Mientras en París se iniciaron los diálogos entre los cancilleres de
EE.UU. y Rusia en busca de una solución a la crisis ucraniana,
aumentaban las concentraciones en el este de Ucrania a favor del
federalismo.
En Járkov, la ciudad más importante del este; en Donetsk, capital de
la cuenca hullera ucraniana; y en Odessa, principal puerto del mar
Negro, hubo mítines en los que los participantes pidieron la celebración
de referendos de autonomía.
“Rusia, sálvanos”, “Járkov exige un referéndum de autonomía” o “El
ruso es nuestra lengua” eran algunas de las frases que se escuchaban y
leían en las pancartas en Járkov, durante un acto en el que ondeaban
banderas tricolores rusas.
Tras el mitin, los manifestantes se desplazaron a la delegación rusa
en la ciudad para entregar una declaración en la que los organizadores
piden a Moscú ayuda para convocar un referéndum y convertir el sureste
de Ucrania en una autonomía.
“Proponemos aunar las fuerzas del sureste, crear un consejo
coordinador y un frente único contra los golpistas (de Kiev). Nuestro
lugar en el Estado lo vemos dentro de la histórica autonomía
suroriental”, reza el documento, según medios locales y rusos.
En Donetsk, ciudad natal del derrocado presidente ucraniano Víktor
Yanukóvich, el mitin se celebró en la plaza Lenin, donde se congregaron
miles de personas con banderas rusas y soviéticas. Luego varios
centenares de manifestantes se dirigieron a la estación ferroviaria e
intentaron asaltar el edificio, aunque se lo impidieron los efectivos
antidisturbios, pero sí lograron retrasar la salida de algunos trenes.
En Odessa los protestantes no superaron los 3.000, según fuentes
policiales, y tras celebrar un breve mitin marcharon por varias horas
entre gritos a favor de Rusia y la Unión Aduanera y en contra de
Occidente. Esta ciudad también acogió a partidarios del Maidán (corazón
de las protestas contra Yanukóvich), que fueron atacados por activistas
prorrusos, aunque no se registraron heridos. También hubo marchas a
favor del federalismo organizadas por grupos prorrusos en las capitales
regionales de Dniepropetrovsk y Lugansk.
En tanto, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y su
homólogo ruso, Serguéi Lavrov, iniciaron ayer en París una reunión con
la que buscan acercar posturas sobre la salida a la crisis ucraniana.
El encuentro, a puerta cerrada, se realiza en la embajada rusa en la
capital francesa. Una hora después se unieron sus respectivos
consejeros.
En la agenda del encuentro está la hoja de ruta que el sábado pasado
Rusia propuso a Occidente para convertir a Ucrania, a través de una
reforma constitucional, en una Federación que reconcilie los intereses
del este rusoparlante y del oeste europeísta.
Esa Constitución debe ser aprobada por un referéndum y aboga porque
cada región disponga de amplias competencias en el ámbito económico,
financiero, cultural, lingüístico, educativo y de relaciones económicas y
culturales exteriores con los países vecinos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ucraniano rechazó el plan, en
un comunicado, al considerar que significaría la desintegración del
Estado y aconsejó a Moscú que aplique ese plan en el territorio de la
Federación rusa. “Con los cañones de sus fusiles el agresor exige solo
una cosa: la completa capitulación de Ucrania, su división y la
desaparición del Estado ucraniano”, dice el escrito.
http://www.insurgente.org/index.php/2012-04-11-10-03-53/mundo/item/10249-miles-de-ucranianos-se-echan-a-las-calles-pidiendo-que-rusia-los-salve
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