"...Hasta que
no sepamos ver bajo la superficie –es decir: en la propia estructura
social y económica cuyos intereses laten bajo la cáscara del
parlamentarismo- no habrá un rearme político e ideológico de la
izquierda, tan necesario hoy como el respirar. “El sueño de la razón
produce monstruos”… y partidos populistas, y salidas políticas por la
puerta falsa, y desesperación política, y…"Ya está disponible el nuevo número de Pim Pam Pum, el Vallekas Journal Magazine.
El editorial del número:
Storia magistra vitae, que decía Tácito. Es decir: la Historia es maestra de la vida. Ese “Estado del Bienestar” fantasmagórico que todos invocan y que nadie ha visto, recuerda a esos versos de Solís y Rivadeneyra que rezaban: “Amor es duende importuno/ que al mundo enredado tray/ Todos dicen que le hay/ y no le ha visto ninguno.” En efecto: si hay algo que la Historia reciente nos enseña, es que el intermitente y fantasmal “Estado del Bienestar” sólo ha existido como arma política. “Una de cal y otra de arena”: mientras se cedía en unos terrenos, se apretaba en otros. Y siempre ha sido así. Mientras bajo el régimen de Alfonso XIII, Eduardo Dato legislaba contra la siniestralidad laboral y el trabajo infantil, la Guardia Civil y los pistoleros de la patronal barcelonesa, madrileña, zaragozana… asesinaban a obreros anarcosindicalistas y socialistas. Mientras bajo la Dictadura de Primo de Rivera, Severino Aznar creaba el sistema de Seguridad Social, se perseguía y encarcelaba a la oposición de izquierda. Mientras el falangista Girón de Velasco promulgaba reformas en pro del “bienestar” de los trabajadores, el régimen de Franco y su Sindicato Vertical reprimían y contribuían a la explotación salvaje de la clase obrera… Mientras el PSOE realizaba avances en la Sanidad Pública, organizaba los GAL y congelaba los salarios… Suma y sigue. Su “Estado del Bienestar” ha estado formado por concesiones interesadas que, sencillamente, ya no interesa realizar. Pero ha apuntalado con gran tino la hegemonía ideológica total de la clase dominante y explotadora.
Este fantasma, este duende importuno, es el que está dando vida a los recambios políticos de los desgastados y pútridos PP y PSOE. Socialdemocracia “renovada” en el incoloro Podemos, y neoliberalismo emboscado en el aséptico y taimado Ciudadanos –imitación y contrafigura del anterior: aprendiz que mata al maestro- suplen un bipartidismo por otro, para así eternizar la dinámica inerte de un Estado-administrador burocrático de los mercados, esos todopoderosos y sobrehumanos entes semejantes a un Dios devorador… El falaz recambio político encarnado en Ciudadanos ya sólo pretende prorrogar la hegemonía ideológica… ante el desarme y desconcierto de la izquierda. Y cabrá echar cuentas de hasta qué punto el capitulacionismo de Podemos (y Syriza) ha colaborado en ese desarme. La artificial distinción entre ciudadanos y clase política –ya presente en el mismo nombre del partido de Albert Rivera- es tan tramposa como encubridora. Hasta que no sepamos ver bajo la superficie –es decir: en la propia estructura social y económica cuyos intereses laten bajo la cáscara del parlamentarismo- no habrá un rearme político e ideológico de la izquierda, tan necesario hoy como el respirar. “El sueño de la razón produce monstruos”… y partidos populistas, y salidas políticas por la puerta falsa, y desesperación política, y…
Este fantasma, este duende importuno, es el que está dando vida a los recambios políticos de los desgastados y pútridos PP y PSOE. Socialdemocracia “renovada” en el incoloro Podemos, y neoliberalismo emboscado en el aséptico y taimado Ciudadanos –imitación y contrafigura del anterior: aprendiz que mata al maestro- suplen un bipartidismo por otro, para así eternizar la dinámica inerte de un Estado-administrador burocrático de los mercados, esos todopoderosos y sobrehumanos entes semejantes a un Dios devorador… El falaz recambio político encarnado en Ciudadanos ya sólo pretende prorrogar la hegemonía ideológica… ante el desarme y desconcierto de la izquierda. Y cabrá echar cuentas de hasta qué punto el capitulacionismo de Podemos (y Syriza) ha colaborado en ese desarme. La artificial distinción entre ciudadanos y clase política –ya presente en el mismo nombre del partido de Albert Rivera- es tan tramposa como encubridora. Hasta que no sepamos ver bajo la superficie –es decir: en la propia estructura social y económica cuyos intereses laten bajo la cáscara del parlamentarismo- no habrá un rearme político e ideológico de la izquierda, tan necesario hoy como el respirar. “El sueño de la razón produce monstruos”… y partidos populistas, y salidas políticas por la puerta falsa, y desesperación política, y…
http://redroja.net/index.php/noticias-red-roja/noticias-cercanas/3723-revista-pim-pam-pum-numer-10
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