Pues
sí, sí, asombrado lector, un golpe de mano institucional, borbónico,
casi, casi, podríamos hablar de un golpe de Estado en toda regla pues
trata de quitar a los ciudadanos su inalienable derecho de poder decidir
en libertad, de poder elegir a la persona que tras casi cuarenta años
de post franquismo coronado debe ocupar en el futuro la primera
magistratura de la nación según las reglas democráticas vigentes en la
mayoría de los regímenes políticos del mundo civilizado. Golpe de Estado
que, además, se pretende cometer con la cooperación necesaria y
fraudulenta de los dos partidos mayoritarios que se han repartido el
poder en este país durante las tres últimas décadas (ahora en fase de
autodestrucción acelerada carcomidos por la corrupción, el nepotismo, la
prepotencia, la endogamia y el absoluto desprecio por la ciudadanía) y
cuyos dirigentes no han dudado en unirse una vez más a espaldas del
pueblo (ya lo hicieron recientemente para un cambio express de la
Constitución en aras de intereses extranjeros) para que este régimen
borbónico que llevamos años padeciendo e impuesto por un dictador
genocida y sin escrúpulos, se retroalimente con la estúpida figura de un
nuevo reyezuelo dedicado desde su tierna edad al dolce far niente y a
la dolce vita.
La que
se avecina, amigos republicanos, porque esto no lo podemos permitir bajo
ningún concepto y sea cual sea el sacrificio a que nos obligue el
frenazo brutal a tamaño desafío. Nos han desafiado sí, y debemos
reaccionar pronto, como ya empezamos a hacer ayer mismo por la tarde, y
de una forma continuada, sistemática, dura, coordinada, planificada,
unitaria y con fe absoluta en la victoria final. El tiempo trabaja a
nuestro favor si sabemos unirnos y trabajar juntos pues, y esto haría
las delicias de cualquier estratega, el enemigo tiene fecha de caducidad
y a corto/medio plazo, por imperativo legal y deseo expreso de millones
de ciudadanos que aspiran al cambio político y social profundo, deberá
arriar sus banderas y abandonar el campo de batalla en el que no va a
dejar, eso lo debemos tener claro todos, piedra sobre piedra.
Nuestra
estrategia no puede ser otra que la lucha democrática conjunta y feroz y
con dos frentes tácticos abiertos. Uno en el corto plazo: la
movilización perenne en las calles, banderas tricolores al viento, con
picos puntuales de concentraciones urbanas masivas en las principales
ciudades del país y marchas que confluyan sobre Madrid en las fechas,
todavía por determinar, en las que el contubernio apolítico y antisocial
del PP-PSOE que no quiere dejar al pueblo que hable,
quiera escenificar su órdago antidemocrático. Léase la todavía
hipotética coronación o proclamación del nuevo y ridículo Borbón "Felipillo el Sexto".
El otro
frente a más largo plazo, con vistas a las elecciones del próximo año,
debe llevarnos a la rápida construcción de Un Frente Amplio de
Izquierdas, un Frente Democrático Progresista (huyo del término Popular
que todavía asusta a determinados políticos "populares") que arrase en
la municipales, autonómicas y legislativas y arroje definitivamente al
franquismo del poder.
Para
vestir el muñeco de su descarado desprecio por el pueblo soberano, esta
panda de franquistas, borbónicos y antidemócratas que se han unido para
delinquir utilizando el Congreso y el Senado, van a utilizar el arma de
la obsoleta Constitución del 78, un pseudo texto legal redactado por
políticos franquistas a mediados de los años setenta del pasado siglo y
autorizado y aún escrito (el artículo 8º.1 que habla de las misiones de
las FAS fue puesto negro sobre blanco por la propia cúpula militar del
momento) por los jerarcas castrenses franquistas que ostentaban al
comienzo de la llamada transición el poder fáctico y real de un régimen
dictatorial que aspiraba a perpetuarse con un rey a la carta en la
poltrona de la Jefatura del Estado. Como realmente así sucedió. Para
conseguirlo montaron el fraude o teatrillo del referéndum de aprobación
de semejante Carta Magna, o mejor dicho Bodrio Magno,
que el pueblo español, engañado y aturdido por la propaganda desde el
poder y por el peligro cierto de una nueva intervención militar, no
tendría mas remedio que aprobar. Y no tan mayoritariamente como se ha
propalado todos estos años.
Bueno,
amigos, termino esta primera reflexión a vuela pluma sobre este último
golpe borbónico que, arropado y asistido por unos políticos indignos y
corruptos todavía en el poder aunque ya por poco tiempo, pretende seguir
disfrutando de la corona regalada por Franco al presunto fratricida Juan Carlos I de Borbón
en 1975, en el futuro sobre la cabeza de su heredero ¡heredero de qué,
que se haga demócrata de verdad y se presente a las próximas elecciones!
el soso e inexperto Felipillo VI. En todo este desaguisado de muchas
aristas, ya iniciado pero con su almendra por venir, solo atisbo una
cosa buena: El Borbón cazador, prepotente, dictador en
la sombra, acabado físicamente por sus juergas y devaneos de todo tipo
(un biógrafo suyo no autorizado ha llegado a adjudicarle hasta 1.500 receptoras femeninas de su semen azul, mayoritariamente por vía vaginal, y con fines exclusivamente orgásmicos no reproductivos) ABDICA, ABANDONA. Y ya se sabe: "A enemigo que huye, puente de plata" Aunque
en este caso (todo llegará como le llegó a su abuelo Alfonso el Trece)
el puente debería terminar en el Juzgado de Guardia más cercano a su
finca palaciega. O a la de su vástago heredero. O a la que disfrutó
durante años su amiga entrañable del alma, su asesora estratégica Corinna.
http://canarias-semanal.org/not/13244/el-efecto-podemos-precipita-la-abdicacion-del-rey-cazador/
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