#22M. "A mi pueblo, Trebujena" SAT Trebujena ... un ejemplo. Un PUEBLO de Cadiz que no perdio ni la memoria ni la conciencia.
Sat Trebujena
Ayer convocaba a la poblacion a una concentracion ....
Todos
a la plaza del ayuntamiento a las 7 de la tarde. No nos vamos a dejar
manipular, engañar. NO MÁS ESTAFA. DI BASTA, MUEVETE, POR TI, POR
NOSOTROS, POR LOS TUYOS. NO TE RINDAS, NOSOTROS SEGUIMOS EN LA LUCHA.
AHORA Y SIEMPRE... SI SE PUEDE. ACUDE
Lo que el fascismo no consiguió lo ha
conseguido la sociedad consumista, adormecer la mente del pueblo,
volverla a despertar, que sea partícipe de su futuro, es un trabajo de
hormiguita. El trabajo del SAT Andalucía es despertar esa conciencia,
pues el pueblo no hemos regalado nuestras mentes. Aquí en Trebujena, NO
nos dormimos, luchamos para que no nos manipulen, para que no nos
engañen...hoy Trebujena ha dicho que NO lo manipula los medios de
desinformación masiva. Vamos caminando, vamos lento, pues la marcha es
larga, esto aún ni siquiera es el prólogo...
Luis de Manuela.
Para mí ha sido un placer
inefable hacer con mis paisanos y paisanas esta Marcha por la Dignidad.
Había que estar allí, no me cabe la menor duda. La coyuntura es más
severa de lo que alguna gente piensa. Pero no es
sólo la coyuntura o el momento actual, sino el sistema en sí, que es
opresor por naturaleza. Hay que subvertir este orden inicuo. ¡Seguimos y
seguiremos en la lucha obrera! Por Andalucía libre, la República y la
Humanidad.
Me cabe el inmenso honor de haber compartido con mi gente de Trebujena -mis paisanos, vecinos... familia, en suma, porque así los quiero, como familia- 30 horas de convivencia, de lucha por nuestra dignidad, por nuestros derechos, de cultivo de amistad, de conciencia, de solidaridad, de altruismo. Cada gesto, cada palabra, cada recuerdo evocado tanto en los autobuses como ya en Madrid, traían a mi corazón los mejores y más felices momentos que recuerdo de toda mi vida: los que he vivido en Trebujena.
Qué lástima que las dos últimas décadas hayan transcurrido nostálgicas, recordándote, querido pueblo mío, con un nudo en la garganta -y alguna que otra lágrima de impotencia- por no estar allí donde tengo que estar, donde demandan mis sentimientos más profundos: en tus calles, viviendo contigo, siempre contigo, como el trebujenero que soy. Pero recuerda esto, Trebujena: algún día -y espero que no tarde mucho- viviré en tu suelo, que es mi cuna, mi raíz, mi entraña... ¡mi verdad!
Gracias a los magníficos seres humanos del SAT, que tan bien me han acogido y que tanto cariño me han prodigado. Ha sido muy emocionante. En cada kilómetro (y han sido 1.300 en autobús y 30 andando) me reafirmaba en mi conciencia, y decía en mi fuero interno: "qué cansado estoy de tanta caminata y tanta carretera, pero... ¡que viva la lucha de la clase obrera; que viva Trebujena!". Cuando me preguntan si yo soy medio trebujenero, siempre respondo lo mismo: "nadie es medio de ningún sitio; o se es o no se es; y Trebujena y yo somos la misma cosa".
¡SALUD, PAISAN@S!
Me cabe el inmenso honor de haber compartido con mi gente de Trebujena -mis paisanos, vecinos... familia, en suma, porque así los quiero, como familia- 30 horas de convivencia, de lucha por nuestra dignidad, por nuestros derechos, de cultivo de amistad, de conciencia, de solidaridad, de altruismo. Cada gesto, cada palabra, cada recuerdo evocado tanto en los autobuses como ya en Madrid, traían a mi corazón los mejores y más felices momentos que recuerdo de toda mi vida: los que he vivido en Trebujena.
Qué lástima que las dos últimas décadas hayan transcurrido nostálgicas, recordándote, querido pueblo mío, con un nudo en la garganta -y alguna que otra lágrima de impotencia- por no estar allí donde tengo que estar, donde demandan mis sentimientos más profundos: en tus calles, viviendo contigo, siempre contigo, como el trebujenero que soy. Pero recuerda esto, Trebujena: algún día -y espero que no tarde mucho- viviré en tu suelo, que es mi cuna, mi raíz, mi entraña... ¡mi verdad!
Gracias a los magníficos seres humanos del SAT, que tan bien me han acogido y que tanto cariño me han prodigado. Ha sido muy emocionante. En cada kilómetro (y han sido 1.300 en autobús y 30 andando) me reafirmaba en mi conciencia, y decía en mi fuero interno: "qué cansado estoy de tanta caminata y tanta carretera, pero... ¡que viva la lucha de la clase obrera; que viva Trebujena!". Cuando me preguntan si yo soy medio trebujenero, siempre respondo lo mismo: "nadie es medio de ningún sitio; o se es o no se es; y Trebujena y yo somos la misma cosa".
¡SALUD, PAISAN@S!
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