permitirse ni justificar y que si se salía a la luz pública sería
vergonzosa, o incluso peor.
En una evaluación detallada, Creative
Associates dijo que Mobile Accord había ignorado la sustentabilidad del
proyecto. “Se sentía cómoda recibiendo fondos del gobierno de Estados
Unidos que mantenían a flote la compañía”.
De los 60 puntos con
los que se medía el rendimiento, Mobile sólo consiguió 34. Creative
Associates se quejó de que Mobile no entendía muy bien la misión social
del proyecto y sólo le dio tres puntos sobre diez en “compromiso con los
objetivos del programa”.
“Nos preocupa especialmente su pasividad a la hora de mejorar la situación”, expresa la evaluación.
Mobile Accord se abstuvo de comentar sobre el tema.
En
un tono que denotaba cada vez más impaciencia, la USAID presionaba a
Mobile Accord para que consiguiera nuevos ingresos para cubrir gastos.
Mobile Accord sugirió vender publicidad en Cuba, pero incluso con una
proyección de un millón de suscriptores la publicidad en una economía
comunista equivaldría a una suma ridícula.
En marzo de 2011,
ZunZuneo ya tenía casi 40.000 suscriptores y decidió trabajar con un
tope de 50.000 para mantener un perfil bajo, abandonando así sus
objetivos previos de llegar a 200.000 usuarios. Decidieron limitar los
mensajes al 1% del tráfico total en Cuba para que las autoridades de la
isla no los detectaran.
Mientras tanto, a través de un antiguo
empleado de ZunZuneo, que habló a condición de no ser identificado
porque no estaba autorizado a hablar de su trabajo, conocieron que los
cubanos los estaban descubriendo y que ya habían tratado de bloquear el
servicio.
Desaparición
A mediados de 2012 los cubanos
comenzaron a quejarse de que el servicio sólo funcionaba
esporádicamente, y después que no funcionaba.
ZunZuneo se esfumó con el mismo misterio con el que había aparecido.
En junio de 2012, usuarios con acceso a Twitter y a su página de Facebook se preguntaban qué habría pasado.
“¿Por
dónde se pueden recibir mensajes de ZunZuneo?”, preguntó una mujer en
Facebook en noviembre de 2012. “¿Por qué ya no me llegan?”.
Los
usuarios que trataban de entrar al portal de ZunZuneo eran dirigidos a
una página de Internet para niños con un nombre similar.
En un
español mal escrito, ZunZuneo publicó en su página de Facebook un
mensaje que decía que estaba al tanto de los problemas de acceso y
estaban trabajando para solucionarlos.
“Qué viva el ZunZuneo!”, decía su último mensaje.
En febrero, cuando Saimi Reyes y su novio Ernesto Guerra supieron la verdad sobre ZunZuneo, se mostraron sorprendidos.
“¿Cómo iba a saber?”, pregunta Guerra, “Ahí no decía bienvenido a ZunZuneo, un servicio de USAID”.
“Además,
no tenía nada negativo. Si yo hubiera comenzado a recibir mensajes
subversivos o amenazas de muerte o ‘Todos a las calles’”, rio al decir,
“hubiera dicho, ‘OK’, aquí algo huele mal. Pero no sucedió nada de eso”.
La USAID dice que el programa terminó cuando se acabó el dinero. El gobierno cubano declinó comentar al respecto.
El
antiguo dominio de Internet de ZunZuneo está a la venta por 299
dólares. El registro de MovilChat, la empresa registrada en las Islas
Caimán, venció el 31 de marzo.
Cubadebate
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