Echa a andar en Sevilla el Centro Social ‘Okupa’ más grande de Andalucía. Francisco Artacho

Una de las salas principales del nuevo CSOA.// F. A.Francisco Artacho 

Una de las salas principales del nuevo CSOA.// F. A.
-Recuperado tras 7 años de abandono-. Este es el mensaje que se podía leer ayer, en la calle San Luis, en el centro de Sevilla, en uno de los balcones de un edificio con la puerta tapiada. El bloque forma parte de una gran finca que perteneció al Marqués de la Motilla.
En ella se instaló en 1999 la sala Endanza, un espacio escénico, ya histórico, que fue clave en la creación artística de Sevilla. La especulación urbanística -un proyecto de nuevas viviendas que nunca se llegó a construir- expulsó en 2007 a Endanza del espacio en el que nació. El pasado febrero fue ocupado y ayer, tras meses de trabajos de limpieza, reparaciones y adecentamiento, se presentó al vecindario y a movimientos sociales de la ciudad. Unas 700 personas pasaron por el nuevo Centro Social Okupado y Autogestionado en su jornada inaugural. Una gran finca compuesta de viviendas -en la que queda algún vecino de renta antigua al que no se logró expulsar- , antiguos espacios de Endanza y miles de metros cuadrados sin construir desde los que se puede disfrutar de unas espectaculares vistas de la iglesia de San Luis. La joya de la corona del Casco Antiguo en los Fachada del CSOA, en la calle San Luis.//FAtiempos del boom inmobiliario y que ha acabado en manos del SAREB, el banco malo, y público, al que han ido a parar las ruinosas inversiones inmobiliarias del sistema financiero.
Fachada del CSOA, en la calle San Luis.//FA
Al medio día, al mismo tiempo que se terminaba de cocinar una gran paella vegana, Alicia se asomaba por el portón de hierro del antiguo callejón, y que da acceso directo al gran solar. Llegó a Sevilla desde Argentina en el año 2002. Lo hizo con el propósito de ser masajista para gente del baile y estudiar flamenco. Endanza fue su casa. Ayer recordaba cómo los que adquirieron el inmueble les dieron un tiempo para hacer la mudanza, al no renovar el contrato de alquiler. Volver allí, después de 7 años, asegura que es algo “muy impactante”. Según explicó Alicia, las grandes naves de los escenarios fueron derribadas. Pero todavía se conserva la sala que fue su estudio, explicó a este periódico con cierta melancolía y satisfacción.

Alicia está contenta con que ese espacio, que formó parte de su vida durante cinco años, vuelva a tener uso. Los activistas han trabajado duro durante estos meses. Lo que en febrero era suelo lleno de escombros, viejas maderas con clavos por el suelo y basura por los rincones, ayer era un lugar limpio. Una exposición con fotografías da buena cuenta del antes y el después de la llegada de los ‘okupas’, que todavía no le han puesto nombre al CSOA. Y quieren que de eso se encarguen los vecinos, a los que se les ha buzoneado para animarlos a que participen en el centro. -¿Cómo llamarías a este espacio?- rezaba sobre un gran trozo de papel colgado de una de las paredes.

“Queremos que los vecinos se impliquen y usen este espacio. También los movimientos sociales y culturales de la ciudad, que no tengan cabida en otros espacios”, explicaba ayer Mariluz, portavoz de la asamblea. En otro papel se invitaba a escribir ideas para llenar el día a día del CSOA. Huertos, espacio Fachada trasera del CSOA.para niños, autogestión, clases de flamenco, locales de ensayo y cinefórum fueron algunas de primeras propuestas que quedaron registradas.
Fachada trasera del CSOA.

 
En una sala con las paredes pintada de negro, y oscura, se proyectaban fotografías de la historia del movimiento ‘okupa’ de la ciudad: Instantáneas de Cruz Verde, Casas Viejas y La Fábricas de Sombreros se iban sucediendo. También del CSOA La Huelga, en Muro de los Navarros, que fue desalojada y tapiada en 2012. Fue el último CSOA del casco antiguo de la ciudad. Ahora el de San Luis recoge el relevo. “Ya es una segunda generación de ‘okupas’”, decía ayer un miembro de la asamblea para explicar la gran cantidad de niños que jugaba en el gran patio. Un proyecto ambicioso del movimiento ‘okupa’ de la ciudad.


Tanto viviendas como otros espacios fueron quedando vacíos en la pasada década. El propietario era el Marqués de la Motilla, que lo vendió a la empresa Dexter y Celer. Pero el proyecto no salió bien y la Caja de Extremadura embargó el solar y edificios, según explican desde la asamblea del CSOA. La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, el banco malo, se terminó haciendo cargo de este activo tóxico, y hace unas semanas denunció la ocupación, según publicó el diario ABC.


Las grandes dimensiones del edificio, así como del patio, que incluso alberga una vieja piscina, hacen del CSOA Endanza un espacio al que todavía hay que llenar de vida pero que ya es el centro ‘okupa’ más grande de Andalucía. “La primera tarea ya está hecha, a ver cómo responde ahora la gente”, añadió Mariluz.

http://www.andalucesdiario.es/provincias/sevilla/endanza-recuperado-tras-7-anos-de-abandono-2/

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