LIBIA: LA TRAGEDIA DE UN PUEBLO QUE NO SE HA RENDIDO
Del blog de Carlos Tena
A lo largo de una semana, una delegación de Ojos para la Paz – integrada por Leonor Massanet, Flavio Signore y Purificación González de la Blanca- ha venido manteniendo reuniones con distintas personalidades libias, algunas de ellas pertenecientes al gobierno legítimo de aquella nación (portavoz del parlamento, líder de las tribus libias, altos mandos militares…y médicos de hospitales atacados, catedráticos de universidad, etc.).
Por razones obvias omitimos los nombres, lugares y las referencias de algunas de ellas.
Los resultados de estas reuniones los iremos dando a conocer en distintas entregas.
Algunas de las preguntas que estas personas de hacen han quedado en el aire: “¿Por qué España nos ha atacado?, ¿Por qué países tan lejanos como Canadá -por poner un ejemplo- se sumaron a esta guerra?”
Y algunas respuestas han sido contundentes: 2.OOO.OOO de libios han huido al exilio. Otros no han podido hacerlo.
Si tenemos en cuenta que en Libia trabajaban unos 2.5 millones de inmigrantes, que han sido expulsados o asesinados y que la población total de Libia rondaba los 6.000.000 de habitantes, podemos afirmar que casi el 50 % de los libios ha huido de su país. Pero de eso no hablan los medios. Lo peor es que a estas personas se les niega el estatuto de refugiado.
Otro caso, el de la familia Medi, que se comentó tan frívolamente en TVE, nos ha llegado tanto que nos ha hecho sentirnos muy mal.
Se trata de unos de los primeros ataques de la OTAN a una vivienda en la que supuestamente estaba el número dos del gobierno libio.
Al reunirnos con el único superviviente nos muestra una especie de blog en el que aparecen las fotos de unas preciosas niñas con lazos en el pelo, jugando con sus padres, jugando en el suelo con sus animales, con la madre…
Al pasar la página aparecen sus cuerpos destrozados por los misiles de la OTAN. Estas eran mis hijas, esta mi mujer, que estaba embarazada…¿Por qué? Solo viviré para denunciar a la OTAN.
Y nosotros, de Ojos para la Paz, conmocionados, en ese instante nos comprometimos a ayudarle.
A lo largo de una semana, una delegación de Ojos para la Paz – integrada por Leonor Massanet, Flavio Signore y Purificación González de la Blanca- ha venido manteniendo reuniones con distintas personalidades libias, algunas de ellas pertenecientes al gobierno legítimo de aquella nación (portavoz del parlamento, líder de las tribus libias, altos mandos militares…y médicos de hospitales atacados, catedráticos de universidad, etc.).
Por razones obvias omitimos los nombres, lugares y las referencias de algunas de ellas.Los resultados de estas reuniones los iremos dando a conocer en distintas entregas.
Algunas de las preguntas que estas personas de hacen han quedado en el aire: “¿Por qué España nos ha atacado?, ¿Por qué países tan lejanos como Canadá -por poner un ejemplo- se sumaron a esta guerra?”
Y algunas respuestas han sido contundentes: 2.OOO.OOO de libios han huido al exilio. Otros no han podido hacerlo.
Si tenemos en cuenta que en Libia trabajaban unos 2.5 millones de inmigrantes, que han sido expulsados o asesinados y que la población total de Libia rondaba los 6.000.000 de habitantes, podemos afirmar que casi el 50 % de los libios ha huido de su país. Pero de eso no hablan los medios. Lo peor es que a estas personas se les niega el estatuto de refugiado.
Otro caso, el de la familia Medi, que se comentó tan frívolamente en TVE, nos ha llegado tanto que nos ha hecho sentirnos muy mal.
Se trata de unos de los primeros ataques de la OTAN a una vivienda en la que supuestamente estaba el número dos del gobierno libio.
Al reunirnos con el único superviviente nos muestra una especie de blog en el que aparecen las fotos de unas preciosas niñas con lazos en el pelo, jugando con sus padres, jugando en el suelo con sus animales, con la madre…
Al pasar la página aparecen sus cuerpos destrozados por los misiles de la OTAN. Estas eran mis hijas, esta mi mujer, que estaba embarazada…¿Por qué? Solo viviré para denunciar a la OTAN.
Y nosotros, de Ojos para la Paz, conmocionados, en ese instante nos comprometimos a ayudarle.
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