Nines Maestro: "Falta valentía y se camufla el determinante tema de la Deuda hablando de reestructuraciones o auditorías"
"...la brutal ofensiva de clase llevada a cabo por la
burguesía y sus gobiernos. Todos ellos, en la UE y en el Estado
español, e independientemente de su color político, han ejecutado
políticas que han arrasado los derechos laborales. La situación en la
que viven la inmensa mayoría de lxs trabajadorxs es de casi esclavitud.
No existe protección sindical. Quien se arriesga a cualquier tipo de
movilización es despedido.
Quien tiene un trabajo relativamente digno, tiene miedo a perderlo y
la inmensa mayoría de trabajadores precarios no tiene posibilidad alguna
de lucha..."
Entrevista a la dirigente de RED ROJA.
¿Asistimos a un reflujo de la movilización social pese a que
las condiciones económicas son muy duras para los trabajadores?¿A qué se
debe?
Efectivamente ha habido una disminución importante de la movilización obrera y popular. Las causas son complejas.
Por un lado, está la brutal ofensiva de clase llevada a cabo por la
burguesía y sus gobiernos. Todos ellos, en la UE y en el Estado
español, e independientemente de su color político, han ejecutado
políticas que han arrasado los derechos laborales. La situación en la
que viven la inmensa mayoría de lxs trabajadorxs es de casi esclavitud.
No existe protección sindical. Quien se arriesga a cualquier tipo de
movilización es despedido.
Quien tiene un trabajo relativamente digno, tiene miedo a perderlo y
la inmensa mayoría de trabajadores precarios no tiene posibilidad alguna
de lucha.
Por otro, si las clases dominantes lo han podido hacer es porque
tenían a la clase obrera maniatada. Por ello las desmovilización es
también el resultado de la inmensa derrota de clase perpetrada desde la
Transición con la colaboración necesaria de las cúpulas sindicales de
CC.OO. y UGT que, no solamente han pactado o aceptado sin lucha
suficiente durante décadas las privatizaciones, contrarreformas
laborales, de las pensiones o la doble escala salarial, sino que – como
es evidente – actúan como instrumentos de la burguesía para debilitar o
desnaturalizar la movilización social.
Un buen ejemplo es el invento de la “Cumbre Social” (PSOE, IU,
CC.OO., UGT, y organizaciones satélites) definitivamente desacreditado
por las Marchas de la Dignidad. Con él intentaron embaucar a las gentes
reivindicando la “Europa Social”, los “aspectos sociales” de la
Constitución española o la vuelta al “Estado del Bienestar”[1],
a pesar de la evidencia de que quien impone la aniquilación de derechos
y servicios sociales es la UE, a través del Pago de la Deuda y del
engranaje del Euro.
El gran reto que tiene necesariamente que afrontar la clase obrera – y
que incluye al sindicalismo alternativo – no es sólo acabar con un
sindicalismo pactista y que ha traicionado a su clase. Nuevas formas de
organización y de lucha son imprescindibles para luchar contra una
patronal que actúa impunemente para imponer condiciones de trabajo cada
vez más cercanas a la esclavitud.
En situaciones de precariedad, como las que vive la inmensa mayoría
de la clase obrera, no hay otra alternativa que actuar desde fuera de la
empresa, buscando formas de solidaridad que permitan ejercer la presión
necesaria para ganar las luchas. El lema “hoy por ti, mañana por mi”
puede engendrar instrumentos de organización y de actuación eficaces,
que permitan volver a la construcción de la identidad de clase en una
situación de proletarización masiva.
El barrio, como lugar de encuentro y organización, puede ser el gran
laboratorio en el que se engendren estructuras que aseguren la
continuidad de la organización, la unificación de las luchas y la
necesaria acumulación de fuerzas para enfrentar las duras batallas que
se avecinan. La construcción del poder popular es condición
indispensable para acabar – no con la “casta” sino con el sistema – y
construir la única alternativa real al capitalismo: el socialismo.
Fuiste una de las protagonistas en la lucha contra la
privatización de la sanidad en Madrid. ¿en qué punto se encuentra esa
lucha?
La lucha contra la privatización de la sanidad continúa aunque está
seriamente afectada por la falsa valoración trasladada a la opinión
pública por la “Marea Blanca”y otros sectores sanitarios de que la
suspensión judicial de una pequeña porción de la privatización era la
paralización de todo el proceso. Esa percepción fue sostenida por todos
los grandes medios de comunicación en la medida que servía para
desmovilizar a la gente.
También el combate por la sanidad pública está debilitado – como
otras luchas sociales - por la percepción instalada en muchos sectores
populares de que votando a Podemos y quitando al PP y al PSOE de los
Gobiernos, se resuelven los problemas.
Red Roja no se presentó como tal, ni apoyó a organización alguna en las últimas elecciones europeas, ¿por qué?.
En las últimas elecciones europeas Red Roja fue invitada a sumarse a
una candidatura que reeditara lo que fue en 2009 Iniciativa
Internacionalista (II-SP). Nosotrxs hacemos una valoración enormemente
positiva de lo que supuso II-SP y de su logro fundamental: hacer visible
la necesaria relación entre las izquierdas independentistas y la
izquierda revolucionaria en el Estado español.
Eso fue tan importante que sus resultados – la necesidad de coordinar
políticas frente al enemigo común, el régimen de la Transición –
siguen vigentes.
Pero los cinco años transcurridos han sido determinantes y las cosas
han cambiado. Ahora es imposible que la izquierda coherente de cualquier
nacionalidad o estado de la UE – precisamente en unas elecciones
europeas – no plantee en su programa el No Pago de la Deuda – tanto en
su ámbito de actuación, como para el resto de los pueblos de la UE.
Entendimos que la falta de valentía de camuflar el determinante tema
de la Deuda hablando de reestructuraciones o auditorías – exactamente
igual que planteó IU o Podemos - , era inaceptable y suponía
desaprovechar la gran ocasión de empezar a poner las bases de un nuevo
internacionalismo como bandera política común de los pueblos de Europa.
Esa posición, afortunadamente, fue compartida por otras
organizaciones como primero, Endavant, y luego por las CUP, Nos UP,
Izquierda Castellana, etc.
Es obligado referirnos al fenómeno Podemos y la ilusión que
ha generado en ciertos sectores progresistas su sola aparición. ¿Qué
valoración hace RR?¿Qué recorrido le ves?
Podemos es, entre otras cosas, la expresión político-electoral del
agotamiento de una IU que, a pesar de las cabriolas políticas de los
últimos tiempos hablando de “procesos constituyentes” y otros
movimientos “desde abajo”, ha demostrado desde hace años su incapacidad
para abanderar cualquier proceso de ruptura creíble con el engranaje de
poder que ahora es percibido por las masas como un lastre. El peso de la
traición del PCE en la Transición, la inquebrantable alianza de la
Coalición con el aparato de CC.OO. - ni siquiera rota tras su
complicidad fáctica con las contrarreformas del PSOE y del PP – su
sistemático alineamiento con la aberración antidemocrática de las
políticas “antiterroristas” y su colaboración en políticas
privatizadoras y de especulación urbanística – corrupción incluida – de
la que es botón de muestra su voto en el Ayuntamiento de Madrid apoyando
la recalificación de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, la
incapacitan para ser considerada como izquierda coherente.
IU, ante la presión del poder, siempre se ha situado en lo
“políticamente correcto” y en la práctica ha demostrado que su
estrategia real era intentar gobernar con el PSOE a toda costa. El
resultado es que buena parte de su electorado ha considerado que es “más
de lo mismo” y por lo tanto incapaz de servir para echar a los
responsables de tanto desastre.
El voto masivo a Podemos – y el que probablemente reciban otras
formaciones como la que lidera Ada Colau u otras – es la manifestación
de la apuesta política de las luchas sociales: conquistar el poder
político a través de las urnas para echar a “la casta” al basurero de la
historia. Ese es el objetivo común fundamental de quiénes les votaron y
les votarán y para ello poco importa el programa.
Ese voto representa la desesperación de mucha gente ante la ausencia
de futuro, sobre todo de la juventud, y el hartazgo de sectores
populares ante la corrupción político-empresarial generalizada de
quienes les niegan lo más indispensable para vivir.
Tras la potente movilización que supuso el 15M en gran parte del
Estado, que sin programa político claro exigía a los gobernantes que
escucharan al pueblo, las Marchas de la Dignidad encarnaron un ascenso
en el nivel de lucha y de organización que apuntaba un programa de
ruptura – el No al Pago de la Deuda – y que exigía a los gobiernos de la
Troika que se fueran. Los cerca de dos millones de personas de todos
los puntos del Estado que abarrotaron las calles de Madrid el 22 de
marzo no fueron suficientes para echarles. Aunque se dio un importante
paso que señala el camino para la construcción unitaria de poder popular
en muchos barrios y pueblos, la percepción en la calle fue, una vez
más, de impotencia.
El asunto central es que no es suficiente echarles con el voto.
¿Qué suponen y qué futuro tienen las Marchas de la Dignidad?
Las Marchas están demostrando que:
- Frente al descrédito de CC.OO. y UGT y su débil capacidad de convocatoria – alimentada cada día por la infamia del Pacto Social, ahora mismo negociando con el Gobierno del PP las migajas de los 400 euros para 300.000 paradxs – las Marchas se erigen como potente marco unitario de la movilización social.
- Su capacidad de convocatoria pasa por encima del tsunami electoral y que son capaces de articular el instinto de una parte importante del pueblo trabajador que sabe que sin lucha y sin fuerza organizada no somos capaces de acabar con el poder que nos aniquila.
- Son capaces de ser más coherentes que ninguna opción electoral al unir demandas sociales como el trabajo digno, la vivienda y los servicios públicos con un contenido político de ruptura con la UE como es la exigencia de No Pagar la Deuda.
- Han conseguido levantar estructuras territoriales en todas las nacionalidades y regiones del Estado, de las que forma parte la gran mayoría del sindicalismo alternativo, incluyendo, por ejemplo a CNT.
En su última reunión estatal del 13 de diciembre, las Marchas han
dado un paso muy importante, respaldadas por el éxito de las últimas
movilizaciones. Han decidido convocar nuevamente movilizaciones desde
todos los territorios del Estado en Madrid el 21 de marzo, con formatos
nuevos – aún por decidir.
También se ha decidido, en todo el proceso de movilizaciones, prepara
la convocatoria de una Huelga General (laboral, social y de consumo) el
22 de octubre.
Una Comisión entablará contactos a nivel europeo para impulsar
movilizaciones conjuntas contra el pago de la deuda y contra los
paraísos fiscales.
Así mismo, entre otros acuerdos, las Marchas respaldarán las
movilizaciones que se convoquen contra las Maniobras de la OTAN en
octubre de 2015 y por la salida de la Alianza Atlántica y el
desmantelamiento de las Bases.
Estos importantes acuerdos abren el camino que ya se está recorriendo
en los diferentes territorios para que la creación de los Comités de
las Marchas vayan configurándose, con ese programa político y mediante
un esfuerzo permanente por la unificación de las luchas, como
estructuras de poder popular.
¿Qué decir entonces a los que insisten en hacer una gran coalición que derrote al PP?
El lema de “todos contra el PP” - que ha sido el que han sostenido
el PSOE e IU, con sus satélites ( leánse las Mareas y la Cumbre Social) -
está siendo barrido en el terreno electoral por Podemos, que les
incluye en la “casta”.
El fenómeno Podemos les está pasando por encima expresando el
descrédito que han venido acumulando con sus políticas en gobiernos
municipales y autonómicos y con su corrupción correspondiente.
El tema central que es preciso explicar incansablemente a la gente es
que los cambios en el poder político electoral no afectan esencialmente
a la médula del poder real. A medida que las encuestas reflejan el
ascenso electoral de Podemos, sus cambios programáticos, cada vez más
acomodaticios con el Poder, dan idea de lo que puede suceder si es que
llegan a gobernar.
Ganar unas elecciones no es sinónimo de tener el Poder, ni mucho
menos. Tampoco una victoria electoral supone modificaciones de fondo en
la correlación de fuerzas que, para que se consolide, requiere de
avances decisivos en el nivel de organización del pueblo. Y éstos, con
la extensión suficiente, aún no se han producido.
Ante el riesgo de estos cambios pudieran dar lugar a políticas
contrarias a los intereses de las clases dominantes – más insoportables
aún en tiempos de crisis en las que el margen de maniobra de los
gobiernos es casi inexistente - las oligarquías del Estado y de la UE
tienen dos opciones preventivas. O bien desnaturalizar y domesticar a
los nuevos dirigentes, vía sobornos o amenazas de todo tipo, o bien
impedir que lleguen al poder mediante gobiernos de coalición, de
tecnócratas o directamente por medio de un golpe de Estado.
Acerca de las denuncias de corrupción quiero hacer varias advertencias que me parecen fundamentales:
- Todas las denuncias, sin excepción, parten de las estructuras de poder y responden a luchas internas entre las diferentes fracciones de la burguesía y del poder político, que se esgrimen como arma arrojadiza y que son expresión, tanto del grado de descomposición del Estado, como de la debilidad interna de las clases dominantes.
- Las acusaciones de corrupción del estamento político realizadas por Podemos esconden la gran corrupción de las grandes empresas y los bancos, consustancial al capitalismo que no podría subsistir sin el sometimiento generalizado de los aparatos del Estado a sus intereses.
- Esa ocultación no es casual y conlleva consecuencias gravísimas. Permite instalar en la conciencia de la gente la idea de que cambiando las caras de los políticos se resuelve el problema, escamoteando la necesidad ineludible de destruir las bases del poder real.
- Uno de los riesgos más grandes de las nuevas experiencias político-electorales es creer que la historia empieza con ellas y que su inocencia – asegurada en cuanto que no han tocado poder – es un talismán imperecedero. El poder va a utilizar todas sus armas – y lo de “armas” incluye todo – para impedir que se amenacen sus riquezas y privilegios. La memoria de nuestra historia como clase obrera y como pueblos es indispensable. En la Transición y posteriormente, muchos líderes políticos y sindicales, con años de cárcel a sus espaldas, o se corrompieron, o no fueron capaces de impedir que los intereses de las clases dominantes se impusieran. El resultado más dramático no fue sólo la victoria de los enemigos de clase, sino la destrucción de las organizaciones a las que representaban.
- Por lo tanto, ¿quién asegura que la capacidad de corrupción del poder hacia dirigentes concretos de Podemos u otros, no se ejerza y triunfe, cómo ha sucedido hasta ahora?. ¿La pregunta imprescindible es: ¿Cómo vamos a impedir que esa triste historia se reproduzca? Los y las que traicionaron a su clase y a sus pueblos también eran jóvenes y también representaban “el cambio” y “la transformación social”.
En el último documento político de RR se insiste en que la
única opción es la salida de la UE y del euro, y el No Pago de la Deuda.
Los defensores del régimen, y algunos que se venden a sí mismos como
"antisistema", dicen, en cambio, que eso sería un desastre para la
economía y que no es realista....
La respuesta a todos ellos el que lo que no es realista, lo que es
una estafa política es decir que se van a parar los recortes, las
privatizaciones o que se van a revertir las reformas laborales sin
negarse al pago de la Deuda.
Lo que ya sabe la gente es que la deuda pública, que ya es mayor que
el PIB y que alcanza el billón de euros, se ha construido mediante la
transferencia masiva de dinero público a la banca y a las grandes
empresas. Lo que se oculta es que, no sólo la reforma del artículo 135
de la Constitución, sino el Tratado de Estabilidad de la Eurozona y las
leyes que lo desarrollan como la Ley Orgánica 2/2012 imponen férreamente
a cualquier Gobierno, del Estado, de las CC.AA. Y de los Ayuntamientos
políticas de reducción del déficit y de la deuda incompatibles con el
mantenimiento de servicios y de empleo público.
Remito al Informe que realizó Red Roja al respecto[1].
Las piruetas programáticas de IU, Podemos, Ganemos y de cualquier
opción electoral hablando de “auditorías”, “reestructuraciones de la
Deuda” o cualquier otra denominación son fraudes que esconden el miedo a
decir claramente la evidencia: no hay otra opción, para enfrentarse a
los recortes, privatizaciones y destrucción de derechos laborales y
sociales que negarse a pagar la Deuda y , por tanto, a salir de la UE y
del Euro.
Y que, para ello, no es suficiente ganar electoralmente un Gobierno,
al nivel que sea. Lo decisivo es construir el poder popular capaz de
respaldar a ese Gobierno – si enfrenta las decisiones correspondientes, y
que ello requiere erigir esos planteamientos como reivindicación
política a nivel, no sólo del Estado español, sino cómo plantean la
Marchas de la Dignidad, construir un movimiento internacionalista a
escala europea.
Estamos, como casi siempre, ante la tesitura conocida de
"reforma o revolución", pero parece imposible desarrollar la segunda sin
un número grande de revolucionarios...
El asunto hoy, no es si somos más o menos revolucionarios. Es si el
análisis concreto de la situación de las clases dominantes en el poder
es sostenible o no frente a las necesidades vitales y acuciantes de la
gente. Y, en ese marco, que objetivamente, es de una gran debilidad e
inestabilidad del poder establecido – que es en su conjunto el Régimen
de la Transición – el asunto central es cómo las organizaciones
revolucionarias son capaces, en el seno del movimiento popular de
plantear políticas que trasciendan los límites de las opciones
electorales.
Para ello, como plantea Red Roja, se trata de acompañar el proceso de
toma de conciencia de la gente, que inevitablemente va a comprobar que
- si bien es necesario acabar electoralmente con quienes representan el
poder político y sindical surgido de la Transición – para cumplir sus
objetivos, incluso los más elementales de luchar contra los “recortes”,
es preciso enfrentar a toda la estructura de poder.
El tema central pues, no es la cantidad de revolucionarios. Como se
ha demostrado en otros procesos históricos, el tema central es en qué
medida la línea revolucionaria – en momentos de crisis aguda del sistema
como los actuales – es capaz de analizar rigurosamente las
contradicciones del la estructura de poder e ir interpretando y
representando el sentimiento de la gente.
Cuando Red Roja habla de “línea revolucionaria” no se está
autoatribuyendo el papel de “vanguardia esclarecida de la revolución”.
Está planteando, por un lado la necesidad ineludible del trabajo en
el movimiento obrero y popular – en cada barrio y en cada pueblo – con
el objetivo de construir la acumulación de fuerzas y la organización
capaz de enfrentar la inevitable confrontación de clase que se avecina.
Para ello, como he dicho, el trabajo en el seno de las Marchas de la
Dignidad es clave para la construcción de estructuras unitarias que
puedan ser germen de organizaciones de poder popular.
Por otro llama, y en eso estamos trabajando seriamente, a la
confluencia entre las organizaciones revolucionarias – incluidas las
izquierdas independentistas de las nacionalidades – para articular
formas eficaces de lucha contra el enemigo común: el Régimen de la
Transición, la UE y la OTAN. Todo ello, asumiendo el Derecho delos
Pueblos el Estado español a su Autodeterminación, incluida su
independencia.
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