Alfonso Cobo (ex trabajador de Delphi): “Estoy en huelga de hambre porque estoy desesperado”

Tres ex trabajadores de la empresa Delphi,  presos de su desesperación, acordaron ir a pasar la noche a los sindicatos (un edificio que comparten CC.OO, UGT y CGT en la Avenida principal de Cádiz) pese al frío. Una llamada alertó a la policía y a los pocos minutos se presentaron pidiendo documentación y con la consigna clara de que allí no podían quedarse, se trata de un sitio donde no se puede dar mala imagen.

Lo cierto es que algunos responsables de CGT se apiadaron de los obreros y le dejaron la llave para que durmiesen en el salón de actos. Fue el principio.

A las pocas horas varias personas acudieron junto a sus tres compañeros y comenzó un encierro que trae de cabeza a los dirigentes de CC.OO y UGT. El caso Delphi no es ajeno a la situación general que sufre la Bahía de Cádiz, esto es, una desindustrialización feroz que ha dejado la zona como un auténtico páramo. En Delphi llegaron a haber 2300 trabajadores que han sufrido distinta suerte tras el cierre de la fábrica el 31 de julio del 2007 (en plena era del zapaterismo). De ese número, 800 accedieron a prejubilaciones y 350 fueron recolocados en distintos sitios, pero 638 quedaron abandonados a su suerte viendo como un cruce de intereses económicos y políticos los abocaba a la miseria más injusta.

Cuando fue evidente que la empresa se deslocalizaba a Polonia, lo sindicatos negociaron 90 días por año trabajado, pero la realidad fue luego muy diferente y se acabaron aceptando 45 que, con la intervención de Hacienda, se quedaron en 30. Fue el primer palo para un colectivo que se veía venir lo peor pese a las promesas de que a ese privilegiado lugar en la entrada de Cádiz iban a venir empresas de todo tipo. Los terrenos y las maquinarias eran su garantía antes de que empezaran a aparecer los acreedores.

El PSOE y la Junta de Andalucía seguían muy preocupados por la imagen que el conflicto podía enseñar, con casi dos mil obreros en una interminable cola en el INEM andaluz. Por ello instalaron en la propia fábrica una oficina de desempleo para evitar la foto. Los trabajadores acabaron haciendo cursos de los más diversos, mientras corrían en su contra los 24 meses de desempleo. Unos cursos obligatorios donde les obligaban a firmar cada tres horas como prueba de asistencia. Al acabar los 24 meses se puso el “contador a cero”. Empresas como Alestis o Gadir solar se presentaron como sustituto laboral para unos trabajadores que volvieron a acertar: detrás de ellas sólo había fotos de políticos preocupados por los votos. La inmensa mayoría no pudo recolocarse pese a las promesas.

El Protocolo
Así se llamó al acuerdo firmado que contemplaba recolocación o medidas socio-laborales para los trabajadores Pero un decreto ley anuló el protocolo y esto ha supuesto en la práctica el hundimiento económico de más de 600 familias. El drama de las familias pasa por desahucios, cortes de luz, agua, ayudas de centros de caridad para que puedan comer. Los trabajadores exigen la vuelta al cumplimiento del protocolo y al preguntar qué podría pasar si esto no ocurriese, y responden que entonces solo nos queda un cambio de estrategia.

El cuarteto (PSOE, IU, CC.OO y UGT)
Una de las características de este conflicto es que los trabajadores han focalizado a sus enemigos con especial nitidez. Las pujas internas y territoriales del PSOE, y el abandono de IU (su parlamentario Ignacio García defendió con claridad los intereses de los trabajadores, luego pusieron sus demandas en el programa electoral pero al llegar al gobierno compartido con el PSOE se olvidaron de todo y han dicho al colectivo que Delphi es un tema cerrado) han granjeado la ira de los trabajadores, que no han dudado en hacer escraches y llamadas de atención a sus dirigentes. Del mismo modo CC.OO y UGT, que consideran que ya todo terminó y que lo que queda son flecos aislados de un problema básicamente solucionado. Los trabajadores no quieren ni oír sus siglas. No es para menos, Carmen Castilla, nueva líder de UGT en Andalucía tras el tsunami de corrupción que ha asolado al sindicato, se presentó en una asamblea con los ex trabajadores. Uno de ellos le pidió a viva voz bocadillos para los encerrados y ella contestó que en su familia también había parados. Significativo. Por su parte, CC.OO no ha podido desmentir recientes titulares de la prensa donde se le acusaba de haber recibido 3 millones de euros por el trámite de los ERE´s, dicen los ex trabajadores, muy decepcionados porque muchos de ellos fueron afiliados a este sindicato.

¿Por qué se encierran los trabajadores?
Sencillo, porque la miseria se ha hecho generalizada entre el colectivo. Ponen de ejemplo las pasadas fiestas de navidad donde una movilización solidaria pudo llegar con alimentos a 110 familias. Hay desesperación, las multas personales por las protestas no paran de llegar. El colectivo está en pie de lucha y ya van siete años. A pocas horas de un acto muy importante en la ciudad, como es la final del concurso de agrupaciones carnavaleras, los ex trabajadores recuerdan que en la del año pasado la policía incrementó los registros de acceso al Teatro porque pensaron que la gente de Delphi iba a liarla. El encierro es seguido y apoyado por diversos colectivos y organizaciones como el SAT, hace unos días Diego Cañamero compartió con ellos. De todos modos, se quejan de la desunión de la clase obrera y que a los grandes sindicatos no le interesa unir las distintas luchas. Que la Bahía en general y la ciudad de Cádiz en particular vive una ruina, y que los responsables son el PP, el PSOE e IU.

Alfonso Cobo
Alfonso lleva 10 días en huelga de hambre. Hace unas horas tuvo un desmayo. Pese a que los compañeros le han pedido que abandone la huelga, él dice que no, que está harto, que cobraba una prejubilación y se le quitó, y que ahora lleva 27 meses sin cobrar nada. Que tiene una sentencia firma que le da la razón, pero la Junta de Andalucía recurrió y paralizó todo. La hipoteca se la paga su hermana y su cuñado. Ellos también le han pedido que desista en su decisión de hacer huelga de hambre, él confiesa que es la única arma de la que dispone, que no tiene una metralleta, pero dice que ha llorado mucho con su gente. Alfonso dice que sus compañeros son el alimento que necesita, que algunos compañeros de CC.OO de sanidad se han preocupado por su salud, que le han traído un complejo vitamínico pero que él se niega a tomarlas. Alfonso se emociona, la huelga ya hace mella en su salud.


inSurGente agradece a "Pájaro", Joaquin y Alfonso por facilitar los datos que aparecen en esta noticia. Y a los trabajadores que en el momento de hacer la foto a Alfonso salieron a arroparlo.

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