Ustedes lo saben... y mas de Silvia Delgado

Díganme ustedes que hablan de democracia:
¿A quiénes servirán después de la victoria,
a su rey, a sus lacayos,
a los dueños de la tierra
o del trabajo?
Díganme:
¿Qué harán con las promesas
si saben de antemano que no les van a dejar los amos?
¿Qué harán?, hablen claro.

Cuando tengan la victoria
olvidarán a los que estos días tanto han recordado,
 se dejarán pellizcar las nalgas por el dios mercado
y cederán el paso pa que nos sigan violando a destajo.

Ustedes lo saben,
ustedes son cómplices,
ustedes nos mienten.
Comprarán grilletes con nuestro dinero,
Construirán más cárceles para escondernos,
privatizarán el sol, el aire y si pueden los orgasmos.

Estamos en guerra
y  ustedes, demócratas, son los soldados
de los que(a bocajarro), nos hieren.




En pie de paz

Mi pueblo está en pie de paz aunque les duela.
Aunque el silencio de nuestros quebrantos sea costumbre desde tiempos pretéritos,...>>>










El torturador

El torturador
multiplica dolor y a manos llenas
esparce gritos sobre la celda.
En su salario no sólo pan,
también picana y bañera.
En su curriculum...>>>




Poema tonto XX


¿Quién canta a esta hora?
¿Quién puede mirar el rostro de los hombres y de las mujeres
caminando hacia el fuego donde se calientan las cadenas?
¿Quién puede cantar y mirar a un mismo tiempo?
¿Quién puede decir” risa”,...>>>


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El espìritu navideño

Estas elecciones tienen el mismo tufo que las navidades.
Las calles se adornan, las gentes hablan entusiasmadas como si este año fuera a sentarse a cenar la familia feliz, esa familia que nunca tuvo en sus sillas huecos de desparecidos, como si por un momento fuéramos a olvidar que hemos tenido hambre o no hemos podido alumbrarnos la vida o hemos sido detenidos.
 
Como si a partir de esta fecha, mágica, todo fuera a cumplirse; los trabajadores con curro decente, los jóvenes de vuelta a casa, las universidades de balde, las enfermedades gratis.
 
 Los desahucios desaparecen.
 
Los focos en los reyes magos, en los líderes heroicos, en los regalos. 
 
La precariedad  en segundo plano.
 
Y todo es hermoso, como la navidad, sin andrajos ni fealdad, todos brindamos por ese tiempo nuevo que viene cargado de buen rollo, de coca cola, de pavo y de caviar.
 
Y unos van en bicicleta, otros recuperan palabras de izquierda, otros se solidarizan con los emigrantes, otros hablan de decencia y otros, como siempre, meten la pata.
 
Y los globos y los cantos  y las cabalgatas y los caramelos y las promesas.
 
El espejismo de las elecciones durará tan poco como duró la esperanza en Grecia, en un santiamén, ¡de rodillas porque lo mandan los que fabrican nuestras cadenas¡
 
Y los pueblos quedarán como estuvieron antes,  pero más huérfanos, más defraudados mucho más solitarios.
 
Y después, por arte de birlibirloque, tomarán asiento los que quieren cambiarlo todo para que nada cambie.

Y cuando nos despertemos del sueño y corramos con nuestros hijos a mirar si nos han dejado bajo el árbol  algo de lo que les pedimos cuando todo era posible, veremos que  sólo habrá un calendario pa que tengamos presente que el año pasa y pronto habrá más fuegos artificiales, más desfiles, más máscaras.
 
Yo, perdonen ustedes, nunca crei en dioses, ni en los clásicos de barbas y turbante, ni en los actuales de urna y discursos a medida de los pueblos con necesidades urgentes.



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