EL COMPLOT ESPAÑOL CONTRA VENEZUELA

[Img #17098]Una maniobra política que exige la movilización de la izquierda

 


Por Máximo Relti /Canarias Semanal
 

No hay que ser especialmente avispado - escribe nuestro colaborador Máximo Relti - para deducir que lo que está sucediendo en Venezuela responde casi milimétricamente a lo que tanto el gobierno de ese país, como los analistas políticos de la izquierda venezolana habían pronosticado que se produciría después de las jornadas electorales del domingo... ¿Pero qué pinta España en esta nueva conjura?...

      
     "No hay que ser especialmente avispado para deducir que lo que está sucediendo en Venezuela responde casi milimétricamente a lo que tanto el gobierno de ese país, como los analistas políticos de la izquierda venezolana habían pronosticado que se produciría después de las jornadas electorales del domingo.

         En efecto, la oposición escuálida ha aprovechado el hecho de que la diferencia entre el candidato Maduro y su oponente Capriles suman ya casi 300.000 votos para convertir esta diferencia en la coyuntura idónea a través de la cual intentar promover la inestabilidad social primero, y el golpe de Estado después. La improcedencia del argumento importa poco. En los escrutinios electorales de todo el mundo, frecuentemente esos porcentajes son, incluso, considerablemente más reducidos. En la propia Venezuela, el candidato conservador Caldera ganó en una ocasión unas elecciones por una franja seis veces menor que la que ahora separan a Nicolás Maduro y Henrique Capriles. Y no hablemos ya de la que se produjo en  los Estados Unidos entre el republicano George Bush y el democrata Al Gore, que empujó al primero a recurrir al pucherazo para  no perder su infausta presidencia.


 QUE ES LO QUE ESTÁ EN JUEGO EN ESTA CONSPIRACIÓN

    Pero eso importa poco. Lo que se está intentando realmente en estos momentos  es  borrar del mapa de Venezuela a un sistema político que se ha caracterizado por sus claras posiciones antimperialistas, por sus políticas sociales hacia  las clases populares y por constituir el eje de la unidad del hemisferio sur latinoamericano. Si a ello añadimos el hecho de que en el subsuelo venezolano se encuentran los mayores yacimientos de petróleo del mundo, el asunto se convierte en un “casus belli” para el gobierno de Barack Obama y los poderosísimos intereses que representa.

      Por ello, no debe extrañar la postura mantenida estos días por el ministro ultraconservador español García-Margallo. Que el jefe de la diplomacia española manifieste públicamente sus dudas en relación a la legitimidad de unas elecciones celebradas en un país con el que se mantienen relaciones diplomáticas normales e intensas relaciones económicas es algo más que un despropósito de funciones. En este caso, como en los precedentes que  protagonizó  el expresidente José María Aznar durante el golpe de Estado del 2002, es simplemente un complot.

        Con su insólita declaración García-Margallo ha puesto de manifiesto que no es más que un dócil instrumento de la orquesta conspirativa imperialista en la que el Departamento de Estado norteamericano, la languideciente OEA  que capitanea Insulsa a la cabeza, y el Parlamento Europeo tocan la misma melodía. Se trata de acabar no sólo con el proyecto reformista bolivariano, sino también con aquella otra reivindicación histórica  en marcha  que pretende unificar a América Latina en un bloque sólido que posibilite su definitiva  liberación e independencia real. En esta ocasión, sin embargo, todo indica  que García-Margallo como otrora le sucediera   al presidente de la Comunidad Autónoma canaria, el “progresista” Román Rodríguez  durante el golpe de Estado derechista del 2002, se ha precipitado al anunciar el final del proceso bolivariano. Y si no, tiempo al tiempo.


REPSOL EN LA CUERDA FLOJA

      Ante estas inaceptables injerencias del Ejecutivo  español, el presidente electo de Venezuela, Nicolás Maduro, ha hecho una severa advertencia al gobierno de Madrid:
"¡Cuidado España!, que Venezuela fue libre porque conquistamos nuestra independencia con la espada del libertador Simón Bolívar",   y agregó: "¡cuidado! ¡respeten para que los respeten!...  Esperamos que rectifiquen a tiempo, si no tomaremos medidas ejemplares en todos los órdenes: diplomáticas, económicas y políticas para quien se mete contra Venezuela”. “España está en la Faja, Repsol está en el gas ¿y cómo le va a Repsol “¡Cuidado España!, ¡respeten para que los respeten!”.

       En estos tensos momentos  a los canarios, tan unidos por lazos históricos al pueblo venezolano, nos corresponde ahora expresar en la calle nuestra repulsa a la intolerable  injerencia del gobierno ultraconservador de Madrid  tratando de torcer  los destinos de un país libre.

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