La cacerìa. Silvia Delgado. J.Kalvellido

Cada día son más frecuentes las cacerías.
En universidades, en pueblos, en plazas, en fronteras, en barrios.
La orden es clara: que se callen, se ahoguen o sangren.
Que  que ni dios aúlle porque le duela el hambre.
Los burócratas del golpe salen a cazar a los acorralados, a los emputecidos, a los que tienen voz.
Huelen su sangre viva.
Su grito vivo.
Su ejemplo digno.
Las jaulas  se llenarán de humanidad. Si no lo remediamos antes,  fuera quedarà sòlo mansedumbre y barbarie.
 
 
Viñeta de Kalvellido

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