¿Es posible echar a las multinacionales para nacionalizar y expropiar sus bienes?
No.
¿Aun teniendo el gobierno?
No.
¿Imponer los precios de la canasta básica?
No.
¿Y crear supermercados estatales subvencionados?
No.
¿Legislar para que nadie pueda tener más de una vivienda en propiedad?
No.
¿Convertir en cooperativas las fábricas?
No.
¿Prohibir la educación privada?
No.
¿Pasar al sector público los hospitales privados?
No.
¿Repartir la tierra entre los que la trabajan?
No.
¿Subvencionar los remedios hasta su gratuidad?
No.
¿Hacer posible un tope de ingresos máximo para que nadie se enriquezca a costa de otros?
No.
¿Dejar de pagar la deuda que cuatro canallas contrajeron en nombre de todos?
No.
¿Subir las pensiones y jubilaciones hasta que alcancen la frontera de la dignidad?
No.
¿Llenar los barrios de lugares lúdicos y mágicos para los niños?
No.
¿Intervenir para que los medios de comunicación dejen de ser herramientas al servicio de los intereses de sus poderosos dueños?
No.
¿Poder elegir los países aliados y amigos para los años venideros?
No.
¿Pasar a manos públicas los Bancos privados?
No.
¿Combatir el consumismo como soporte fundamental que es del capitalismo?
No.
¿Denunciar e impedir que se produzcan “alimentos” transgénicos a lo largo y ancho del país?
No.
¿Inundar el aire de poesía?
No.
¿Entonces, para qué le voto?
No lo sé.
diariolajuventud.com.uy
Texto: Jorge López Ave
Foto: José María Soto Delgado
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