La Coordinadora 25-S,
convocante de las protestas que hace un año pretendían rodear el Congreso de
los Diputados, conmemoró su primer aniversario este sábado con una manifestación denominada 'Jaque al Rey', a la que acudieron miles de personas -8.000 según
los convocantes, entre 1.000 y 1.500, según la Policía- para pedir la abolición
de la monarquía y la puesta en marcha de un proceso constituyente.
La marcha, que partió del intercambiador de Moncloa sobre
las 18.00 horas de este sábado, no pudo llegar al Palacio Real como era su
objetivo, al encontrarse con un fuerte dispositivo policial desplegado para
impedir el libre tránsito de los manifestantes.
Antes de que los
agentes de la Policía Nacional comenzaran a identificar a algunos de los
integrantes de la Coordinadora, Ana, una de sus miembros, defendía que no
hacían falta permisos para realizar una "concentración indefinida"
frente al Palacio Real —como era su intención inicial—. "Todos los ciudadanos tenemos derecho a
manifestarnos. Es un derecho
constitucional"- manifestó.
En un comunicado, la
Coordinadora defendió también el derecho de los ciudadanos a manifestarse
"por la abolición de un régimen tan ilegítimo como corrupto". "Su continuación en la figura de Felipe
de Borbón no sería sino un paso más en el esperpento que nos impusieron los
firmantes de la Constitución del 78, redactada y votada bajo el chantaje de los
poderes fácticos"- añaden en este documento.
Refiriéndose a la
coincidencia entre esta manifestación y la hospitalización del monarca español
para someterse a una nueva operación de cadera, los organizadores explicaron que su protesta
no tiene que ver con "una persona,
sino con una "institución".
"Creemos que la
vida del rey no corre peligro puesto que está en manos del mejor profesional,
que él se puede permitir a la vez que el resto de la población cada vez nos lo
podemos permitir menos"- aseguró otra de las manifestantes.
Aunque los
organizadores de la protesta eligieron el miércoles a modo simbólico en los
alrededores de la Cámara Baja para hacer su llamamiento para esta cita,
decidieron finalmente cambiar de escenario y objetivo y apuntar hacia la
monarquía, una institución que tachan de "arcaica, clasista y
antidemocrática". Estamos hablando - recuerdan en su comunicado - de "una institución impuesta por deseo
expreso del dictador Francisco Franco".
EL GOBIERNO NO QUIERE TESTIGOS INCÓMODOS
La Organización para
la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) había anunciado su intención de
desplegar una misión de observación en esta protesta. El viernes, no obstante,
el Gobierno central comunicaba la suspensión
de la misión porque, según fuentes del Ejecutivo, la "protesta no había
sido comunicada a la Delegación del Gobierno en Madrid y no estaba
autorizada". Un hecho denunciado por la Coordinadora 25-S ante el juzgado de
guardia.
Por su parte, el
propio director de la Oficina de la OSCE para las Instituciones Democráticas y
Derechos Humanos, Janez Lenarcic, expresaba su disconformidad con la decisión
del Ejecutivo de suspender la cooperación en esta misión.
"Como todos los
estados miembros de la OSCE, España se ha comprometido a garantizar la libertad
de reunión pacífica, y el trabajo de los observadores es fundamental para
garantizar que esa libertad esté garantizada" – recalcó Lenarcic.
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