Entre la creación y la evolución. Dossier divulgativo de ciencia doméstica. V. Antonio López


Basado en la serie televisiva Cosmos de Carl Edward Sagan (1934-1996).
Más conocido como Carl Sagan.
No faltarán algunos comentarios de su libro del mismo nombre y autor.
La serie televisiva emitida por National Geographic Chanel.
Este Dossier no tiene ánimo de lucro.

Se alienta la reproducción y reenvió sin ánimo de lucro
La imagen de portada: Posible configuración de la Tierra hace 4 mil millones de años con un solo continente y un solo océano, un volcán en el firmamento.
La imagen de contraportada: La Tierra en el firmamento apenas un pixel brillante, que Carl Sagan pidió a la NASA que la publicara.

COSMOS

No puedes convencer a un creyente de nada
porque sus creencias no están basadas en evidencias,
están basadas en una enraizada necesidad de creer”.
Carl Sagan


Los que provenimos de la cultura judeo-cristiana tenemos un déficit añadido a la comprensión ya de por sí difícil de nuestro universo – incluso yo diría hasta la musulmana, porque Mahoma descendía de la tribu judía de Abraham –, si a esto le añades que eres español y que perteneces a esa generación educada a sangre y fuego en la larga noche dictatorial franquista por una jerarquía religiosa fundamentalista, el abismo se me antoja insalvable.

Dicho esto, lo que sigue a continuación es un intento de acercarme un átomo a la comprensión del universo que nos rodea, como una aventura maravillosa y apasionante que nos ha sido posible observar a unos miles de millones de personas de este pequeño planeta que gira alrededor de una estrella mediana de una galaxia en un pequeño rincón del universo infinito.

Lo hago de la mano de un científico estadounidense llamado Carl Sagan, y de su serie Cosmos en National Geographic reemitida este verano de 2014 por Canal+. Sagan es un científico agnóstico no beligerante, fallecido aún joven de una enfermedad rara, su sencillez no exenta de rigor científico es de admirar. Tratar en este humilde dosier de una materia tan compleja y variada es una tarea pretenciosa e inalcanzable por mi parte, solo intentaré explicar el daño irreparable que han hecho y están haciendo las religiones fundamentalistas a la ciencia en general y al saber humano en particular.

Los que tenemos la suerte de poder disfrutar de las nuevas tecnologías siempre podremos comprar la serie o leer el libro, pero el daño fundamental ya está hecho, sumir al pueblo en la ignorancia y la sumisión para mayor gloria de las castas gobernantes y del poder oculto, cuando estos poderes se plantean el administrar y explotar otros planetas Carl Sagan lo definió de esta forma:

Hemos hecho un trabajo tan pésimo en lo que respecta a administrar nuestro planeta que deberíamos tener mucho cuidado antes de tratar de administrar otros. Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que la inmensa mayoría no sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre”.

El ser humano desde su inicio ha dado muestras de una inteligencia y curiosidad constante que se ha planteado las preguntas clásicas y eternas, ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Dónde nos dirigimos? Pero desde luego nuestros primeros días debieron ser muy duros.
Cuando mirábamos el universo siempre quisimos ver respuestas en las estrellas, dibujamos animales de fantasías con las más brillantes, aprendimos el ciclo de las cosechas y cuando debíamos cazar y sembrar, cuando ser nómadas y cuando ser sedentarios. Todas las mitologías y culturas tienen dioses astrales y divinidades que gobiernan nuestras vidas y nos conducen al final a nuestra última morada, no podemos culparlos de nada, con sus medios nosotros hubiésemos hecho lo mismo.

Ahora no, no podemos ignorar los conocimientos que nos preceden, no podemos alegar ignorancia, tenemos datos suficientes para saber algunas leyes básicas que rigen el universo, no podemos ser supersticiosos, ni culpar a los dioses de nuestro destino por este planeta, debemos ser honestos, nosotros nos seguimos haciendo las mismas preguntas que nuestros primeros descendientes, pero ya conocemos muchas reglas que nos alumbran el principio del camino.

Cierto, no las conocemos todas pero hemos dado los primeros pasos, toda meta comienza con un primer paso. Pero no será un camino de rosas, dada la condición humana de avaricia sin límites, la codicia y el afán de posesión incontrolado nos puede hacer regresar a la noche de los tiempos.

En palabras de Carl Sagan: 
 
Cada esfuerzo por clarificar lo que es ciencia y de generar entusiasmo popular sobre ella es un beneficio para nuestra civilización global. Del mismo modo, que demostrar la superficialidad de la superstición, la pseudociencia, el pensamiento new age (nuevo pensamiento) y el fundamentalismo religioso es un servicio a la civilización”.

LOS PRECURSORES

El universo no está hecho a medida del hombre;
tampoco le es hostil: simplemente le somos indiferente”.
Carl Sagan


Algunas de las más antiguas civilizaciones concibieron al universo desde una perspectiva geocéntrica, como en Babilonia en donde su visión del mundo estuvo representada de esta forma. En Occidente, el griego presocrático Anaximandro declaró a la Tierra como centro del universo, imaginó a esta como un pilar en forma de tambor equilibrado en sus cuatro puntos más distantes lo que, en su opinión, le permitió tener estabilidad. Pitágoras y sus seguidores hablaron por primera vez del planeta como una esfera, basándose en la observación de los eclipses; y en el siglo IV a. C. Platón junto a su estudiante Aristóteles escribieron textos del modelo geocéntrico de Anaximandro, fusionándolo con el esférico pitagórico. Pero fue el trabajo del astrónomo heleno Claudio Ptolomeo, especialmente su publicación llamada Almagesto expuesta en el siglo II de nuestra era, el cual sirvió durante un período de casi 1300 años como la norma en la cual se basaron tanto astrónomos europeos como islámicos.

Si bien el griego Aristarco presentó en el siglo III a. C. a la teoría heliocéntrica y más adelante el matemático hindú Aryabhata hizo lo mismo, ningún astrónomo desafió realmente el modelo geocéntrico hasta la llegada del polaco Nicolás Copérnico el cual causó una verdadera revolución en esta rama a nivel mundial, por lo cual es considerado el padre de la astronomía moderna. Esto debido a que, a diferencia de sus antecesores, su obra consiguió una amplia difusión pese a que fue concebida para circular en privado; el papa Clemente VII pidió información de este texto en 1533 y Lutero en el año 1539 lo calificó de; “(...) astrólogo advenedizo que pretende probar que la Tierra es la que gira”. La obra de Copérnico otorga dos movimientos a la tierra, uno de rotación en su propio eje cada 24 horas y uno de traslación alrededor del Sol cada año, con la particularidad de que este era circular y no elíptico como lo describimos hoy.

En el siglo XVII el trabajo de Copérnico fue impulsado por científicos como Galileo Galilei, quien ayudado con un nuevo invento, el telescopio, descubre que alrededor de Júpiter rotan satélites naturales que afectaron en gran forma la concepción de la teoría geocéntrica ya que estos cuerpos celestes no orbitaban a la Tierra; lo que ocasionó un gran conflicto entre la iglesia y los científicos que impulsaban esta teoría, el cual culminó con el apresamiento y sentencia del tribunal de la inquisición a Galileo por herejía al estar su idea contrapuesta con el modelo clásico religioso. Su contemporáneo Johannes Kepler, a partir del estudio de la órbita circular intentó explicar la traslación planetaria sin conseguir ningún resultado, por lo que reformuló sus teorías y
publicó, en el año 1609, las hoy conocidas Leyes de Kepler en su obra Astronomía Nova, en la que establece una órbita elíptica la cual se confirmó cuando predijo satisfactoriamente el tránsito de Venus del año 1631. Junto a ellos el científico británico Isaac Newton formuló y dio una explicación al movimiento planetario mediante sus leyes y el desarrollo del concepto de la gravedad.

En el año 1704 se acuñó el término sistema solar. El científico británico Edmund Halley dedicó sus estudios principalmente al análisis de las órbitas de los cometas. El mejoramiento del telescopio durante este tiempo permitió a los científicos de todo el mundo descubrir nuevas características de los cuerpos celestes que existen. A mediados del siglo XX, el 12 de abril de 1961, el cosmonauta Yuri Gagarin se convirtió en el primer hombre en el espacio; la misión estadounidense Apolo 11 al mando de Neil Armstrong llega a la Luna. En la actualidad, el Sistema Solar se estudia con ayuda de telescopios terrestres, observatorios espaciales y misiones espaciales.

Nicolás Copérnico (1473-1543) Fue un astrónomo del Renacimiento que formuló la teoría heliocéntrica del Sistema Solar, concebida en primera instancia por Aristarco de Samos. Su libro De revolutionibus orbium coelestium (Sobre las revoluciones de las esferas celestes) suele ser considerado como el punto inicial o fundador de la astronomía moderna, además de ser una pieza clave en lo que se llamó la Revolución Científica en la época del Renacimiento. Copérnico pasó cerca de veinticinco años trabajando en el desarrollo de su modelo heliocéntrico del universo. En aquella época resultó difícil que los científicos lo aceptaran, ya que suponía una auténtica revolución.
En 1533, Johann Albrecht Widmannstetter envió a Roma una serie de
cartas resumiendo la teoría de Copérnico. Éstas fueron oídas con gran interés por el papa Clemente VII y varios cardenales católicos.
Para 1536 el trabajo de Copérnico estaba cercano a su forma definitiva, y habían llegado rumores acerca de su teoría a oídos de toda Europa. Copérnico fue urgido a publicarlo desde diferentes partes del continente.
En una epístola fechada en noviembre de 1536, el arzobispo de Capua, Nikolaus Cardinal von Schönberg, pidió a Copérnico comunicar más
ampliamente sus ideas y solicitó una copia para sí. Algunos han sugerido que esta carta pudo haber hecho a Copérnico sospechoso al publicar, mientras que otros han sugerido que esto indicaba el deseo de la Iglesia de asegurarse que sus ideas fueran publicadas.
A pesar de la presión ejercida por parte de diversos grupos, Copérnico retrasó la publicación de su libro, tal vez por miedo a la crítica. Algunos historiadores consideran que, de ser así, estaba más preocupado por el impacto en el mundo científico que en el religioso.

Las ideas principales de su teoría eran:
1. Los movimientos celestes son uniformes, eternos, y circulares o compuestos de diversos ciclos (epiciclos).
2. El centro del universo se encuentra cerca del Sol.
3. Orbitando alrededor del Sol, en orden, se encuentran Mercurio, Venus, la Tierra y la Luna, Marte, Júpiter, Saturno. (Aún no se conocían Urano y Neptuno.)
4. Las estrellas son objetos distantes que permanecen fijos y por lo tanto no orbitan alrededor del Sol.
5. La Tierra tiene tres movimientos: la rotación diaria, la revolución anual, y la inclinación anual de su eje.
6. El movimiento retrógrado de los planetas es explicado por el movimiento de la Tierra.
7. La distancia de la Tierra al Sol es pequeña comparada con la distancia a otras estrellas.

Su obra maestra, De revolutionibus orbium coelestium (Sobre las revoluciones de las esferas celestes), fue escrita a lo largo de unos veinticinco años de trabajo (1507-1532) y fue publicada póstumamente en 1543 por Andreas Osiander, pero muchas de las ideas básicas y de las observaciones que contiene circularon a través de un opúsculo titulado De hypothesibus motuum coelestium a se constitutis commentariolus (no editado hasta 1878), que, pese a su brevedad, es de una gran precisión y claridad.

Copérnico estudió los escritos de los filósofos griegos buscando referencias al problema del movimiento terrestre, especialmente los pitagóricos y Heráclides Póntico, quienes creían en dicha teoría. En cuanto a la teoría heliocéntrica en sí, hasta donde se sabe hoy, fue concebida por primera vez por Aristarco de Samos (310-230 a. C.), a quien curiosamente no nombra en su obra. Es preciso centrar el valor real de sus estudios en el hecho de reimponer teorías
ya rechazadas por el «sentido común» y de darles una estructuración coherente y científica.

La ruptura básica que representaba para la ideología religiosa medieval, la sustitución de un cosmos cerrado y jerarquizado, con el hombre como centro, por un universo homogéneo e indeterminado (y a la postre incluso infinito), situado alrededor del Sol, hizo dudar a Copérnico de publicar su obra, siendo consciente de que aquello le podía acarrear problemas con la Iglesia; por desgracia, a causa de una enfermedad que le produjo la muerte, no alcanzó a verla publicada. Copérnico aún estaba trabajando en el De revolutionibus orbium coelestium (aunque aún no convencido de querer publicarlo) cuando en 1539 Georg Joachim Rheticus, un matemático de Wittenberg, llegó a Frombork. Philipp Melanchthon había arreglado para Rheticus su visita a diversos astrónomos y el estudio con ellos.

Rheticus se convirtió en el pupilo de Copérnico, viviendo con él durante dos años. Rheticus leyó el manuscrito de Copérnico y de inmediato escribió un resumen no técnico de sus principales teorías en la forma de una carta abierta dirigida a Schöner, su profesor de astrología en Núremberg, y más tarde publicó esta carta como un libro titulado Narratio Prima (primer recuento), en Dánzig en 1540. El amigo de Rheticus y mentor, Gasser Aquiles, publicó una segunda edición de la Narratio en Basilea en 1541. En 1542 Rheticus publicó un tratado de trigonometría escrito por Copérnico (incluido después en el segundo libro De revolutionibus). Bajo gran presión por parte de Rheticus, y habiendo visto la reacción favorable del público frente a su trabajo,

Copérnico finalmente accedió entregar el libro a su amigo cercano Tiedemann Giese, obispo of Chełmno (Kulm), a ser entregado a Rheticus para ser impreso por Johannes Petreius en Núremberg. La primera edición del De Revolutionibus aparece en 1543 (el mismo año de la muerte del autor), con una larga introducción en la que dedica la obra al Papa Pablo III, atribuyendo su motivo ostensible para escribirla a la incapacidad de los astrónomos previos para alcanzar un acuerdo en una teoría adecuada de los planetas y haciendo notar que si su sistema incrementaba la exactitud de las predicciones astronómicas, esto permitiría que la Iglesia desarrollara un calendario más exacto (un tema por entonces de gran interés y una de las razones para financiar la astronomía por parte de la Iglesia).

El trabajo en sí estaba dividido en seis libros:

1. Visión general de la teoría heliocéntrica, y una explicación corta de su concepción del mundo.
2. Básicamente teórico, presenta los principios de la astronomía esférica y una lista de las estrellas (como base para los argumentos desarrollados en libros siguientes).
3. Dedicado principalmente a los movimientos aparentes del Sol y a fenómenos relacionados.
4. Descripción de la Luna y sus
movimientos orbitales.
5. Explicación concreta del nuevo sistema.
6. Explicación concreta del nuevo sistema (continuación).



HÁGASE LA LUZ...

En algún sitio algo increíble espera ser descubierto”.
Carl Sagan

El telescopio tiene un origen un poco polémico respeto a su autoría, generalmente se atribuye su invención a Hans Lippershey, un fabricante de lentes alemán, pero recientes investigaciones del informático Nick Pelling divulgadas en la revista británica History Today, atribuyen la autoría a un gerundense llamado Juan Roget en 1590, cuyo invento habría sido copiado
(según esta investigación) por Zacharias Janssen, quien el día 17 de octubre (dos semanas después de que lo patentara Lippershey) intentó patentarlo.
Poco antes, el día 14, Jacob Metius también había intentado patentarlo. Fueron estos hechos los que despertaron las suspicacias de Nick Pelling quien, basándose en las pesquisas de José María Simón de Guilleuma (1886-1965), sugiere que el legítimo inventor fue Juan Roget. En varios países se ha difundido la idea errónea de que el inventor fue el holandés Christian Huygens, que nació en 1629 y diseñó lentes focales muy avanzadas, pero no el telescopio.

Juan Roget era hijo de Ramón Roget de Angoulême, (Francia). De acuerdo con el optometrista catalán e historiador aficionado Simon de Gualleuma, Juan se habría casado con Juana de Malaville y emigrado a la ciudad catalana de Girona, en España, donde trabajaría como maestro fabricante de anteojos. Su hermano Pedro Roget, también era un fabricante de anteojos, se instaló en Barcelona en la plaza del Blat y dos de los hijos de Pedro, Magí y Miguel, también se convirtieron en maestros fabricantes de anteojos. El registro de muertes de la catedral de Rodez en Aveyron recoge la muerte de Juana Roget el 7 de agosto 1614. No se sabe la fecha de su nacimiento y no se tiene constancia del registro de la muerte de Juan Roget, porque en el libro de registro de muertes entre 1617 y 1624 faltan las páginas, siendo probable su muerte entre esas dos fechas.

Galileo Galilei, al recibir noticias de este invento, decidió diseñar y construir uno. En 1609 mostró el primer telescopio astronómico registrado. Gracias a él, hizo grandes descubrimientos en astronomía, entre los que destaca la observación, el 7 de enero de 1610, de cuatro de las lunas de Júpiter girando en torno a ese planeta.
Conocido hasta entonces como la lente espía, el nombre “telescopio” fue propuesto por el matemático griego Giovanni Demisiani el 14 de abril de 1611, durante una cena en Roma en honor de Galileo, una reunión en la que los asistentes pudieron observar las lunas de Júpiter por medio del aparato que el célebre astrónomo había traído consigo.

Existen varios tipos de telescopio: refractores, que utilizan lentes;
reflectores, que tienen un espejo cóncavo en lugar de la lente del objetivo, y catadióptricos, que poseen un espejo cóncavo y una lente correctora que sostiene además un espejo secundario. El telescopio reflector fue inventado por Isaac Newton en 1688 y constituyó un importante avance sobre los telescopios de su época al corregir fácilmente la aberración cromática característica de los telescopios refractores.


...Y SIN EMBARGO SE MUEVE

La ausencia de pruebas no es prueba de ausencias”.
Carl Sagan

Cuando la Tierra dejó de ser el centro del universo los fundamentalistas removieron Roma con Santiago o removieron cielo y tierra, y en el epicentro de este terremoto estuvo Galileo Galilei.

Galileo Galilei (1564 – 1642) Fue un astrónomo, filósofo, ingeniero, matemático y físico italiano que estuvo relacionado estrechamente con la revolución científica. 
Eminente hombre del Renacimiento, mostró interés por casi todas las ciencias y artes (música, literatura, pintura). Sus logros incluyen la mejora del telescopio, gran variedad de observaciones astronómicas, la primera ley del movimiento y un apoyo determinante para el copernicanismo. Ha sido considerado como el «padre de la astronomía moderna», el «padre de la física moderna» y el «padre de la ciencia».

Su trabajo experimental es considerado complementario a los escritos de Francis Bacon en el establecimiento del moderno método científico y su carrera científica es complementaria a la de Johannes Kepler. Su trabajo se considera una ruptura de las teorías asentadas de la física aristotélica y su enfrentamiento con la Inquisición romana de la Iglesia católica suele presentarse como el mejor ejemplo de conflicto entre religión y ciencia en la sociedad occidental.
Galileo Galilei tiene un trabajo astronómico innumerable, pero se topó con la iglesia y eso es como topar contra el mismísimo dios todopoderoso, querido Sancho. La frase que inicia este capítulo no se sabe si la pronunció delante del Tribunal de la Santa Fe (Inquisición), o la pronunció en otro lugar, algunos historiadores dudan de que Galileo fuera capaz de hacerlo ante los inquisidores, veamos ese apartado de su vida.

La condena de 1633

El 21 de febrero de 1632, Galileo, protegido por el papa Urbano VIII y el Gran Duque de Toscana Fernando II de Médicis, publica en Florencia su diálogo de los Massimi sistemi (Diálogo sobre los principales sistemas del mundo) (Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo), donde se burla implícitamente del geocentrismo de Ptolomeo. El Diálogo es a la vez una revolución y un verdadero escándalo. El libro es en efecto abiertamente pro-copernicano, ridiculizando audazmente la interdicción de 1616 (que no será levantada hasta 1812).
El Diálogo se desarrolla en Venecia durante cuatro jornadas entre tres interlocutores: Filipo Salviati, un florentino seguidor de Copérnico, Giovan Francesco Sagredo, un veneciano ilustrado sin tomar partido, y Simplicio, un mediocre defensor de la física aristotélica, un personaje que algunos quieren ver inspirado en Urbano VIII. Pero, mientras que se le reprocha el carácter ostensiblemente peyorativo del nombre, Galileo responde que se trata de Simplicio de Cilicia. Muchos autores coinciden en que Galileo no esperaba estas reacciones ni que el Papa reaccionara posicionándose entre sus enemigos.
 
En estos cuatro días de discusión, Galileo, aunque lo tenía prohibido por el decreto de 1616, presenta dos nuevas pruebas de carácter experimental y observacional a favor de la teoría copernicana. La basada en el movimiento de las mareas, errónea, y la basada en la rotación de las manchas solares, acertada y que refutaba tanto la ptolemaica (ya descartada por las fases de Venus), como la de Tycho Brahe, en cuya defensa se habían refugiado los jesuitas del Colegio Romano. Esto motivó la intervención de la Inquisición, que sólo le permitía a Galileo el presentar la teoría como mera hipótesis, y no presentar pruebas a su favor.
Por otra parte, Galileo tiene en Roma poderosos enemigos, fundamentalmente entre los jesuitas del Colegio Romano, especialmente Christoph Scheiner y Orazio Grassi, quienes se consideraban la rama intelectual de la Iglesia, y quienes pudieron ser quienes iniciaron el rumor de que el Papa Urbano era, en realidad, el simpático pero poco brillante Simplicio. Esto fue muy perjudicial para Galileo, pues en Roma era muy conocida la enorme autoestima del Papa. Por otro lado, tampoco ayudó a Galileo el escribir su citada obra en lengua vulgar, en vez de hacerlo en el idioma culto utilizado entonces entre los hombres de ciencia, el latín, pues a la Iglesia no le gustaba que las obras llegaran directamente al hombre de la calle.
El proceso realizado por la Inquisición fue irregular, pues a pesar de que el libro había pasado el filtro de los censores, se le acusaba de introducir doctrinas heréticas. Puesto que esto dejaba en mal lugar a dichos censores, la acusación oficial fue de violar la prohibición de 1616.
Galileo fue requerido para presentarse en Roma, sin embargo, estaba sumamente enfermo y agotado, y ya contaba 68 años, por lo que se demoró en acudir, además de que en esos momentos existía una epidemia de peste en Italia. Aunque presentó certificados médicos alegando estas circunstancias, a finales de diciembre de 1632 fue conminado a acudir inmediatamente de grado o por fuerza. Que no era voluntad suya el retrasar el viaje lo prueba el que, debido a la peste, fuera retenido por espacio de 42 días para abandonar la Toscana. Por otra parte, el trato recibido durante el proceso fue correcto, alojado en las habitaciones del palacio de la Inquisición, y recibiendo todas las atenciones que necesitaba, si bien no fue ningún trato especial distinto al resto de otras personalidades importantes y personas de su condición.
El proceso comenzó con un interrogatorio el 9 de abril de 1633, donde Galileo no reconoce haber recibido expresamente ninguna orden del cardenal Bellarmino. Por otra parte, dicha orden aparece en un acta que no estaba firmada ni por el cardenal ni por el propio Galileo. Con pruebas endebles es difícil realizar una condena, por lo que es conminado a confesar, con amenazas de tortura si no lo hace y promesas de un trato benevolente en caso contrario. Galileo acepta confesar, lo que lleva a cabo en una comparecencia ante el tribunal el 30 de abril. Una vez obtenida la confesión, se produce la condena el 21 de junio. Al día siguiente, en el convento romano de Santa María sopra Minerva, le es leída la sentencia, donde se le condena a prisión perpetua, y se le conmina a abjurar de sus ideas, cosa que hace seguidamente. Tras la abjuración el Papa conmuta la prisión por arresto domiciliario de por vida.
Giuseppe Baretti afirmó que después de la abjuración Galileo dijo la famosa frase “Eppur si muove” (Y sin embargo se mueve), pero según Stillman Drake Galileo no pronunció la famosa frase en ese momento ya que no se encontraba en situación de libertad y sin duda era desafiante hacerlo ante el tribunal de cardenales de la Inquisición. Para Stillman si esa frase fue pronunciada lo fue en otro momento.
El texto de la sentencia fue difundido por doquier: en Roma el 2 de julio y en Florencia el 12 de agosto. La noticia llega a Alemania a finales de agosto, en Bélgica en septiembre. Los decretos del Santo Oficio no se publicarán jamás en Francia, pero, prudentemente, René Descartes renuncia a la publicación de su Mundo.
Muchos (entre ellos Descartes), en la época, pensaron que Galileo era la víctima de una confabulación de los jesuitas, que se vengaban así de la afrenta sufrida por el jesuita Horazio Grassi en el Saggiatore (Ensayador). Galileo se burló despiadadamente de Horazio cuando este explica que los planetas son formas gaseosas y no cuerpos sólidos.

El fin

Galileo permanece confinado en su residencia en su casa de Florencia desde diciembre de 1633 a 1638. Allí recibe algunas visitas, lo que le permitió que alguna de sus obras en curso de redacción pudiera cruzar la frontera. Estos libros aparecieron en Estrasburgo y en París en traducción latina.
La condena no ha impedido el hecho científico que tozudo y pertinaz se manifiesta hasta que alguien lo descubre. Esta es la historia de siempre el fanatismo, el fundamentalismo religioso es un enemigo de la verdad, de la ciencia y del trabajo de los hombres sabios. Galileo muere en Florencia en 1642.
Pues sí, hoy sabemos que se mueve y lo hace de cuatro formas, sobre sí misma (rotación) cada 24 horas, al rededor del sol (traslación) cada 365 días más o menos, otro de inclinación del eje (precesión ) y por último el menos conocido debido a la oscilación (nutación). 
Breve explicación de los dos movimientos menos conocidos

MOVIMIENTO DE PRECESIÓN
 
La precesión de los equinoccios (el cambio lento y gradual en la orientación del eje de rotación de la Tierra) se debe al movimiento de
precesión de la Tierra causado por el momento de fuerza ejercido por el sistema Tierra-Sol en función de la inclinación del eje de rotación terrestre con respecto al Sol (alrededor de 23,43°).
La inclinación del eje terrestre varia de 23º a 27º, ya que depende (entre otras causas) de los movimientos telúricos. En febrero del 2010, se registró una variación del eje terrestre de 8 centímetros aproximadamente, por causa del terremoto de 8,8° en la escala de Richter que afectó a Chile. En tanto que el maremoto y consecuente tsunami que azotó al sudeste asiático en el año 2004, desplazó 17,8 centímetros al eje terrestre.
Debido a lo anterior, la duración de una vuelta completa de precesión nunca es exacta; no obstante, los científicos la han estimado en un rango
aproximado de entre 25.700 y 25.900 años. A este ciclo se le denomina año platónico


MOVIMIENTO DE NUTACIÓN

Este es el más complejo de todos. Esto sucede con cualquier cuerpo simétrico o esferoide girando sobre su eje; un trompo (peonza) es un buen ejemplo, pues cuando cae comienza la precesión. Como consecuencia del movimiento de caída, la púa del trompo se apoya en el suelo con más fuerza, de modo que aumenta la fuerza de reacción vertical, que finalmente llegará a ser mayor que el peso. Cuando esto sucede, el centro de masa del trompo comienza a acelerar hacia arriba. El proceso se repite, y el movimiento se compone de una precesión acompañada de una oscilación del eje de rotación hacia abajo y hacia arriba, que recibe el nombre de nutación.
Para el caso de la Tierra, la nutación es la oscilación periódica del polo de la Tierra alrededor de su posición media en la esfera celeste, debido a las fuerzas externas de atracción gravitatoria entre la Luna y el Sol con la Tierra. Esta oscilación es similar al movimiento de una peonza (trompo) cuando pierde fuerza y está a punto de caerse. La Tierra se desplaza unos nueve segundos de arco cada 18,6 años, lo que supone que en una vuelta completa de precesión, la Tierra habrá realizado 1385 bucles

 
SUPERSTICIONES
En la Ciencia la única verdad sagrada,
es que no hay verdades sagradas”.
Carl Sagan

El ser humano en su afán por encontrar respuestas fáciles e inmediatas ha tendido a encontrar culpables a nuestros males en las supersticiones más absurdas. En lugar de ponerse a estudiar el ¿Por qué? mira al cielo, por ejemplo la aparición de un cometa era signo de desgracias, guerras, hambre, epidemias, etc., etc. Menos mal que hay otros seres humanos que se encargan de demostrarnos que todo o casi todo tiene explicación científica, si la explicación no llega pronto la supersticiones ocupan su lugar y se acomoda hasta que llega la verdad.
Para ilustrar el caso de los cometas debemos retroceder en el tiempo. Lo centraré en tres personajes científicos de la Inglaterra de mediados de siglo XVII principios del XVIII. El primero es un personaje controvertido muy conocido y que sin su aportación no podía haberse descubierto el origen de los cometas. Le dedicaré solo unas líneas aunque por su grandeza daría para varios libros. Se puede decir que su descubrimiento es el padre de la física actual. Me estoy refiriendo a:

Isaac Newton (1642-1727) Físico, filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático inglés, autor de los Philosophiae naturalis principia mathematica, más conocidos como los Principia, donde describió la Ley de la gravitación universal.
Tiene una variada y extensa biografía desde su nacimiento en la Navidad de 1642, tan pequeño que no esperaban que pasara de una semana de vida. Cuando nació, su padre ya había muerto y cuando su madre se volvió a casar se fue a vivir con sus abuelos maternos que no le dedicaron ninguna atención. Contra lo que pueda parecer escribió más sobre religión que sobre física, era un ferviente religioso partidario de Jehová porque no entendía ni creía en la santísima trinidad, realmente no tenía grandes estudios universitarios y era autodidacta. Preocupado por la misteriosa orbita de los planetas en torno al Sol descubrió que no eran fruto de la causalidad, sino por un orden que es aplicable a todo el universo, era por la ley gravitacional que tenían con el Sol, y que no caían sobre él por la elíptica que describían al acercarse que los repelía. Esta es la fórmula:

F = – G {m1 m2}/r2 ..u

Donde F es la fuerza, G es una constante que determina la intensidad de la fuerza y que sería medida años más tarde por Henry Cavendish en su célebre experimento de la balanza de torsión, m1 y m2 son las masas de dos cuerpos que se atraen entre sí y r es la distancia entre ambos cuerpos, siendo u el vector unitario que indica la dirección del movimiento (si bien existe cierta polémica acerca de que Cavendish hubiera medido realmente G, pues algunos estudiosos afirman que simplemente midió la masa terrestre).Por supuesto este asombroso equilibrio se lo atribuyo a la inmensa sabiduría de Jehová. Cuando presentó esta fórmula en la Real Sociedad de Londres, Robert Hooke le acusó de habérsela robado lo que ocasionó su alejamiento de la Real Sociedad y dejó inédita su formulación.

Robert Hooke (1635-1703) (No hay retratos de Hooke porque supuestamente cuando Newton llegó a la presidencia de la Real Sociedad de Londres en 1703 lo quemó). Es considerado uno de los científicos experimentales más importantes de la historia de la ciencia, polemista incansable con un genio creativo de primer orden. Sus intereses abarcaron campos tan dispares como la biología, la medicina, la horología (cronometría), la física planetaria, la mecánica de sólidos deformables, la microscopía, la náutica y la arquitectura. Participó en la creación de la primera sociedad científica de la historia, la Royal Society de Londres. Sus polémicas con Newton acerca de la paternidad de la Ley de la gravitación universal han pasado a formar parte de la historia de la ciencia: parece ser que Hooke era muy prolífico en ideas originales que luego rara vez desarrollaba.
Además de las observaciones publicadas en Micrographía y de la formulación de la Ley de la elasticidad, Hooke formuló la Teoría del
movimiento planetario como un problema de mecánica, y mantuvo continuas disputas con su contemporáneo Isaac Newton respecto a la teoría de la luz y la ley de la gravitación universal. En 1672 intentó comprobar que la Tierra se mueve en una elipse alrededor del Sol y seis años más tarde propuso la ley inversa del cuadrado.
 
Hooke alegaba haber descubierto él, la Ley de la gravitación universal (entendida como la ley inversa del cuadrado. Sí que está documentada su propuesta como una atracción atenuada de forma no especificada con la distancia), pero nunca demostró documentalmente este hecho. También mantuvo una durísima polémica que duraría decenios referida a la teoría de la luz, la cual Hooke afirmaba haber descrito en su Micrographia.

Edmund Halley (1656-1742) Fue un astrónomo, matemático y físico inglés, conocido por el cálculo de la órbita del cometa Halley. Hijo de un
acaudalado fabricante de jabón, nació en Haggerston, cerca de Londres, en 1656. A los 17 años se trasladó a Oxford.
Amigo íntimo de Isaac Newton gracias a la Ley de la gravitación universal descubrió la órbita del cometa que lleva hoy su nombre 1P/Halley, pudo predecir su aparición cada 76 años, estudiando a los clásicos griegos, aunque su órbita oscila entre los 74 en los periodos cortos y 79 en los periodos largos solo se puede ver desde la Tierra en los periodos cortos.
La última vez que pudo observar fue en 1986 por lo tanto la próxima vez será a mediados de 2061. Es posible que en la época de Newton no se hubiera publicado la Ley de la gravitación universal, de no haber sido por su amistad con Halley, pues se sabe que al primero no le preocupaba la publicación de su obra. Halley no solo pagó la impresión sino que se encargó de corregir pruebas y de otras labores editoriales. El libro original se vendió a las librerías por seis chelines, sin encuadernar. A su regreso de Santa Helena, en 1678, Halley recibió su maestría en Oxford. El mismo año fue elegido miembro de la Royal Society de Londres, de la que llegó a ser, sucesivamente, Clerk en 1686 y secretario en 1702, pero nunca fue su presidente; tal honor recayó en su amigo Newton en 1703. En 1691 presentó ante la Real Sociedad de Londres, su teoría de que la Tierra era hueca y que publicó en 1692, cuestión que no ha podido ser demostrada por nadie.

MENTIRAS

La vida es sólo un vistazo momentáneo de las maravillas
de este asombroso universo, y es triste que tantos
la estén malgastando soñando con fantasías espirituales”.
Carl Sagan

Entre la simpleza rayando la idiotez de los creacionistas y la compleja y maravillosa aventura del conocimiento científico de los evolucionistas siempre elegiré esto último. No tengo ninguna duda y quizás parezca un poco fanático pero vean Vds. y después seguimos discutiendo.

Creación del mundo según la Biblia
GÉNESIS 1:1-2:4
Día Uno – Dios creó la Noche y el Día
Día Dos –El Cielo y Mar
Día Tres – Los Árboles y todas las plantas
Día Cuatro – El Sol para el Día y la Luna para la noche
Día Cinco – Los Peces y las Aves
Día Seis – El Hombre/mujer (A su imagen y semejanza) y todos los animales
Día Siete – Descansó

¿Verdad que es asombroso? Qué precisión. Lo del primer día me tiene un poco preocupado ¿Cómo fue ese primer día y esa primera noche? Si aún no había creado ni el Sol ni la Luna hasta el 4º día. Debieron ser cuatro días sumidos en una especie de entrevelas gris, en blanco y negro. Así fue todo en un pis-pas o fue ¿un Big Bang? La verdad que es un poco aburrido, esta explicación debe ser para niños recién nacidos.
 
Pero aún hoy esto es sagrado para los más recalcitrantes fundamentalistas de la ortodoxia cristiana en una parte de EE.UU., que de vez en cuando arremeten contra los pertinaces evolucionistas que paso a paso somos más y trabajo, sudor y lágrimas nos ha costado llegar a donde se ha llegado.
Por último para zanjar esta polémica inútil que no lleva ninguna parte, ¿Cómo se apañaron Adán y Eva para saber que el 7º día debían descansar si no sabían sumar ni restar? ¿Estuvieron sin descansar hasta el fin de sus días? O ¿Se les dio una lección aplicada de matemáticas integrales para salir del apuro? ¿Qué pasa, que los peces y las aves no son animales?
Bromas aparte, hoy sabemos qué hace 4 mil millones de años atrás, la Tierra era casi un volcán dando vueltas alrededor del Sol, que el 90% de su superficie era agua en ebullición permanente, sabemos también que tenía un solo continente y un solo océano con simas más profundas que el Monte Everest la montaña más alta del mundo de 8.850 metros de altitud sobre el nivel del mar.
También sabemos qué hace 3.500 millones de años de esas profundidades marinas y de sus chimeneas volcánicas salió la primera bacteria que dio origen a la vida en este maravilloso planeta que algunos están dispuestos a devorar y destruir con sus ansias ilimitadas de codicia. A esto le siguió la primera glaciación pero la vida continuó en las profundidades marinas.
Todo lo que ocurrió después es solo producto de la evolución natural y ese fenómeno tan extraordinario es lo que debemos estudiar y comprender algún día, hombres y mujeres sabios nos han aportado lo que con su trabajo y dedicación han descubierto y podamos avanzar para llegar algún día a conocer el origen de la vida en este planeta y el universo que nos rodea. En esas estamos.

En palabras de Carl Sagan: “El estudio del universo es un viaje para descubrirnos a nosotros mismos”. Esta aventura de conocernos a nosotros mismos es más divertida y apasionante que la “creación divina”, al menos no se puede negar que nos lleva aplicados 190.000 años que se sepa, según los restos más antiguos encontrados del home sapiens hasta la fecha.
Los hombres y mujeres que nos han dejado sus descubrimientos no son
nada comparados con los descubrimientos que harán los futuros seres humanos de este planeta, en algún sitio del universo algo increíble espera a ser descubierto, por que cómo decía Carl Sagan: “La primera gran virtud del hombre es la duda, y el primer gran defecto la fe”. Creer en lo que no se ve.

EVOLUCIÓN

La imaginación frecuentemente nos llevará a mundos que jamás fueron.
Pero sin ella, no iremos a ningún lado”.
Carl Sagan

Cuando hablamos de evolución un nombre sobresale por encima del resto:
Charles Darwin, y su obra, no exenta de polémicas e interpretaciones sesgadas y partidistas, muchas veces para justificar la esclavitud, la colonización, el imperialismo, la xenofobia, la homofobia, la superioridad racial, el apartheid o los guetos. Charles Darwin dijo muchas veces que su estudio y su postulado nada tenía que ver con las luchas sociales o las guerras de colonización o imperialistas.
El largo proceso evolutivo de las especies de seres vivos ha dado lugar a que las han sobrevivido son las que mejor se han adaptado al entorno en el que viven, la selección natural ha eliminado aquellos rasgos o características que no eran necesarias para sobrevivir y han prevalecido las más inteligentes, fuertes, veloces, y adaptadas al medio donde viven.
Cómo se puede comprobar esto es todo lo contrario al postulado creacionistas de las religiones, Charles Darwin era un ferviente religioso y no quiso reconocer esta contradicción diciendo que la creación divina fue una fase primigenia y después se produjo el proceso evolutivo que el postuló.
La muerte de su hija Annie de 10 años quebrantó su fe religiosa tanto que desde entonces dejó de asistir a la iglesia, pero dejemos que sea el propio Darwin quien explique su propia evolución.
 
No me gusta manifestar mi opinión sobre cuestiones religiosas, nunca
me he considerado un ateo, el término agnóstico sería una descripción más correcta de mi estado actual de ánimo”.

La Historia de Lady Hope, publicada en 1915, describía cómo Darwin había vuelto al cristianismo en su lecho de muerte, aunque despertó las protestas de sus hijos y fue posteriormente refutada por los historiadores.
Lo que Darwin dijo en su lecho de muerte es que había merecido la pena vivir aunque solo fuera por ver a sus hijos cuidarle con tanto esmero en sus últimos días. Darwin había tenido 10 hijos, tres de ellos murieron siendo niños lo que más le dolió fue la muerte de Annie con la que sentía muy unido.
Charles Robert Darwin (1809 –1882) Fue un naturalista inglés que postuló que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común mediante un proceso denominado selección natural. La evolución fue aceptada como un hecho por la comunidad científica y por buena parte del público en vida de Darwin, mientras que su teoría de la evolución mediante selección natural no fue considerada como la explicación primaria del proceso evolutivo hasta los años 1930. Actualmente constituye la base de la síntesis evolutiva moderna. Con sus modificaciones, los descubrimientos científicos de Darwin aún siguen siendo el acta fundacional de la biología como ciencia, puesto que constituyen una explicación lógica que unifica las observaciones sobre la diversidad de la vida.
La presentación de la teoría de la selección natural ante la Sociedad Linneana no recibió demasiada atención. Tras la publicación del artículo en agosto en el periódico de la sociedad, se reimprimió en varias revistas y recibió algunas reseñas y cartas, pero el presidente de la Sociedad Linneana comentaba en mayo de 1858 que aquel año no estaba señalado por ningún descubrimiento revolucionario. Sólo una reseña le resultó a Darwin lo suficientemente incisiva como para tenerla en cuenta más tarde, el profesor Samuel Haughton de Dublín afirmaba que; “todo lo novedoso del artículo es falso, y lo verdadero ya es cosa dicha anteriormente”. Darwin se debatió durante trece meses para producir un extracto de su "gran libro", sufriendo enfermedades del corazón, pero recibiendo continuos ánimos de sus amigos científicos. Lyell lo dispuso todo para que lo publicara John Murray.
 
El origen de las especies mediante la selección natural o la conservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida (habitualmente conocido bajo el título abreviado de El origen de las especies) resultó inusitadamente popular, y el lote completo de 1250 copias tenía un número de suscriptores superior cuando salió a la venta en las librerías el 22 de noviembre de 1859. En el libro, Darwin expone una "extensa argumentación" a partir de observaciones detalladas e inferencias, y considera con anticipación las objeciones a su teoría.99 Su única alusión a la evolución humana fue un comentario moderado en el que se hablaba de que “se arrojará luz sobre el origen del hombre y su historia”. Su teoría se formula de modo sencillo en la Introducción donde dice:
Como de cada especie nacen muchos más individuos de los que pueden sobrevivir, y como, en consecuencia, hay una lucha por la vida, que se repite frecuentemente, se sigue que todo ser, si varía, por débilmente que sea, de algún modo provechoso para él bajo las complejas y a veces variables condiciones de la vida, tendrá mayor probabilidad de sobrevivir y, de ser así, será naturalmente seleccionado. Según el poderoso principio de la herencia, toda variedad seleccionada tenderá a propagar su nueva y modificada forma”.

En España hemos tenido también nuestro propio Darwin, que escribió el proceso evolutivo a través de la alimentación en el estudio “La alimentación, base de la biología evolucionista”, Alfaguara, 1978.

Faustino Cordón Bonet. (1909 - 1999) Biólogo español (nacido y fallecido en Madrid).
El científico español Faustino Cordón Bonet nació en Madrid en 1909.
Estudió la carrera de farmacia en la Universidad Complutense de esta ciudad, donde se licenció en 1931. Al comenzar la guerra civil española preparaba la oposición a cátedra de química orgánica, pero al finalizar ésta le obligaron a apartarse de la enseñanza. Desarrolló su carrera profesional en la industria privada dedicado a la investigación experimental.
Desde 1941 hasta 1945 trabajó en los laboratorios Zeltia. Su director fue el Dr. Fernando Calvet (bioquímico formado con los premios Nobel Euler y Wieland, y apartado de su cátedra universitaria por sus opiniones políticas) al que F. Cordón siempre consideró su maestro. Con él logró una buena preparación de químico experimental y aprendió a desarrollar con rigor su capacidad de observación en el laboratorio.
Su primer trabajo fue analizar por qué la insulina de ciertas marcas comerciales, una vez disuelta, presentaba una gran inestabilidad. Descubrió que la causa era la existencia de un enzima pancreático que denominó insulinasa y del que describió sus características.
Faustino Cordón nació el 22 de enero de 1909. Fue educado bajo la tutela de su abuelo, el cual era catedrático de Química Orgánica en la facultad de farmacia de la universidad Complutense de Madrid. Más tarde fue matriculado en el colegio del Pilar, donde estudió bachillerato; al terminarlo estuvo durante un año en París para estudiar dibujo. Al volver a España cursó los estudios de Farmacia en la Universidad de Madrid, carrera que realizó en dos años, estudiando por libre y presentándose sólo a los exámenes.
Trabajó en el laboratorio de la Institución Libre de Enseñanza, en la Residencia de Estudiantes, hasta que sus aspiraciones académicas se vieron interrumpidas por la Guerra Civil española. Al finalizar, decidió exiliarse, por sus tendencias políticas, pero fue detenido en Alicante; durante año y medio estuvo en la cárcel, donde perfeccionó sus conocimientos de alemán, estudió inglés e italiano y adquirió conocimientos de anatomía, fisiología y embriología comparadas. Cuando fue puesto en libertad, realizó estudios de Ciencias Exactas. En 1941 entró a trabajar como farmacéutico en los laboratorios Zeltia, en Porriño (Pontevedra). Allí realizó sus primeros trabajos de investigación como bioquímico y descubrió un enzima inactivador de la insulina, al que llamó insulinasa; con esta investigación llevada a cabo se doctoró en la universidad de Madrid. En 1945 obtuvo, por oposición, una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores para ir a Estados Unidos, pero no pudo ir.
En Madrid trabajó en los laboratorios del Instituto de Biología y Sueroterapia (IBYS), donde fundó y dirigió hacia 1958 el Departamento de Investigación, al frente del cual estuvo hasta 1966, pero ya en 1948 empezó a alejarse de su trabajo de enzimología dedicándose a la inmunología, y poco después a la Biología. Los resultados obtenidos en el IBYS fueron publicados en 23 volúmenes, aparecidos en la biblioteca IBYS de Ciencia Biológica en la editorial Revista de Occidente. Tras dos años de investigación en Puerto Rico, donde trabajó como profesor invitado en la Universidad, en 1970, y durante diez años, dirigió el Instituto de Biología Aplicada (IBA), de Madrid. Ya jubilado en 1979 creó la Fundación para la Investigación Teórica y aplicada sobre Biología Evolucionista (FIBE), donde prosiguió su labor teórica
Durante cinco años, desde 1978 hasta 1983, F. Cordón realizó su trabajo de investigación sobre el origen y naturaleza de la célula que redactó en el Tratado evolucionista de biología. Parte Segunda. Volumen I. Firmó con la comunidad Autónoma de Madrid un convenio para la elaboración de su monumental obra, titulada “La alimentación, base de la biología evolucionista”, Alfaguara, 1978, que consta de tres libros y recoge el trabajo de treinta años.
Murió en Madrid un 22 de febrero de 1999.

EVOLUCIÓN HUMANA

Somos polvo de estrellas
que piensa acerca de las estrellas”.
Carl Sagan

En el año 2013 un grupo de genetistas neoyorquinos hicieron una prueba de ADN a 100 personas, hombres y mujeres de todas las razas humanas y todos los continentes, con el propósito de sacar datos de su árbol
genealógico. Por extraño que parezca los resultados fueron sorprendentes. El 99,9% dieron como resultado que descendían todos/as de una zona situada en el sureste de África. Esto debe ser una mala noticia para los xenófobos y fascistas varios. Pero como no leen no se esterarán.
De esta misma zona hay dos ramas, una que se extendió hacia Europa y la otra hacia Australia, la rama de los que se instalaron en Europa es la misma que lo hizo en la India y el resto de Asia. En el último periodo glacial que terminó hace 10.000 años, el nivel del mar bajó cien metros, lo que dio origen a que se pudiera pasar al continente americano a pie por el estrecho de Bering entre Rusia y Alaska desde Asia, miles de años antes que Cristóbal Colón.

La rama americana desciende de dos ramas por igual, la europea y la asiática. En Europa se dio una circunstancia que no se produjo en otros continentes, se encontraron con aborígenes propios del continente, los neandertales, se piensa que convivieron juntos y por extrañas razones no descubiertas hasta hoy estos neandertales desparecieron para siempre. Algunos antropólogos dicen que por un tiempo breve convivieron el hombre de cromañón perteneciente a la especie homo sapiens, llegado de África y el neandertal originario de Europa y Asia, incluso que se produjeron hibridaciones entre estas dos especies, aunque esto último no se sabe a ciencia cierta.
En cuanto a sus características físicas del hombre neandertal, cabe
destacar su gran capacidad craneal (1500 cc, mayor que la nuestra), huesos más gruesos y pesados, complexión más fuerte pero no muy altos (sobre 1'60-1'70), notable prognatismo (mandíbula inferior adelantada), sin mentón, frente huidiza y marcados arcos supra-orbitales.
Convivían en una sociedad bastante adelantada; poseían una avanzada industria lítica (piedra), fabricaban herramientas con cuero, hierro y fuego, cuidaban a sus enfermos y ancianos, enterraban a sus muertos y desarrollaron un primitivo lenguaje para comunicarse

Si tuviésemos que explicar de forma sencilla las distintas especies de la Tierra imaginemos un frondoso árbol. Empezaríamos por decir que todas tenemos la misma raíz, la bacteria surgida del fondo del mar, que de esta salió un tronco principal y de este miles de ramas, de las ramas otras miles de ramitas y de las ramitas miles de hojas. Cuanto más cerca esté una hoja de otra, más cromosomas comparte con la de al lado, pero su ADN es prácticamente el mismo, nuestro origen es el mismo para todas las especies y nuestro pariente más cercano es el chimpancé, es la hoja más cercana a nosotros en este árbol genealógico de la humanidad.
Por lo tanto la creación del hombre fue mucho más compleja de lo que cuenta la Biblia, duró ciento de miles de años, esperemos que se prolongue millones de miles de años más.

EL FINAL DE LOS DIOSES

El cosmos es todo lo que es, todo lo que fue y todo lo que será. Nuestras más ligeras contemplaciones del cosmos nos hacen estremecer: Sentimos como un cosquilleo nos llena los nervios, una voz muda, una ligera sensación como de un recuerdo lejano o como si cayéramos desde gran altura. Sabemos que nos aproximamos al más grande de los misterios”.
Carl Sagan

El universo sigue expandiéndose, para los creyentes esto debe suponer que el “sumo hacedor” sigue trabajando, pero nada más lejos de la realidad es el propio universo el que no ceja en su crecimiento, por lo tanto es el último “Dios”. Muchos tienen una idea de dios idealizada e imaginaria, se lo imaginan como un anciano con barba blanca que vigila todos nuestros pasos y toma nota de nuestros “pecados” para recordárnoslos al final del mundo. Eso se ha terminado, hemos llegado al final de los dioses, somos polvo de estrellas que investiga sobre las estrellas y nuestro final es volver a ser polvo de nuevo.
Dentro de millones de años nuestra galaxia, la Vía Láctea, se fundirá con la más cercana a la nuestra, la galaxia de Andrómeda, y seguirán unidas otros millones de años armónicamente formando una nueva galaxia.
Sería pretencioso pensar que estamos solos en este universo como dice Carl Sagan; “Si estuviésemos solos en el Universo, seguro que sería una terrible pérdida de espacio”. La aventura de conocernos a nosotros mismos llegará algún día a descubrir otros seres inteligentes esperemos que ese encuentro sea pacífico y estemos preparados para ello. Termino este paseo por el Cosmos con otro astrónomo excelente, Hubble, el descubrió que el universo sigue su expansión, que las galaxias se alejan cada vez más unas de otras, para entenderlo imaginemos el universo como un gran globo que está continuamente inflándose.
Termino con otra frase de Carl Sagan al que le agradezco el esfuerzo de acercarnos a este misterio del universo con un lenguaje tan sencillo.
 
La Tierra es un lugar más bello para nuestros ojos que cualquiera que
conozcamos. Pero esa belleza ha sido esculpida por el cambio: el cambio suave, casi imperceptible, y el cambio repentino y violento. En el Cosmos no hay lugar que esté a salvo del cambio”.
Edwin Powell Hubble (1889-1953). Astrónomo y cosmólogo estadounidense. Se hizo célebre por descubrir la expansión del universo y estimar su tamaño y edad, aunque su contribución al conocimiento del universo es mucho más amplia y va más allá de esta premisa fundamental.

Comenzó su carrera profesional estudiando jurisprudencia en Chicago y Oxford, pero también se distinguió como atleta y boxeador. Uno de sus primeros descubrimientos se remonta a 1919, cuando demostró que en el interior de nuestra Galaxia existen nubes de hidrógeno que se hacen luminosas por la existencia de estrellas en su interior.
En 1923 descubrió las estrellas individuales que constituyen la nebulosa de la región externa de la galaxia de Andrómeda, y, gracias a la relación luminosidad-distancia que caracteriza a estas estrellas, pudo demostrar que Andrómeda no está en el interior de nuestra Galaxia, sino fuera, y que es un sistema de estrellas completamente similar al nuestro. Hubble introdujo asimismo un sistema de clasificación de las Galaxias según su estructura.
En 1929 Hubble comparó las distancias que había calculado para diferentes galaxias con los desplazamientos hacia el rojo fijados por Slipher para las mismas galaxias. Descubrió que cuanto más lejos estaba la galaxia, más alta era su velocidad de recesión. A esta relación se la conoce como la ley de los desplazamientos hacia el rojo o ley de Hubble; determina que la velocidad de una galaxia es proporcional a su distancia. La relación entre la velocidad de recesión de una galaxia y su distancia es la constante de Hubble. El valor de esta constante se calcula que está entre los 50 y los 100 km/s por megaparsec (1 megaparsec equivale a 1 millón de parsecs), aunque los datos más recientes apuntan a un valor comprendido entre los 60 y 70 km/s por megaparsec.
Como parece que las galaxias retroceden en todas direcciones desde la Vía Láctea, se podría pensar que nuestra galaxia es el centro del Universo. Sin embargo, esto no es así. Imaginemos un globo con puntos uniformemente separados. Al inflar el globo, un observador en un punto de su superficie vería cómo todos los demás puntos se alejan de él, igual que los observadores ven a todas las galaxias retroceder desde la Vía Láctea.
La analogía también nos proporciona una explicación sencilla de la ley de Hubble: el Universo se expande como un globo.
Antes de morir, Hubble participó también en el diseño del mastodóntico telescopio americano de Monte Palomar en California. En su honor, el Telescopio Espacial Hubble lleva su nombre.
Los primeros trabajos de Edwin Hubble en el observatorio del Monte Wilson se centraron en el estudio de lo que entonces se conocía como nebulosas. Por entonces, la forma y el tamaño de éstas se conocían razonablemente bien, pero se pensaba que todas formaban parte de nuestra galaxia.

Estaba claro que algunas nebulosas se encontraban en la galaxia y que, básicamente, eran gas iluminado por estrellas en su interior. En 1924 Hubble tuvo éxito al distinguir estrellas en la Nebulosa de Andrómeda. Usando la ley del periodo-luminosidad de Leavitt, pudo llegar a estimar su distancia, que calculó en 800.000 años luz, ocho veces más lejos que las estrellas más remotas conocidas (más tarde resultaría infravalorada). 
 
Carl Edward Sagan (1934 – 1996) Fue un astrónomo, astrofísico,
cosmólogo, escritor y divulgador científico estadounidense.
Sagan publicó numerosos artículos científicos y comunicaciones y fue autor, coautor o editor de más de una veintena de libros. Defensor del pensamiento escéptico científico y del método científico, fue también pionero de la exobiología, promotor de la búsqueda de inteligencia extraterrestre a través del Proyecto SETI e impulsó el envío de mensajes a bordo de sondas espaciales, destinados a informar a posibles civilizaciones extraterrestres acerca de la cultura humana. Mediante sus observaciones de la atmósfera de Venus, fue de los primeros científicos en estudiar el efecto invernadero a escala planetaria.
En la Universidad Cornell, Carl Sagan fue el primer científico en ocupar la Cátedra David Duncan de Astronomía y Ciencias del Espacio, creada en 1976, y fue director del Laboratorio de Estudios Planetarios.
Carl Sagan ha sido muy popular por sus libros de divulgación científica —en 1978, ganó el Premio Pulitzer de Literatura General de No Ficción por su libro Los Dragones del Edén—, por la galardonada serie documental de TV Cosmos: Un viaje personal, producida en 1980, de la que fue narrador y coautor, y por el libro Cosmos que fue publicado como complemento de la serie, además de por la novela Contacto, en la que se basa la película homónima de 1997. A lo largo de su vida, Sagan recibió numerosos premios y condecoraciones por su labor como comunicador de la ciencia y la cultura. Está considerado como uno de los divulgadores de la ciencia más carismáticos e influyentes, gracias a su capacidad de transmitir las ideas científicas y los aspectos culturales al público no especializado con sencillez no exenta de rigor, lo que ha dado origen a multitud de vocaciones científicas entre el público en general.

La idea de que Dios es un hombre blanco de grandes dimensiones y de larga barba blanca, sentado en el cielo y que lleva la cuenta de la muerte de cada gorrión es ridícula. Pero si por Dios uno entiende el conjunto de leyes físicas que gobiernan el universo, entonces está claro que dicho Dios existe. Este Dios es emocionalmente insatisfactorio... no tiene mucho sentido rezarle a la ley de la gravedad”.


Terminado de recopilar
En Madrid, 15 de agosto de 2014
V. Antonio López



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