Las PAHs catalanas colapsan las oficinas de CatalunyaCaixa para exigir soluciones. João França

Cua d'activistes de la PAH davant d'una oficina de Catalunya Caixa el divendres a Barcelona / @AdaColauDesde el miércoles, personas afectadas con hipotecas de CatalunyaCaixa se presentan masivamente en oficinas de L'Hospitalet, Sabadell y Barcelona pidiendo atención.

 Cola de activistas de la PAH ante una oficina de CatalunyaCaixa el viernes en Barcelona / @AdaColau

La Plataforma quiere acabar con los remanentes de las daciones en pago, que obligan a las personas afectadas a contratar préstamos personales una vez devuelto el piso.


Las Plataformas de Afectados por la Hipoteca catalanas han empezado esta semana una nueva campaña contra CatalunyaCaixa. Pretenden bloquear su red de oficinas hasta que no consigan soluciones definitivas a la problemática de las personas afectadas que tienen la hipoteca contratada con este banco nacionalizado. Desde hace diez meses tienen en marcha una negociación colectiva de más de 700 casos con la entidad.
Ada Colau, de la PAH de Barcelona, asegura que las entidades nacionalizadas "reciben presiones de la administración no para ser más sensibles ante estos casos, como sería de esperar, sino para que sean más agresivas". Según Colau, "dado que estas entidades están en venta las quieren hacer más atractivas a posibles compradores, pero para eso están extorsionando a la gente".
La Plataforma denuncia que, aunque CatalunyaCaixa empezó a conceder daciones en pago a las personas afectadas a raíz de la negociación, éstas no eran totales, sino que dejaban un remanente. Para cubrir esta deuda, inferior a la inicial pero aún así superior a lo que pueden pagar, las familias se ven obligadas a contratar un préstamo personal con la misma entidad, que deben seguir pagando una vez han devuelto el piso. Los afectados reclaman hace meses a la entidad que las daciones sean totales y eliminen estos préstamos, pero no han visto resultados.
Ante la imposibilidad de avanzar en la negociación han decidido volver a las acciones de presión. Desde el miércoles han provocado el cierre de las principales oficinas de Catalunya Caixa en el centro de tres municipios catalanes con largas colas de clientes de créditos hipotecarios que piden soluciones. La primera acción tuvo lugar en L'Hospitalet de Llobregat. Convocadas en la Rambla Just Oliveres, las personas afectadas se dirigieron a una oficina cercana. Ante la larga cola la entidad reaccionó ordenando el cierre de varias sucursales de la zona.
De forma sostenida
Ada Colau admite las similitudes de la acción con la iniciativa Toque a Bankia, con la que se quiso colapsar las sucursales de Bankia de todo el país durante un día la pasada primavera. No obstante, remarca una diferencia: "Nosotros no lo hacemos un día sino de forma sostenida, porque es un derecho de los clientes".
El jueves la acción se repitió en Sabadell. "Estaban sobre aviso de la acción porque ya se había hecho el día anterior y todo fue bastante rápido. A medida que nos acercábamos a las oficinas ya se cerraban", explica Pau Llonch, de la PAH local. Los manifestantes se dividieron en cuatro grupos para mantener cerradas las sucursales del centro de Sabadell con su presencia cerca de los bancos.
Cua d'activistes de la PAH davant d'una oficina de Catalunya Caixa el dimecres a L'Hospitalet / @PAHLHOSPITALETL
La cola que se formó el miércoles en L'Hospitalet / @PAHLHOSPITALETL
A Barcelona le ha tocado el turno este viernes. Más de 300 personas, entre ellas 170 clientes de CatalunyaCaixa, se han concentrado en el centro de la ciudad y se han dividido en grupos. Por el camino se han encontrado más de 20 oficinas cerradas, algunas con un cartel donde se decía que no abrían "por motivos de seguridad". Los diferentes grupos se han concentrado en una sucursal que han encontrado abierta en el Passeig de Sant Joan, pero los trabajadores se han negado a atender las decenas de activistas de la PAH que hacían cola en la puerta.
La respuesta de la PAH ha sido pedir hojas de reclamación. Ante la negativa del banco lo han solicitado a la policía, que les ha facilitado 150 hojas para las personas que las pedían. Colau asegura que seguirán con la acción hasta que encuentren soluciones. "Y CatalunyaCaixa debe plantearse si quiere seguir sin atender a sus clientes, porque esto se acerca al corralito", sentencia.

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