De compañerxs y conocidxs militantes obreros y populares nos llega al blog esta convocatoria para su publicacion
Convocatoria del
encuentro:
SÁBADO, 26 DE
SEPTIEMBRE, 11:30 A 14 HORAS.
C.A.U.M. C/
ATOCHA, 20 – 1º IZDA.
La
audiencia a la que va dirigida este texto no necesita que aportemos
un repaso retrospectivo de los orígenes de la crisis económica.
Tampoco buscan soluciones a ella en recetas keynesianas o en la
vuelta a unos tiempos idílicos de capitalismo “amable”.
Baste decir que escribimos para aquellos que saben que el problema es
el capitalismo y
que su solución exige su derribo y la construcción de una sociedad
socialista.
Sin
embargo, si el contexto económico no requiere de aclaraciones
especiales, sí vemos
necesario
precisar la visión del contexto político que nos
lleva a
ponernos manos a la obra.
El
estallido de la última crisis ha derrumbado
en Europa los últimos restos del espejismo de Estado del Bienestar
que inició
su desmonte en los años 70.
En los países del sur hemos vivido el problema con
mayor intensidad
al no partir de los mismos niveles de desarrollo que los del norte.
La pérdida de la ilusión de ser (o llegar a ser) clase media y de
que los hijos vivirán mejor que los padres desubica, a la vez que
"indigna", a amplias capas de la sociedad que no encuentran
un sentido
político
en el que encajar su futuro.
El
riesgo de que la mayoría de esos
sectores
tomase
conciencia de
su ubicación real en
la estructura social
y se reconociera a sí misma como clase trabajadora fue
rápidamente atajado por el sistema. En algunos países ha bastado
con la irrupción de la "tecnocracia". En
otros países con una tradición más combativa y con resistencias
recientes más firmes eso no era suficiente:
ocuparon
el espacio con actores nuevos
que arrastraron a los desubicados a un redil controlable. Tanto en
Grecia como en España se puso en marcha el mismo mecanismo: la
creación de formaciones populistas y
ciudadanistas, que renuncian a la ideología, que niegan la clase,
que afirman que el capitalismo puede funcionar si se le hacen unos
ajustes, que hacen de la “democracia” una solución fetiche en sí
misma.
Es
hora de desenmascarar el mito de una clase media no patrimonial, ni
propietaria de empresas o negocios, y que cree no ser trabajadora
sólo porque unos sueldos más elevados que la media les permitieron
acceder durante los años de crecimiento económico a unos niveles de
consumo superiores al resto de asalariados. Esa falacia se cae cuando
la crisis capitalista les ha resituado en un descenso de niveles de
vida, han perdido sus puestos de trabajo o se han enfrentado a la
abolición de muchos de sus derechos laborales. Pero es necesario
dar, más allá de la testarudez de los hechos, la batalla ideológica
por explicar cuál es la auténtica naturaleza de la relación
capital-trabajo.
La
lucha
frente
a
esta maniobra no ha sido firme
sino
muy débil en
lo ideológico y reformista en lo político.
Las organizaciones de la izquierda institucional se han limitado
durante décadas a denunciar las políticas del gobierno de turno,
proponiéndose
como alternativas gestoras
de
unas tímidas reformas que aliviasen las condiciones de
sobreexplotación y prometiendo una salida progresista de la crisis.
Nada que rompiese
con los límites de la legalidad del sistema político y económico.
Tampoco las diversas
organizaciones comunistas revolucionarias, algunas de largo
recorrido, han
logrado
conformarse
en espacios de aglutinación de nuestra clase
y
de respuesta al capital.
Cuentan con unos militantes imprescindibles, pero no consiguen la
capacidad de crecimiento y
acumulación de fuerzas
que el momento demanda.
En
esta situación, cuando los marxistas deberíamos haber
conquistado una posición clave en las aspiraciones y la confianza
de los desposeídos, nuestra situación
es muy débil: no tenemos respuesta coordinada, no tenemos voz para
llevarla a la calle y ni siquiera tenemos unidad de acción para
superar esta situación. En unos pocos años, paradójicamente cuando
más necesario es, el marxismo puede quedar fuera de la experiencia
vital de las nuevas generaciones de jóvenes.
Estamos
convencidos de que en estos momentos hay gran cantidad de personas
de identidad comunista
que han abandonado las organizaciones en las que ya no creen sin
por ello renunciar a sus convicciones.
Marxistas
que se niegan a continuar tapándose la nariz para participar
en proyectos que ven vacíos de antemano. Exmilitantes con
la suficiente formación y sentido crítico como
para sentirse incómodos
en asambleas en las que todo se está constantemente comenzando de
cero y en las que se huye de la más mínima organización que
multiplique las fuerzas y dote de estrategia a la lucha.
Creemos
que juntos somos mucho
más de lo que imaginamos. Por eso nos animamos a escribir este
llamamiento. Partimos de la confianza en el compromiso de
quienes nos negamos a aceptar como horizonte la falsedad de un
“capitalismo de rostro humano”, desmentido por la cotidiana
realidad en cada minuto de nuestras vidas, y que aspiramos a una
sociedad emancipada de la opresión de clase. Confiamos también
en su sentido de la responsabilidad para continuar
el combate.
Nuestra unidad es necesaria para movilizar a los trabajadores en la
búsqueda de la alternativa al capitalismo.
Llamamos
a todas aquellas personas, colectivos y organizaciones que saben que
la salida de esta situación no está en limar las aristas del
capital, sino en
acabar con él;
es decir, en la lucha por una sociedad sin explotadores ni
explotados, en la lucha por una
sociedad socialista.
Planteamos la necesidad
de una herramienta colectiva que nos permita la unidad de acción y
un debate sobre las bases del marxismo,
entendido
éste en un sentido amplio
que
incorpore
las
aportaciones del leninismo y de otras corrientes que han enriquecido
la teoría de la praxis.
No
pretendemos
hacer discursos grandilocuentes, estamos convencidos de la
responsabilidad que afrontamos todos y todas. Proponemos
ya un primer paso.
Tenemos la necesidad
de un espacio de encuentro común,
en el que se puedan sentir cómodos todos los comunistas,
tanto los
que provienen de organizaciones como los que no. Será necesaria una
buena dosis de
generosidad, actitud y mente abiertas y voluntad unitaria para echar
abajo los muros
que aparentemente nos separan;
unos obstáculos que muchas veces han sido erigidos por nosotros
mismos. Debemos dejar
respirar
al marxismo como
teoría viva y transformadora para que refuerce su condición de
terreno fértil en el que se
promueve el debate, la reflexión y
la práctica,
sin llaves secretas que dan la razón a unos elegidos. Un lugar donde
analizar entre camaradas la nueva realidad, en
el que la teoría dé respuesta a la lucha y sus formas
y en el que construir la unidad de acción necesaria para alcanzar el
éxito. Un espacio que, desde su nacimiento, se sepa parte de la
lucha internacional contra el capital.
Ratificamos
como una sola voz las últimas palabras de Rosa Luxemburgo: “¡YO
FUI, YO SOY, YO SERÉ!”
Convocatoria del
encuentro:
SÁBADO, 26 DE
SEPTIEMBRE, 11:30 A 14 HORAS.
C.A.U.M. C/
ATOCHA, 20 – 1º IZDA.
Este enlace con la convocatoria acaba de llegar
saludos desde la editorial de lukyrh.blogspot.com: saludos la propuesta y el trabajo realizado para ese espacio,...encuentro comunista,...nosotros planteamos la teoría que desarrollamos en nuestros trabajos,...el blog, refleja análisis, propuestas y estrategias. Revolución de la humanidad,...En principio quisiera saber como asistir, quienes y como se participaría,..."lugar y horario-programa,...si es posible manden más información a nuestro blog, como comentarios, o al email,...
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EliminarSÁBADO, 26 DE SEPTIEMBRE, 11:30 A 14 HORAS.
C.A.U.M. C/ ATOCHA, 20 – 1º IZDA.