No quiero ser una máquina de hacer noticias, no quiero llevar chaleco blanco

14-06-2013 - Ana Miranda - Heidi Sánchez

No quiero ser una máquina de hacer noticias, no quiero llevar chaleco blancoAtentado a la libertad de informar y al derecho de la ciudadanía a ser informado, violaciones a la democracia, criminalización a la prensa y a las personas que registran hechos e informan a través de las redes sociales, esto es lo que está haciendo la Delegación de Gobierno en la comunidad de Madrid con sus medidas represivas contra los informadores.

La emisora de radio comunitaria Más Voces asegura en su página web, y cito textualmente:

El Ministerio del Interior planea elaborar una lista de informadores gráficos y audiovisuales (fotógrafos y cámaras, principalmente) en la cual estén registrados sus datos personales, de forma que sólo aquellos profesionales que estén acreditados en dicha lista podrán obtener el chaleco blanco de prensa. Aquellas personas que acudan a cubrir informaciones en eventos tales como manifestaciones y protestas y no lleven puesto el chaleco no podrán acceder a la grabación o toma de imágenes y podrán ser interpelados por las fuerzas de seguridad
¿De qué tiene miedo la Delegación de Gobierno o la Unidad de de Intervención Policial (UIP)? ¿De que se sepa la verdad, lo que pasa en la calle? ¿Quiere que nos auto censuremos? Habrá pensado que con la injusta detención de los fotoreporteros Raúl Capin y Adolfo Luján iban a dar un escarmiento, creo que están equivocados.
Al respecto y por desgracia los grandes medios callarán, los monopolios mediáticos seguirán al servicio del empresario o grupo empresarial que los dirige, buscando el beneficio económico. Cuando la información está en manos de grandes empresarios y no de comunicadores, sucede, como en la actualidad, que estamos ante un serio problema. No sólo la democracia es violada, también los Derechos Humanos básicos.
Por suerte todavía quedamos muchos informadores que no queremos hacer periodismo manipulado. El respeto a los Derechos Humanos y a la democracia necesitan del buen hacer informativo de todos. Creemos en nuestra labor, que es la de comunicar. A pesar de que en nuestra profesión u oficio a menudo nos encontramos con el polémico tema de la “Ética profesional” y la “Objetividad”, a mi parecer son mecanismos creados por las agencias para crear una opinión pública alejada de la realidad.
Algunos de nosotros (me refiero a nosotros, no al ABC, El Mundo, La Ser, El País, Intereconomía…esos son “esos” y no nosotros) piensan y llegan a escribir noticias así: “Los encapuchados…durante la manifestación del día X causaron graves disturbios provocando la reacción policial”…venga ya…y de paso se lo ponemos fácil a la Cifuentes.
¿A qué os suena Goebbels? Sí, el mismo genio de la propaganda Nazi; cuyo principio de la exageración y desfiguración, reza: Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
Los encapuchados, a los que califican algunos de violentos radicales, son unos cuantos chavales con ganas de revolución, cabreados con el sistema, cansados de no tener perspectivas, de no tener empleo….. también policías secretas incitadores a las agresiones como sabemos y se ha demostrado…..
Me pregunto además, si parte de la culpa también la tiene las facultades de periodismo… no los alumnos, que quede claro, donde me imagino, suposiciones mías, que les repitan mil veces que hay que respetar el CÓDIGO DEONTOLÓGICO, como indica en su Artículo 3.- Información objetiva y rigurosa: El/la periodista informará con objetividad, rigor, imparcialidad, responsabilidad y honradez, para que la ciudadanía obtenga los datos relevantes y pueda formarse su propia opinión, y se abstendrá de participar en actividades que supongan conflicto de intereses con su trabajo profesional.
¿Su propia opinión?…vamos a ver los telediarios de Tele 5, la Sexta..o incluso la 1 “televisión pública”… ahí lo dejo…
¿Puede admitir el Pueblo la mentira obscena en un titular? , el sensacionalismo vacío de periodismo, las fuentes anónimas, la comodidad tendenciosa de la información, la brutalidad con que se desvirtúa impunemente.
Pero lo que más tristeza me da es la hipocresía detrás de los saludos cordiales de nuestros colegas cuando nos vemos en las calles, primero un beso o un apretón de manos y luego al bar, a rajar sobre si éste hace esto o lo otro, incluso llegar a señalarnos con los dedos. Ese trabajo de criminalización a la prensa ya pertenece al ABC… No dejemos sin empleo a Carlos Hidalgo…
Así qué, como no quiero ser una máquina de hacer noticias frías, vanas, superficiales, como no quiero llevar chaleco blanco, pues voy a tratar de darle voz a los que NO SALEN EN LA TELE, esos que me encuentro siempre en las manifestaciones, en los Stop desahucios, en las calles…a veces nos conocemos todos, nos saludamos, de tanto vernos nos hacemos amigos…y eso me gusta. Ante las medidas represivas del Estado, te repito, no nos callarás!!!


Comentarios