'ENTRE COPAS Y CANAPÉS... HABLÓ EL MINISTRO DEL INTERIOR', por Luis Enrique Ibáñez / 'THE LUNCH DATE' (cortometraje)
"...
hay una parte de la población, biempensantes sin alma, gente de orden,
de los suyos, personas como Dios manda, que sí se sienten ofendidas
cuando ven por sus calles seres humanos sin nada que, además, portan
otro color en su piel vapuleada...
Nosotros somos los otros españoles... Los
españoles que sabemos, perfectamente, que ningún hombre deja su tierra
por capricho, que ningún inmigrante quiere morir en el mar, por gusto,
en el mar, o enganchado en sus cuchillas, señor ministro"
Según Fernández Díaz, las cuchillas en la frontera de Melilla "son disuasorias y causan heridas superficiales"
"Tú pon a miles de inmigrantes ilegales circulando por las calles y verás con quién está de acuerdo la mayoría de la sociedad" Esta
fue una de las perlas que el Ministro del Interior, entre copas y
canapés, nos regalaba en el acto de celebración del 35 aniversario de la
constitución (http://www.eldiario.es/politica/Fernandez-Diaz-debate-concertinas-ganado_0_204379919.html)
ENTRE COPAS Y CANAPÉS... HABLÓ EL MINISTRO DEL INTERIOR
No es cierto, señor ministro, la mayoría de la sociedad no está de acuerdo con usted.
Aunque sí es verdad que hay una parte de
la población, biempensantes sin alma, gente de orden, de los suyos, personas
como Dios manda, que sí se sienten ofendidas cuando ven por sus calles seres
humanos sin nada que, además, portan otro color en su piel vapuleada. Son esas
personas buenas, que suelen ir a misa todos los domingos y que,
incluso, a la
salida de sus oraciones regalan alguna monedita a ese mendigo andrajoso
que está ahí, en el suelo, a sus pies. Esas que se sienten cómodas
practicando la caridad narcótica para no tener que hablar de la justicia
social, para preservar el orden establecido, el de siempre, el suyo.
Son esas personas que escuchan con desgana reverente las palabras
atribuidas a Jesucristo, absolutamente revolucionarias en muchas
ocasiones, para hacer justo lo contrario de lo predicado en cuanto salen
del templo. Puede que entre ellas se encuentre algún amnistiado fiscal.
Pregunte a su colega Montoro: él lo sabe todo. Personas bien vestidas
que se cruzan de acera y chismorrean "ay que ver, cada día hay más... yo no sé a dónde vamos a llegar... nos están invadiendo"cuando
atisban en el horizonte de sus miserables miradas la presencia de esos
africanos pesados que afean su paisaje, el físico y el moral.
Probablemente muchas de esas personas, sus amigos, señor ministro, aplauden no solo la existencia de esas "cuchillas asesinas" (ay, Jorge, los canapés y las copas... al final no pudiste reprimirte y contaste a los periodistas, así, en plan colega, cómo llaman a esas putas concertinas en las cárceles españolas), sino también, es natural, esa miserable Ley de Seguridad Ciudadana con la que usted pretende rociar con violencia legal la dignidad de los españoles, de los españoles que pensamos, que nos rebelamos, que nos manifestamos para decir no a estafa asesina que han instalado en nuestras vidas.
Probablemente muchas de esas personas, sus amigos, señor ministro, aplauden no solo la existencia de esas "cuchillas asesinas" (ay, Jorge, los canapés y las copas... al final no pudiste reprimirte y contaste a los periodistas, así, en plan colega, cómo llaman a esas putas concertinas en las cárceles españolas), sino también, es natural, esa miserable Ley de Seguridad Ciudadana con la que usted pretende rociar con violencia legal la dignidad de los españoles, de los españoles que pensamos, que nos rebelamos, que nos manifestamos para decir no a estafa asesina que han instalado en nuestras vidas.
Y
esos españoles a los que ustedes pretenden amedrentar, a los que
ustedes amenazan con prisión y con multas que parecen decididas en la
quinta copa de un whiski caro "yo pongo 30.000 euros... pues yo los veo y subo a 600.000...",
jugando al póquer con la vida de todos nosotros, esos españoles, no
estamos de acuerdo con usted, ni vamos a estarlo, y lo vamos a decir, y
vamos a salir a la calle.
Cuando usted vomita es frase chulesca "Tú pon a miles de inmigrantes ilegales circulando por las calles y verás con quién está de acuerdo la mayoría de la sociedad",
usted nos insulta, a la mayoría de la sociedad, a muchos españoles. No
hable por nosotros, bastante tiene con intentar callarnos.
Nosotros somos los otros españoles.
Los españoles que pensamos que ningún ser humano es ilegal.
Los
españoles que sí pensamos, de verdad, que es absolutamente obligatorio,
desde la decencia ética, socorrer al necesitado, al desesperado, al que
pasa hambre.
Los
españoles que sabemos, perfectamente, que ningún hombre deja su tierra
por capricho, que ningún inmigrante quiere morir en el mar, por gusto,
en el mar, o enganchado en sus cuchillas asesinas, señor ministro.
Los
españoles que no nos asustamos al ver a otros hermanos de raza
diferente, al contrario, querríamos convivir con ellos, aprender de
ellos, de su cánticos, de su cultura, sí de su cultura, no se ría,
ignorante. ¿Por qué no lee 'El ritmo perdido (sobre el influjo negro en la canción española)', del filósofo y músico Santiago Auserón, que afirmó:
"Llegó a haber muchos esclavos en Andalucía en el XVII, su presencia se hizo notar también en Castilla. Más importante que su número es la huella directa o indirecta que dejaron en los ritmos populares y también en nuestras mejores letras... La historia siempre la escriben primero los vencedores, porque los vencidos están muertos o sin medios para hacerse oír. Pero luego la historia se reescribe inexorablemente, las perspectivas se completan y la verdad asoma, poco o mucho, tarde o temprano".
No lo haga, no lo lea. No lo entendería, y hasta podría enojarle, incluso podría marearse.
"Llegó a haber muchos esclavos en Andalucía en el XVII, su presencia se hizo notar también en Castilla. Más importante que su número es la huella directa o indirecta que dejaron en los ritmos populares y también en nuestras mejores letras... La historia siempre la escriben primero los vencedores, porque los vencidos están muertos o sin medios para hacerse oír. Pero luego la historia se reescribe inexorablemente, las perspectivas se completan y la verdad asoma, poco o mucho, tarde o temprano".
No lo haga, no lo lea. No lo entendería, y hasta podría enojarle, incluso podría marearse.
Nosotros somos los españoles que sabemos que todos somos inmigrantes.
Mire usted, nosotros, los españoles que usted detesta, somos los que llevamos grabadas en el alma las palabras del poeta John Donne (ya sé que no lo conoce, es inglés, vivió entre los siglos XVI y XVII, debería leer su obra... sí ya sé que es extranjero, pero a pesar de esa condición, es humano, como esos negratas que a usted no le importa desangrar, léalo, ¡coño!):
"...Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta,
porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca
preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti. "
Cuando veo a esos pobres, desesperados,
intentar llegar a esta orilla de lo que ellos creen una tierra
civilizada, pienso en mis tíos, los que tuvieron que soportar, como
tantos españoles (¿no nos acordamos?) el frío, la indiferencia,y hasta
el odio europeos, de nosotros, los educados.
Usted, ¿usted en qué piensa, muñeco?
Retire el Proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana, retire las puñeteras
cuchillas de la valla de Melilla y tómese una semana de asuntos propios.
Aproveche para leer y para escuchar música. También podría ver algo de
cine,como el que le proponemos a continuación (es un corto, no se
agobie). Algunos todavía creemos en la posibilidad de reinserción, incluso en la suya.
Duelista entre palabras
THE LUNCH DATE
Si
consiguiéramos tener una mirada limpia, quizá aprenderíamos a
conocernos mejor a nosotros mismos, y a comprender que todos los seres
humanos pertenecemos a la misma familia, aunque, a veces, nos empeñemos
(unos más que otros) en demostrar lo contrario.
Nosotros
dedicamos la elaboración de esta entrada a todos los inmigrantes que
han sufrido, o sufren, cualquier tipo de desprecio, es decir, que han
sido víctimas de ese miedo a la diferencia que habita orgulloso en el
corazón oscuro de todos los Otros.
The
Lunch Date fue dirigido por Adam Davidson. En 1990 ganó la Palma de Oro
en Cannes, y en 1991, el Oscar al mejor cortometraje.
http://dueloliterae.blogspot.com.es/2013/12/entre-copas-y-canapes-hablo-el-ministro.html
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