Por Cristóbal García Vera - Canarias-semanal.org
El pasado martes, 9 de abril, el catedrático
de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla Juan Torres López ofrecía en
Las Palmas de G.C. una conferencia sobre
las "alternativas" que
- según el economista - permitirían superar la Crisis. Torres centró
su exposición, indudablemente didáctica, en los desastrosos efectos que la
desregulación financiera impuesta en las últimas décadas ha provocado en la
economía mundial. Tampoco faltaron en su discurso, no obstante, contradicciones
esenciales. Entre otras, su referencia a la crisis medioambiental generada por la dinámica
de crecimiento continuo inherente al sistema capitalista, sin el cual no se
hubiera podido sostener -en unos pocos países occidentales y en un breve lapso
de tiempo histórico- el Estado del Bienestar defendido por el profesor y fundado en la superexplotación de la mayor
parte de la población mundial. No es el
objeto de este artículo, sin embargo, efectuar una crítica de las concepciones
y planteamientos teóricos del Sr. Torres López. Al lector interesado en este
particular lo remitimos al muy recomendable trabajo "No hay alternativas. (Otro capitalismo es imposible)”, publicado
en esta misma revista digital por Manuel Navarrete y no rebatido hasta la fecha
en ninguno de sus aspectos fundamentales (1)....
Nuestra glosa se referirá, en este
caso, a la traducción práctica de tales planteamientos. Es decir, a la
propuesta política propugnada por Juan Torres para "salir de la
crisis", sobre la cual tuvimos la oportunidad de interrogarle al término
de su intervención. En el turno de
preguntas reservado al público asistente, recordamos al Sr. Torres su apoyo al pacto de
Gobierno suscrito en Andalucía entre el PSOE e Izquierda Unida, así como la
posterior aplicación por parte de ese Ejecutivo
de las mismas políticas neoliberales que ambas organizaciones habían
prometido combatir. Aludimos, igualmente, a cómo el propio Torres López
acabaría sosteniendo - en una nota remitida a la redacción de Canarias Semanal
- que "no podía pensar que IU
acabaría (gobernando) tan de espaldas a la gente”, mientras que "del PSOE no esperaba nada" (2). Finalmente, le
preguntamos si, a la vista de la experiencia andaluza, volvería a apoyar un
pacto con el partido socioliberal.
¿MALA
INFORMACIÓN SOBRE LOS POSICIONAMIENTOS POLÍTICOS DEL PROFESOR TORRES LÓPEZ?
Reconocemos que nuestra sorpresa fue
mayúscula cuando, aprovechando la ventaja de quien sabe que su interlocutor no
tendrá turno de réplica, el Sr. Torres comenzó asegurando que nuestro problema
era el de "estar mal informado, a
través de Canarias Semanal" sobre sus públicos pronunciamientos ya
que -dijo - "él no apoyó el pacto en Andalucía", sino que lo "reclamó". "Hice - dijo- las propuestas que creía que debía de
contener un pacto, y cuando se hizo un pacto que a mí no me parecía del todo
acertado lo puse en cuestión". Tras realizar esta pirueta dialéctica
para reconocer lo que antes había negado, el profesor prefirió evitar cualquier
tipo de comentario acerca de lo que había escrito sobre Izquierda Unida y su
forma de gobernar "de espaldas a la
gente". Poco cabe añadir, por tanto, al respecto de nuestra supuesta "mala información" sobre
hechos suficientemente conocidos y que cualquiera puede contrastar. Mucho más
interés tienen, en cambio, otros aspectos de la contestación que nos ofreció el
catedrático de la Universidad de Sevilla.
TORRES
LÓPEZ: "CUALQUIER PARTIDO QUE GOBIERNE TENDRÁ QUE HACER RECORTES"
Juan Torres López con dirigentes del PSOE, en un acto organizado por este partido en su sede de Córdoba para "reflexionar sobre la crisis"
En esta misma línea incidió el economista
en su conferencia del martes, en referencia a alguna de las excusas aducidas por el
Gobierno de Mariano Rajoy. No aplicó el mismo rasero, sin embargo, al enjuiciar
los recortes del Ejecutivo andaluz. Para justificar estos últimos, sostuvo que "cualquier partido político que
gobierne tendría que aplicarlos, aunque contase con el 90% de los votos, porque ha habido una crisis financiera que nos
ha puesto a los pies de especuladores y nos ha generado una Deuda. Otra cosa es -dijo- la actitud ante esos recortes y la manera
de hacerlos".
No es la primera vez, desde luego, que Torres López incurre
en esta flagrante contradicción. Ya a mediados del año 2012 había manifestado la
misma magnanimidad al analizar el
recorte de dos mil quinientos millones de euros aplicado por la Junta de
Andalucía o la disminución del salario de los empleados públicos. "Se
debe ser inteligente y no caer en una crítica descontextualizada de lo que hace
este gobierno que solo favorecería al PP y a los poderes económicos" (4) –
había advertido entonces el profesor a quienes desde posiciones de izquierda criticaban al Ejecutivo
socialdemócrata..
Para el Sr. Torres, dicha
contextualización requiere considerar las políticas del Gobierno andaluz a la
luz de sus limitaciones y "obligaciones": "Hay que tener en cuenta que estas medidas no se realizan por
voluntad propia sino como resultado de la obligación de no superar un déficit
público superior al 1,5% contemplado en los PGE
impuestos por la mayoría absoluta del PP. Una obligación que si no fuese cumplida
llevaría consigo la intervención de la Junta de Andalucía y consecuencias mucho
peores y que es necesario evitar en todo caso" (5).
La endeblez de esta argumentación, sin
embargo, salta a la vista, ya que el Ejecutivo de Mariano Rajoy podría esgrimir
idéntica excusa, al estar igualmente supeditado al objetivo del déficit marcado
por la UE y sometido a una eventual intervención en el caso de incumplir los
dictados del capital europeo. Lo cierto es que, con este “inteligente” análisis,
el profesor Torres no hace sino avalar la explicación proporcionada por el
vicepresidente de la Junta y coordinador de IULV-CA Diego Valderas a las bases irritadas de su organización, según
la cual el Gobierno autonómico aplicaba los recortes por ¡"imperativo legal!".
Una lúcida reflexión acerca del
callejón sin salida al que conduce este intento de cambiar el sistema aceptando
sus propias reglas de juego la realizaban recientemente desde las mismas filas
de Izquierda Unida: "Hemos cometido el error de aceptar la trampa socialdemócrata, que
podríamos resumir en el lema: 'mejor practicamos nosotros los recortes, que
dejarlos en manos del PP'. Con ello todo
nuestro trabajo como fuerza de oposición y de alternativa de gobierno se va al
garete, pues no podemos dar gato por liebre, ni aplicar las mismas políticas
bajo un paraguas de mayor "sensibilidad social" con los afectados por
la crisis". (6)
Aunque dicho desenlace fue reiteradamente
anunciado por quienes se opusieron al pacto propugnado por Juan Torres López,
el catedrático –que como hemos visto se muestra mucho más comprensivo con las “insuficiencias” del Gobierno andaluz
- elude hoy aceptar cualquier
responsabilidad por sus consejos, aplicando a los mismos una particular
“estrategia de inmunización”. "La
mayoría de las propuestas y medidas de Gobierno que yo hice junto a otros
compañeros no las asumieron. Ya me
hubiera gustado a mi… yo que culpa tengo"- arguyó en Las Palmas con una
proverbial ligereza.
APUNTALANDO
EL BIPARTIDISMO CON EL CONCURSO DE LA NUEVA SOCIALDEMOCRACIA
De esta forma, con la tranquilidad de
quien blinda sus proposiciones ante cualquier posible refutación, el profesor
concluyó reconociendo en Las Palmas, sin ambages, que "si en las próximas elecciones hay una mayoría capaz de frenar un
gobierno del PP yo volveré a reclamar
que se haga un pacto para que el Partido
Popular no gobierne", al que volvería a proponer, una vez más, sus recetas
económicas. Es decir, que volvería a apoyar
una alianza con el Partido Socialista para evitar el ascenso de la “derecha”.
Obviamente, el error de bulto de
semejante planteamiento, que explica su inevitable fracaso, estriba en el hecho
de continuar incluyendo al PSOE en el terreno de la izquierda, empecinadamente
y contra toda evidencia. Con esta falsa premisa invalidando todos sus análisis
y cálculos políticos, Torres López ha requerido de este partido – al igual que
su colega Vicenç Navarro – un cambio de rumbo para la recuperación de sus “esencias socialdemócratas” que, como
organización representante del capital, sencillamente no está en disposición de
realizar en la actual fase de desarrollo del sistema económico contra el que el
profesor afirma luchar. El Sr. Torres,
en efecto, se mece beatíficamente en la ilusión de que el PSOE podría cambiar "con ideas claras sobre a dónde quiere
llegar" y contando con “suficiente
apoyo y poder ciudadano". Llegando a afirmar que, "en una coyuntura adecuada y con apoyo social y de su
partido", Alfredo Pérez Rubalcaba,
"una personalidad política
extraordinaria, de una gran formación y lucidez y de convicciones
socialdemócratas y progresistas que me parecen firmes y fuera de toda
duda...sería un presidente de gobierno capaz de poner en marcha medidas más cercanas
al ideario socialista..." (7).
Sea como fuere, el pacto de gobierno defendido por Torres López es
el que parece dibujarse hoy en el horizonte del Estado español, ante el
inevitable desgaste del PP y el ascenso en intención de voto de IU, como
consecuencia del justificado descrédito del PSOE. Llegado el caso, el Sr.
Torres no tendría que esforzarse demasiado para hacer valer su criterio, al
coincidir éste con la línea oficial de Izquierda Unida, formulada también bajo el
eufemístico lema de "evitar a toda costa que gobierne la derecha".
El panorama político se presenta,
pues, verdaderamente desolador. Justamente en el momento en el que la crisis
capitalista ha venido a poner de manifiesto la verdadera esencia de la
socialdemocracia europea, opciones políticas pretendidamente anticapitalistas se
esfuerzan por apuntalar los podridos cimientos del sistema, con la aspiración de
ocupar en un futuro cercano el lugar de los viejos partidos socialistas. Proyecto
que en el Estado español, y conforme a la actual correlación de fuerzas de IU y
PSOE, equivale a reforzar la rueda bipartidista que sufrimos desde la Transición, con el concurso de Izquierda Unida como socio menor de ese engaño
“democrático” diseñado para mantenerlo todo “bien atado”.
No resulta necesario ser un eminente
científico social, sino atreverse a asumir las evidencias empíricas existentes,
para pronosticar que un Gobierno bipartito con semejantes mimbres continuará
sometiéndose a los mandatos de “Europa” por “imperativo legal”, provocando en
quienes depositen en él sus esperanzas de cambio el peor de los desengaños. Y
es que el presunto “realismo” de quienes aspiran a reformar desde dentro las
instituciones políticas y económicas creadas para garantizar la acumulación
capitalista constituye, a la postre, la más reaccionaria y perniciosa de las
utopías. Atrapados en este posibilismo institucional, ciertamente, no existen
alternativas a los recortes neoliberales (8), ni resulta posible comenzar a organizar
una resistencia efectiva para hacer frente a quiénes los imponen (9).
Con toda razón, no obstante, podría reclamarnos
el lector que, además de cuestionar propuestas ajenas, nos atrevamos a exponer
las propias, sometiéndolas también a la crítica pública. A ello dedicaremos la segunda parte de este
breve trabajo.
Notas y referencias bibliográficas:
1. Manuel Navarrete. "No hay alternativas. (Otro capitalismo es imposible)". Laberinto/ Canarias-semanal.org
2. Torres López: "No podía pensar que IU gobernaría tan de espaldas a la gente". Canarias-semanal.org.
3. Vicenç Navarro, Juan Torres López y Alberto Garzón. "Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar social en España". Pág 170.
4. Juan Torres López y Carlos Martínez García. "Sobre los recortes sociales del Gobierno andaluz". Página web de Juan Torres López.
5. Ibídem.
6. Rafael Silva. "Primer año de gobierno conjunto en Andalucía". Rebelión.
7. Juan Torres López. "Si no se cambia, se irá a peor". ATTAC-Mallorca.
8.
Cabe recordar la significativa afirmación realizada por el Sr. Torres
López en Las Palmas, anteriormente mencionada, sobre la supuesta
"inevitabilidad" de los recortes, gobierne quien gobierne.
9.
No se nos escapa, obviamente, que el trabajo político necesario para
que un gobierno con verdaderas intenciones transformadoras contara con
el apoyo necesario para enfrentar a sus enemigos estatales e
internacionales se encuentra todavía por hacer. Sin embargo, parece
difícil que dicha tarea de concienciación y organización pueda
realizarse partiendo de la creencia, expresada por el Sr. Torres López,
de que "hasta el momento, el Gobierno del PSOE e IU (en Andalucía) se ha venido dedicando a organizar la resistencia": "Sobre el gobierno PSOE-IU en Andalucía: ¿Valdrá la pena?".
VÍDEO:
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