¡¡¡ Libertad para Carmen y Carlos, en defensa del derecho de huelga !!! 30 Mayo, 19 h. Manifestación. Video.
Viernes 30 Mayo, 19 h. Manifestación en Subdelegación del Gobierno. Granada
Hoy han confirmado la sentencia a Carlos y Carmen. Mañana seguirán en prisión algunos compañeros y otros estarán a punto de entrar. Seguiremos luchando y haciendo todo lo que esté en nuestras manos para frenar la oleada represiva.
http://carloscarmenabsolucion.wordpress.com/
http://www.sindicatoandaluz.org/?q=node/1364
COMUNICADO ANTE LA INMINENTE ENTRADA EN PRISIÓN DE CARLOS Y CARMEN
En la Huelga General del 29 de Marzo de 2012, el 15M de Granada
organizó un piquete informativo que recorrió las calles de la ciudad
reivindicando la lucha de l@s trabajador@s contra las reformas laborales
del ejecutivo. Much@s salimos a la calle ese día al grito de ¡viva la
lucha de l@s trabajador@s! y pidiendo a los comercios que cerraran en
solidaridad con la jornada de huelga. ¡Chapa y se acaba! fue lo que se
gritaba en los locales por los que se iba pasando, frase que no tuvo la
misma consecuencia para tod@s.
Carlos y Carmen fueron identificados aleatoriamente por la policía en
ese piquete a la salida de un bar, “La Champangería” (C/Martínez
Campos), el cual no cerró sus puertas, en su interior no hubo amenazas
ni actitudes violentas y no se le impidió a nadie que trabajase mientras
que el piquete estaba allí.Posteriormente, la propietaria del local
presentó una denuncia y, meses más tarde, en mayo de 2013, el fiscal
pidió en el juicio una “sentencia ejemplarizante, no sólo para ellos
sino para que a nadie se le ocurra hacer nada parecido”, algo contrario a
derecho. Finalmente, el juez l@s condenó a 3 años y un día de cárcel
por un “delito contra el derecho de los trabajadores” cuando,
paradójicamente, ell@s salieron a defender estos derechos y cuando no se
le impidió a nadie trabajar. Ahora, el recurso interpuesto por Carlos y
Carmen ha sido desestimado por la Audiencia Provincial de Granada,
ratificando ésta la sentencia judicial condenatoria, basada únicamente
en el testimonio de la propietaria del bar, sin ningún otro testigo o
prueba.
Queremos recordar que no es un caso aislado, centenares de personas
han sido condenadas en juicios políticos por participar en piquetes
durante la Huelga General del 29 M por el mismo “delito”. Además, muchas
personas han sido condenadas por participar en huelgas de su sector,
como Ana y Tamara o Serafín y Carlos en Galicia, Koldo en La Rioja,
todas ellas condenadas sin probarse su culpabilidad. En 2014 hay más de
40 procesos penales abiertos contra personas por participar en huelgas,
sumando un total de más de 140 años de cárcel las peticiones de pena de
la fiscalía. No nos olvidamos de Miguel e Isma, que llevan más de dos
meses en prisión preventiva tras las movilizaciones en Madrid del 22M de
este mismo año.
Sabemos que los fiscales tienen órdenes de llevar a los tribunales la
represión policial de las calles, sin duda alguna estamos asistiendo a
una persecución contra las movilizaciones y luchas sociales propia de
regímenes autoritarios: la Ley de Tasas judiciales, el proyecto de
reforma del Código Penal, la nueva Ley de Seguridad Ciudadana y Ley de
Seguridad Privada. Sabemos que es una estrategia ideada contra las
personas y movimientos que salen a luchar por sus derechos; hemos pasado
de la represión económica y administrativa, a través de las multas, a
la privación de libertad, con la condena de años de cárcel
Hoy han confirmado la sentencia a Carlos y Carmen. Mañana seguirán en prisión algunos compañeros y otros estarán a punto de entrar. Seguiremos luchando y haciendo todo lo que esté en nuestras manos para frenar la oleada represiva.
Denunciamos la estrategia de represión y criminalización de la
protesta social y exigimos la absolución de los imputados y liberación
de l@s compañer@s encarcelad@s.
¡FRENTE A LA REPRESIÓN, LUCHA!
¡FRENTE A LA INJUSTICA, SOLIDARIDAD!
¡LA LUCHA ES EL ÚNICO CAMINO!
¡NO AL ENCARCELAMIENTO DE CARLOS Y CARMEN!
http://www.sindicatoandaluz.org/?q=node/1364
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La represión de
los políticos e instituciones al servicio de las grandes patronales
crece, según la población va perdiendo el miedo y va defendiendo su
dignidad, según crece la resistencia y la respuesta obrera y
popular. Quieren aterrorizar a las trabajadoras y trabajadores, a
los jóvenes, a los hombres y mujeres del pueblo que cada día
defienden nuestros derechos y nuestra dignidad, y a quienes comienzan
a pensar que no hay otra manera de defender esos derechos que
organizándose, saliendo a la calle cuantas veces sea necesario, codo
con codo…
Vemos la brutalidad que
utilizan sus guardias ya sean mandados por la burguesía catalana,
vasca, madrileña sevillana... Esta sentencia de 3 años y un
día. La prisión de Miguel e Isma, los miles de
detenciones, de identificaciones, de multas, de apaleamientos, a
militantes del movimiento obrero y popular, continuados y
sistemáticos, los desahucios, desalojos de centros sociales,
recortes a las capas populares, nos empujan a defender a nuestra
gente, a no dejarles solxs, por que cuando nos tocan a unx nos tocan
a todxs. Y cuanto mas retrocedamos mas nos van a robar, mas nos van a
humillar, y juntxs somos invencibles, ellxs lo saben. Parece que
nosotrxs no.
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Carlos y Carmen se arriesgan a una pena de cárcel por participar en un piquete
Varios centenares de personas se concentran ante la Audiencia de
Granada para exigir la "absolución" de dos manifestantes por "atentar
contra los derechos de los trabajadores" en la huelga general de 2012
En
primera instancia les han caído tres años tras ser denunciados por la
dueña de un bar en el que irrumpieron con otras personas, pero Stop
Represión 15M cree que se busca una "sentencia ejemplarizante"
"Chapa y se acaba" fue uno de los muchos cánticos utilizados por los piquetes durante la huelga general del 29 de marzo de 2012 en Granada.
"Chapa" (es decir: baja la persiana, cierra el negocio) y "se acaba" la
protesta en tu local. Fue uno de los gritos que se escucharon nada más
comenzar oficialmente la jornada en un bar de la céntrica calle Martínez
Campos. Y también uno de los argumentos utilizados por un juez para que
dos personas se enfrenten hoy a una posible condena de tres años y un
día de prisión.
Se trata de Carmen y Carlos: dos de los integrantes de
aquel piquete, de "más de 200 personas", que trataron de hacer
efectivas, desde el primer minuto, las 24 horas estipuladas de huelga
general. Dos de las personas de un grupo más reducido (de medio
centenar) que entraron en el mencionado local, como ya habían hecho en
otros, para intentar que los dueños "se solidarizasen" con la protesta
(marcada especialmente por la recién aprobada reforma laboral).
En este caso, sin embargo, la conversación con la propietaria del establecimiento se alargó. "
Ocurrió lo habitual en una protesta así", explican desde el grupo Stop
Represión del 15M de Granada, aglutinador del piquete: "Cánticos,
pegatinas, ruido. Chapa y se acaba".
También una pintada en el interior del bar. Pero el diálogo con la
dueña y varios de los presentes allí, conocidos de ella, fue tenso desde
el principio, insultos mediante. La propietaria, nerviosa, acabó
llamando a la policía (si bien los dos agentes que acompañaban al
piquete desde el principio de la marcha no consideraron pertinente
intervenir en ningún momento). El grupo fue abandonando el local, pero
varios de los manifestantes se quedaron allí, dóciles, esperando a que
entraran los agentes para proceder a su identificación. Carmen entre
ellos, y cuenta que "al entrar" les pidieron los carnés de identidad "de
manera aleatoria".
El local siguió abierto, el piquete continuó su recorrido sin más
incidentes… Pero al día siguiente la dueña del bar interpuso una
denuncia por daños en el mobiliario. Entonces llegó la "sorpresa",
explica Carlos: "Recibir la denuncia, llamarnos a declarar… y el
resultado del juicio", un año después de aquel día de huelga.
El
tercer manifestante identificado, Justo, tuvo más suerte y se cayó del
proceso judicial. Carlos (estudiante de medicina) y Carmen (trabajadora
en paro) no tuvieron la misma suerte: con el testimonio de la dueña del
local como única prueba, sin más testigos que la respaldasen
posteriormente y sin informe pericial alguno, fueron finalmente
condenados, el 23 de mayo de 2013, a tres años y un día de prisión, más
el abono de 3.655 euros, por un presunto delito de "atentado contra los
derechos de los trabajadores", en lo que se interpretó como amenazas y
coacciones contra la responsable del establecimiento. Ellos aseguran que
el fiscal pidió explícitamente al juez "una sentencia ejemplarizante".
Los acusados interpusieron un recurso ante la Audiencia de Granada
sobre el que deliberaba este martes y para cuya ocasión fue convocada
una multitudinaria concentración a la puerta de los juzgados de Plaza
Nueva. En otros 15 ó 20 días se sabrá si quedan absueltos Carlos y
Carmen, un par de semanas más que añadir a la angustiosa incertidumbre
que les dura ya un año, desde que supieron que aquella protesta podía
costarles la cárcel ( como está ocurriendo también a otras personas, en otras partes del país).
Carmen, de 56 años, considera que tanto ella como Carlos se juegan
mucho. Pero cree que también "están en juego cosas más graves y
profundas: si queremos tener sistema verdaderamente democrático o no".
No habla de "manos negras", pero opina "que tiene que haber un rigor, un mínimo de respeto a la presunción de inocencia", en referencia a que el juez y el fiscal consideraron que sólo su declaración "era suficiente".
Para Carlos, esta sentencia no es sino "una condena política" como una
forma más de criminalización de los movimientos ciudadanos: "Han visto
que no nos pueden parar sólo con multas, quitándonos el sueldo, que
seguimos saliendo a la calle, y ahora utilizan el miedo a mandarnos a la
cárcel".
El Grupo Stop Represión 15M, sin embargo, ha conseguido a través de una convocatoria presentar en los juzgados hasta 200 autoinculpaciones de otros compañeros como protesta.
Para Pepe Iglesias, uno de los juristas del movimiento, se trata de una
forma de plantear que, si Carlos y Carmen deben ir a la cárcel por esos
motivos, entonces muchos otros deberían estar igualmente condenados. "0 Deberían instruirse diligencias contra cada uno de nosotros, pero siendo 200, no lo van a hacer", expone.
"Un desvarío"
En su opinión, la petición del fiscal de tres años de cárcel es "un
desvarío", no sólo por la "desproporción", sino también por los
argumentos que se plantean: "No tienen testigos. No tienen pruebas. Lo
único que lo sostiene es que el juez de primera instancia se creyera lo
que dice una sola persona…".
"No sé si pasa en otros sitios", cuenta Carlos, " pero aquí, en el 15M, la mayor parte de las multas vienen de la llamada identificación visual de la policía
: no es que te vengan a pedir el DNI, sino que te echan una foto para
luego acusarte de estar en tal o cual protesta… cuando hay gente que le
ha pasado esto estando en otra ciudad!". Entiende que desde las instituciones se persigue "generar un desgaste anímico, personal", en los movimientos sociales.
Carlos y Carmen son optimistas, sin embargo: tienen esperanzas en el
sentido común de la sala que decide estos días si todo queda sólo
en una larga pesadilla de muchos meses. Pero todavía "quedan días de
incertidumbre", como cuenta Carlos, que ahora está centrado en estudiar:
"Porque me quedan sólo un par de asignaturas para terminar la carrera, y
ser médico".
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