El congreso de CC OO aplaude a la patronal
Quería darle las gracias a CC OO.
¡Gracias! Esta vez lo habéis dejado
tan claro, que sólo los más ciegos podrán negar lo siguiente:
cualquiera que desee luchar por la papa y reconstruir el movimiento
obrero debe salir de vuestro sindicato amarillo.
Cierto: no debería hacer falta aclarar algo tan obvio. Pero si el
razonamiento político (firmar el pensionazo no puede ser de izquierdas),
la contextualización de determinada cita de Lenin (lo que rebatía el
ruso era el consejismo de Pannekoek, no el sindicalismo alternativo) y
la propia experiencia militante directa (en la inmensa mayoría de tajos,
CC OO y UGT se ponen de parte de la empresa, salvo que toquen a los
suyos) no sirvieron para nada, tal vez este reconocimiento expreso y por
parte de ellos mismos de su miseria sindical nos saque del letargo.
Este jueves ha dado comienzo en Madrid el X Congreso de CC OO. Pues
bien, adivinen quién ha hablado como invitado en la sesión inaugural.
No: se han quedado cortos. La respuesta era, nada más y nada menos, la
siguiente: Joan Rosell, el presidente de la patronal. Y haciendo click aquí podrán ver el vídeo.
Sí, sí. Sé lo que estarán pensando, pero no son efectos especiales.
No he manipulado el vídeo. Es real. Sí, sí. Sé lo que estarán pensando
ahora, y la verdad es que yo pienso lo mismo. ¿Cómo es posible que, en
unos momentos tan dramáticos como estos, cuando nos están robando todos
nuestros derechos laborales y empujándonos hacia una pauperización
popular generalizada, inviten a semejante criminal a su congreso? Es
más, ¿cómo es posible que salga de allí vivo y de una pieza?
Como se ve en el vídeo, parece ser que sólo un tipo aislado le silbó
por un instante... pero fue acallado por el resto. De hecho, Rosell le
chuleó delante de todo el mundo y, como pueden ver en el vídeo, nadie
hizo nada. ¿Será porque todos ellos eran liberados y ni uno solo un
verdadero sindicalista? Esa hipótesis encajaría con el hecho de que
permanezcan callados todo el rato mientras la patronal habla en su
congreso, y con el hecho de que, al final… le aplaudan.
Esto genera nuevos interrogantes: ¿cómo es posible que unos
“sindicalistas” aplaudan al criminal que representa la pretensión
patronal de quitárselo absolutamente todo a la clase trabajadora? ¿Cómo
puede ser que no se den cuenta de que aplaudir a ese asesino es aplaudir
los despidos, los desahucios, la precarización, las contrarreformas
laborales y, por acabar pronto, la injusticia social más descarnada?
Por si fuera poco, parece ser que este es el primer congreso de CC OO
en el que no hay una candidatura alternativa a la oficial, en este caso
representada por Toxo. Normal. Me encantó su discurso durante la última
Huelga General, cuando concluyó diciendo “Viva la lucha de la…
ciudadanía”. ¿Seguro que era así ese eslogan? No me gusta demasiado
George Orwell, pero es inevitable recordar la famosa escena en la que
las ovejas modifican el viejo lema revolucionario y empiezan a balar:
“¡Cuatro patas sí, dos patas mejor!”.
Sin embargo, debo decir que me parece muy coherente el nuevo lema de
Toxo. Porque es normal, a la luz del mismo, que inviten a su congreso al
“ciudadano” Rosell, ¿no? Al fin y al cabo la confrontación –la lucha–
no existe, pues ya no hay amos y esclavos sino “agentes sociales” en
igualdad de condiciones. Y es que, como avanzó el ínclito Aznar, las
clases sociales no existen.
Quien piense lo contrario se ha equivocado de sindicato y ya es hora
de que le meta fuego al Cabayo de Troya que robó, de manera
irrecuperable, las siglas históricas de luchadores como Marcelino
Camacho. Porque tras todo lo que hemos visto y sufrido, es innegable que
la reconstrucción del movimiento obrero, y por tanto la conservación de
todos nuestros derechos conquistados, sólo podrá hacerse al margen –y
contra– CC OO y UGT.
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