INVOLUCIONANDO, que es gerundio...Juan Antonio Gallardoski

Bajar los sueldos, aproximadamente un diez por ciento. Más. Eso es lo que proponen estos cachondos del FMI y en un tiempecito una subida del IVA. Otra.

Magistral fórmula matemática cuya incógnita somos nosotros: ¿Qué haremos ganando, otra vez, menos y pagando, otra vez, más?
Un lumbrera de taberna me asesora: al bajar los sueldos, bajará también el costo de producción de los bienes y servicios, ergo seremos todos más ricos y por fin volverán las oscuras golondrinas y toda la poética de la vida occidental.

Miro el recibo de la luz de este mes: 100.07 euros. ¡Vaya! Todavía no se notan los recortes en personal y salario que están haciendo las grandes eléctricas, pero es cuestión de tener paciencia. Seguro que notaré, en breve, las ventajas de que esos compañeros cobren menos y trabajen más.

Con lo del teléfono , lo mismo. Y con el agua, y con esto y con aquello.
Si el médico de urgencias te da dos pastillas, dos analgésicos, lo hace clandestinamente, como si te estuviera pasando caballo. Y no sabremos agradecer lo bastante que nuestros hijos e hijas tengan que esforzarse tanto para poder seguir estudiando. El pobre que estudie será tan listo, tan ordenado, tan pacífico, tan manso y tan domado, que podrá llegar a donde quiera. A presidente. Eso es la democracia y el sueño de occidente.

Como mi amigo el lumbrera no es un desalmado, ni es un hijo de la gran puta, tendrá razón, porque sabe mucho, y será hermoso cuando sintamos en nuestras carnes, las que nos queden, la música tan bonita de la recuperación económica.

La involución ha sido una obra de arte, perversa, grotesca, vale, pero anda que no; Grecia campo de entrenamiento de la asfixia por mor de la deuda. Chipre, para ver hasta dónde y hasta cuándo se pueden retorcer el infarto financiero. España, para estudio de los contingentes de parados y de la humillación laboral. O viceversa.

Ya digo, pedazo de gabinete de involución social: de ciudadanos pasamos a súbditos. Lo próximo está cada vez más claro: de súbditos a supervivientes.
Gallardoski

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