"... Cada vez está más claro en el mundo árabe que no se
quiere otro caos como el de Libia, por lo que quienes abogan por el
derrocamiento de Al-Assad son ahora muchos menos que hace un tiempo. Por
eso estos seis meses que quedan para que Irán reciba parte de sus
fondos congelados van a ser cruciales: mientras unos quieren el
estallido, otros están haciendo todo lo posible por evitarlo".
CEPRID Miércoles 2 de septiembre de 2015
Uno de los aspectos tangenciales del acuerdo de Viena
sobre el programa nuclear con Irán, sea retificado o no por el Congreso
de EEUU, es el futuro de Siria. Este acuerdo se firmó a finales de julio
y desde entonces se han generalizado los movimientos de todos los
actores, internos y externos. Sobre todo, los externos. Rusia, Estados
Unidos, Turquía, Arabia Saudita y el propio Irán se han puesto en marcha
dejando un claro rastro de por dónde van a ir las cosas respecto al
país árabe. Y se han puesto en marcha porque hay un plazo máximo para
que la balanza se decante hacia un lado u otro: seis meses. Porque en
este plazo, y en virtud del acuerdo de Viena, Irán va a recibir una
buena parte de los millones de dólares que tiene congelados en cuentas
bancarias occidentales. Son 100.000 millones en total de los que ahora,
va a recibir 29.000 y una buena parte de ellos –y se está publicando que
alrededor de 9.000 millones- va a ir a Siria con lo que, de hecho y de
derecho, se fortalecerá económica y militarmente al gobierno de Bassar
al-Assad.
Turquía y el Kurdistán (e Israel)
El recorrido de estos movimientos hay que comenzarlo por
Turquía, que ha sorprendido a propios y extraños, poco avezados éstos
en analizar los movimientos geopolíticos, con los ataques -pequeños, muy
locales y cortina de humo- contra el llamado Estado Islámico y contra
los kurdos, su verdadero objetivo. Turquía y EEUU son muy conscientes de
lo que se les avecina dentro de seis meses y lo que han hecho ha sido,
el uno con la aquiescencia del otro, prepararse para una batalla
integral contra el Ejército Árabe Sirio en este plazo. Esa, y no otra,
es la razón por la que EEUU ha sido autorizado a utilizar la base aérea
turca de Incirlik.
Y para ello, lo primero que tienen que hacer es eliminar
la amenaza kurda que, en estos momentos, ya controla un territorio
entre Siria e Irak similar al de Kuwait y Qatar juntos (1). Esta amenaza
no proviene de los kurdos iraquíes, aliados de EEUU y de la propia
Turquía, sino de los kurdos sirios. Veamos. Cuando Turquía comenzó los
bombardeos a gran escala contra ciertas bases del Partido de los
Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el Kurdistán iraquí, donde siempre
ha estado y a donde retiró el grueso de sus combatientes mientras estuvo
en vigor al alto el fuego con Turquía alcanzado en 2012, los kurdos
iraquíes pidieron "amablemente" al PKK que se retirase de la zona "para
evitar las víctimas civiles" que provocaban los bombardeos turcos. Es
decir, los kurdos iraquíes, que mantienen unos excelentes vínculos
políticos y económicos con Turquía (2), no pidieron a los turcos que
dejaran de bombardear, sino a sus "hermanos" kurdos que se fueran.
El Kurdistán iraquí es desde hace un tiempo un
hervidero, donde cada vez hay un mayor enfrentamiento entre los dos
clanes tradicionales que han monopolizado el poder desde finales de la
década de 1940, los Barzani y los Talabani. El parlamento regional acaba
de suspender su reunión extraordinaria (20 de agosto) porque el Partido
Democrático del Kurdistán (PDK), del clan Barzani, boicoteó la reunión
en la que se iba a discutir sobre la reelección de su jefe, Massud
Barzani, como presidente. EEUU, Gran Bretaña y la propia ONU llevan
meses insistiendo en que Barzani sea reelegido ante "la necesidad de
aplicar reformas políticas" en el Kurdistán y porque "es el único
candidato que contaría con respaldo de la comunidad internacional" para
combatir al llamado Estado Islámico (EI).
Es una muestra más, otra de miles, de cómo a la muy
democrática "comunidad internacional" le importa muy poco la legalidad,
aunque sea la suya. Porque resulta que la legislación kurda, aprobada y
sancionada por la "comunidad internacional", establece que no puede
haber reelección del presidente. Así está establecido en la Constitución
de 2005, elaborada conjuntamente por los kurdos y asesores
estadounidenses tras la invasión y ocupación neocolonial de Irak en
2003. Barzani fue elegido en 2009 y, violentando la Constitución, fue
autorizado a prorrogar su mandato dos años más, hasta este 2015. Pero
ahora "la comunidad internacional" quiere violentar la ley, otra vez
más, y prorrogar su mandato, otra vez más. A los amigos hay que
protegerlos. Sobre todo, porque está quitando cuota de petróleo, y
territorio, al gobierno iraquí, muy debilitado por la guerra con el
llamado EI. Así ha ocurrido con la zona de Kirkuk, donde los kurdos
iraquíes se han hecho con el control de campos petrolíferos que hasta
ahora gestionaba el gobierno de Bagdad.
Este petróleo llega, en sus dos terceras partes -incluso
hay quien dice que el 75% del total-, a Israel (3) en virtud de un
acuerdo establecido el mes de mayo y que ha llegado a un total de 19
millones de barriles. Lo curioso es que una parte importante de este
comercio cubre la ruta Kurdistán iraquí-Turquía (puerto de
Ceyhan)-Israel (puerto de Ashkelon). Y lo más curioso de todo es que
este comercio se realiza a precios por debajo de los que marca el famoso
mercado del petróleo (4). El Gobierno Regional del Kurdistán (GRK)
niega una y otra vez esta realidad argumentando que los cargamentos de
petróleo "cambian varias veces de mano" antes de llegar a su destino
final, pero lo cierto es que varios petroleros que recalan en Israel han
podido ser seguidos en sus rutas por satélite y se ha podido rastrear
cuándo y dónde han realizado sus cargas y dónde las han entregado. Es lo
que se ha podido averiguar con el petrolero "Altai", de bandera
liberiana, una bandera de conveniencia, y que tiene una capacidad de
carga de un millón de barriles. No debería sorprender, por lo tanto, que
el primer ministro israelí, Benjamín Netanhayu, dijese en el verano de
2014 que apoyaba la creación de un estado kurdo en la zona de Irak (5).
Tampoco debe sorprender que el GRK haya condenado el ataque del PKK
contra el oleoducto en la zona de Sirnak, en territorio turco pero cerca
de Irak, "porque atenta contra el medio de vida del Kurdistán" iraquí
según aparece publicado en la página oficial del GRK (6).
El descubrimiento de estos embarques ha llevado a que el
GRK y el gobierno iraquí hayan llegado a un acuerdo sobre las
exportaciones de petróleo en esta zona y hayan decidido exportar
conjuntamente el crudo a cambio de que los kurdos reciban el 17% del
presupuesto nacional de Irak por ello (7). Sin embargo, la caída de los
precios del petróleo está provocando que el dinero que reciben los
kurdos sea menor de lo que esperaban, por lo que el GRK ha vuelto a
vender petróleo por su cuenta dado que "hay que conseguir fondos para
los peshmerga para combatir al DAESH [acrónimo en árabe del llamado EI] y
pagar el salario de los empleados" (8).
La famosa “comunidad internacional” tiene que proteger a
los amigos como Barzani porque enfrente tiene a un enemigo temible, el
PKK. El prestigio de esta organización es enorme dentro del mundo kurdo
y, ahora, más allá. El PKK es la única fuerza que hace sombra al GRK,
sus prácticas políticas y militares suponen un desafío radical a los
partidos tradicionales kurdo-iraquíes con una estrategia flexible e
imaginativa que combina la lucha armada con una cultura política de
participación popular en todos los aspectos de la vida política, social y
económica. Si su prestigio ya era grande, cuando en agosto de 2014
acudió en ayuda de los kurdos yazidíes que habían sido atacados por el
llamado EI, adquirió proporciones estratosféricas.
Mientras que los famosos "peshmerga" del Kurdistán
iraquí se mantenían al margen de la masacre que el llamado EI llevaba
acabo en las montañas de Sinjar contra los kurdos yazidíes, el PKK y el
Partido de la Unión Democrática (PYD) kurdo-sirio, organización hermana
cuasi-hija del PKK, acudieron sin dilación y lograron derrotar a los
takfiristas del llamado EI pudiendo salvar a unos 20.000 yazidíes. Era
la primera vez que lograba una victoria sobre los takfiristas, la
segunda fue en Kobani (Siria) unos meses más tarde. Muchos jóvenes
yazidíes, en agradecimiento, se enrolaron tanto en las filas del PKK
como de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), la rama armada del
PYD.
Hay quien dice que las YPG han crecido espectacularmente
desde el triunfo de Kobani. Se llega a decir que tienen 40.000
combatientes, hombres y mujeres. Y que una parte de ellos, pequeña, pero
significativa, no son kurdos sino árabes e, incluso, cristianos. Eso
pone de manifiesto que han llegado a territorios que no eran propiamente
kurdos, por lo que las YPG anuncian con orgullo que tras la derrota del
llamado EI en Kobani han logrado una espectacular expansión territorial
que abarca en estos momentos desde el Éufrates iraquí, en este, hasta
Afrín y partes de Alepo sirio en el oeste. En total, 21.000 kilómetros
cuadrados que son algo más que un territorio bajo su control: son un
embrión de Estado porque ya tienen continuidad territorial, no son
cantones aislados entre sí como hasta ahora. Si a eso se añade que el
PKK ha proclamado la autonomía de una región en el Kurdistán turco,
Dersim, tenemos el cuadro completo del por qué de los ataques turcos a
los kurdos.
Esto es a lo que tiene miedo Turquía. Bajo ningún
concepto va a aceptar un embrión de Estado como el que representa la
experiencia de un Rojava ampliado (9). Lo que quiere el gobierno de
Erdogan es crear una "zona segura" de kurdos en su frontera porque, tal y
como van las cosas, apenas queda ya una franja de la frontera turca con
Siria que no esté bajo el control de los kurdos. Más o menos son unos
escasos 80 kilómetros, el único espacio que queda para que se pueda
colocar a los famosos "sirios moderados" que EEUU está entrenando tanto
en Turquía como en Jordania, una fuerza que, por el momento, ha llegado a
la extraordinaria cifra de 54 reclutas, como han reconocido.
Así que tanto Turquía como EEUU son conscientes que eso
sólo es posible si destruyen definitivamente Siria. De hecho, Turquía lo
ha dejado muy claro a través de su ministro de Exteriores, Mevlut
Cavusoglu, al decir que la creación de las "zonas seguras" supondrá
"enviar un mensaje claro al presidente Bashar el Assad y ayudar a poner
presión sobre su gobierno para llegar a la mesa de negociaciones". Eso
puede significar que Turquía ya asume que la salida de Al-Assad del
poder no será tan fácil, aunque aún no ceja en su empeño. El ministro
también dejó claro que los kurdos "no van a tener ningún papel" en esas
"zonas seguras". Dijo textualmente: "preferimos que las fuerzas
moderadas de la oposición [siria] controlen realmente la zona de
seguridad o la zona libre del DAESH, en el norte de Siria, a que las
controle el PYD a menos que cambie radicalmente su política" (10).
El miedo turco es patente porque la expansión
territorial kurda ha sido posible no sólo por el ímpetu combativo de las
YPG y su rama femenina, las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ),
sino por el apoyo del gobierno sirio. Aunque los kurdos reconocen sólo
una ayuda "puntual", como ha dicho el copresidente del PYD, Saleh
Muslim, lo cierto es que, por ejemplo, durante la batalla de Kobani las
unidades kurdas contaron con apoyo logístico, armas y municiones sobre
todo -además de algunos centenares de ataques de la aviación siria sobre
el llamado EI-, y así está reconocido incluso documentalmente por
varios comandantes militares de las YPG. Un ejemplo de esta colaboración
se está dando en la localidad de Hasaka, en el noreste del país, y con
gobernalidad compartida entre el gobierno sirio y las YPG. En esto el
PYD sigue el diseño de política exterior del PKK, totalmente
independiente y sin alineamiento alguno. Así se explica que el PYD no
forme parte de la alianza anti-Assad de la que sí forman parte otras
organizaciones kurdas sirias aunque sin el arraigo del PYD.
Así que visto lo rápido que van las cosas, tanto Turquía
como EEUU tienen que acelerar el proceso porque el tiempo para derrocar
a Bashar al-Assad se les termina. Ya sólo tienen seis meses para
finalizar con lo que empezaron hace cuatro años y no han podido hacer en
este tiempo.
Pero para ello hay que comenzar por reprimir o controlar
a los kurdos. Turquía está agitando el espantajo kurdo como una forma
de eludir la presión social interna. Los ataques al PKK, la guerra total
declarada contra los kurdos tiene varias razones entre las que hay que
mencionar el ascenso político del Partido Popular Democrático (HDP) en
las pasadas elecciones y el brusco descenso de la economía y que ha
llevado a la moneda turca, la lira, a mínimos históricos frente al dólar
y el euro. Una de las razones por las que se van a volver a celebrar
elecciones en Turquía, cuando apenas han transcurrido dos meses desde
las anteriores, es para evitar que se consolide la presencia del HDP en
el parlamento. Durante las conversaciones mantenidas por el partido de
Erdogan, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), y el resto de fuerzas
políticas en lo que se ha insistido por parte del AKP es en esta
necesidad y la ofensiva militar contra el PKK se enmarca en la línea de
descrédito de los kurdos puesto que el HDP recibió una buena parte de
votos de sectores turcos de izquierda, más o menos "moderada" y al
sobrepasar la barrera del 10% de los votos, necesaria para entrar en el
parlamento impidió que el AKP revalidase la mayoría absoluta de que
había venido disfrutando desde 2002. Dado que el HDP es un claro
mediador entre el PKK y el gobierno turco, el que este partido
desaparezca del parlamento es un objetivo inmediato de Erdogan porque su
sola presencia dificulta la estrategia genocida turca.
Por lo tanto, ni Turquía ni EEUU van a aceptar que el
PYD se consolide en las zonas liberadas al llamado Estado Islámico en el
Kurdistán sirio. EEUU está manteniendo conversaciones con el PYD para
que consienta que en esas zonas operen las "fuerzas de oposición
moderadas [al gobierno de Al-Assad]" que está formando, entrenando y
armando en campamentos de Jordania. Una vez asentados estos mercenarios
en ellas, se convertirán en "zonas seguras". Aquí Turquía y EEUU
discrepan sobre lo que supondría ser "zona segura". Para el gobierno de
Erdogan, sólo puede ser "segura" si se implanta en ella una "zona de
exclusión aérea" en la que no pueda incursionar la aviación del Ejército
Árabe Sirio del gobierno de Damasco. Y esta pretensión se enmarca en lo
que el Ejército turco llama "creación de zonas militares cerradas" - es
decir, en la práctica bajo estado de sitio en las que la población
estará bajo control y en la que se realizarán las operaciones militares
contra el PKK- en el sur de Turquía y que, curiosamente, están
colindantes con las pretendidas "zonas seguras" que se quiere implantar
en el norte de Siria. En Washington hay ahora mismo un debate sobre si
conviene dar este paso, como ha sugerido de forma abierta el general
John Alen, o si eso implicaría un mayor enfrentamiento con Rusia, el
gran sostenedor del gobierno de Al-Assad.
Así tenemos que en el mes de agosto se comenzó a vivir
una escalada de la guerra en Siria, incluyendo una intensificación de
los combates en ciudades cercanas a Damasco. Y, al mismo tiempo, una
intensificación de los contactos y esfuerzos diplomáticos para impedir
esa guerra que tanto Turquía como EEUU quieren agudizar. Son tres países
quienes se han puesto a ello: Rusia, la propia Siria e Irán, cada uno
desde su propia óptica. Rusia lo está haciendo desde el punto de vista
diplomático, Siria desde el punto de vista militar, Irán desde el más
claro del apoyo público. Incluso se podría añadir un cuarto país: Arabia
Saudita.
Rusia y los países del Golfo Pérsico (incluyendo Yemen)
En los últimos meses se está asistiendo a un curioso
giro de Arabia Saudita. De ser uno de los principales agresores de Rusia
(con el petróleo como arma, apoyando que se abaraten los precios) a ser
uno de los principales interlocutores. La historia del cambio de
postura saudita empieza en junio, en el Foro Económico Internacional de
San Petersburgo. Un foro que boicoteó Occidente argumentando las
sanciones impuestas por Ucrania y que fue rápidamente aprovechado por
otros países para ocupar el espacio vacío dejado por Occidente. Uno de
ellos, Arabia Saudita. Se inició entonces un acercamiento que está yendo
cada vez a más y que comenzó con un acuerdo de colaboración sobre la
energía nuclear. Rusia tiene mucho que aportar en ese campo y Arabia
Saudita está pensando de una forma muy seria cómo reemplazar en el medio
plazo al petróleo como fuente energética. Luego llegó en julio otra
noticia de calado: Arabia Saudita invertirá 10.000 de dólares en la
economía rusa. En unos momentos en los que Occidente impulsa las
sanciones contra Rusia, el que un país aliado tradicional suyo como el
árabe dé este paso y se desmarque de las sanciones es algo más que
relevante.
Lo que empezó con un acuerdo comercial se ha ido
transformando en un cuasi-acuerdo político con Siria como referente.
Aunque las diferencias aún son muchas, por ejemplo en cuanto al
mantenimiento o no de Al-Assad como presidente (11), el camino hacia el
acuerdo se está haciendo cada vez más corto. Poco después del Foro de
San Petersburgo tuvo lugar en Moscú una reunión entre el Director de la
Oficina de Seguridad Nacional de Siria y el ministro de Defensa saudita.
Lo que se hablase ahí es un misterio, pero lo que no cabe duda es que a
partir de ella Arabia Saudita ha dado un giro, leve pero giro, a su
política respecto a Siria. Uno de los resultados más visibles de la
misma es que también en Moscú han tenido lugar las primeras
conversaciones directas entre el gobierno de Bashar al-Assad y la
llamada Coalición Nacional Siria. Nunca hasta ahora estos opositores,
armados y financiados desde el exterior, especialmente por Arabia
Saudita, habían aceptado una invitación así y unas conversaciones
directas.
Este movimiento se puede interpretar sólo de una manera:
Rusia y Arabia Saudita se sitúan en una parte del tablero, mientras que
Turquía y EEUU están en otro. Los recientes ataques del llamado EI en
Arabia Saudita parece que están comenzando a poner de los nervios a la
casa Saud, cada vez más consciente de que ha estado alimentando un alien
que ahora amenaza con devorarla a ella (y de que este alien es una
herramienta estadounidense para debilitarla; aquí habría que añadir el
enfrentamiento existente por el precio y extracción del petróleo con la
fracturación hidráulica que está haciendo de EEUU autosuficiente y
cuasi-exportador en estos momentos). Si finalmente se produce la visita
del rey saudita a Moscú, como se ha dicho que se estaría negociando, se
puede hablar ya abiertamente de que Arabia Saudita está buscando una
puerta de salida del avispero sirio.
Hay un dato, además, que ayuda a comprender este giro
saudita: Yemen. Los intereses geoestratégicos sauditas son aquí mucho
más importantes que en Siria y si en este ya se han agitado las avispas,
en Yemen lo que está ocurriendo es que el empantanamiento saudita es de
tal calibre (la aventura injerencista se inició en marzo) que está
comenzando a afectar tanto a sus arcas como a sus tropas.
Arabia Saudita está en estos momentos registrando un
déficit fiscal del 20% de su Producto Interior Bruto, según reconoce el
FMI en su último informe sobre este país (12). Hacía más de una década
que no sufría una situación parecida. La razón no son sólo los bajos
precios del petróleo, sino el coste de su aventura injerencista en
Yemen. A ello hay que añadir que el número de soldados sauditas muertos
se incrementa, con ataques de los rebeldes hutíes a puestos y bases
militares sauditas -como acaba de suceder en la provincia fronteriza de
Jizán- mientras que comienza a extenderse en el mundo, incluso en el
siempre sordo y mudo Occidente, la imagen de los civiles muertos por los
bombardeos sauditas y la hambruna, reconocida por la propia ONU, que
está afectando a la población yemení. La ONU ha tenido que reconocer que
"millones de yemeníes están en necesidad urgente de suministros
básicos". Además, hay que contar con que en el Yemen rebelde la
influencia iraní es grande, incluso mayor que la del país persa en
Siria.
Por eso Arabia Saudita ahora está realizando tímidos
movimientos para buscar una solución negociada en Yemen. Las reuniones
del segundo heredero de la corona saudita, y al mismo tiempo Ministro de
Defensa, Mohamed bin Salman, con diferentes interlocutores yemeníes se
multiplican (13) aunque aún no se ha reunido con los hutíes, sin los
cuales no hay acuerdo posible.
Pero Rusia no sólo ha establecido lazos con los
saudítas, sino con otro de los principales jugadores en la crisis siria:
Qatar. Este emirato viene financiando al Frente al-Nusra (de la
Victoria), cada vez más enfrentado con el llamado EI. Así que los
movimientos rusos en el emirato sólo tienen una explicación: integrar a
los cataríes en el frente anti-EI que viene impulsando Rusia desde hace
un tiempo. Aunque la propuesta rusa no va a cuajar en el corto plazo
porque eso supondría para sauditas y cataríes reconocer que han cometido
un error mayúsculo apoyando el derrocamiento de Al-Assad -dado que
tendrían que trabajar estrechamente con el gobierno sirio para combatir
al EI- el paso es significativo porque cada vez se enreda más el
conflicto y los enfrentamientos ya son de todos contra todos, por lo que
la propuesta rusa es la única que hay encima de la mesa para hacer
frente a esa amenaza.
Si los rusos son los únicos que han planteado una
estrategia contra el llamado EI, Irán es uno de los últimos que han
planteado una propuesta para resolver la crisis de Siria. Pero la
iniciativa de Irán ha sido consensuada con Rusia, según ha dicho el
primer ministro sirio Jaled al-Aboud. Aún no se conocen los detalles
exactos de esta propuesta, pero se sabe que será presentada ante la ONU
en breve plazo.
Unos movimientos para evitar la guerra
Estamos en el terreno de las especulaciones, pero la
impresión que dan todos los movimientos que se están haciendo es que si
el ministro sirio tiene razón, las dos iniciativas, la de Rusia y la de
Irán, se complementan. Y también, viendo cómo el Kremlin está situando a
sus militares, que si ambas iniciativas fracasan por el rechazo
occidental, al menos Rusia estará dispuesta a integrar a sus asesores
militares directamente en el conflicto sirio. El Kremlin lleva días
negando que haya un plan para enviar tropas aerotransportadas a Siria,
pero hay evidencias ciertas de que al menos los asesores militares que
ya están en Siria están teniendo un papel mucho más activo en la guerra.
Así habría que interpretar los últimos acontecimientos, como el derribo
de un avión israelí F-16, de fabricación estadounidense, el pasado 21
de agosto. No es una noticia que se haya difundido en Occidente, pero
curiosamente sí ha salido publicada tanto en Siria como en Rusia e Irán y
confirmada indirectamente por Israel.
Se han dado detalles técnicos que ponen de manifiesto
que sí, que se derribó ese avión. Con ser importante este hecho, aún lo
es más el cómo se le derribó. Y lo que se cuenta es la forma en que fue
derribado: primero, el Ejército Árabe Sirio lanzó dos misiles, un SA-2 y
un SA-9, con la finalidad de que fuese en ellos donde se centrasen las
contramedidas electrónicas del F-16 y entonces, unos momentos después,
se lanzó un S-300 que lo alcanzó de pleno. Esto significa dos cosas: la
primera, que Siria ha decidido responder a las constantes agresiones de
la aviación israelí, que ataca prácticamente cada mes objetivos sirios
con la excusa de que son "armas para Hizbulá", el movimiento
político-militar libanés que tiene de los nervios a Israel; la segunda,
que eso sólo se ha podido realizar con el visto bueno de Rusia, que con
esta medida habría dejado muy claro que ha levantado todo tipo de
restricciones sobre el uso de armamento avanzado ruso por el Ejército
sirio.
Este hecho bélico tiene lugar justo en el medio de dos
movimientos seguidos: la visita a Moscú de altos responsables del
Ejército sirio (el 17 de agosto) y el comienzo de la llegada a Damasco
de un alto número de consejeros militares rusos (24 de agosto). A partir
de aquí se ha venido especulando que Rusia estaría preparada para
enviar sus tropas aerotransportadas a Siria si la situación se complica
para el gobierno de Al-Assad, aunque eso ha sido desmentido por el
Kremlin.
Como estamos en el terreno de las especulaciones, lo más
probable es que estos movimientos de sirios y rusos tengan que ver,
además, con el hecho de que Obama ha autorizado al Pentágono a
bombardear a "cualquier entidad" que luche contra sus mercenarios de esa
famosa y fantasmagórica "oposición moderada" a quien se quiere
implantar en las "zonas seguras" que se quieren crear en el norte de
Siria. Esa denominación de "cualquier entidad" sirve para atacar al
Ejército Árabe Sirio si osase enfrentarse a los mercenarios, provocación
que llevaría a una intensificación abierta de la guerra, el bombardeo
de las instalaciones civiles y militares del gobierno de Al-Assad y el
cambio de régimen, la gran aspiración.
Es decir, Siria y Rusia están viendo cómo hacer frente a
esta amenaza e impedir un escenario tan nefasto como el de Libia. Y, de
paso, Rusia está enviando un mensaje muy claro a EEU: cuidado con lo
que estáis haciendo porque mis soldados pueden estar involucrados. En
ese caso, ya se estaría ante palabras, y actos, mayores.
El derribo del avión israelí se produce, también, cuando
tiene lugar en Rusia la feria de armas anual, Maks 2, en la que
presenta sus avances militares para la venta. Moscú está en estos
momentos lleno de delegaciones árabes, lógicamente junto a las de otros
países. Pero más allá de las delegaciones en busca de armas, lo que se
está moviendo en paralelo es otra cosa: Egipto, Jordania, Emiratos
Árabes Unidos y Arabia Saudita están gestionando visitas a Moscú y
entrevistas personales con Putin. El presidente egipcio, Abdel Fatah
al-Sisi, ya lo ha hecho. Tal movimiento de dirigentes árabes es
absolutamente inusual, máxime si tenemos en cuenta que desde Occidente
se lleva un año largo demonizando a Rusia y a Putin en particular.
Ni qué decir tiene que lo que se va a discutir en estos
encuentros es la propuesta rusa de "gran coalición" contra el llamado
EI. Casi hay que atreverse a decir que, de todas ellas, la más
importante es la del presidente egipcio. Las relaciones entre Egipto y
Rusia han visto un rápido fortalecimiento en el último año y medio
incluyendo una colaboración económica que casi vuelve a los niveles que
tuvo en las décadas 1960-1970 durante la presidencia del mítico Gamal
Abdel Nasser. Y eso, en unos momentos en que los movimientos
geopolíticos están en pleno auge en Oriente Próximo, sobre todo en torno
a Siria, adquiere una nueva dimensión. Sin perder de vista el nuevo
papel de Irán tras el acuerdo de Viena sobre su programa nuclear.
Se ha publicado que el presidente egipcio se reunió con
el representante saudita en esa feria de armas de Moscú (14) y que según
la versión ofrecida por el portavoz de la presidencia egipcia “ambos
revisaron los últimos acontecimientos que tienen lugar en varios países
de la región… haciendo hincapié en la necesidad de iniciar una acción
rápida para hacer frente a los peligros que amenazan la seguridad
nacional árabe, así como la paz y seguridad internacionales,
especialmente a la luz de la cada vez mayor propagación del terrorismo”.
Es decir, el plan ruso está comenzando a andar en el
mundo árabe y Egipto se convierte en uno de sus principales valedores.
Si ello supone un aval a la postura rusa sobre Al-Assad o no aún es
pronto para decirlo –aunque en la rueda de prensa conjunta con Putin
dijo Al-Sisi que “el único camino para Siria es la solución política”-,
pero lo que sí es evidente es que Egipto comparte la premisa rusa de que
la prioridad es derrotar al llamado EI y en esa derrota tiene que tener
un papel Al-Assad, guste o no.
Otro país que puede jugar un papel importante es
Jordania. La visita del rey Abdulá II a Moscú va a tener como objetivo
no sólo un acercamiento a Rusia sino el ser considerado el mediador,
junto con Egipto, con los países del Golfo Pérsico para que ablanden sus
posiciones respecto a Siria y las endurezcan sobre el llamado EI.
Estamos asistiendo, y esto ya no es especulación, al
reconocimiento árabe del error comedido hace cuatro años cuando dieron
por buena la estrategia para derrocar a Al-Assad sin tener en cuenta los
intereses rusos en ese país. Ahora tienen que rectificar y reconocer
que Rusia es un actor importante no sólo en Siria, sino en todo Oriente
Próximo, una zona que está ahora mismo en ebullición y en la que se
están produciendo movimientos geopolíticos claros para evitar que esa
ebullición llegue hasta el punto de estallido.
Cada vez está más claro en el mundo árabe que no se
quiere otro caos como el de Libia, por lo que quienes abogan por el
derrocamiento de Al-Assad son ahora muchos menos que hace un tiempo. Por
eso estos seis meses que quedan para que Irán reciba parte de sus
fondos congelados van a ser cruciales: mientras unos quieren el
estallido, otros están haciendo todo lo posible por evitarlo.
Notas:
(1) Reuters, 16 de agosto de 2015.
(2) Alberto Cruz: "La potencialidad transformadora de la
resistencia kurda en Kobani”,
http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1916
(3) Financial Times, 24 de agosto de 2015, y As-Safir (Líbano), 25 de agosto de 2015, es quien habla del 75%.
(4) Ibid.
(5) Middle East Eye, 24 de agosto de 2015.
(6) Middle East Online, 1 de agosto de 2015.
(7) As-Safir, 25 de agosto de 2015.
(8) Ibid.
(9) Alberto Cruz, Ibid.
(10) Reuters, 25 de agosto de 2015.
(11) France Press, 13 de agosto de 2015.
(12) As-Safir, 26 de agosto de 2015.
(13) Saudi Press Agency, 26 de agosto de 2015.
(14) As-Safir. 26 de agosto de 2015.
Alberto Cruz es periodista, politólogo y
escritor. Su nuevo libro es “Las brujas de la noche. El 46 Regimiento
“Taman” de aviadoras soviéticas en la II Guerra Mundial”, editado por La
Caída con la colaboración del CEPRID.
Los pedidos se pueden hacer a libros.lacaida@gmail.com o bien a ceprid@nodo50.org También se le puede encontrar en librerías.
albercruz@eresmas.com
http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php/local/cache-vignettes/l363xh500/spip.php?article2050
El suicidio de la izquierda árabe . Alberto Cruz.
"A veces la gente tiene una creencia fundamental muy fuerte. Cuando están ante pruebas que van en contra de esa creencia, la nueva evidencia no puede ser aceptada. Se crearía una sensación muy incómoda, llamada disonancia cognitiva. Y
debido a que es tan importante proteger esa creencia fundamental, se
racionalizará, ignorara e incluso negará aquello que no encaja con la
creencia fundamental".
Frantz Fanon (“Los condenados de la tierra”)
Una consecuencia de la derrota neonazi en Ucrania: la batalla entre oligarcas. Alberto Cruz y mas del autor
CEPRID El capitalismo oligárquico tiene el control absoluto de Ucrania. Tras la desaparición de la URSS en Ucrania, como en otros países ex socialistas, se produjo una especie de "selección natural" en la que los oligarcas fueron devorando uno tras otro los bienes del Estado y las pequeñas y medianas empresas que se habían puesto en marcha con la perestroika y la glasnost. Los oligarcas llegaron a un acuerdo tácito de reparto de poder territorial y económico hasta el punto que el 80% de la economía del país, en términos del Producto Interior Bruto, está en sus manos.
"Las brujas de la noche" (Prólogo de Ángeles Maestro)
Las
brujas de la noche: El 46 Regimiento “Taman” de aviadoras soviéticas
en la II Guerra Mundial es el nuevo libro de Alberto Cruz.
La palabra imposible no existe en nuestro Regimiento.
La memoria de las luchas de los oprimidos, sobre
todo de aquellas que lograron – aunque fuera efímeramente – derrotar a
las clases dominantes ha sido y será un elemento central de la batalla
ideológica.
Alemania:La Izquierda sin perdón (con la socialdemocracia y otras hierbas)
Die Linke (La Izquierda) celebró su congreso el 8 de junio. Salía de una serie de derrotas electorales en los land del Oeste de Alemania y muchos daban a la formación de izquierda como finiquitada (1). En ese congreso, crucial para su futuro, se “refundó”.
Ucrania: El Donbáss y la destrucción del modelo liberal-oligárquico Alberto Cruz CEPRID... y mucho mas
La importancia de lo que ocurre en Ucrania es vital no sólo para los pueblos de Europa sino para los del resto del mundo. Ante la vuelta del fascismo, alentado por EEUU y la UE, ha aparecido un frente claramente antifascista y anti neoliberal-oligárquico que, si triunfa, será la esperanza de los pueblos.Con la llegada de los filonazis al poder en Ucrania se ha abierto un periodo político muy peligroso en el mundo. Por primera vez desde la II Guerra Mundial un gobierno tiene representantes de partidos fascistas como ministros y viceministros en áreas tan importantes como Fuerzas Armadas, Seguridad Nacional (Policía), Educación y Agricultura.Lucha de clases en Ucrania . x Alberto Cruz
Lo que está ocurriendo en Ucrania no es más que
una lucha de clases –a la que los aduladores del Maidán sienten una
especial aversión- que está alcanzando su punto álgido.
Las masacres fascistas de Odesa y Mariupol, la
negación de la victoria antifascista en la II Guerra Mundial y la
falsificación histórica que conlleva, así como la “rehabilitación” de
los colaboracionistas con los nazis, y el ataque contra la población
insurrecta de Donestsk, Luganks y Járkov escenifica de forma palpable lo
que está ocurriendo en Ucrania.
También deja en evidencia a quienes,
como de costumbre, se han pasado semanas alabando iniciativas como las
del Maidán y luego se escabullen de la escena intentando evitar que las
responsabilidades por lo que acontece les alcancen a ellos.
Ofensiva mundial contra Hizbulá, con Siria de fondo. Alberto Cruz
“Todos contra Hizbulá para acabar, de una vez, con Al-Assad”. Este es el lema que hoy agrupa a una parte del planeta una vez ha quedado patente que el gobierno de Bashar al-Assad lleva la iniciativa en la guerra que se desarrolla en Siria, recupera terreno y pone al borde del caos a la denominada –por Occidente, reaccionarios árabes y algunos progres- “oposición democrática”.El auge de la lucha socialista en China
Miércoles 16 de enero de 2013 por CEPRIDAlberto Cruz
El XVIII Congreso del Partido Comunista Chino ya es historia. Los análisis que se han hecho del mismo abarcan casi todos los aspectos menos uno: el pueblo chino. Y es que un examen detallado de las resoluciones de este congreso muestra un abierto temor de la dirigencia del Partido al auge de la lucha socialista en el país que, a lo largo de 2012, ha adquirido proporciones desconocidas en los últimos 30 años. Incluso hay quien habla, con más entusiasmo que realidad, de una nueva Revolución Cultural en ciernes y su sola mención hace que recorra un escalofrío por la espina dorsal de la élite china y el capitalismo occidental.
Adiós, Palestina, adiós: la lucha por el poder en Hamás
Crisis en la dirigencia de Hamas, por insólitos cambios de posición en la lucha contra el sionismo.
Palestina está en un punto crucial para su existencia como Estado. La lucha por el poder en Hamás está poniendo a la organización islamista en una disyuntiva crucial puesto que en función de quién se haga finalmente con el control dependerá, ni más ni menos, el futuro de Palestina como Estado independiente con un mínimo de viabilidad. El mini-Estado palestino de Gaza y los bantustanes de Cisjordania se vislumbra como algo inamovible cada vez con una nitidez mayor.
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