Videos. Lluís Llach: "La Transición no acabará hasta que el Estado pida perdón a las víctimas de la matanza de Vitoria" (...y de muchas decenas más que como estas continuan impunes)
Murieron cinco personas por impacto de bala, mientra que
un centenar resultaron heridas. Fraga, ministro de la Gobernación,
y Martín Villa,
titular de Relaciones Sindicales, visitaron el día siguiente a los
heridos. "Para rematarlos", clamaban las familias de aquellos obreros
que se habían reunido en la iglesia de San Francisco de Asís durante una
huelga para reclamar mejores condiciones de trabajo.
insurgente
http://www.martxoak3.org/index.php
El Matadero proyecta el documental 'Llach: "La revolta permanent", que rememora a través de la voz del cantautor la represión a tiros de la huelga obrera de 1976.
"No habrá nunca Transición acabada hasta que se pida perdón a las víctimas". Treinta años después de la matanza de Vitoria,Lluís Llach volvía
a poner el grito en el cielo ante el silencio de las autoridades
españolas. Lo hacía en la ciudad que asistió el 3 de marzo de 1976 a una
carnicería a manos de las fuerzas del orden, que no dudaron en lanzar
gases lacrimógenos dentro de una iglesia repleta de trabajadores, pero
también de estudiantes y niños, que fueron recibidos en el exterior por
una tormenta de tiros.
Murieron cinco personas por impacto de bala, mientra que un centenar resultaron heridas. Fraga, ministro de la Gobernación, y Martín Villa,
titular de Relaciones Sindicales, visitaron el día siguiente a los
heridos. "Para rematarlos", clamaban las familias de aquellos obreros
que se habían reunido en la iglesia de San Francisco de Asís durante una
huelga para reclamar mejores condiciones de trabajo.
Hasta entonces, los templos habían sido un lugar sagrado, pero en
este caso la policía no dudó en violar aquella parroquia del barrio de
Zaramaga donde se se celebraba una asamblea. "Que este triste ejemplo
sirva de gran lección para todo el país en los meses próximos", llegó a
declarar Fraga, dispuesto a evitar por todos los medios la
extensión de la protesta a otras urbes. La grabación de las
conversaciones entre los agentes, que reconocen la "masacre", ponen los
pelos de punta: "Que manden fuerza aquí, que hemos tirado más de 2.000
tiros, cambio".
El cantautor catalán compuso en homenaje a las víctimas Campanades a morts, la canción que cierra el documental Llach: La revolta permanent (Lluís Danés,
2006), que recuerda los trágicos sucesos tres décadas después de la
mano de sus protagonistas y del propio Llach, cuya semblanza biográfica
gira en torno a la matanza. Así, se mezclan las imágenes del caos en las
calles de Vitoria antes y después de la asamblea de trabajadores con
fragmentos de la vida del mito catalanista, que se planta frente a un
piano para rememorar aquella rabia, todavía latente en los familiares de
los muertos que pasan frente a la cámara.
El documental, que recoge el conmovedor concierto que daría en el
trigésimo aniversario en el pabellón Fernando Buesa de Vitoria, donde
Llach carga contra "un acto de terror del Estado", se proyectará este
domingo en el Matadero de Madrid. La Sala Azcona también acogerá un
coloquio conducido por Juan Carlos Monedero. La entrada es gratuita hasta completar aforo.
Fuente: http://www.publico.es/politica/542663/la-transicion-no-acabara-hasta-que-el-estado-pida-perdon-a-las-victimas-de-la-matanza-de-vitoriainsurgente
Los hechos
Antecedentes
El 3 de marzo de 1976, en Euskal Herria, una de sus ciudades,
Vitoria-Gasteiz, sufrió la mayor agresión vivida en su historia contra
la clase obrera. Cinco trabajadores fueron asesinados y más de cien
resultaron heridos, la mayoría de bala, a resultas de los disparos
efectuados por la policía armada española al desalojar una iglesia,
previamente gaseada, en la cual se celebraba una asamblea de
trabajadores en huelga.
En una época carente de libertades, en la cual no existían derechos
de huelga, manifestación, reunión, etc. y bajo un duro régimen
dictatorial, (Franco había muerto unos meses antes) en Vitoria-Gasteiz
se estaba desarrollando un movimiento huelguístico ampliamente secundado
por varias empresas, en base a unas reivindicaciones puramente
sociolaborales.
La Asamblea
Tras dos meses largos de huelga y dos días de huelga general, el 3
de marzo estaba convocada una jornada de paro total. Este paro fue
secundado por la práctica totalidad de trabajadores, tanto de empresas
en lucha como otras que lo apoyaron solidariamente, así como el
comercio, servicios, estudiantes, amas de casa y la ciudadanía en
general. Desde la mañana, la policía intervino duramente ante
cualquier atisbo de concertación o manifestación, llegando incluso a
disparar fuego real, produciéndose los primeros heridos de bala.
Para las cinco de la tarde estaba convocada una asamblea general
informativa en la iglesia de San Francisco de Asís del barrio de
Zaramaga, lugar donde se acostumbraba realizar las reuniones de las
Comisiones Representativas de las empresas en lucha, para informar de
los acontecimientos novedosos.
La Agresión
La policía “premeditadamente” dejó que se llenara la iglesia con
alrededor de cinco mil personas, permaneciendo en el exterior un número
similar, y fue en ese momento cuando mandó desalojar la misma. La
multitud allí congregada ante el temor de ser aporreada y agredida en
su salida, se negó al abandono del recinto religioso. Hay que recalcar
que los templos estaban protegidos por el Concordato, por lo cual no
podían actuar ni acceder a su interior las Fuerzas Armadas, salvo
urgente necesidad.
Para proceder al desalojo, la policía atacó y asaltó la iglesia con
gases lacrimógenos y material antidisturbios, por lo que presos del
pánico y la asfixia, los allí congregados comenzaron a salir huyendo,
momento en el que los policías procedieron a golpear y disparar
indiscriminadamente tanto sobre los que intentaban escapar, como sobre
los que desde el exterior atraían su atención para dejar vía libre a
los que abandonaban aquel infierno.
Asesinados
El resultado, cinco obreros asesinados y unos cien heridos, muchos de
ellos de gravedad. Ellos mismos, (la policía) se felicitaban de haber
disparado más de mil tiros, de haber producido una masacre y de haber
contribuido a la mayor paliza de la historia. Las grabaciones existentes, se recogieron a través de la frecuencia de FM del canal de la policía y se conservan en la actualidad.
En un primer momento, a resultas de los partes hospitalarios enviados
al juzgado por ser las personas atendidas, tanto fallecidos como
heridos, a consecuencia de disparos y agresiones, se abrieron
diligencias previas. Los sumarios abiertos, después de varios
recorridos por diversos juzgados y tribunales, acabaron finalmente en
la jurisdicción militar, la cual, aun reconociendo que los hechos
considerados, eran en principio constitutivos de delitos por homicidio,
dictó auto de sobreseimiento por no haber motivos suficientes para
acusar de ellos a personas determinadas. Posteriores reclamaciones al
Estado por responsabilidad civil, efectuadas por algunos afectados,
tampoco fueron atendidas.
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