Clara Zetkin, Carl Marx y la emancipación de las Mujeres Trabajadoras!
por Cecilia Jaramillo
Jueves, 08 de Marzo
Un saludo a todas las mujeres que luchan por días mejores
La historia de la humanidad registra
innumerables esfuerzos de las mujeres por conseguir la igualdad de
condiciones y oportunidades para participar en la vida económica,
social, cultural y política de la sociedad; sin embargo, la idea de la
liberación de las mujeres germinó en tierra fértil con el surgimiento de
las ideas socialistas a finales del siglo XIX y comienzo del siglo XX.
La explicación científica que dieron
Marx y Engels sobre la condición de explotación y subordinación de las
mujeres, se expresa “El Origen de la Familia, de la Propiedad y del
Estado” de Engels. Este estudio, fue de gran importancia para la
organización de las mujeres trabajadoras en todo el mundo, puesto que se
que se echó abajo prejuicios y conceptos que planteaban como condición
natural, la inferioridad de las mujeres, a través de la cual se
justificaba su discriminación y sojuzgamiento. Para las obreras que
desde los inicios del capitalismo, lucharon por conseguir igualdad
salarial y mejores condiciones laborales, las propuestas del socialismo
científico, constituyeron banderas para acabar con el poder del
capitalismo, reivindicar la igualdad plena entre hombres y mujeres y
como un aspecto indisoluble para la edificación del socialismo. La frase
de Marx, “La opresión del hombre por el hombre se inició con la
opresión de la mujer por el hombre”, tuvo un impacto ideológico en las
filas de las organizaciones proletarias y abrió el camino a la
incorporación de las mujeres a la lucha revolucionaria.
Clara Zetkin, desde 1890, inmediatamente
después de la fundación de la Internacional Socialista, comenzó a
hablar, escribir y organizar la lucha de las mujeres para integrarlas a
la lucha socialista. Proyectaba la visión de que ellas tomaran su lugar
en la lucha de clases, su lugar en la revolución socialista que estaba
en un proceso de organización en Europa y Rusia. La realidad en aquel
comienzo de incorporación de las mujeres a este proceso era muy dura:
partido y sindicato eran cosas de hombres. El peso de las costumbres, de
las religiones y de las normas vigentes en la sociedad generaba un
ambiente desfavorable para que las mujeres se atrevan a participar en la
lucha política de sus hermanos de clase contra la explotación del
capitalismo y por la instauración del socialismo..
En este escenario, surgieron con mucha
fuerza los liderazgos de mujeres comunistas, socialistas y de
pensamiento progresista, que crecieron en la confrontación a esas ideas y
costumbres caducas y retardatarias. Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo,
Alexandra Kollantai y muchas otras, dejaron sus huellas con sus
propuestas para organizar a las trabajadoras en las filas
revolucionarias.
Para este propósito, fue determinante el
debate para poner en la discusión la importancia del socialismo para la
emancipación de las mujeres. Los escritos de August Bebel, en 1885, con
el libro “La Mujer y el Socialismo”, “La Nueva Mujer y la Moral
Sexual”, de Alexandra Kollontai, los escritos de Clara Zetkin y “Sobre
la emancipación de la Mujer” de Lenin constituyeron los pilares teóricos
que sustentaron la necesidad de incorporar a las mujeres al movimiento
revolucionario, a motivar su participación política por su propia
liberación y por la emancipación de toda la humanidad.
Las mujeres socialistas crean el Día de la Mujer
Las mujeres socialistas, lideradas por
Clara Zetkin, en la 1ª Conferencia Internacional de las Mujeres
Socialistas, en 1907, en Stuttgart, 58 delegadas de 14 países elaboraron
una proposición que comprometía a varios Partidos Socialistas a entrar
en la lucha por el voto femenino. La resolución fue elaborada, en la
víspera, en la casa de Clara Zetkin, por ella y dos camaradas, sus
huéspedes: Rosa Luxemburgo y la única rusa de la Conferencia, Alexandra
Kollontai.
Paralelamente, en este mismo año, 1910,
el Partido Socialista americano organiza una celebración para recordar
la masacre de las obreras textiles de Nueva York, que fueron brutalmente
reprimidas en 1857. Esta celebración fue reivindicada en la 2 ª
Conferencia Internacional de las Mujeres Socialistas realizada en
Copenhague en 1910; a partir de esa fecha, quedó definido el 8 de marzo
como el DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA..
La celebración a escala internacional se realizó en marzo de 1911.
El Día de la Mujer, una fecha para reafirmar los principios democráticos por la Patria Nueva y el Socialismo.
La huelga de las obreras tejedoras y
modistas de Petrogrado, declarada el 8 de marzo (16 de febrero de
acuerdo al calendario ruso) se constituyó en el detonante de la
revolución bolchevique. Este hecho histórico ratifica la tesis de
nuestro Partido de que la “mujeres trabajadoras son protagonistas de la
revolución”.
Las mujeres de las clases y sectores
explotados, por soportar una triple carga de trabajo y por las distintas
formas de opresión que les impone el capitalismo, “tienen sobradas
razones para convertirse en una fuerza vital para el triunfo de la
revolución y el socialismo en el Ecuador y en el mundo”
La potencialidad de las mujeres no es
ajena a las pretensiones de las fuerzas reaccionarias y de la
socialdemocracia que trabajan persistentemente por capitalizar su
descontento. En este sentido, es importante tomar en cuenta que Correa
ha priorizado su política asistencialista para las mujeres más pobres
del país y exhibe como logros de la “revolución ciudadana” la entrega de
bonos y otras acciones de igual naturaleza en la salud y la educación.
Por ello, es imprescindible, calificar el trabajo de los
revolucionarios entre las mujeres. Para que este sector que es la mitad
de la población, tome conciencia de que no es posible que conquiste la
igualdad en el marco del capitalismo y que la equidad de género y el
reconocimiento a sus derechos, solo es posible en la sociedad
socialista, en la Patria dirigida por los de abajo, por los trabajadores
hombres y mujeres.
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