«Manifiesto por la Soberanía Nacional, la lucha antiimperialista y el Socialismo» Movimiento Continental Bolivariano
"... frente a la resignación y a los meros remiendos de las
viejas alternativas socialdemócratas disfrazadas de rupturistas, son los
pueblos organizados, dirigidos por la clase obrera, los únicos que
poseen la capacidad de conquistar su emancipación y libertad, empleando
todos los medios de los que disponen l@s oprimid@s para superar el caos
del capitalismo senil, abriendo un horizonte de justicia social,
libertades y paz..."
El capitalismo está convirtiendo el Planeta en un caos, en un espacio cada vez más inhabitable, provocando que hasta la propia sobrevivencia de la especie humana corra un grave riesgo.
La multilateral ofensiva militarista contra los pueblos para apropiarse de sus recursos, para destruir los procesos emancipadores, para derrotar los gobiernos que no se someten a la lógica imperial, es responsable de la violencia que asola vastas regiones planetarias provocando millones de víctimas, éxodos forzados de población con el objectivo de aniquilar pueblos y naciones.
Frente a este dantesco escenario promovido básicamente por los intereses de los gobiernos oligárquicos de Washington, Bruxelas, Berlín, París y Tel Aviv, apoyándose en sus aliados, empleando sus complejos miltares-industriales, empresas de mercenarios, de paramilitares y organizaciones terroristas como Al-Qaeda o el Dáesh, profundizar la lucha antiimperialista en el camino de la Revolución Socialista es la única alternativa viable para derrotar esta estrategia basada en el terror.
Pero frente a la resignación y a los meros remiendos de las viejas alternativas socialdemócratas disfrazadas de rupturistas, son los pueblos organizados, dirigidos por la clase obrera, los únicos que poseen la capacidad de conquistar su emancipación y libertad, empleando todos los medios de los que disponen l@s oprimid@s para superar el caos del capitalismo senil, abriendo un horizonte de justicia social, libertades y paz.
A día de hoy los principales focos de resistencia al caos del neoliberalismo salvaje están protagonizados por pueblos que aun no lograron su independencia o que perdieron su soberanía por la acción combinada de la violencia militar de la OTAN y las recetas económicas de miseria del FMI y el Banco Mundial.
Palestina, Afganistán, Iraq, Libano, Siria, Dombass, Kurdistán, Cuba, Venezuela, Bolivia, Colombia, México, Paraguay, Puerto Rico, Sahara, Grecia, Cataluña, Galiza, País Vasco, son algunas de las trincheras de lucha y esperanza por un nuevo orden internacional guiado por la solidaridad internacionalista, la no intervención y el respeto a la soberanía y la independencia nacional.
La lucha por el pleno ejercicio del derecho de autodeterminación, por la capacidad a decidir sin injerencias externas, debe ser dirigida por la clase trabajadora, vinculándola siempre con la construcción del Socialismo.
El chauvinismo es un cáncer inoculado por la burguesía, responsable de enormes contratiempos y derrotas de la lucha revolucionaria del proletariado.
La reivindicación de la liberación nacional protagonizó la práctica totalidad de las revoluciones del siglo XX. Así fue en la Revolución Rusa de 1917, en China, en Cuba, en Argelia, en la República Dominicana, en Vietnan, en Nicaragua, en Venezuela … y sigue siendo componente esencial en las revoluciones en curso como la colombiana.
El MCB asume que no existe contradicción entre internacionalismo proletario y liberación nacional de los pueblos. Soberanía Nacional y Socialismo son inseparables. Sin soberanía no es viable construir una nueva sociedad socialista. El Socialismo garantiza la plena soberanía e independencia nacional.
¡Patria Grande y Socialismo!
¡Hasta la victoria siempre!
En Nuestra América, octubre de 2015
Movimiento Continental Bolivariano
La multilateral ofensiva militarista contra los pueblos para apropiarse de sus recursos, para destruir los procesos emancipadores, para derrotar los gobiernos que no se someten a la lógica imperial, es responsable de la violencia que asola vastas regiones planetarias provocando millones de víctimas, éxodos forzados de población con el objectivo de aniquilar pueblos y naciones.
Frente a este dantesco escenario promovido básicamente por los intereses de los gobiernos oligárquicos de Washington, Bruxelas, Berlín, París y Tel Aviv, apoyándose en sus aliados, empleando sus complejos miltares-industriales, empresas de mercenarios, de paramilitares y organizaciones terroristas como Al-Qaeda o el Dáesh, profundizar la lucha antiimperialista en el camino de la Revolución Socialista es la única alternativa viable para derrotar esta estrategia basada en el terror.
Pero frente a la resignación y a los meros remiendos de las viejas alternativas socialdemócratas disfrazadas de rupturistas, son los pueblos organizados, dirigidos por la clase obrera, los únicos que poseen la capacidad de conquistar su emancipación y libertad, empleando todos los medios de los que disponen l@s oprimid@s para superar el caos del capitalismo senil, abriendo un horizonte de justicia social, libertades y paz.
A día de hoy los principales focos de resistencia al caos del neoliberalismo salvaje están protagonizados por pueblos que aun no lograron su independencia o que perdieron su soberanía por la acción combinada de la violencia militar de la OTAN y las recetas económicas de miseria del FMI y el Banco Mundial.
Palestina, Afganistán, Iraq, Libano, Siria, Dombass, Kurdistán, Cuba, Venezuela, Bolivia, Colombia, México, Paraguay, Puerto Rico, Sahara, Grecia, Cataluña, Galiza, País Vasco, son algunas de las trincheras de lucha y esperanza por un nuevo orden internacional guiado por la solidaridad internacionalista, la no intervención y el respeto a la soberanía y la independencia nacional.
La lucha por el pleno ejercicio del derecho de autodeterminación, por la capacidad a decidir sin injerencias externas, debe ser dirigida por la clase trabajadora, vinculándola siempre con la construcción del Socialismo.
El chauvinismo es un cáncer inoculado por la burguesía, responsable de enormes contratiempos y derrotas de la lucha revolucionaria del proletariado.
La reivindicación de la liberación nacional protagonizó la práctica totalidad de las revoluciones del siglo XX. Así fue en la Revolución Rusa de 1917, en China, en Cuba, en Argelia, en la República Dominicana, en Vietnan, en Nicaragua, en Venezuela … y sigue siendo componente esencial en las revoluciones en curso como la colombiana.
El MCB asume que no existe contradicción entre internacionalismo proletario y liberación nacional de los pueblos. Soberanía Nacional y Socialismo son inseparables. Sin soberanía no es viable construir una nueva sociedad socialista. El Socialismo garantiza la plena soberanía e independencia nacional.
¡Patria Grande y Socialismo!
¡Hasta la victoria siempre!
En Nuestra América, octubre de 2015
Movimiento Continental Bolivariano
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