"...Es el caso de IU, aliado fundamental de todos sus mandatos. De hecho,
Blesa llegó al sillón presidencial de la entidad en 1996 y desbancar al
socialista Jaime Terceiro gracias a los votos de la entonces formación
liderada por Julio Anguita.
En concreto y tras conseguir su apoyo, Blesa concedió 7,77 millones
en distintos préstamos a Izquierda Unida en el último decenio como
presidente. Es decir, un 87,09% del total otorgado a las formaciones
políticas hasta enero de 2010..."
De puertas para afuera, cuando se acercan cámaras y micrófonos, desde IU
y CC.OO se hace el discurso que hubo unos garbanzos negros que ya
fueron expulsados de las formaciones. Pero, hacia dentro queda pedir
cuentas (nunca mejor dicho) de lo sucedido a los responsables
político-económicos que no sólo permitieron sino que avalaron, todo
indica que a cambio de créditos, lo que hacía el PP de Blesa en Caja
Madrid. Lo de las Tar Jetas "B" solo es el escaparate de algo más
profundo que desde la dirección de IU y CC.OO saben que que puede tener
un coste (electoral) calamitoso.
El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, no sólo intentaba
ganarse el favor consejeros y directivos con las tarjetas opacas a
efectos fiscales y créditos, sino que también quiso tener asegurado el
apoyo de los partidos políticos que, en teoría, podrían darle más
problemas.
Es el caso de IU, aliado fundamental de todos sus mandatos. De hecho,
Blesa llegó al sillón presidencial de la entidad en 1996 y desbancar al
socialista Jaime Terceiro gracias a los votos de la entonces formación
liderada por Julio Anguita.
En concreto y tras conseguir su apoyo, Blesa concedió 7,77 millones
en distintos préstamos a Izquierda Unida en el último decenio como
presidente. Es decir, un 87,09% del total otorgado a las formaciones
políticas hasta enero de 2010, fecha en el que pasó el testigo a Rodrigo
Rato.
El PSOE se llevó, por su parte, 1,06 millones, lo que supone un 11,8%
mientras que el PP, el partido gracias al cuál consiguió llegar a la
presidencia en 1996, tan sólo recibió avales por importe de 95.000
euros, apenas un 1% del conjunto.
La financiación a Izquierda Unida se produjo además al mismo tiempo
que José Antonio Moral Santín, representante de éste partido, iba
escalando posiciones y poder dentro de la entidad financiera madrileña.
Tal es así que llegó a ocupar la vicepresidencia de la misma y sentarse
en el sillón de los consejos de algunas de las principales empresas y
sociedades participadas, como por ejemplo Mapfre.
Moral Santín fue uno de los 86 consejeros y directivos que más dinero
gastó con su tarjeta opaca. Fueron un total de 456.552 euros entre los
años 2003 y 2012. De esa cantidad, el 80,4% correspondió a retiradas en
efectivo al haber sacado de los cajeros más de 367.000 euros. Eso, al
margen de haber recibido sus dietas correspondientes por su trabajo y
créditos por 12.000 euros.
Hay que tener en cuenta, por otro lado, que según consta en los
informes de gobierno corporativo de Caja Madrid, entre 2005 y 2010 Blesa
concedió a Izquierda Unida un total de 9 créditos por un importe
conjunto de 5,43 millones de euros a pesar de haber sufrido impagos
anteriormente. En el informe de 2004 aparecen a 31 de diciembre de ese
operaciones de crédito con IU por 2,38 millones de euros, de los que
884.630 euros "están en situación vencida".
Izquierda Unida no es, sin embargo, el único beneficiario en la
estrategia crediticia de Blesa. El 17 de noviembre de 2008, el mismo día
que el banquero dio un crédito de forma presuntamente irregular a
Gerardo Díaz Ferrán por 24 millones de euros, según se denunció en los
juzgados por parte del sindicato Manos Limpias, el consejo de
administración de Caja Madrid se mostró también especialmente generoso
con CCOO.
De acuerdo con el acta de aquella reunión, a la que ha tenido acceso elEconomista,
el máximo órgano ejecutivo aprobó también la concesión de distintos
préstamos a CCOO -incluidas sus cooperativas- por un importe total de
25,7 millones de euros, con lo que consiguió también su apoyo en la
caja. CCOO, de hecho, fue una de las organizaciones que más le respaldó
en su batalla posterior por la presidencia de la entidad frente a los
intereses de Esperanza Aguirre. Como IU también respaldó su nombramiento
en 1996.
En 2008, Blesa renovó una línea a favor de la Confederación Sindical
de CCOO por importe de 6 millones de euros y se otorgaron distintos
préstamos promotor y avales para la construcción de Viviendas de
Protección Oficial (VPO) a la cooperativa Vitra en Valencia, Asturias o
Castilla y León por otros 19,7 millones de euros.
En la misma línea también, los miembros del consejo de administración
y de la comisión de control percibieron entre 2005 y 2009 préstamos y
avales por importe de 44,1 millones de euros. Algunos de ellos contaban
con ventajas sobre las condiciones del mercado y otros ni siquiera
pasaron por los órganos de gobierno de la entidad para su aprobación. De
todos los consejeros , Díaz Ferrán consiguió la mayor parte de los
fondos repartidos entre los colaboradores de Blesa.
Los socialistas José María de la Riva y Antonio Romero fueron,
después de Díaz Ferrán, los consejeros más beneficiados por esta
política financiera de Blesa. El primero obtuvo préstamos por 1,8
millones, mientras que el segundo, logró 2,1 millones de euros de
financiación.
Tanto Blesa como Rodrigo Rato tienen de plazo hasta el miércoles para
depositar la fianza impuesta por el juez Fernando Andreu como
responsabilidad civil por el presunto fraude de las tarjetas opacas.
Blesa se enfrenta al embargo de bienes ante la dificultad de reunir los
16 millones que le corresponden.
eleconomista
insurgente
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