El "Rivas-Centro", un monumento a la corrupción de Izquierda Unida
Puede que algún lector se sorprenda por el título de este artículo,
sobre todo si conoce el centro comercial Rivas Centro, situado en la
llamada manzana institucional, y desconoce la historia de la gestación
de este lugar. El edificio que hoy se levanta con este nombre tiene poco
que ver con el proyecto que, en su día, compró el Ayuntamiento de
Rivas-Vaciamadrid por la nada despreciable cifra de casi
300.000.- €. Es
decir, que el Alcalde de Rivas-Vaciamadrid, Fausto Fernández, y el
concejal de Hacienda de entonces, su primo, Pepe Masa pagaron a la
empresa de un amiguete casi 50 millones de Ptas. Por un proyecto que
nunca se ejecutó. Todo ello, con la complicidad silenciosa de los medios
locales de comunicación que conocieron el asunto a través de las
denuncias de la oposición.
La historia de esta sucia historia es larga y es la siguiente:
1º.- En 1998, un grupo de comerciantes locales constituyó la sociedad
Rivas – Plaza. Dicha sociedad tenía por objeto la promoción y
comercialización de un Centro de Ocio y comercial sobre el solar
municipal situado junto a la Tenencia de Alcaldía, como una alternativa
para aminorar el impacto comercial que la apertura de una gran
superficie como Continente estaba causando.
2º.- Dicho Grupo de Comerciantes locales organizó diversos actos con
el fin de promocionar la propuesta y convencer a los Grupos Políticos de
la bondad de la misma al objeto de que el Ayuntamiento de
Rivas-Vaciamadrid procediese a la recalificación de dicho solar y
después a su venta, tal y como se puede comprobar en las publicaciones
de diversos medios de comunicación locales de dichas fechas. Así, en
mayo de 1998 presentaron sus propuestas a los dirigentes municipales del
Partido Popular.
3º.- En el año 2000, se celebró una reunión entre los promotores de
Rivas – Plaza, el Alcalde D. Fausto Fernández y el Concejal de Hacienda y
Coordinador de IU, D. José Masa con objeto de analizar las
posibilidades de desarrollo de la referida manzana. Por parte de
Rivas-Plaza estaban presentes entre otros D. Miguel Barragán y D.
Francisco Díaz. En dicha reunión, las autoridades municipales
manifestaron a los comerciantes, según es público por los testimonios de
los mismos, que si querían tener posibilidades de ser adjudicatarios
del suelo en el futuro, debían asociarse al proyecto empresarial de la
sociedad Centro de Ocio Comercial La Plaza de Rivas SA. liderado por D.
Alberto Landáburu, amigo, como es público y notorio, de D. José Masa y
de D. Fausto Fernández.,
4º.- Pocas semanas después, se celebró un almuerzo en el Restaurante
el Palacio del Negralejo entre el Alcalde de Rivas-Vaciamadrid, D.
Fausto Fernández y los empresarios D. Jesús Ávila y D. Francisco Díaz.
En dicho almuerzo, el Alcalde comunicó a los empresarios que si los
comerciantes locales querían tener opción a suelo en el concurso debían
ir de la mano de D. Alberto Landáburu. Del mismo modo, se celebró otro
almuerzo en el mismo restaurante entre D. José Masa Díaz, Concejal de
hacienda y Coordinador de IU y varios empresarios entre los que estaban
D. José Ignacio Escudero y D. Rodrigo Hervas. En dicho almuerzo el
primero indicó a los empresarios que D. Alberto Landáburu era su “hombre
de confianza en el proyecto” y que los comerciantes locales debían
asociarse a él para obtener suelo en un futuro concurso.
5º.- Poco después, los comerciantes de Rivas-Plaza, se asociaron a la
entidad Centro de Ocio y Comercial la Plaza de Rivas, cuyo socio
mayoritario e impulsor es D. Alberto Landáburu, pasando a ostentar el 10
% del capital de dicha sociedad. Los administradores de esta sociedad
pasaron a ser los siguientes:
PRESIDENTE: DIAZ CASADO FRANCISCO
CONSEJERO DELEGADO: DEL CASTILLO DOMINGO JUAN MANUEL
CONSEJERO: BARRAGAN SANCHEZ MIGUEL ANGEL
CONSEJERO: PUERTA GONZALEZ ANTONIO
CONSEJERO: LANDABURU BUGLIOLO FERNANDO LUIS
6º.- El 27 de junio de 2000, el Pleno de la Corporación aprobó, con
el voto negativo del Grupo Popular, el pliego de condiciones económico –
administrativo que habrían de regir la enajenación de la Parcela de la
Plaza de la Constitución, (B.O.C.A.M. de 7 de julio de 2000), para la
construcción de un centro de Ocio y Comercial. Dicha aprobación fue
objeto de cinco alegaciones presentadas el 12 de julio de 2000 por el
Concejal Popular José María García Gómez.
7º.- El Pleno del Ayuntamiento de 25 de julio de 2000 acordó rechazar
las alegaciones del Grupo Popular al referido pliego de condiciones.
8º.- El 16 de agosto de 2000, el concejal popular José María García
Gómez solicitó al Gobierno Municipal que, a su vez, solicitase un
dictamen sobre este asunto al Consejo Municipal Económico y Social al
que el propio Gobierno Municipal había ignorado pese a las disposiciones
legales sobre el mismo.
9º.- El 11 de octubre de 2000, se constituyó el tribunal evaluador de
las ofertas del concurso para la enajenación del referido solar.
10º.- El Pleno Extraordinario del Ayuntamiento de 11 de diciembre de
2000, acordó por unanimidad adjudicar el solar a la UTE. Centro Ocio
Comercial La Plaza de Rivas SA y Corporación Inversora de Parques SL,
otorgándole el improrrogable plazo de quince días naturales para el
depósito de la fianza definitiva contados a partir del recibí de la
notificación de la adjudicación. Esta adjudicación contó con la opinión
desfavorable del Interventor Municipal, D. Vicente Rodrigo, que así lo
manifestó en privado.
11º.- La entidad adjudicataria que había depositado como licitante
una fianza provisional de 20 millones de Ptas. debía depositar la fianza
definitiva por importe de 104.400.000 de Ptas. antes del 23 de enero de
2001.
12º.- La entidad adjudicataria dejó vencer el plazo correspondiente
sin depositar la fianza definitiva y sin que el Gobierno Municipal le
requiriese formalmente a ello, ni tomase decisión alguna oficial al
respecto.
El 8 de febrero de 2001, se celebró Junta de Portavoces del
ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid. En la misma, el Portavoz Popular
Santiago de Munck preguntó al Gobierno Municipal si el adjudicatario
había depositado la fianza definitiva en el plazo legal. El Portavoz de
IU y Concejal de Hacienda manifestó que no la habían depositado. A
preguntas del Portavoz Popular, el Secretario Municipal manifestó que se
trataba de un incumplimiento de “plazo fatal”.
13º.- El 15 de febrero de 2001, a las 11 de la mañana, se celebró la
Comisión Informativa de Política Territorial y en ella el Gobierno
Municipal manifestó su intención de, no obstante haberse producido un
incumplimiento de plazo fatal para el depósito de la fianza definitiva,
proceder a la prórroga ilegal de dicho plazo.
Terminada la Comisión, el Portavoz del Grupo Popular solicitó por
escrito una certificación sobre el incumplimiento del plazo para el
depósito de la fianza definitiva lo que motivó entonces que el Alcalde
dictase un decreto urgente procediendo a anular la adjudicación a la
empresa Centro de Ocio Comercial La Plaza de Rivas, SA.
14º.- El Pleno del Ayuntamiento de 19 de febrero acordó ratificar el decreto de alcaldía anulando la adjudicación referida.
15º.- El 26 de febrero de 2001, el Grupo Popular solicitó por escrito
el acta literal de las reuniones de la Junta de Portavoces y de dicha
Comisión Informativa sin que se le entregase nunca.
16º.- Con posterioridad, la Junta de Portavoces fue reunida a
instancias del Alcalde. En ella, el Alcalde sugirió la posibilidad de
que el Ayuntamiento comprase el proyecto arquitectónico de la empresa La
Plaza de Rivas, que había resultado ganador, ya que su diseño había
sido aprobado por todos los Grupos Municipales, imputando su coste y su
obligatoria ejecución a quien resultase nuevo adjudicatario del solar.
El Portavoz Popular, al igual que la Portavoz del Grupo Mixto, manifestó
su conformidad con la compra siempre que el precio fuese razonable y
estuviese avalada por todos los informes técnicos necesarios.
17º.- El 13 de junio de 2001, el Gobierno Municipal incoó el
expediente nº 407/01, por importe de 52.994.368 Ptas. para la compra
negociada y sin publicidad del proyecto. Por acuerdo de la Comisión de
Gobierno de 29 de junio de 2001, se compró el proyecto a la empresa
Centro de Ocio Comercial La Plaza de Rivas por un importe de 48.382.208
de Ptas. Para formalizar este acuerdo, la Comisión de Gobierno hubo de
ser convocada dos veces ya que el Concejal socialista, D. José Montoya,
se ausentó de la primera, alegando indisposición médica, al no estar de
acuerdo con la referida compra.
18º.- El 1 de agosto de 2001, el Grupo Popular emitió nota de prensa
expresando su disconformidad por lo desorbitado del precio abonado por
el proyecto y solicitó el examen del expediente completo. El Portavoz
Popular, Santiago de Munck fue autorizado a examinar dicho expediente el
21 de marzo de 2002, bajo vigilancia del Vicesecretario Municipal y con
prohibición expresa de Alcaldía para hacer fotocopias del mismo. Del
examen del expediente se extrajeron los siguientes datos:
Primero.- En el expediente se justifica el precio de compra sobre la
base del valor de las facturas que la empresa Centro de Ocio Comercial
La Plaza de Rivas SA ha abonado para la elaboración del proyecto
arquitectónico. El expediente incluye 7 facturas presuntamente abonadas a
sus propios proveedores por la empresa La Plaza de Rivas SA por un
importe total de 34.244.400 Ptas.;
Segundo.- De las 7 facturas incluidas, dos por importes de 3.248.000
Ptas. son rechazadas por los servicios técnicos municipales por
corresponder a asuntos carentes de interés para el Ayuntamiento, tales
como el Presupuesto de obra o los estatutos de la Comunidad de
propietarios;
Tercero.- Las 5 facturas restantes, las que sirven de justificación
al precio pagado ascienden a 30.996.400 Ptas. siendo el precio total
pagado por el proyecto de 48.382.208 Ptas. y no apareciendo en el
expediente ninguna otra factura más;
Cuarto.- La factura correspondiente al anteproyecto arquitectónico
corresponde a la empresa EMOSA y su importe es de 11.600.000 Ptas.;
Quinto.- De las 7 facturas presuntamente abonadas a sus proveedores
por la empresa Centro de Ocio Comercial La Plaza de Rivas SA, seis
corresponden a empresas vinculadas al representante de Centro de Ocio
Comercial La Plaza de Rivas SA, Sr. D. Alberto Landáburu, (4 facturas de
la empresa FEROLAND y 2 de la empresa ALBA FORO);
Sexto.- Del mismo modo que el Ayuntamiento rechaza, aparentemente,
adquirir los estatutos de la Comunidad de propietarios o el presupuesto
de obra por carecer de interés, parece que adquiere o paga al menos los
estudios de mercado, la memoria o los estudios y análisis de viabilidad
económica presuntamente abonados por la empresa Centro de Ocio Comercial
La Plaza de Rivas SA a sus proveedores y que, evidentemente, carecen
también de interés para este Ayuntamiento y para el actual adjudicatario
que, como es lógico, realizará sus propios estudios y que sólo debe
limitarse al desarrollo del proyecto arquitectónico asumido y comprado
por la Corporación.
Según parece desprenderse de esta documentación, el Gobierno
Municipal ha establecido el precio de compra en función de los gastos
que la empresa Centro de Ocio Comercial La Plaza de Rivas SA había
incurrido para poder presentarse al concurso y no en función del valor
real del proyecto arquitectónico que era lo demandado por la Junta de
Portavoces.
18º.- De todo lo anterior parece deducirse que la actuación del
Gobierno Municipal del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid se vio
fuertemente condicionada por las relaciones de amistad de los dirigentes
de IU, especialmente la del coordinador de esta organización y concejal
de hacienda, D. José Masa, con D. Alberto Landáburu. Consiguientemente,
la hacienda del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid se ha visto
perjudicada con la compra de un proyecto cuyo precio es a todas luces
excesivo y que sólo puede ser explicado por la existencia de dichas
relaciones de amistad.
Sólo la existencia de estas relaciones de amistad y su utilización en la esfera de la administración municipal pueden explicar:
a) Que los dirigentes de IU y cargos públicos del Ayuntamiento
aconsejaran a los comerciantes de Rivas Plaza la necesidad de su
asociación con el proyecto empresarial vinculado al Sr. Landáburu con el
fin de poder obtener posibilidades de ser adjudicatarios en un futuro
concurso.
b) Que el coordinador de IU y concejal de Hacienda dejase vencer el
plazo definitivo para el depósito de la fianza definitiva de la
adjudicación, 104.400.000 de ptas. sin emitir consciente y
deliberadamente un solo documento oficial evidenciando el incumplimiento
de las obligaciones del adjudicatario, ni resolver la adjudicación, ni
promover acto administrativo alguno tendente a reponer a la
administración municipal en sus derechos.
c) Que el Gobierno Municipal manifestase en la Comisión Informativa
de Urbanismo su intención de proceder a una prórroga ilegal de un plazo
que tenía la peculiaridad de ser “fatal” y que, por tanto, era
improrrogable.
d) Que el Alcalde y el Concejal de Hacienda dejasen transcurrir de
forma consciente y premeditada más de 22 días sin denunciar el
incumplimiento del depósito de los 104.400.000 de Ptas. y que no
procediesen a la anulación de la adjudicación hasta después del escrito
solicitando certificaciones presentado por el Grupo Popular el día 15 de
febrero de 2001.
e) Que la Comisión de Gobierno comprase por más de 48 millones de
Ptas. un proyecto arquitectónico cuyo valor no excede (de acuerdo a los
honorarios tipo aplicables al mismo) de los 12 millones de Ptas. al
adjudicatario fallido, la UTE liderada por el Sr. Landáburu, y que para
ello hayan admitido como costes de valoración facturas emitidas por las
propias empresas vinculadas al Sr. Landáburu como presuntas proveedoras
de la UTE adjudicataria. Que esta compra se realiza en grave perjuicio
del ayuntamiento al adquirir a un precio excesivo elementos carentes de
utilidad para el desarrollo del proyecto arquitectónico por parte de la
nueva adjudicataria que ha de desarrollarlo.
Después de todo este sucio manejo y despilfarro del dinero de los
contribuyentes, están los hechos para evidenciar lo más grave: el Centro
Comercial que hoy en día se levanta en esa Manzana Institucional no es
el proyecto arquitectónico comprado por casi 50 millones de Ptas.
Alguien sacó 50 millones de Ptas. de la caja municipal para comprarle
a un amiguete un proyecto arquitectónico inútil. ¿Por qué no se ejecutó
el proyecto comprado? ¿Abonó su coste, los casi 50 millones de Ptas. el
nuevo adjudicatario del Centro? A que no lo hizo.
Esta es una parte de la realidad de Rivas-Vaciamadrid de los últimos
años. Supongo que a poca gente le importa la verdad o no quiere ver la
realidad, pero siempre me ha intrigado el vergonzoso y cómplice silencio
de mucha gente de los medios de comunicación locales que parece
honesta.
Tomado de inSurgente
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