Cuando la Dignidad y la Revolución han de marchar de par. Declaración de Red Roja ante las Marchas de la Dignidad del 22M a Madrid
Declaración de Red Roja ante las Marchas de la Dignidad del 22M a Madrid
Desde
el trabajo activo que viene desarrollando en los preparativos de las
Marchas de la Dignidad del 22M a Madrid, Red Roja se suma al
llamamiento a la participación masiva en estas Marchas así como a
asistir a todas las actividades y jornadas de luchas previas (como
las del 23 de febrero y el 8 de marzo) que se han convocado.
Hacemos
este llamamiento con la esperanza puesta en que estas movilizaciones
se conviertan en una gran expresión de hartazgo unificado del
conjunto de la clase trabajadora y de todos los sectores que sufren
la brutal guerra social que el capital nos ha declarado en medio de
la gravísima crisis sistémica que arrastramos desde hace tanto
tiempo. Pero sobre todo intervenimos en estas Marchas con la vista
puesta en que no sean una expresión de indignación más, sino en
que sirvan con eficacia para hacer bascular las cosas, para que se dé
un vuelco en la situación que nos encamine hacia la única salida
que tenemos: la transformación revolucionaria que ponga al pueblo
trabajador a las riendas del poder. Sabemos que cada vez más gente
quiere eso. Cada vez más pueblo quiere MARCHAR de la pura
indignación a la fuerza para la resolución urgente que pasa por
desembarazarnos de toda esa cohorte de banqueros parásitos,
capitalistas sanguijuelas y mercenarios de la politiquería a su
servicio.
Somos
conscientes de que participamos en las marchas con quienes quieren
utilizar esta indignación en clave de “cumbrismo social”
electoralista para quitar a los "dóberman" del PP y
ponerse ellos. Esos mismos que, jugando a ser de izquierdas, se han
buscado una situación de beneficio propio durante décadas de
concertación parida por la Transición. Una décadas regadas de de
pactismo entreguista que han provocado una degradación socio-laboral
progresiva y que han desarmado ideológica y orgánicamente a las
clases trabajadoras, todo lo cual les ha hecho entrar en esta crisis
en la desunión, en la desmoralización, en la debilidad.
Pero
también sabemos que hoy más que nunca –y dada la propia crisis
histórica de nuestro movimiento revolucionario por el socialismo- la
recuperación de nuestra fuerza y la clarificación revolucionaria
entre la gente sólo puede venir de la movilización en la calle.
Clarificación
en la movilización,
no hay otra.
Pero
es que, además, vivimos tiempos en que la mera movilización contra
los golpes de la crisis social tiene mucho de proyección
revolucionaria. Porque más verdad es que, hoy, el puro reformismo y
los parches no tienen futuro alguno. Además, hasta los oportunistas
y reformistas a menudo se esconden en la fraseología revolucionaria.
Lo cual es otro síntoma de la profundidad de la crisis. En
definitiva, son tiempos en que las
movilizaciones persistentes por demandas pueden desembocar en
situaciones que favorezcan la salida revolucionaria.
Ellas son la escuela donde la gente en general forjará su particular
experiencia y extraerá sus conclusiones. La historia nos muestra
numerosos ejemplos, tal como tratamos en nuestras recientes jornadas
de formación.
Estas
Marchas tienen como causa principal la crisis social que se ha
extendido como un tsunami. Pero ya no son ni las del 15M ni, por
supuesto, nos vamos a encontrar en mitad de una simple reunión de
afiliados del sindicalismo oficial, como pasadas convocatorias de la
Cumbre Social. Ha mediado precisamente una experiencia de las propias
masas y, particularmente, de los sectores más movilizados.
En
este sentido, la Marchas son una primicia pues es la primera vez que
la línea revolucionaria ha obtenido un marco para trabajar;
y allí donde ha sabido hacerlo ha desbordado y tomado la iniciativa.
Se ha revelado en las propias reuniones. Como lo demuestra el debate
por establecer los lemas.
Precisamente,
con respecto a los lemas, nosotros pondremos el acento en el no pago
de la deuda sin “descafenaimientos”, coherentemente con nuestra
convicción de que hoy es la línea de demarcación a partir de la
cual hemos de acompañar al pueblo trabajador en la puesta en
cuestión de todo el institucionalismo de la Unión Europea y de sus
gobiernos títeres “patrios”. Y, en definitiva, a partir de la
asunción de esa línea demarcación, hemos de contribuir a que las
luchas y las movilizaciones terminen por cuestionar de raíz el
propio poder político.
Estas
Marchas ofrecen bastante posibilidad para la unidad por abajo de los
colectivos en lucha. Pero, ni mucho menos, debe darse la impresión
de unidad en las diferentes líneas políticas que atravesarán esta
movilización que se avecina. Marchar unidos en lo que se refiere a
la gente, mostrarse diferentes en los lemas en los que insistimos y
en las proyecciones de contenido y de poder popular que se persiguen.
Esa es la consigna.
Pero,
eso sí, sabemos que el pueblo no está para un debate de ideas para
ver a quién apoya antes de movilizarse. Sólo en el trabajo de
preparación de esta movilización nos ganaremos la legitimidad. Red
Roja llama a hacer de la propia preparación de las Marchas una
marcha de conciencia mediante actividades de esclarecimiento sobre el
largo camino recorrido hasta llegar a la actual degradación
sociolaboral. Al tiempo, las Marchas de futuro deben incluir también
una marcha a la memoria de las propias luchas. Recobrando el hilo
rojo. Y en todo momento debe contribuirse a que el pueblo vaya
concretando su poder permanente mediante la constitución de
organismos de base en centros de trabajo y de estudio, en los
barrios.
Las
mismas Marchas en sí ya requieren que haya un avance en la
autoorganización popular, incluyendo aquí todo lo relativo al
establecimiento de unos mecanismos de seguridad propios que impida
las provocaciones que querrán tendernos nuestros enemigos de clase,
de dentro y de fuera de los aparatos del Estado. Máxime cuando hay
mucho de imponderable, de imprevisible, en cuanto a qué va a ocurrir
una vez en Madrid, cuando las diferentes columnas se fundan con “el
Madrid que resiste”.
En
definitiva, estas movilizaciones deben ser una escuela de conciencia
para el pueblo y una fuente de fortalecimiento de su propio poder más
allá de las Marchas. Y para ello, hay que trabajar con un fuerte
espíritu revolucionario bien antes del día D…
Red
Roja llama especialmente a su militancia, a nuestros colaboradores,
simpatizantes y amigos a tener bien presente todo esto. Y a ser lxs
primerxs en trabajar ejemplarmente en los preparativos de las Marchas
y a ser los últimos en recoger los reconocimientos. Nuestro pueblo
que sufre necesita ahora ese esfuerzo de nuestra parte.
19
de febrero de 2014
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