DOSSIER. CHALECOS AMARILLOS, LA LUCHA DE CLASES EN FRANCIA. ...y mas

A la violencia del estado de la clase en el poder y sus guardias le llaman orden, a la resistencia del pueblo en defensa y demanda de sus legítimos derechos, de sus vidas le llaman violencia...,  la lucha de los chalecos amarillos continua a pesar de la brutal represión policial, judical, administrativa ...

 

Francia. “No nos rendiremos” (en la calle con los “chalecos amarillos”) (Video)

 

 

Francia. Frédéric Lordon: “Hará falta una fuerza capaz de enfrentarse a los poderosos”

Resumen Latinoamericano / 25 de diciembre de 2018 / Revue Ballast, El Salto Diario
El filósofo francés, participantes del movimiento de la #NuitDebout y de los chalecos amarillos, habla sobre la decadencia de la V República, y de los movimientos y partidos que pugnan por acelerar su caída en el marco de una Europa dominada por el gran capital y el auge de la ultraderecha.
Mucho antes del estallido de los Chalecos Amarillos, el filósofo francés ya hablaba de sus motivaciones políticas revolucionarias, de su pragmático anhelo de hacer caer este “régimen de tiranos”. Tras años de intensa actividad desde que participara en #NuitDebut, Lordon llamaba hace semanas a ir al Elíseo y forzar la dimisión de Macron, desde la tribuna en Republique. En estas semanas en las que se decide el futuro de Francia, y especialmente el de la hegemonía dentro del bloque popular contra la Quinta República y Emmanuel Macron que la lidera, Lordon se ha implicado activamente en las manifestaciones destituyentes violentamente reprimidas por la policía. [Nota del traductor]

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Es una vieja discusión la que nos inunda en el café parisino: ¿tomamos el poder o lo abandonamos? Tal vez sea la cuestión política fundamental, desde las revoluciones francesa o rusa hasta las comunidades autogestionadas y las ZAD (Zones À Defendre), para los partisanos y partisanas de la emancipación. El economista-filósofo nos advierte: “No sólo está la institución”. Se trataría por tanto de habitar esa tensión, modular su forma y plegarla a las ambiciones revolucionarias para liberarnos de un gran número de políticas del capital. Frédéric Lordon nos habla de su apoyo estratégico y crítico a la Francia Insumisa y de sus vínculos con el pensamiento libertario. Plantea: “Para arrancar los medios de producción ¿no hará falta una fuerza organizada capaz de enfrentarse a sus poderosos propietarios, con estrépito si hace falta?”.

Cuándo le preguntan cómo salir del capitalismo, responde que hace falta un movimiento dotado de una “fuerza inédita”, una fuerza capaz de producir “el gran incendio”. Denuncia la “pasividad parlamentaria” tanto como la sedición aislada. ¿Cuáles serían los contornos de esta fuerza en la Francia contemporánea?
No tengo la menor idea. Me pregunto incluso si podemos responder ex ante a una cuestión parecida. Quiero decir: ¿el contorno exacto de la fuerza no se revela solamente en el momento y en el movimiento?
Trotsky tenía algunas ideas: derrocar el poder central, apoderarse del Estado, abolir la propiedad del suelo, repudiar la deuda, nacionalizar en gran medida y crear un ejército para aplacar la contra-revolución…

Es una idea estratégica en cuanto a la acción. Falta formar la idea estratégica en cuanto a la composición de clase capaz de sostener la acción. Por lo demás, esta idea Lenin y Trosky la tenían bien concebida. Pero la cuestión de las clases contemporáneas es harto complicada, y hace que sea arduo encontrar ‘la’ consigna clave apropiada a cada época, simple y transversal, un equivalente funcional a “el poder a los soviets, la tierra al campesinado, la paz al pueblo, el pan a los hambrientos” de 1917. Y, por contra, sin esta semilla no habrá aceleración.

En su último artículo reconoce su apoyo a la Francia Insumisa, o mejor su crítica a las fuerzas que no la han apoyado. En una entrevista en 2017 decía que Melenchon es portador “por primera vez en mucho tiempo… de una diferencia significativa de izquierda en el paisaje político”. ¿Es un apoyo al movimiento por lo que es o porque parece dominar la contestación electoral en Francia?

Me parece que el realismo elemental en política requiere ver dónde está la fuerza, dónde está la dinámica, y actuar en consecuencia si no somos capaces de hacerlo mejor nosotros mismos.

La dinámica, pero no cualquier dinámica: dinámica de izquierda. Porque aquí yo veo tres cosas. La primera es que Mélenchon logró en 2017 lo que todo el mundo reclamaba a voz en grito desde hace 30 años: contestar el auge del Frente Nacional en las clases populares, hacer retroceder la abstención de estas últimas para atraerles a la izquierda, y eso sin perder los otros segmentos sociológicos del electorado, porque el voto a la Francia Insumisa ha sido marcadamente transversal entre clases.

La segunda es que Mélenchon, a dos semanas de la primera vuelta, comenzó a sembrar la incertidumbre en los mercados financieros, que crearon una “prima de riesgo Mélenchon” sobre los títulos de deuda pública francesa. Salvini puede hacerlo también, no es por tanto una condición suficiente, pero sí una condición necesaria. ¿Condición de qué? De que el verdadero poder, que es el poder de la finanza, te identifique como su enemigo. La inquietud de las finanzas con Salvini jamás irá muy lejos. Ha comprendido bien su función fundamental: mezcla de neoliberalismo y proto-frascismo tan en boga en los tiempos que corren. Macron y Salvini, falsos enemigos y verdaderos similares. Sólo la inmensa broma editorialista con su orquesta de la gigantomaquia cree deber sostener su impostura.

En esta línea —y es lo tercero—, si extendemos el perímetro del poder más allá de las finanzas, y sobre todo en dirección a los medios, el odio universal que atrae la Francia Insumisa me parece un indicio motivador. Los medios mainstream son el canario al fondo de la mina: indicadores avanzados. Las dulces bienvenidas han dado paso a una caída de las máscaras, y comprobamos que la “confraternidad” periodística no era más que el ropaje presentable de complicidades ideológicas fundamentales. Hacerse odiar por los mercados financieros y por la prensa del capital son cumplidos del todo honorables. ¿Es suficiente para adherirse plena y enteramente a la Francia Insumisa? Claro que no.

Por ejemplo, no es sino en las caricaturas del “pueblo” que la operación política de construcción de un pueblo sucede en la exaltación patriotera. Ya lo sabemos: el original, la copia… La sociología espontánea que los editorialistas prestan al “pueblo” es rara vez rica en ideas. ¿Y dónde está en realidad la Francia Insumisa? Por un lado François Rufin hizo campaña en Picardía contra el Frente Nacional con una idea simple y fuerte: “Vuestro problema no son los inmigrantes, son los accionistas”. Eso es una línea clara, justa y ganadora. Pero la Francia Insumisa, o mejor dicho su estado mayor, no para de producir una nube de señales contradictorias, que hablan de encrucijada de los caminos estratégicos y se inquietan porque no sea el bueno el que se tome.

Recordemos por tanto esta verdad de que las formaciones políticas no deben nunca dejarse sin vigilancia. Ni antes, ni después de las elecciones. Todavía menos después. Y con más razón cuando la Francia Insumisa porta un proyecto explícito de perturbar algunos grandes intereses y prepararse para encontrarse grandes resistencias. De ser, por tanto, capaz de oponerles una gran determinación. Puede si no encontrarse hecho trizas en el campo de batalla, en muy poco tiempo además. Y finalmente las instituciones son muy confortables, y si no llegamos a ellas porque es muy complicado nos veremos por largo tiempo en los sofás simulando algunos compromisos de fachada.

Siempre me he preguntado, por ejemplo, si Mélenchon es presidente haría saltar, como ha dicho alguna vez, las estructuras de la propiedad mediática, o si no se inclinaría a negociar un pacto de no agresión, lo que sería una ilusión a la vez que un terrible error: con la retirada de la circulación internacional de capitales y la desfinanciarización, la desprivatización/socialización de los medios es un requisito sine qua non de toda experiencia gubernamental de izquierda.

Más en general, se trata de rehacer ni más ni menos que un habitus político, deshacer el habitus de la pasividad, la desposesión electoral, para sustituirla por el habitus de la intervención popular “permanente”. Un gobierno decidido a quebrar los intereses dominantes no tiene ninguna oportunidad si no es apoyada por una calle poderosa.

¿Por qué creer entonces en el “juego electoral de la V Republica” vale la pena? Los libertarios o los comunistas se cepillan de un plumazo el campo parlamentario, considerado intrínsecamente bloqueado… 
Porque persisto en considerar que los dos ejercicios tienen sentido: el de un pensamiento estratégico en las instituciones del capital-parlamentarismo, como diría [el filósofo Alain] Badiou, y el de un pensamiento que prevé hacerlas saltar por los aires. Los dos ejercicios tienen sentido porque pertenecen a temporalidades diferentes, y porque es difícil renunciar a lo que ya se puede hacer, ya mismo, aunque sepamos los límites, pero al menos sin esperar “la revolución” o como dice también Badiou… la salida del neolítico. Estos dos registros pertenecen finalmente a planos estratégicos diferentes, heterogéneos. Hay que comprender la potencia del atractor electoral. Es bastante lógico ver en el poder político y la toma del Estado el desenlace evidente de una aspiración política: por la incautación de un instrumento de transformación. Pero atención, la estructura del Estado tiene su espesor y su vida propia.

Y sin embargo la ilusión de la conquista electoral del Estado no es enteramente ilusoria, cuando se ve que frente a las potencias macroscópicas del capital, que someten al conjunto de la sociedad a su patrón reglado, hay que oponer otra potencia macroscópica. Y la única constituida, disponible, es el Estado. El Estado es la única institución capaz de hacer el trabajo de moverse sobre el capital. Pero el Estado está tan colonizado por los hombres del capital que se ha convertido en Estado-del-capital. Pero eso no hace una verdad esencial, una verdad pura.

Su obra On achève bien les Grecs [Terminamos bien con los griegos] ha mostrado las críticas implacables que ha formulado hacia Podemos y Syriza. ¿La Francia Insumisa sería por tanto capaz de resistir a la Unión Europea y a sus políticas del capital?

Un poco sí, espero. Con respecto a Syriza, el tema estaba claro desde el principio. Sin la más mínima posibilidad de mantener la relación de fuerzas por una amenaza creíble de salida del euro, y con el único recurso de esperar la buena voluntad democrática de la Unión Europea, el Gobierno Tsipras no podía terminar más que arrodillado. Podemos, es todavía más simple. Iglesias se ha desplomado desde el verano de 2015, admitiendo que no hará gran cosa de más que seguir un programa social-demócrata de lo más clásico, léase, de lo más apático.

En cuanto a la cuestión del euro, ya la han evacuado formalmente: no se intentará ni realizar el simulacro Tsipras. Es decir se pedirá educadamente, se recibirá un no, y estará muy bien. Puede incluso que ni se pida nada. Procedamos por comparaciones homogéneas: las intenciones sobre el papel de la Francia Insumisa son de entrada mucho más firmes que las de Syriza o Podemos, sobre todo pero no sólo, en la confrontación europea. La cuestión es, por supuesto, ¿qué queda de las intenciones en la práctica del poder? Esta es solo mi opinión, o mejor son mis dudas. Pero como no se terminará nunca de sondear los corazones y los riñones ni de leer los posos del café para hacerse una idea sobre la firmeza ‘real’ de los líderes políticos propulsados al poder, más bien nos vale hacer pivotar la cuestión sobre el “que está permitido esperar”.

Y la respuesta reside, no en la idiosincrasia oculta de algunos individuos, sino en una configuración: aquella que formará la calle, o no, con un gobierno de izquierda. Aquello que un gobierno de izquierda dejará, o no, a la calle formar con él. A favor/en contra, evidentemente. Para ese gobierno se trataría de alimentar una buena relación con la calle potenciando las contrariedades, con todo lo que supone de liberación de las formas rituales, impotentes, de las manifestaciones de Bastille a Nation [recorrido por el centro de París]. Yo digo “la calle” pero pienso en ocupaciones de fábricas, edificios vacíos, nuevas zonas de experimentación, a tomas del poder sobre el terreno. Pienso en todas las formas de acción que hacen de su potencia un desborde, para acabar con una relación de fuerzas global en la sociedad.

Todo esto hace una imagen variable. En definitiva, lo ‘hacemos’ con los recursos pasionales que nos da la coyuntura, nos apañamos con los recursos partidarios que tenemos. Salvo concepción angelical, o totalmente egocéntrica, de la política, hay pocas opciones de encontrarse en una situación que nos convenga perfectamente. Pero eso es lo que está sobre la mesa. Eso determina una actitud en algún lugar entre la incondicionalidad y el desprecio o el rechazo ultrajado de todo aquello que no es exactamente uno mismo. La primera es peligrosa, pero los segundos son desoladores. No hacer la consideración elemental que merece una fuerza existente, tras una larga inexistencia de izquierdas, demuestra el gozo de, y en, la impotencia.
Traducción y edición: Jon Bernat Subiri Rey
 http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/12/25/francia-frederic-lordon-hara-falta-una-fuerza-capaz-de-enfrentarse-a-los-poderosos/


Francia. Bajo las cenizas… las brasas

Resumen Latinoamericano / 23 de diciembre de 2018 / Luis Casado, Politika
Acto V que nadie esperaba. El gobierno y la prensa ya estaban pronunciando los elogios fúnebres de rigor. Sin embargo los chalecos amarillos dieron ayer una sorpresa: ¡están vivos! En toda Francia hubo manifestaciones el sábado. “Menos concurridas” repiten los corifeos, más para tranquilizarse ellos mismos que para dar cuenta de la realidad. Una nota de Luis Casado.
Así pues, según el gobierno, el movimiento chalecos amarillos ya no moviliza a nadie. Los periodistas tarifados anunciaron, aliviados, que el Acto IV del sábado 15 debía ser el último de la serie que dio cuenta del cabreo ciudadano. Júpiter habló, ofreció algunas migajas y, golpeándose el pecho, prometió abandonar su arrogancia y su altiva cara de desdén ante el pueblo llano.
¿Qué explica el Acto V del sábado 22? Los chalecos amarillos estimaron que las monedas arrojadas por Macron no satisfacen ni sus exigencias ni sus reivindicaciones. “Es humillante”, dijeron. Los villanos, los zafios, los miserables, son duros de entendederas. Diez muertos en las manifestaciones no les han disuadido de salir a la calle, de perseverar, de continuar su cruzada solidaria, humanista y generosa, en pos del interés general.
Gilles Le Gendre, jefe de la bancada parlamentaria macronista, explicó el rechazo del pobrerío a las medidas propuestas: “al elaborarlas, el gobierno y yo mismo fuimos probablemente demasiado inteligentes, demasiado sutiles, demasiado técnicos” (sic). Su estupidez retrata de cuerpo entero la arrogancia de la élite incrustada en el poder.
La exigencia política, ya se dijo, está centrada en el Referendo de Iniciativa Ciudadana (RIC). Esta crisis es una crisis de representación: “El Parlamento no se parece a quienes supone representar”, lanza un vocero del movimiento. Un reportero señala: “Hace 40 años que el pueblo llama a la puerta y nadie quiere abrirle. Ahora el pueblo decidió echarla abajo…”
Hay signos extraños. Las empresas que fabrican encuestas con resultados al gusto del que paga se ven obligadas a indicar que un 75% de los franceses continúa simpatizando con el movimiento. Horror de horrores, un 50% estima que Macron debe dimitir, a pesar de que el pueblo francés es tan o más legitimista que nadie. El referendo parece pues una herramienta adecuada para consultarle a quienes sufren las consecuencias sobre las políticas que deben ser puestas en obra.
Un periodista listillo retrucó que el referendo del 2005 (en el cual el pueblo francés rechazó por amplio margen la Constitución europea que inscribía el “libre mercado” en la carta fundamental) fue traicionado por Sarkozy y por ende no sirvió de nada. Un chaleco amarillo le responde: “Por eso queremos que el RIC incluya la revocación de diputados, senadores, ministros y hasta del presidente, cuando traicionan al pueblo que los eligió”.
Los ámbitos del RIC deben extenderse pues a la Constitución, a las leyes, y a la revocación de los mandatarios electos si pierden la confianza ciudadana. En Auteuil-Neuilly-Passy las sensibles almas del riquerío se agitan, espantadas. El poder… 
¿ejercido por el pueblo? ¡Qué horror!
Que los ciudadanos participen activamente en las deliberaciones que les conciernen… ¿es populismo? Ya en la Edad Media se invocaba un principio establecido en el derecho romano, conocido como QOT: “Quod omnes tangit, ab omnibus tractari et approbari debet” (Lo que toca a todo el mundo debe ser considerado y aprobado por todos).
El truco de crear “comisiones” se inventó más tarde para desactivar los peligros inmediatos, enterrar los proyectos mal venidos, engatusar a los incautos y desmotivar a los más decididos. Las “comisiones”, en particular las de “alto nivel”, se transformaron en eficaz herramienta contra-revolucionaria. De alcance y aplicación universal.
El “debate nacional” propuesto por Macron, para calmar los ánimos, aparece como una triquiñuela. Partiendo… ¿quién debe participar en los “debates nacionales”? El primer ministro sugiere un sorteo entre los ciudadanos con derecho a voto, más algunos representantes “intermediarios” como alcaldes y concejales. Las conclusiones… ¿serán vinculantes? ¿Cuáles serán los temas abordados? La realidad es que nadie sabe. El “debate nacional” es un manotazo de ahogado.
Hoy por la mañana la élite mediática reacciona sorprendida: ¡El movimiento de los chalecos amarillos no ha muerto! Los consejeros de Palacio le recomiendan a Macron no salir a la calle, anular visitas y actos públicos, “Porque –le deslizan en el oído– su alteza es la personificación de la detestación del populacho”. Ayer Macron fue simbólicamente decapitado en Nîmes. Donde va escucha los gritos de “¡Macron dimisión!”, algo absolutamente novedoso en la Vª República. Es verdad que Júpiter había prometido innovar en política, dejando atrás las viejas prácticas que ÉL detesta. Los chalecos amarillos le sirven ahora un aperitivo de su propia cosecha.
Puede que una anécdota resuma mejor que miles de palabras el sentimiento nacional. La cuenta una conocida reportera: “Una madre de una familia modesta, como todas las noches, mira el noticiario de la TV. Al ver chalecos amarillos en la pantalla, llama a su marido: Ven, ven… ¡están hablando de nosotros!”
Un comentarista que conserva algo de lucidez afirma que el fuego no ha sido controlado. Bajo las cenizas arden las brasas. Vienen a la memoria los versos de Brel:
On a vu souvent
Rejaillir le feu
D’un ancien volcan
Qu’on croyait trop vieux…
Malas noticias para los privilegiados: este volcán sigue activo.
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Foto de Marc Szeglat – Unsplash
http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/12/23/francia-bajo-las-cenizas-las-brasas/

Francia. Macron amenaza a los chalecos amarillos con severa respuesta


Resumen Latinoamericano / 23 de diciembre de 2018 / HispanTV
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió que, si los indignados ‘chalecos amarillos’ siguen con sus protestas, recibirán una ‘severa respuesta’.
El mandatario francés, de visita en Chad, apeló el sábado por la noche “al orden, la calma y la concordia” en respuesta a las movilizaciones de los llamados “chalecos amarillos”, que esa misma jornada también se concentraron, por sexta semana consecutiva, en el centro de París (capital francesa) y en otras ciudades, para demandar cambios profundos en el ámbito económico.

“Es obvio que habrá una respuesta judicial severa. Ahora es el orden el que debe reinar, la calma y la concordia. Nuestro país lo necesita, necesita armonía, unidad, un compromiso sincero”, apuntó Macron en declaraciones al canal local BFMTV.

El mandatario galo subrayó que está en “contacto permanente” con el ministro francés del Interior, Christophe Castaner, para estar informado de todo lo que ocurra.

Por su parte, el primer ministro de Francia, Edouard Philippe, ha prometido este domingo severidad ante una “violencia inusitada”; además, ha condenado el simulacro de decapitación de Macron que se realizó durante la manifestación que tuvo lugar en la ciudad francesa de Angulema.

“Una simulación de decapitación del jefe del Estado… Agresiones de una violencia inaudita contra la policía… Está claro que trivializar tales actos debe ser objeto de una condena unánime y de sanciones penales”, ha señalado Philippe a través de su cuenta en Twitter.

Las protestas de los “chalecos amarillos” en Francia, que han sido violentamente reprimidas por la Policía, se han saldado hasta el momento con diez personas muertas y un gran número de heridos.

El sábado, la Policía francesa arrestó al menos a 220 personas durante las protestas que tuvieron lugar esa jornada.

Las manifestaciones de los “chalecos amarillos” comenzaron el 17 de noviembre en contra del aumento del precio del combustible y el costo de la vida.
snz/anz/rba/hnb

 http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/12/23/francia-macron-amenaza-a-los-chalecos-amarillos-con-severa-respuesta/


Los ‘chalecos amarillos’ realizan su sexto acto de protestas en Francia (video en directo)

Resumen Latinoamericano/ 22 de diciembre 2018
Chalecos amarillos se concentran junto al Sagrado Corazón, en el barrio de Montmartre (Sameer Al-doumy / AFP)

El movimiento de protesta contra las políticas de Emmanuel Macron ha disminuido en intensidad pero mantiene el apoyo del 70 % de los franceses.

Los ‘chalecos amarillos’ realizan este sábado una serie de manifestaciones contra el ‘statu quo’ en la política de Francia encabezada por el presidente Emmanuel Macron. Entre las concentraciones convocadas destaca una en Versalles, en las afueras de la capital francesa.

Esta corresponde a la sexta jornada de protestas de ese movimiento popular, que inicialmente había tomado las calles en contra de un alza en los combustibles.
Se han registrado al menos nueve fallecidos en relación con estas manifestaciones, principalmente por accidentes de tráfico, así como al menos 2.891 heridos entre civiles y policías.

Este viernes, la Asamblea Nacional francesa aprobó recortes tributarios para trabajadores de bajos ingresos en un intento por acabar con las violentas protestas que iniciaron el 17 de noviembre. Pese a que las manifestaciones han disminuido en intensidad, se estima que cuentan con el apoyo de un 70% de la población del país.

Sin embargo, varias de las exigencias centrales de los ‘chalecos amarillos’ se encuentran todavía en discusión, entre ellas el establecimiento de un sistema de consultas de iniciativa ciudadana y la eliminación de los privilegios de los políticos.

Noticia en desarrollo
http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/12/22/los-chalecos-amarillos-realizan-su-sexto-acto-de-protestas-en-francia-video-en-directo/


Chalecos amarillos. Autogestión sanitaria de los ‘street medic’ ante la violencia policial en Francia

Resumen Latinoamericano / 21 de diciembre de 2018 / Rosa Pérez Masdeu, El Salto Diario
Al menos cuatro personas han perdido una mano y otras nueve un ojo a causa del llamado armamento no letal usado por la policía francesa contra los chalecos amarillos. La sociedad se autogestiona para prestar asistencia sanitaria en las calles a las decenas de heridos que se cuentan cada sábado. Son los ‘street medics’.

Ante las manifestaciones de los gilets jaunes —chalecos amarillos, el Ministerio del Interior francés ha ejercido una demostración de fuerza: blindados de la gendarmería, cañones de agua, policía a caballo, lanzadores de flash-ball motorizados, granadas lacrimógenas, aturdidoras y dispersoras. Ha convertido el gas lacrimógeno en la atmósfera de las manifestaciones que toman las calles de Francia cada sábado desde hace un mes. La violencia policial ha desencadenado un alto nivel de organización de los equipos de street medic —médicos de calle—, voluntarios que asisten con primeros auxilios a los manifestantes y eventualmente a la policía.

La represión a las protestas también se cuenta en número de detenciones, muchas de ellas efectuadas antes mismo del inicio de las movilizaciones. Según el diario Le Monde, solamente en París, el sábado 24 de noviembre hubo 103, que pasaron a 412 el sábado 1 de diciembre y a 1082 en la manifestación del 8, día en que en toda Francia el despliegue policial fue de 89.000 efectivos.

“El despliegue policial en estas manifestaciones tiene la finalidad de atemorizar y disuadir a la gente de manifestarse, no de protegerla”, señala Pascal Gassiot, miembro del Observatoire des Pratiques Policières (OPP), una organización creada entre la Liga de Derechos Humanos, la Asociación de Abogados de Francia y la Fundación Copernic en cooperación con el Centre National de Recherche Scientifique.

“Ir a una manifestación no debería ser peligroso cuando el derecho a manifestarse es constitucional. Necesitar la presencia de street medic ya es de por sí delirante”, opina Virgil Leprince, que estudia en el Institut d’Études Politiques de Toulouse (IEP). Virgil ya había ejercido de street medic en su ciudad, Caen, durante las manifestaciones contra la Ley del Trabajo en 2016, “pero de una forma mucho más desorganizada e improvisada”, señala.

El viernes 7 de diciembre por la noche, Mathilde Mourgues e Yves Cartailler, ambos estudiantes del IEP, asistieron a una reunión preparatoria en un parking a las afueras de Toulouse. Allí se encontraron con otras 50 personas. “Ninguna daba su apellido. Solo se autocalificaba como ‘confirmada’ o ‘no confirmada’, lo que significa disponer o no de conocimientos de primeros auxilios”, relata Mathilde, que se declaró confirmada. Ella es bombera voluntaria en Figeac, su pueblo de nacimiento.

Unas horas antes del inicio de la manifestación se reúnen para darse algunas consignas, repartirse el material sanitario, que en gran parte donan las farmacias, y organizarse. “Formamos un equipo por persona confirmada, que normalmente será también quien tome las decisiones en el momento de la acción”, explica Mathilde. Ella era la confirmada del equipo que cubría el frente de la manifestación del 8 de diciembre. Asistió sobre todo a heridos de flash ball, que habían recibido impactos en las piernas, en las costillas y en la cabeza.

“Los LBD [lanzador de bolas de defensa] o lanzador de flash ball son armas semi-letales, deberían ser el último recurso antes de sacar la pistola”, explica Gassiot, quien, sin embargo, constata que la policía las utiliza cuando todavía tiene munición de granadas lacrimógenas.

En Toulouse, un hombre de 29 años sigue en coma después de haber recibido un impacto de flash ball en la cabeza durante la manifestación del 1 de diciembre. Al menos nueve personas han perdido un ojo por un impacto de bola de caucho en el marco de las manifestaciones de los Gilets Jaunes, según el balance del colectivo Desarmons-les (Desarmémosles) a día 19 de diciembre.

Los street medic se identifican por ir vestidos con camisetas blancas y un casco señalados con una cruz roja. Llevan mascarilla y gafas de esquiar o acuáticas (como muchos manifestantes, para minimizar el efecto de los gases). Hay personas que salen por su cuenta con la mochila llena de gasas o sérum fisiológico. Pero los que están organizados bajo el Secours Volontaires de Toulouse han notificado su presencia a la Prefectura, “por lo que en teoría la policía tendría que respetar nuestro trabajo”, señala Virgil. De hecho, hay unidades que han asistido a policías heridos.

“Cuando hay una carga, nosotros nos quedamos pegados contra un muro con las manos levantadas. La policía debería pasar de largo, para que, una vez calmado el movimiento de la masa, podamos asistir a los heridos”, narra el estudiante. Sin embargo, el sábado 15 de diciembre, mientras su equipo esperaba poder ir a buscar a quienes necesitaban asistencia, las Compañías Republicanas de Seguridad —un cuerpo policial francés— les tiraron tres granadas lacrimógenas y les dispararon con el cañón de agua. El mismo sábado, a otro equipo le confiscaron el material.

“No es fácil encontrar un lugar seguro donde atender a los heridos entre las nubes de lacrimógeno, las cargas de flashball o las granadas. Es una situación muy estresante”, expresa Mathilde. El sábado 8, Yves estaba asignado en el mismo equipo que ella, en el frente. Pero sufrió un ataque de ansiedad cuando la policía empezó a cargar con granadas poco después de iniciar el recorrido, que ese día coincidió con la Marcha por el Clima. Una vez recuperado, Yves se fue hacia la parte de atrás, donde se adhirió al grupo a cargo de los heridos graves.

Al menos cuatro personas han perdido la mano a causa de granadas GLI-F4, que contienen explosivos y gas lacrimógeno, según el balance de Désarmons-les. Las granadas GLI-F4, con 20 gramos de explosivo Tonite, han sustituido las granadas ofensivas OF-F1, que contenían 76 g. Prohibidas en 2014, fueron el arma con la que un gendarme mató al joven de 21 años Rémi Fraisse durante las protestas en la Zona a Defender (ZAD) de Sivens.

Las granadas GLI-F4 ya fueron empleadas en la intervención de marzo en la ZAD de Notre Dame de Landes. “Era muy extraño que la policía las utilizara en la ciudad antes de las manifestaciones de los Gilets Jaunes”, explica Ian, miembro de Désarmons-les. La gendarmería anunció el año pasado que las dejará de usar cuando terminen el stock. Ian teme que serán reemplazadas por las GM2L, que ya han empezado a aparecer. Granadas que liberan gas lacrimógeno y crean un gran estruendo, pero no contienen explosivo.

“También utilizan granadas de desencerclamiento”, afirma Gassiot. Proyectan 18 trozos de caucho que salen disparados en todas direcciones, causan un fuerte trueno y pueden contener gas lacrimógeno. “La policía, supuestamente, debe servirse de ellas cuando están acorralados y quieren abrir un corredor. Pero hemos constatado que a veces lo utilizan casi por diversión”, apunta. La policía utiliza granadas de desencerclamiento frecuentemente en los barrios populares, según Ian de Désarmons-les: “desde 2016, observamos un uso ofensivo más que defensivo de estas armas”, remarca.

Ante un herido de granada, “teníamos que hacer venir a una ambulancia, pero era imposible hacerla llegar hasta el Jardín Japonés, los alrededores eran un caos”, recuerda Yves. Allí, su equipo reanimó a un hombre con electroshocks, que la confirmada del grupo había traído por su cuenta.

En cada equipo una persona lleva un geolocalizador. La coordinadora del street medic, Manon, se encuentra fuera de la manifestación, en una habitación desde donde controla la ubicación de cada unidad. En el caso de necesitar una ambulancia, ella se comunica con el servicio de urgencias para trazar un recorrido hasta el lugar más cercano y seguro posible de donde se encuentra el paciente.

“Nuestro trabajo es administrar las curas básicas, sin medicamentos. Ayudar a la gente a respirar, proporcionar sérum para los ojos, vendajes, o ver si alguien que ha recibido un golpe en la cabeza responde de forma lógica, si no está consciente, ver si tiene pulso…”, explica Mathilde. En el equipo, otra persona filma en video para dejar constancia de las prácticas que han llevado a cabo. “Si alguien está en el suelo en medio de los enfrentamientos, lo primero es sacarlo de allí. Si esta persona luego tiene una secuela, se nos podría acusar a nosotros, cuando su lesión en realidad viene de la carga policial. Aunque al trasladarlo, también podemos hacer un mal movimiento. Actuamos en tierra de nadie”, reflexiona Virgil, que todavía tiene los videos del sábado pasado en el móvil.

“Consideramos que hay un antes y un después de [Manuel] Valls [ministro de Interior entre 2012 y 2014]”, señala Gassiot. “Dio un giro al comportamiento de las brigadas de antidisturbios, pasaron a entrar mucho más en contacto con los manifestantes, lo que genera mucha más tensión y enfrentamientos”, concluye el portavoz del observatorio.

Particularmente, en las prácticas policiales en las manifestaciones de los Gilets Jaunes confluyen distintos factores que ponen a la policía nerviosa, expone el portavoz del OPP. Por un lado, el tramo de la manifestación no está declarado. Los antidisturbios no se sienten en su territorio. Por otro lado, las protestas tienen un carácter imprevisible. Los manifestantes pasan de cantar “CRS con nosotros” a lanzarles piedras”. Pero, por encima de todo, el Ministerio ha movilizado todo cuerpo de policía capaz de salir a la calle. Lo que incluye las Compañías de Securización y de Intervención (CSI) o la policía local. “Cuerpos que han sido armados, pero no formados para la ocasión y que desencadenan el pánico a la mínima”, apunta Gassiot.

Por encima de todo, el Observatorio señala la presencia de la Brigada Anti Criminalidad [BAC], como la más problemática. “Tienen un carácter provocador, cultivan la tensión, aúllan mientras corren o cargan. Normalmente van de paisano, aunque armados, mucha gente los confunde con militantes de extrema derecha”, asegura el portavoz.
Los CRS y la Gendarmerie Mobile son cuerpos entrenados y equipados para resistir a la presión inherente a un cuerpo de antidisturbios. “Tres piedras no deberían hacerles perder el control. Entonces entendemos que su violenta reacción en estas manifestaciones responde a una decisión política desde arriba: dar miedo para disuadir a la gente de salir a manifestarse. Y funciona”, sentencia Gassiot.

La BAC el sábado 15 lanzó granadas lacrimógenas en la plaza del Capitole, la plaza central de Toulouse, mientras llovía, lo que aumenta la nocividad de los gases. “Di sérum ocular a niños de 2 años”, relata Virgil. “El día que no sean necesarios los street medic en las manifestaciones estaré más que contento”, concluye. De momento, la autogestión popular en forma de asistencia en primeros auxilios es más que necesaria.

BALANCE PROVISIONAL DE HERIDOS, A 19 DE DICIEMBRE
Una mujer de 80 años murió en Marsella. Le impactó una granada lacrimógena en la cara mientras cerraba las ventanas de su casa. Murió en el hospital.
Un hombre sigue en coma en Toulouse por el impacto de una flash-ball en la cabeza.
Al menos cuatro personas han perdido una mano a causa de una granada GLI-F4.
Al menos nueve personas han perdido un ojo a causa de Flash ball.
14 fracturas graves en el cráneo causa de flash ball.
Una persona ha perdido definitivamente la audición GLI-F4.
Imagen, Teresa Suárez Zapater

http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/12/21/chalecos-amarillos-autogestion-sanitaria-de-los-street-medic-ante-la-violencia-policial-en-francia/

 Lo indignante y lo no indignante

La quinta movilización de los "chalecos amarillos" ha servido para conocer cuál es la correlación de fuerzas real: mitad y mitad. Mitad con el sistema (o dando una tregua al sistema) y la otra mitad manteniendo la movilización.

Tanto el gobierno francés como los medios de propaganda y las derechas, la clásica y la otra, han comenzado a hablar con gran placer de que el movimiento de los "chalecos amarillos" está "agotado" porque en París hubo menos gente que otras veces. Y lanzan elogios al pequeño Luis XVI por las migajas lanzadas el lunes y que han servido para eso con el inestimable apoyo sindical (como también está ocurriendo en Catalunya, por ejemplo, con los sindicatos oficiales yendo de la mano de los empresarios y el gobierno español).

Pero es una verdad a medias. Porque si bien es cierto que el despliegue policial fue abrumador (sólo en París hubo 8.000 policías) y que se hicieron requisas de chalecos amarillos y detenciones preventivas, otra vez, también es cierto que en el resto de Francia las movilizaciones no solo se mantuvieron sino que crecieron.




Es el caso de Toulouse, Lille, Burdeos, Lyon, Brest, Nantes, Marsella... Es decir, el sistema hizo todo lo posible porque París fuese la imagen del "agotamiento" de los "chalecos amarillos" -y todos los medios de propaganda lo han difundido hasta la náusea- mientras que en todas las otras ciudades, grandes y pequeñas, el movimiento ha seguido e, incluso, ha aumentado. Si no fuese así no se entendería que el primer ministro haya dicho ayer que "hay que liberar las rotondas". Si el movimiento está agotado, no hay por qué hacer llamamientos de este tipo. O sea, que el sistema aún está a la defensiva.

Para el sistema el objetivo principal era mostrar París en calma, lo que a su vez indicaría el "agotamiento" del movimiento. De ahí la impresionante cantidad de policías. Pero no lo logró. Son los irreductibles galos de Asterix quienes mantuvieron el pulso y que indica que el movimiento de los "chalecos amarillos" está lejos de morir.

Por eso el pequeño Luis XVI ha hecho otro gesto, más bien una provocación: ha anunciado que se congela el sueldo oficial, y tras él han hecho lo mismo los ministros aunque recalcan lo de "sueldo oficial" porque tanto ellos como los parlamentarios tienen muchas otras prerrogativas "gratis total", desde vuelos hasta residencias. Pero resulta que el sueldo del presidente es de 15.170 euros mensuales y el de los ministros 10.000, o sea, que cuando anuncian a bombo y platillo que el salario mínimo aumentará 100 euros (80 netos) ellos mantienen el suyo 10 veces más alto. Durante un mes los "chalecos amarillos" han denunciado la precariedad masiva y los bajos salarios, pero el presidente de los ricos hace un gesto simbólico y hay que aplaudir. Ministros, parlamentarios y demás ralea se benefician de salarios exorbitantes mientras la inmensa mayoría de trabajadores, parados, jubilados, jóvenes no llegan a fin de mes.

El Acto VI ya está convocado, añadiendo una reivindicación novedosa: el referéndum de iniciativa ciudadana que pese a estar aprobado desde 2015, nunca se ha puesto en marcha porque los diferentes gobiernos siempre se han negado con argumentos como que no se pueden dar soluciones simplistas a problemas complejos. Justifican que está en la ley, pero cuando llega la hora de ponerlo en práctica no lo hacen. A fin de cuentas ellos son los únicos capacitados y no los palurdos como los "chalecos amarillos".  Por eso los "chalecos amarillos" dan ahora un paso nuevo y que obligará, otra vez, a los partidos a retratarse. Porque con el referéndum, al estilo de Suiza donde es habitual para casi todo, se pueden hacer y proponer cosas como leyes o derogarlas, exigir la salida del parlamento de los políticos corruptos o que no cumplan sus programas, reformar la constitución o aprobar o no tratados internacionales.



Lo más interesante de esta semana, con serlo ya en sí el Acto V, es que al color amarillo le comienza a acompañar el rojo. Son los estudiantes quienes están aportando este color como consecuencia de la reacción masiva que está habiendo contra la policía a raíz de lo ocurrido en Mantes-la-Jolie, donde los esbirros obligaron a 153 chavales y chavalas a arrodillarse y poner las manos en la cabeza.



La respuesta es doble: por una parte, los propios estudiantes que salen a la calle así.



Por otra, las madres crearon la plataforma "No toques a nuestros hijos" que está obligando a todo el mundo a posicionarse, a favor o en contra de la policía. Y, por ahora, hay mucha más gente en contra que a favor. Y por eso la policía llora, como es habitual. Y es que son unos incomprendidos. Veréis. La CGT, presionada por las bases y en vista de lo que está ocurriendo, no sólo ha tenido que apoyar las "acciones locales" de este sábado -que no la de París-, sino que ha sacado un cartel que ha puesto a todo el mundo de los nervios. Este cartel.



Todos los sindicatos policiales, las derechas -la clásica y la otra- y el gobierno han pedido a la CGT que lo retire por considerarlo tanto un insulto como algo indignante para la reputación de los mamporreros. "Es extremadamente violento para nosotros. También tenemos hijos. Un oso de peluche ensangrentado agrede a toda la familia. Exigimos su inmediata retirada y que la CGT deje de odiar a la policía", dicen los sindicatos. "La CGT debe ponerse en el lugar de la policía", dice el gobierno.

La CGT ha tenido la decencia de no renunciar ni retirar el cartel. Su secretario de Comunicación ha respondido: "Que algunos policías se sientan mal lo podemos entender, pero ¿se sienten mal cuando los jóvenes son golpeados? Nos gustaría que estos mismos sindicatos condenen los abusos policiales, en lugar de tomar siempre la postura de defenderlos. Si este cartel contribuye a ello, es algo bueno".

Aquí tenéis una página donde se recogen esos abusos que no son indignantes ni para los mamporreros ni para el gobierno ni para las derechas, la clásica y la otra. Os pondré sólo algunas fotos y podéis juzgar y situaros, tanto en Francia como en el Estado canalla (más conocido como España) o en otros lugares porque el comportamiento policial es siempre el mismo.











Son cinco de los más de mil heridos que ha habido. Son Fiorina, 20 años, que puede perder la visión de un ojo; Thomas, 20 años, fractura de mandíbula; David, albañil de 40 años, fractura de mandíbula y pérdida de parte del labio superior; y dos chavales de 17 años sin identificar. Para ellos, y para tantos otros, no hay peticiones. Es lo que no indigna al poder. Es la represión en que se sustenta.

El Lincehttp://elterritoriodellince.blogspot.com/2018/12/lo-indignante-y-lo-no-indignante-la.html



ACTO V: ¿QUIÉNES QUEDAN TODAVÍA EN EL CAMPO DE BATALLA JUNTO A LOS "CHALECOS AMARILLOS"?. El Lince
El Acto V

      Así es como los "chalecos amarillos" denominan a sus convocatorias masivas, especialmente las que han realizado los cuatro sábados anteriores. El lunes, el pequeño Bonaparte anunció unas cuantas migajas para contener la ira popular.

      Lo hizo con el aval de los sindicatos, aunque la presión interna ha hecho que la CGT (la principal central sindical de Francia) se muestre ahora crítica. Las migajas lanzadas a la calle por el pequeño Bonaparte tienen como objetivo parar el Acto V, la convocatoria del próximo sábado. Si los sindicatos la apoyan, y alguno lo hace (recuerdo que hay convocada una movilización el viernes 14), os podéis imaginar qué dicen los empresarios y los partidos políticos. Y todos han salido en tromba a defender al pequeño Bonaparte (aunque empezaré a utilizar el calificativo que le dan en Francia a Macron, "el pequeño Luis XVI") y lo que representa.

     Las grandes empresas, conscientes de que tienen todo que ganar porque las migajas no son a su costa y todo lo que tienen que perder si continúa el movimiento, han corrido para salvar al pequeño Luis XVI y al sistema. Resulta que ahora los empresarios sí tienen dinero, pero para la caridad y no para dignificar los sueldos. El pequeño Luis XVI pidió el lunes a las empresas una "gratificación" - libre de impuestos- a sus empleados estas navidades. Y aquí está el resultado:

- Publicis, la principal empresa de publicidad de Francia, anuncia una "gratificación" a sus empleados de 1.000 euros.
- Altice France, que controla medios de comunicación (el Liberation "progre", por ejemplo) y empresas de telefonía, otros 1.000 euros.
- Iliad, telefonía, otros 1.000 euros.
- Total, petrolera, 1.500 euros y propone a los sindicatos un aumento salarial del 3'1% el año que viene.
- Jacquet Metal Services, acero, 500 euros.
- Orange, telefonía, dice que ofrecerá un "bono excepcional" aunque aún no ha decidido la cantidad.
- Los bancos acuerdan no aumentar las comisiones durante el año 2019 y establecer un costo fijo de 25 euros como máximo en sus operaciones a los clientes por "incidentes bancarios".
- La Federación de Empresarios de la Construcción es la única que arroja un jarro de agua fría diciendo que "nuestros empleados no deben hacerse muchas ilusiones" respecto a la "gratificación".

      La derecha francesa clásica (el partido del pequeño Luis XVI -La República en Marcha- y otros tipo PSOE, PP o Ciudadanos) ha pedido públicamente a los "chalecos amarillos" que abandonen la movilización porque ya han satisfecho "gran parte" de sus reivindicaciones. El neofascista Frente Nacional (ahora llamado Reagrupamiento Nacional) ha dicho que es hora de irse a casa y ejercer el descontento con los votos. Y, ¡oh sorpresa"!, lo hacen argumentando el atentado de Estrasburgo de ayer, casi como dando a entender que han sido los "chalecos amarillos" los causantes del mismo por el "clima creado" (sic). Y añaden: "se necesita una tregua, por las víctimas y porque las fuerzas de seguridad están movilizadas contra el terrorismo". No pueden dar palos a los manifestantes, entonces. Y eso no gusta a los partidarios del orden. Un añadido: algún medio de propaganda ya ha hecho una comparación entre los "chalecos amarillos" y el llamado Estado Islámico (a lo mejor os suena).

     Sólo La Francia Insumisa (una especie de Unidos Podemos) y el Partido Comunista apoyan la continuación del Acto V. Y cada vez más federaciones de la CGT, tantas que la dirección del sindicato ha tenido que ceder y anunciar que apoyará "las acciones locales", es decir, que se desvincula formalmente del Acto V en París (y es la consecuencia directa de haber aceptado asistir a la reunión pedida por el pequeño Luis XVI con sindicatos y empresarios) que es el considerado central para el movimiento.

     El otro día hacía una referencia a "los Miserables" de Víctor Hugo. Aquí tenéis un vídeo que habla de ello.



      Mientras, los estudiantes de secundaria anuncian movilizaciones masivas (ya hicieron la primera el día 11 y el poder y sus esbirros de los medios de propaganda hablaron de "martes negro" porque fueron 450 institutos de todo el país los que pararon) y las madres del instituto ocupado por la policía y que obligó a los estudiantes - a 153 de ellos- a arrodillarse y poner las manos en la cabeza (¡madre mía si hubiese sido en otro lugar que no sea la muy "democrática" Europa!) han constituido una plataforma que se llama "No toques a nuestros hijos" que se sumará a todas las movilizaciones de los estudiantes de secundaria como "escudos humanos".


      El manifiesto que han elaborado no tiene desperdicio:

    "La guerra está declarada a nuestros hijos en Ivry, Mantes-la-Jolie, Garges, París, Orleans, Toulouse, Burdeos, Grenoble, Marsella y en otras partes de Francia. Somos testigos de escenas en las que nuestros hijos son humillados, colocados en posiciones degradantes, que recuerdan prácticas coloniales. Escuchamos a la policía amenazándolos con insultos racistas y homofóbicos. (…) No nos dejamos engañar por los objetivos de esta feroz represión: sabemos que se trata de desfigurar a los jóvenes de este país y aterrorizarlos para evitar que se fortalezca el movimiento masivo de protesta social, en particular alrededor de los chalecos amarillos".

       Hace un repaso de la situación de la enseñanza, destaca el derecho de los jóvenes a manifestarse por su futuro y anuncia que se han iniciado acciones judiciales contra la policía por este hecho y se defiende expresamente a varios de esos estudiantes especialmente vejados por la policía. Y termina:

     "Nuestro papel es enseñar a nuestros hijos a rechazar la injusticia y la violencia. Tenemos que dar una respuesta al Estado francés y lograr su condena. Porque un país donde los niños son destruidos es un país sin futuro, un país donde los niños son aterrorizados va hacia la dictadura y el fascismo".


     A la espera de mañana, cuando han convocado los sindicatos, y del sábado 15 (el Acto V) donde se verá la fuerza del movimiento tras las migajas lanzadas por el pequeño Luis XVI, las acciones siguen. Se han paralizado empresas como Louis Vuitton (bolsos y artículos de lujo) y Airbus (aunque aquí sólo unas pocas horas).

      Como bien dijo mi amiga Danielle cuando comenzó todo, si el movimiento continúa son inevitables las divisiones políticas y estas ya están apareciendo. Estos días 14 y 15 tendremos una visión mucho más clara de cuál es la correlación de fuerzas.

http://canarias-semanal.org/art/24139/acto-v-quienes-quedan-todavia-en-el-campo-de-batalla-junto-a-los-chalecos-amarillos

 

La decencia está en la calle


Y la indecencia en las instituciones. El pequeño Bonaparte ha conseguido su foto, la reunión con sindicatos -¡menuda panda!- y empresarios para lanzar luego migajas a los "chalecos amarillos". Sindicatos, empresarios y gobierno diciendo que el "orden" es lo primero y que la represión está bien, muy bien.

El penúltimo párrafo es el importante, lo otro es literatura para justificarse. Que si "cólera legítima, que si... pero se denuncia "todas las formas de violencia". La justificación es que también se están refiriendo a la policial. En la práctica, es sólo a la de los manifestantes. El sistema gana, otra vez. El valor de esta declaración es que la hicieron antes de la manifestación del sábado y de la represión a gran escala que se ejerció. Y no la han mencionado ahora.

4.523 detenidos desde que se inició la revuelta el 17 de noviembre, 10.914 granadas lacrimógenas y botes de humo lanzados por la policía sólo desde el 1 de diciembre, más o menos una por minuto (son cifras del Ministerio del Interior francés). Violencia policial ejercida con la bandera de Europa -es decir, la plutocracia europea sale en defensa del pequeño Bonaparte y está poniendo sus barbas a remojar- y que no es otra cosa que el EuroGendFor, la "policía sin fronteras" que está poniendo en marcha Europa para evitar cosas como las de Francia.





La "violencia de los ricos" es orden para los sindicatos. "Los Miserables" de Víctor Hugo de nuevo. El día 14 convocan para sancionar el "diálogo" con el gobierno y los empresarios.

Diálogo para la regresión social, para dar aire a un gobierno tocado que gracias a ellos insiste en no derogar las medidas que favorecen a los ricos -el impuesto a las fortunas, por ejemplo- y que ofrece migajas (aumento de 100 euros al salario mínimo, pero sin repercutir en las empresas, o la cancelación de la contribución social de las pensiones inferiores a 2.000 euros) para contener la ira social. Y los sindicatos se prestan a ello. Es decir, que con estas dos medidas, reclamadas en parte por los "chalecos amarillos", es la Seguridad Social la que se hará cargo de ambas y no los empresarios, que mantendrán intactas las ganancias de los grandes accionistas. Todo para "no desmotivar" la creación de puestos de trabajo.

Esta es una valoración en caliente, pero necesaria. Los dirigentes sindicales, incluyendo a la CGT, están dando la espalda a la gente, están colocándose del lado de la indecencia. La CGT no participó en las reuniones anteriores que había convocado el gobierno. Lo hace ahora, tras la manifestación del sábado y la represión a gran escala. Y la sanciona. La CGT ha sancionado la postura del pequeño Bonaparte. Espero que haya un rasgo de lucidez en la militancia y se cuestione a la dirigencia. Ya ha habido rotura de carnets y una federación, la de química, se desmarca de la decisión oficial.

El Lince

 http://elterritoriodellince.blogspot.com/2018/12/la-decencia-esta-en-la-calle-y-la.html

 

 

Como las hojas de los árboles en otoño

Así son los "chalecos amarillos" de Francia, la "revuelta de los palurdos", como despectivamente la calificaron los niñines y las niñinas post-modernos, una mezcla de colores que, como las hojas de los árboles en otoño, muestra con su belleza que se puede poner en jaque al sistema. Ayer el pequeño Bonaparte hizo un gesto: retrasar hasta mediados del año que viene la entrada en vigor del impuesto sobre los combustibles. Un retraso, un aplazamiento, no una retirada en toda regla. Un tipo como él, un tipo como todos los defensores del sistema, es incapaz de retroceder ante el empuje de la calle (curioso, lo que alentaron él y otros como él en la mal llamada "primavera árabe" no es de recibo aquí). Ha sido obligado a hacer un gesto, y lo ha obligado la lucha en la calle, sin miedo, sin tapujos y sin dejarse intimidar por las consabidas acusaciones de "terrorismo". Una calle colorida y que lucha, disfruta y siente.








Sólo el sábado pasado, día 1, la policía francesa contabilizó 1.619 lugares en toda Francia donde se llevaron a cabo acciones de los "chalecos amarillos". Y lo hizo para decir no damos a basto, no podemos con ellos, nos tiene que ayudar el ejército. Es lo que pide, también, la buena gente, los ricos indignados porque les han quemado sus coches Mercedes, Audi o BMW (hay quien ha contabilizado que el 87% de todos los coches quemados el sábado son de esas marcas). Y el pequeño Bonaparte sabe que eso son palabras mayores, pero quiere contentar a los policías con un aumento de sueldo. O sea, que no hay dinero para pensiones, sanidad, transporte público, etc., pero sí lo hay para sueldos de los mamporreros. Es una cuestión de prioridades y las suyas están muy claras. Como lo están las de la misma policía, el Ministerio del Interior y de Justicia francés pidiendo "sanciones ejemplares" en los juicios a los cientos de detenidos. ¡Menos mal que hay separación de poderes, y todas esas estupideces habituales de los "demócratas"! Por cierto, un dato: el ministro del Interior es un tipejo que fue militante del Partido Socialista hasta que le reclutó el pequeño Bonaparte. A esta gente se le da muy bien la porra: también el secretario general de la OTAN es un tipo socialdemócrata.

Por eso la lucha de los "chalecos amarillos" tiene que apoyarse, porque es una revuelta cada vez más clara contra el poder y contra el sistema. Es un grito muy importante, sin nada que ver con lo vivido aquí en el Estado canalla (más conocido como España) no hace mucho, un grito de hartura contra el sufrimiento impuesto por la plutocracia de Bruselas, un grito de angustia por el futuro y una muestra admirable de enojo contra la injusticia social.

El despertar de la ciudadanía francesa es envidiable, a años luz de otros despertares que duraron justo el tiempo que se tarda en coger otra postura para echarse a dormir, allá por el mes de mayo de hace cinco años. El chaleco amarillo es lo que te pones cuando sales del coche, para que te vean. Ese símbolo es para que el poder les vea, es una advertencia contra las élites arrogantes, contra la oligarquía que se viene burlando de la voluntad del pueblo desde hace tanto, tanto...

Hasta ahora ese poder, esa oligarquía, ha actuado con impunidad, metiendo miedo ("terrorismo"), pero ya no cuela por mucho que los medios de propaganda hagan su labor denigrando. La arrogancia, la manipulación es la norma en unos defensores de una Constitución (sí, aquí también) que hace aguas y solo defiende los intereses de los depredadores capitalistas.

Por eso el poder recompensa a sus esbirros, porque tienen que hacer el trabajo sucio. Y ahí están los francotiradores, listos a proteger a sus amos, prestos a aplastar las hojas coloridas de los árboles otoñales.


Algunos datos importantes: la caída en las ventas de los supermercados ha sido del 25% durante este mes, pues una de las reivindicaciones de los "chalecos amarillos" es la ayuda al pequeño comercio; la caída en las reservas de hoteles de París ha sido del 33% tras el último fin de semana, lleno de gases lacrimógenos lanzados por la policía; las empresas concesionarias de las autopistas, Vinci y Eifagge, están viendo cómo caen en picado sus acciones en la Bolsa porque los "chalecos amarillos" han abierto los peajes y desde hace casi un mes no se paga por transitar por ellos... Cuando esta gente comienza a perder es cuando presiona para que se negocie. Ahora lo están haciendo con el pequeño Bonaparte y de ahí su obligado gesto.

Tenga o no futuro este movimiento, pase de ser espontáneo a organizado o no ya ha abierto una página impresionante no sólo en Francia, sino en toda Europa. Esa moribunda Europa ha recibido una sacudida impresionante, aunque aún no mortal para la plutocracia. Pero se están tentando la ropa, ahora sí.



P.D.- Me cuenta mi amiga Danielle una cosa muy importante. El pequeño Bonaparte ha tenido que ceder en parte no tanto por las acciones en la Francia continental como en la Francia "de ultramar", es decir, en las colonias. Allí también hay "chalecos amarillos". Y es que las colonias están, literalmente, desabastecidas. Especialmente la isla de Reunión (está cerca de África, cerca de Madagascar). Aquí hay cerca de 3.000 contenedores sin descargar en los puertos, se ha prohibido el acceso de los petroleros (con lo que no hay combustible), los estantes de las tiendas están vacíos y la economía se ha paralizado. Los "chalecos amarillos" se encargan del reparto de comida gratis total, por supuesto. El temor del pequeño Bonaparte y de quienes le auparon al gobierno es que la situación se repita en Nueva Caledonia, en Guadalupe, en Martinica... Hace poco hubo un referéndum en Nueva Caledonia sobre la autodeterminación, un referéndum pactado con la metrópoli (como en Escocia) y ganó, por poco, el no. Ahora todo el mundo dice que sería sí, y eso impide dormir en París porque se acabarían "las provincias de ultramar".

El sábado habrá más movidas y el día 14 ¡por fin! los sindicatos despiertan del todo, especialmente la CGT, que ya mantuvo una dura pelea hace dos años contra la Ley del Trabajo. Y ganó. Está claro que las revueltas no conducen necesariamente a revoluciones, pero también está claro que las conciencias evolucionan cuando se lucha y cuando esa lucha es alimentada por un punto de vista de clase.

Vienen buenos tiempos, espero.

El Lince 
 http://elterritoriodellince.blogspot.com/2018/12/como-las-hojas-de-los-arboles-en-otono.html

 

Chalecos amarillos, "acto IV" el orden reina en Macronia. Rémy HERRERA ... y mas

"...En el mismo momento en que la  maquinaria de guerra social del poder estaba siendo frenada por la movilización masiva del pueblo, con cerca de un 80% de franceses apoyando la revuelta de los chalecos amarillos y cuando era más necesaria que nunca la huelga general de los trabajadores para amplificar y sobre todo organizar el movimiento, ¡los líderes sindicales frenan las luchas! Inmediatamente, federaciones de la CGT, en primera fila la de química, indignadas, hicieron un llamamiento a sus bases a movilizarse rápidamente, lo que hizo que sus responsables confederales reculasen difundiendo por la tarde un nuevo comunicado  que pretendía hacer olvidar, al mismo tiempo que su distanciamiento de los chalecos amarillos, su confusión total y su abdicación reformista. ¿Qué reformas se pueden esperar de un régimen ya sin aliento, en medio de un capitalismo en crisis sistémica, a no ser la prosecución de la destrucción de las conquistas sociales y las mentiras de un gobierno desacreditado?..."

La movilización de los «Chalecos Amarillos», nueva etapa de luchas en Francia. Rémy HERRERA ...Y MAS

"...Que la derecha y la extrema derecha estén intentando « recuperar » la movilización de los “chalecos amarillos” desprovista de líderes visibles, es evidente. Como también lo es la insidiosa insistencia de los grandes medios de comunicación en desacreditar el movimiento y echar aceite en el fuego en base a algunos (rarísimos) declaraciones xenófobas u homófobas pronunciadas durante estas acciones por algunos manifestantes (por cierto acallados inmediatamente por sus propios compañeros). A la hora de un capitalismo salvaje y de una ideología dominante que atiza los odios y enfrenta a unos y otros para intentar salvar a las élites, el pueblo que soporta y sufre también está hecho por desgracia de esas mismas contradicciones; pero es precisamente el papel de los progresistas militantes y lúcidos estar a su lado en las luchas para advertir a los y las que se desvían del camino de la solidaridad y de la fraternidad. ¡No tiene por qué estar siempre sonriente el rostro de los explotados! ¡Ni pretender que por encima del mercado los pobres que se baten por su supervivencia y dignidad sean fotogénicos!...."

 

LOS CHALECOS AMARILLOS. FRANCIA....los miserables se cansaron de pagar con sus dificultades los excesos de los poderosos...

¿Quien esta tras esas movilizaciones ademas del cabreo por la explotación y el robo continuado a las clases populares, para el enriquecimiento de las oligarquías por instrucciones de la UE, aplicadas por los gobiernos de turno?  
No tardaremos en saberlo; pero si la izquierda clasista sigue abandonando la calle y las luchas, ya saben quien ocupara ese espacio.

En el estado de los borbones, los carburantes, la electricidad, la vivienda..., han subido seguramente mas que en la vecina Francia, y la transferencia de capital publico a esas oligarquías ha sido aun mayor, en aplicación de las mismas políticas?  
¿Cual sera la respuesta organizada del movimiento obrero y popular?


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 ..."Hoy Francia amaneció paralizada por más de 2.300 manifestaciones de bloqueo de rutas, incluyendo los Campos Elíseos, organizadas por cientos de miles de ciudadanos movilizados contra lo que estiman un saqueo organizado del pobrerío."... 



  

 

¿De verdad el problema clave es el Tribunal Supremo?. + ¿Quién manda aquí? . Ángeles Maestro ... y mucho más


"...La expropiación de la banca, negar el pago de la deuda y salir del Euro y de la UE, constituyen la única alternativa, la condición sin la cual no hay cambio posible..."
El escándalo producido por la decisión del Pleno del Tribunal Supremo de invalidar una sentencia firme de la sala de lo Contencioso del mismo Tribunal ha tenido la gran virtud, no sólo de mostrar “quién manda aquí”1, sino de hacer inocultable la podredumbre que impregna a “las más altas instancias del Estado”.

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