Como será la victoria
cuando comprendamos que nadie merece una vida de
esclavos.
Nadie.
Ni los hombres ni los pájaros.
Cuando vivir sea un abrazo,
cuando cantar no sea para callar el espanto,
cuando soñar o reír o mirar de frente sea algo más que
una estridencia,
que este desafío irredento de un puñado de locos.
Como será esa victoria llena de pan y de peces,
llena de ternura y de cálices,
llena de letras y de niños riendo a borbotones, libres y
felices.
Cómo será ese día
como será ese amanecer
de techos sin hambre,
de dignidades pulcras,
de calles con memoria,
de verdades derramadas como lluvia.
Cómo será ese día.
Como será vivir la vida
sin cadenas ni cegueras.
Como será vivir una vida de veras.
Comentarios
Publicar un comentario