El «Establishment», un artículo del periodista Antonio Álvarez-Solís

El «Establishment», un artículo del periodista Antonio Álvarez-SolísEn este tedioso fin de año, culminación entre nosotros de un Poder burdo, mezcla de la pobreza intelectual española con la incapacidad y mendacidad de sus gobernantes, he dedicado mis horas a un libro que tenía en reserva desde hace años -«El Sistema establecido»- elaborado por diez profesores ingleses que reunió Hugh Thomas para elaborar un análisis sobre eso que solemos denominar «lo inglés». La obra es una maravilla del humor sutil y de la libertad de pensamiento de las élites inglesas.

Me sorprendió desde un principio la afirmación introductoria de Thomas cuando sostiene que los ingleses «no nos regimos por un sistema democrático sino por un Sistema establecido». Trataré de resumir. Ese Sistema, absolutamente victoriano, está sostenido por una iglesia cuya teología, «vaga y abstracta, está al servicio de cualquier gobierno y política» mientras sea sostén de la trama constitucional inglesa, en cuyo seno se congregan una serie de instituciones dedicadas al mantenimiento de la eficacia tradicional británica, de la dignidad del servicio público -la política es una pragmática habilidad electoral de segundo orden- y de una instrucción dedicada a producir líderes caracterizados, con su correspondiente teatralización, por su decisión de mantener una estructura moral y social de carácter permanente basada en la solidez colectiva de lo «establecido» y a la vez en la plena y absoluta libertad de pensamiento de los ciudadanos. Al llegar a este punto hace Thomas una comparación sugestiva con España, «donde durante cuatrocientos años ha estado proscrita como antiespañola cualquier tendencia política que no existiese en el siglo XVI». Quizá vuelva sobre este asunto. El libro es subyugante.

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