Represiones, persecuciones y hostigamientos varios en diferentes
partes del planeta. La globalización de la violencia institucional, de
la violación a los derechos humanos…
Mientras, “autoridades religiosas” se “unen” en rezos y plegarias
para “pedir” por la paz, cuando está en sus manos el frenar las
aberraciones contra los pueblos. Por supuesto que la ironía es uno de
los capitales fundamentales para ejercer el poderío del que hace
ostentación.
De nada sirven, por ejemplo, el “pedir” por el reconocimiento de un
Estado Palestino en medio de los asesinatos que ese pueblo padece día
tras día, como tampoco sirven de nada las “visitas” a los campamentos de
refugiados en el Sahara Occidental;
la paralización definitiva de las
violaciones provocadas por Marruecos con el paraguas y consentimiento,
complicidad de España, sería suficiente para comenzar a hablar sobre
libertades, autodeterminación, independencia, etc.
Vamos saltando de un lado a otro del mundo, viendo cómo la violencia
institucionalizada se lleva puestas las libertades de los pueblos y sus
derechos a la existencia, a la manifestación, a los reclamos.
En la provincia de Córdoba, Argentina, tuvo lugar otro episodio de
violación institucionalizada por parte de la fuerza represiva. Y más
allá de las posibilidades de la infiltración en movimientos sociales por
parte de agentes desestabilizadores y desnaturalizadores de las
genuinas luchas, siempre hay motivo para reprimir, encarcelar y condenar
la libertad de expresión y la defensa, por ejemplo, del medio ambiente.
Mientras tanto, en otra parte, parece que nada ocurre, al menos en relación a violaciones, carencias, ausencias…
Pareciera que cada cuatro años, al igual como cuando llegan las
fechas de celebraciones al culminar cada calendario gregoriano, las
contiendas, los enfrentamientos, las luchas, todo se paraliza y no
precisamente para analizar y revertir. Bueno, al menos es lo que nos
quieren hacer creer…
En relación al deporte que supuestamente han creado los ingleses, Matías de Stefano expresa en un escrito diciendo: “…Vi
entonces a unos monjes, sosteniendo una pelota de cuero en un
altiplano, corriendo con la pelota en sus manos y entre sus pies,
tratando de llegar del otro lado, mientras otros monjes, en una especie
de movimientos ritualísticos, quitaban esta pelota llevándola a la otra
punta. Ninguno debía permitir que la pelota llegase al extremo opuesto.
El sentido, era tratar de mantener el balance del mundo…”
Si miramos todo el panorama a nivel global, podemos corroborar que no
hay balance alguno. Las desigualdades, las exclusiones, no posibilitan
que ese balance se concrete. Y no se trata de constituirnos en
“aguafiestas”, para nada, intentamos ver qué es lo que ocurre cada
cuatro años, cuando parece que un gran número de personas de todas las
latitudes son “anestesiadas” por eso que han denominado “pasión de
multitudes”.
En relación a ello el Dr. Javier Garín expresó, entre otros conceptos: “…los
brasileños ponen gente disfrazada de selva en la apertura del mundial,
mientras destruyen día a día el Amazonas. Qué hipocresía…” Quien
tenga pruebas y argumentos para confrontar con esta apreciación, que
demuestre que en realidad el Amazonas no sufre el avance de su
destrucción sistemática, sería interesante para tener en cuenta,
mientras tanto, no por una cuestión de elección, sino por los datos que a
diario se filtran y reflejan cómo van destruyendo nuestros recursos y
bienes naturales.
De seguro estarán quienes descalifiquen nuestro modo de ver el
acontecimiento que por estos días se está desarrollando, concitando la
atención de millones de personas. No obstante vale tener en cuenta
comentarios como el que expresa Marta Carrizo cuando dice: “…La
historia de las alianzas entre el poder y los mundiales es muy larga.
Tanto como la del “Pan Y CIRCO “Basta como muestra el horror del mundial
78, en el que los gritos de los goles argentinos tapaban el de otros
argentinos torturados.
Es doloroso lo que pasa, más doloroso lo que temo que pase, pero
no dejo de mirar con esperanza este signo de madurez popular. SE ACABÖ
LA FIESTA Es decir la manipulación de las masas, la cortina que esconde
la exclusión, la mentira disfrazada de espectáculo, la certeza
repugnante con que los poderosos de este mundo pretenden ponerse a la
gente en el bolsillo…”
Hay mucho de cierto en eso de la manipulación de las conciencias y
las voluntades, pero también hay algo que bien podrían algunos
sociólogos explicar, la “facilidad” con que son manipuladas esas
conciencias y voluntades. Suponemos que es casi imposible ejercer
control sin la anuencia para ser controlados.
En alguna oportunidad expresamos que esto del mundial de fútbol es
otra versión más del denominado “opio de los pueblos”, donde se
confunden cuestiones que tienen que ver con el “patriotismo” y el
“fanatismo”. En nuestro caso se ha podido escuchar o leer expresiones
tales como “lo que pasa que vos no sos argentino!”, como si el
cuestionar todo lo que está vinculado a esta práctica deportiva a nivel
mundial, tuviese algo que ver con el ser o no ser argentino. Podríamos
especular en que hay un dejo de mediocridad mezclada con la hipocresía
mundializada…
Distraer para controlar es la estrategia que muchas veces privilegian
quienes son los que “deciden” en este planeta, contando con la libre
elección de millones que optan por distraerse. ¿Quién puede cuestionar
un poco de “felicidad” al pueblo? Seguro que nadie. Pero cuando esa
supuesta felicidad está vinculada a la necesaria distracción, para
continuar sumiendo a la humanidad en el desconocimiento, en el mejor de
los casos, y el desinterés general, se hace necesario que algunos nos
pongamos a ver cómo despertar las conciencias y comprometer nuestras
acciones para impedir continúen las violaciones a los derechos humanos
que van regando nuestra historia con la sangre y la vida de millones de
inocentes.
En la supuesta pasión de multitudes hay mucho de “negocio turbio”,
mucho de especulación y mucho de control poblacional. Si al menos
pudiésemos interpretar esta práctica como el desarrollo de una actividad
tendiente a lograr el “balance del mundo”, en donde pudiésemos
comprender que no se trata de competencia, contienda, sino de
conciencia, de hacernos cargo de nuestras responsabilidades a nivel
planetario y poner nuestros mayores esfuerzos por lograr paz y
desarrollo para el bien de todos, sin exclusiones ni excluidos, habría
alguna esperanza. Tal vez así, en un futuro, podamos “todos” lograr que
éste y todas las otras disciplinas que conforman las variantes
deportivas, puedan ser celebradas reconociéndonos artífices de una
realidad más amable desprendida de la avaricia que nos ha sumergido en
el desinterés y la alienación.
Que así sea.
NORBERTO GANCI –DIRECTOR-El Club de la Pluma
elclubdelapluma@gmail.com –elclubdelapluma@hotmail.com
DOMINGOS DESDE LAS 10 HS.
POR FM 103.9 RADIO INÉDITA
Blogueros y Corresponsales de la Revolución
Comprometidos con nuestros pueblos y la solidaridad
Comentarios
Publicar un comentario