El capitalismo
depredador y criminal pasa a la ofensiva ideológica,
propagandística, a través de un prominente miembro de su clase.
Ellos, la clase
capitalista, enriquecida con la explotación y el
empobrecimiento de millones de de trabajadorxs, de cientos del
pueblos, los que organizan las guerras por todo el planeta, los que
elevaron al nazismo, al fascismo, al poder, y lo mantienen
alimentado. Los que han orquestado y dirigido cientos de golpes de
estado, han arrebatado su riqueza a las clases populares y a los
pueblos del planeta. Los que organizaron, organizan y
financian los escuadrones de la muerte, la represión, el
control social, el espionaje global.... Acusan al movimiento obrero y
popular de acosarles, de criminalizarles... Tiene la osadía y la
desfachatez de comparar esas movilizaciones y las denuncias
contrastadas de los militantes obreros y populares y a quienes las
hacen con sus matones, los nazis, los fascistas, los ejércitos y
policías a su servicio y mercenarios de todo pelaje.
La guerra de clases se
agudiza y los órganos goebbelianos de propaganda del capitalismo
trabajan a destajo.
Las fuerzas obreras y
populares deberían reforzar el trabajo ideológico esencial para
victoria en este guerra de clases sin cuartel, que nunca dejo de existir y que hoy se agudiza.
¿Poder popular, socialismo...porque? Los 85 más ricos del mundo tienen tanto dinero como los 3.500 millones más pobres ...y el robo continua
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MAGNATE YANQUI COMPARA EL RECHAZO A LOS MULTIMILLONARIOS CON EL HOLOCAUSTO NAZI
Por A.R. Suárez - Canarias-semanal.org
¿Se está
desarrollando una suerte de nuevo "racismo económico" entre el común
de los mortales contra los grandes multimillonarios del planeta?
Aunque a primera vista esta peculiar
interpretación de la lucha de clases pueda parecer disparatada, este es el
planteamiento que ha defendido en el periódico 'The Wall Street Journal' el
empresario e inversor estadounidense Thomas Perkins.
En una carta enviada
a ese diario, el magnate yanqui se revuelve duramente contra la conciencia que,
también, en la capital del Imperio, ha ido adquiriendo un sector creciente de
la población en torno a quiénes son los verdaderos responsables de la crisis
mundial y sus devastadoras consecuencias.
"Desde el movimiento Ocupa Wall Street hasta la
demonización de los ricos que penetra en prácticamente cada palabra de nuestro
periódico local, el 'San Francisco Chronicle', percibo por todas partes una
marea alta de odio al 1% de los más exitosos" -afirma el
empresario en la citada carta.
Especialmente molesto
por el hecho de que a su propia ex esposa se la acusara de
"esnobismo", pese a sus cuantiosas donaciones caritativas, Perkins
sostiene que en su país se enfrentan "a una tendencia muy peligrosa en
nuestro modo de pensar estadounidense".
Tan
"peligrosa" que, a su juicio, el rechazo a la clase capitalista
podría desembocar en un nuevo holocausto.
"No se podía
imaginar una noche de los cristales rotos en 1930; ¿es asimismo impensable
ahora el renacimiento del radicalismo 'progresivo'?"- sostiene.
De este modo, el
empresario comparó la desaprobación hacia "la clase más próspera de EE.UU."
con el tristemente conocido acontecimiento histórico de noviembre de 1938,
cuando los nazis asesinaron a un centenar de comerciantes y artesanos de origen
hebreo y enviaron a otros miles a los campos de concentración, desatando la
persecución abierta contra los judíos.
El autor de la
polémica misiva es bastante conocido en los Estados Unidos. En primer lugar,
por su increíble fortuna, estimada en unos 8.000 millones de dólares. Pero
también por haber gastado 150 millones de dólares en la construcción de un
lujoso yate y por poseer, entre otros artículos de extravagante lujo, un
submarino privado.
A través de su
empresa de capital riesgo KPCB, dedicada a la especulación bursátil, el
"perseguido" magnate promovió en su día la carrera política Al Gore.
El “demócrata” que llegó a ser
vicepresidente con Bill Clinton y que, posteriormente, utilizaría su
fama y sus magníficas fuentes de financiación para presentarse a sí mismo como
gurú de la lucha contra el cambio climático.
Tal y como podía preverse,
las palabras del multimillonario Thomas Perkins, sobre la supuesta conexión
del "radicalismo social de Ocupa
Wall Street" con la ideología fascista han recibido una auténtica ola de
críticas.
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