Se trata de la tierra. Los israelíes de Sderot sufren el fuego de
cohetes lanzados por los palestinos de Gaza y ahora los palestinos están
recibiendo su merecido. Claro. Pero, un momento: ¿cómo es que todos
esos palestinos —millón y medio en total— han acabado hacinados en Gaza?
Bueno, pues resulta que sus familias vivieron una vez en lo que ahora
se llama Israel. Y que fueron expulsados —o huyeron para salvar la vida—
cuando se creó el Estado de Israel.
Y resulta también que —se aconseja aquí tomar aire con una profunda
inspiración— las personas que vivían en Sderot a principios de 1948 no
eran israelíes sino árabes palestinos. Su aldea se llamaba Huj. Tampoco
eran enemigos de Israel. Dos años antes, esos mismos árabes habían
escondido del ejército británico a combatientes de la Haganah judía. Sin
embargo, cuando el 31 de mayo de 1948 el ejército israelí se plantó en
Huj expulsó a todos los habitantes árabes de la población, ¡a la Franja
de Gaza! Y se convirtieron en refugiados. David Ben Gurion (el primer
Primer Ministro de Israel) lo llamó una "acción injusta e
injustificada". Una pena. A los palestinos de Huj nunca se les permitió
regresar a sus hogares.
Y hoy, más de 6.000 descendientes de los palestinos de Huj —ahora
Sederot— viven en la misérrima Gaza entre los "terroristas" que Israel
proclama querer destruir y que disparan cohetes contra lo que otrora fue
Huj. Interesante historia.
Y lo mismo cabe decir por lo que respecta al derecho de autodefensa
de Israel. Lo hemos vuelto a oír hoy mismo. ¿Qué pasaría si los
ciudadanos de Londres fueran bombardeados como lo son los ciudadanos
israelíes? ¿Acaso no devolverían el golpe? Bueno, sí, pero los
británicos no tenemos a más de un millón de antiguos habitantes del
Reino Unido encerrados en campos de refugiados en unos pocos kilómetros
cuadrados alrededor de Hastings.
La última vez que se utilizó este argumento falaz fue en 2008, cuando
Israel invadió Gaza y mató al menos a 1.100 palestinos (tipo de cambio:
1.100 contra 13). ¿Qué pasaría si a Dublín la atacaran con cohetes?,
preguntó entonces el embajador de Israel. Ahora bien, en la década de
1970 la ciudad británica de Crossmaglen, en Irlanda del Norte, sufrió el
ataque de cohetes lanzados desde la República de Irlanda pero no por
ello la RAF se vengó bombardeando Dublín y matando a mujeres y niños
irlandeses. En Canadá, en 2008, los partidarios de Israel blandieron el
mismo argumento falaz. ¿Qué pasaría si a la gente de Vancouver o Toronto
o Montreal la atacasen con cohetes disparados desde sus propios
suburbios? ¿Cómo se sentirían? Sin embargo, los canadienses no han
empujado a campos de refugiados a los habitantes originales del
territorio canadiense.
Y ahora vámonos a Cisjordania. Al principio Benjamin Netanyahu dijo
que no podía hablar con el "Presidente" palestino Mahmoud Abbas porque
no representaba también a Hamas. Luego, cuando Abbas formó un gobierno
de unidad [con Hamas], Netanyahu dijo que no podía hablar con Abbas
porque se había aliado con la "terrorista" Hamas. Ahora dice que sólo se
puede hablar con Abbas si rompe con Hamas, aunque si lo hace dejará de
representar a Hamas.
Mientras tanto, el gran filósofo israelí de izquierdas Uri Avnery —90
años de edad y por fortuna tan recio como siempre—, ha llamado la
atención sobre la última obsesión de su país: el peligro de que Isis
lance un asalto hacia el oeste desde su “califato” sirio-irakí y llegue
hasta la ribera oriental del río Jordán.
"Y Netanyahu dijo", según Avnery, que "si no son detenidos por una
guarnición israelí permanente estacionada allí (en el río Jordán),
llegarán hasta las mismas puertas de Tel Aviv". La verdad, por supuesto,
es que la aviación israelí aplastaría a Isis en el mismo instante en
que osara cruzar la frontera con Jordania desde Irak o Siria.
La importancia de eso, sin embargo, es que si Israel mantiene su
ejército en el Jordán (para proteger a Israel de Isis), un futuro Estado
"Palestino" no tendrá fronteras y será un enclave dentro de Israel
rodeado por todas partes por territorio controlado por los israelíes.
"Igual que un bantustán sudafricano", dice Avnery. En otras palabras,
jamás existirá un Estado palestino "viable". Después de todo, ¿acaso no
es Isis lo mismo que Hamas? Por supuesto que no.
Pero no es eso lo que le oímos decir a Mark Regev, portavoz de
Netanyahu. No, lo que le dijo a Al Jazeera fue que Hamas era "una
organización terrorista extremista no muy diferente de Isis en Irak,
Hezbollah en el Líbano, Boko Haram ..." Basura. Hezbolá es una milicia
chií que en Siria combate a muerte contra los musulmanes sunitas de
Isis. Y Boko Haram —a miles de kilómetros de Israel— no es una amenaza
para Tel Aviv.
Pero usted ya ha captado el concepto. Los palestinos de Gaza —y, por
favor, olviden para siempre a los 6.000 palestinos cuyas familias son
oriundas de Sederot— están aliados con las decenas de miles de
islamistas que amenazan a Maliki en Bagdad, a Assad de Damasco o al
presidente Goodluck Jonathan en Abuja. Más interesante aún: si Isis se
dirige hacia las lindes de Cisjordania, ¿por qué el gobierno israelí
sigue construyendo allí colonias para los civiles israelíes de forma
ilegal y en tierras árabes?
Todo esto no tiene que ver solamente con el vil asesinato de tres
israelíes en la Cisjordania ocupada o con el vil asesinato de un
palestino en la Jerusalén Este ocupada. Tampoco con la detención de
numerosos militantes y políticos de Hamas en Cisjordania. Tampoco con
los cohetes. Como de costumbre, el meollo del asunto es la tierra.
Fuente: http://www.independent.co.uk/voices/the-true-gaza-backstory-that-the-israelis-arent-telling-this-week-9596120.htmlTraducido para Rebelión por LB
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