"La justicia universal" de los genocidas: Asesinando la alegría. por Francisco González Tejera

En la desnuda claridad de las murallas del viento se pierde el sonido alado de las luciérnagas. La fuerza infinita de los pueblos murmulla en la oscuridad ante la impunidad de tantos crímenes, torturas, maltrato y asesinatos masivos.

El gobierno español acaba de anular la “justicia universal” en su territorio. La posibilidad de juzgar genocidios, violaciones sistemáticas de los derechos humanos, una asignatura que a este partido heredero directo del putrefacto franquismo le sigue quedando
pendiente, cargándose esta brizna legal de forma intencionada, para evitar que en un futuro próximo ellos mismos puedan ser juzgados, por conducir a millones de ciudadanos/as a un abismo de hambre, miseria y violencia de estado.

Da la impresión de que la reciente masacre de Ceuta sobre este importante grupo de migrantes presuntamente asesinados, ha sido la antesala de esta premeditada y vergonzosa decisión, que cierra puertas a la esperanza de un mundo mejor, condenándonos a seguir sufriendo a los mismos criminales en cada fase de nuestra historia.

Según datos muy recientes del Instituto Nacional de Estadística, la primera causa de mortalidad entre la juventud del estado español en la actualidad es el suicidio. Gente joven que se quita la vida por no poder más, por no aguantar unas políticas económicas que nos dejan sin nada, siempre para beneficio de empresarios mafiosos, multinacionales y los vampiros de la banca y los delincuentes, psicópatas, asesinos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Hay muchas formas de matar y de esto los estados fascistas en manos de ladrones saben mucho, liquidando diariamente nuestra dignidad, quitándonos todo, arrojándonos al acantilado más triste del empobrecimiento extremo, del desahucio, el desempleo masivo, el expolio y el robo programado de nuestros derechos fundamentales.

Hoy también es un día triste, un paso atrás en la defensa de la ternura de los pueblos.


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