Masivas movilizaciones populares exigen el fin del monarquia de Bahrein, la salida de las tropas saudies, la entrega del cadaver del manifestante asesinado por la policia en la cruenta represión de Abrildel, el fin de la represion...

La negativa del régimen de Al Jalifa a entregar el cuerpo de un manifestante asesinado ha aumentado la ira de los ciudadanos del pequeño reino del Golfo Pérsico. Las ciudades bareiníes volvieron el jueves a ser escenario de amplias protestas para condenar la represión que ejercen las fuerzas gubernamentales, respaldadas por tropas saudíes, contra los manifestantes.

Entre las movilizaciones, destacó la de Manama, la capital, donde los indignados exigieron a las autoridades entregar el cuerpo del manifestante asesinado Abdolaziz al-Abbar.

Al-Abbar, de 27 años, murió el pasado 18 de abril tras 55 días en coma debido a las heridas recibidas durante la violenta represión de las fuerzas gubernamentales contra una manifestación popular celebrada a finales de febrero en Saar, zona residencial en el oeste de Manama.

Rechazar la presencia de las fuerzas militares de Arabia Saudí en el territorio bareiní fue otro motivo que hizo salir a los manifestantes a las calles.

En el año 2011, tropas de Arabia Saudí llegaron a Baréin con el claro objetivo de apoyar a las fuerzas de Al Jalifa en la represión de las protestas antigubernamentales.

La libertad de los presos políticos, la retirada de las fuerzas saudíes del país y el fin de la monarquía en el poder desde hace más de 40 años son algunas de las principales demandas de los manifestantes.

msh/ncl/mrk
 
 

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