Lo que decía hace poco más de tres décadas el Juez del TSJA que ordenó detener a Cañamero: "Los hombres que se dejen vencer, resultarán culpables de no haber sido capaces de enfrentar las adversidades"

"abandonada a su suerte como el resto de Andalucía", estaban obligados a superar las adversidades, y que todo aquel que se dejara vencer, sin luchar, sin resistir, "sería culpable". También hablaba el magistrado de una "costumbre andaluza de encalar la miseria, para hacerla estremecedora".Rebuscando en las hemerotecas logramos encontrar un escrito del Juez Jerónimo Garvin Ojeda, redactado con motivo de su abandono del pueblo de Beas, en el que el magistrado denunciaba el olvido en el que vivían Andalucía y sus gentes, y llamaba "culpables" a quienes se dejaran vencer sin luchar...

Jerónimo Garvin Ojeda, fue el Juez Comarcal de Beas de Segura por aquellos años y una vez fue trasladado a otro lugar dejo un bello escrito en el programa de fiestas de la localidad jiennese, donde relataba la añoranza que sentía cada vez que recordaba el pueblo de Beas, del cual decía que viviría con el recuerdo del pueblo mientras viviera por que para él Beas, escondía un maravilloso encanto, tan luminoso e inaprensible, que había que situarlo en la frontera de los sueños o del trasmundo.

Pero, más allá de lo romántico de esas afirmaciones, en el mismo escrito se pueden leer una serie de frases que, sin duda alguna, hoy podrán rechinar en sus popios oídos, cuando de ver como está tratando, desde su puesto en el TSJA, a los activistas y dirigentes del SAT, se trata.

Escribía entonces el señor Juez que los habitantes de Beas, "abandonada a su suerte como el resto de Andalucía", estaban obligados a superar las adversidades, y que todo aquel que se dejara vencer, sin luchar, sin resistir, "sería culpable". También hablaba el magistrado de una "costumbre andaluza de encalar la miseria, para hacerla estremecedora".

Si bien toda persona tiene derecho a cambiar su forma de ver el mundo, y, sin duda, la trayectoria de este juez es una buena incitación para ello, pues difícilmente puede uno llegar a ocupar los puestos en el sistema judicial que ha llegado a ocupar este señor si no es poníendose del lado de los poderosos, no está de más recordarle ahora sus propias palabras, por si todavía le quedase un ápice de aquella memoria histórica del pueblo andaluz, que lo llevó a pedir a los hombres y mujeres de esta tierra que no se rindiesen a su miseria sin luchar y que, de hacerlo, serían culpables de ello. 

Sea lo que sea, conserve o no algo de aquellos pensamientos, que no olvide el señor Juez que eso es precisamente lo que a día de hoy hacen Diego Cañamero, Sánchez Górdillo y el resto de las varias decenas de militantes del SAT procesados y procesadas que ahora mismo están en sus manos, por el simple hecho de querer enfrentar las adversidades y no dejarse vencer, y, por tanto, no ser culpables de toda esa miseria encalada, estremecedora, que, hoy como entonces, siguen sufriendo los habitantes de nuestra Andalucía, incluídos los de su querida Beas. Porque, con su lucha, el SAT lo que está haciendo es, sin duda ninguna, "engrandecer esta bendita tierra", tal y como usted nos pedía hace no tanto -30 años no es nada...-.

Señor juez, ya se lo dicen las pancartas de protesta que los militantes del SAT han llevado estos días hasta la puerta de su tribunal: "Usted no es nadie para juzgar la dignidad de los que luchan". Así que, aunque usted los declare culpables, para nosotros serán no solo inocentes, sino héroes, pues, como bien dijo usted mismo por aquellos tiempos, culpables hubieran sido si se dejasen vencer, sin luchar, por las adversidades, tal y como hacen ahora -y antes- muchos otros que, por ello mismo, nunca pasarán por su tribunal...

Carta del juez (especial atención a los últimos párrafos):
Añoranza - Jeronimo Garvin
¿Tanto ha cambiado usted de parecer, señor juez?


Viernes, 12 de Julio de 2013 00:09

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