“Necesitamos pensar la unidad de América Latina desde abajo y desde la lucha social”

29.Nov.13 :: Batalla de ideas 

Intervención de Claudio Katz en el debate sobre el libro «Simón Bolívar y nuestra independencia (Una lectura latinoamericana)». [Buenos Aires, ediciones La Llamarada-Yulca-Amauta Insurgente, 2013] de Néstor Kohan. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Buenos Aires (UBA), 21 de octubre 2013.

Buenas noches. Muchas gracias por la invitación. Es un gusto participar en la presentación y debate sobre este libro porque es un libro excelente. Es importante en un momento en el cual Simón Bolívar tiene mala prensa. La derecha está muy enojada con Bolívar porque en los últimos años ya no es un prócer, ni una estatua o una figura escolar sino que Bolívar ha sido rescatado como un fundador de la unidad latinoamericana y por lo tanto cualquier libro que analice a fondo a Bolívar es un libro oportuno e importante, con el añadido de que aquí no estamos ante cualquier libro sobre Bolívar. 

Yo creo que estamos ante una gran obra teórica y política porque está centrada en el análisis de la historia concebida como lucha social y Bolívar es visto desde ese ángulo. El análisis que tenemos en este libro intenta ver a Bolívar como ejemplo de lucha, como brújula de proyectos liberadores y por lo tanto analiza la historia de tal forma que nos permita buscar nuestras raíces, madurar la conciencia de clase, encontrar continuidades entre la lucha de hoy y la lucha de ayer, forjar identidades colectivas y —como señala Néstor Kohan— avanzar en la recuperación de la autoestima popular. 

Por lo tanto este libro sobre Simón Bolívar es una obra donde la historia está vista como historia de la lucha de clases y nos permite abordar la historia desde el ángulo de los oprimidos. Con esta mirada, con este enfoque, con esta visión se recorre toda la historia. La independencia como una lucha social donde vemos el poder colonial, el poder de las elites criollas y las mayorías excluidas. El libro está estructurado sobre un relato donde vamos viendo a lo largo de toda una historia los momentos de convergencia de los oprimidos con las elites y los momentos de divergencia entre estos sectores. Néstor relata muy bien la primera etapa jacobina de la independencia: Moreno, Belgrano, Monteagudo… Hace un interesante paralelo entre lo ocurrido en el Río de la Plata y la Gran Colombia y luego la segunda etapa. Aquella etapa de la independencia, la de la guerra social y colonial. Bolívar apelando a la doctrina del pueblo en armas, el “contagio” de Haití, la decisión de liberar a los esclavos, el sostén de sus luchas en los llaneros, en los montoneros, en las fuerzas plebeyas, la convergencia con San Martín, su oposición a las oligarquías sudamericanas que los traicionaron y los abandonaron.

Por lo tanto este libro sobre Simón Bolívar ve este proceso desde el ángulo de la lucha social. Recorriendo la historia de la independencia latinoamericana constituye un gran libro de polémicas con la historiografía oficial que ignoró o impugnó a Bolívar.

Y si el libro fuera esto, solamente lo que acabo de describir hasta ahora, ya sería un libro magistral, ya sería un instrumento de lucha, ya sería un libro militante, ya sería una obra para el debate político.

Pero yo creo que el libro de Néstor Kohan tiene un agregado adicional, importante para nosotros. Y cuando digo “nosotros” me refiero a nosotros los marxistas. 

Hay una segunda lectura, un segundo nivel analítico, mucho más detallado, mucho más complejo, que nos sirve para la elaboración propia de quienes formamos parte del pensamiento marxista. 

Y esto sucede porque —como señala Néstor— Bolívar es un “problema” para los marxistas. No es un tema sencillo para los marxistas, desde el momento en que Marx escribió aquel famoso texto sobre Bolívar más que polemizando, yo diría caricaturizando a Bolívar. Marx escribió una burla de Bolívar. Y a partir de allí Bolívar fue un tema controvertido para la historia del marxismo. Hubo un desencuentro entre Marx y Bolívar. 

Néstor ha trabajado este tema en libros anteriores (Marx en su (Tercer) mundo; Nuestro Marx), principalmente las causas de ese desencuentro. Yo agregaría a las que explica Néstor otra más, el contexto en el cual Marx veía América Latina. Esto lo descubrió Álvaro García Linera [Bolivia, 1962]. Marx escribe su texto sobre Bolívar cuando el bolivarianismo ya está en reflujo, cuando hay una victoria conservadora, cuando triunfa la contrarrevolución sobre la revolución. Por lo tanto habría que fijarse en el escenario latinoamericano que no es ese escenario que tuvo Marx en Irlanda, en la India, en Turquía, en China, donde se replantea el problema nacional pero viendo un contexto de sujetos nacionales sublevados. También el desencuentro de Marx con Bolívar obedece a causas teóricas. El Marx que escribe sobre Bolívar es un Marx más centrado en la lógica objetiva de la acumulación que en la lógica de la lucha de clases. Pero lo interesante del “Bolívar” de Marx es que cuando este contexto cambió y la lucha plena de América latina resurgió ante los ojos de Marx —hablo del México de Benito Juárez— Marx no dudó un segundo en elogiar a Benito Juárez y en reivindicar la lucha nacional latinoamericana. 

Por lo tanto este libro de Néstor Kohan retorna a esta problemática. Vuelve de hecho, con nuevos argumentos, y nos lleva a que profundicemos nuestro reencuentro de Marx con América latina. Néstor lo hace desde un marxismo bolivariano, desde un marxismo latinoamericano, que está en polémica con otros tres tipos de marxismo.

En primer lugar está en polémica con el marxismo liberal. Esto es explícito. Este es un libro contrapuesto al marxismo eurocéntrico, al marxismo mitrista [defensor del general Bartolomé Mitre], que denigró y denigra a Bolívar. Aunque hoy ya no es marxista, el representante caricaturesco de este pensamiento es Juan José Sebreli [Buenos Aires, 1930], quien continúa denigrando a Bolívar y sigue imaginando un Marx librecambista, un Marx procolonialista, aunque Sebreli lo hace hoy en día desde las filas políticas de la derecha neoliberal. Este es un libro que polemiza con otros matices de ese marxismo mitrista.

En segundo lugar, esta obra polemiza con el marxismo nacionalista, que tuvo en la figura de Jorge Abelardo Ramos [Buenos Aires, 1921-1994] un primer intento de fusionar bolivarismo y marxismo. Hay muchos que están en deuda con ese primer Abelardo Ramos. En ese primer Abelardo Ramos hubo muchas intuiciones interesantes de fusión de Bolívar con Marx aunque muy rápidamente Abelardo Ramos pasó a ser el Abelardo Ramos que conocimos nosotros, una figura que en lugar de fusionar bolivarismo con marxismo comenzó, primero, a distanciarse del marxismo, luego a denigrar al marxismo y finalmente a terminar en un chauvinismo patriotero anticomunista, abiertamente antimarxista.

En tercer lugar hay una polémica más sutil, más compleja, en la forma en que Néstor aborda el problema. Quisiera mencionar a una escuela, una tercera escuela, que en el libro no está explicitada pero que yo la voy a explicitar. Se trata del marxismo dogmático. Esta escuela, más que condenar a Bolívar, siempre lo vio como un “bonapartista fallido” y siempre imaginó la historia del siglo XIX como la historia de sujetos pasivos condenados a la derrota y sin actuar como sujetos reales en el proceso histórico. 

José Aricó [1931-1991] plantea el libro clásico de Marx y América latina [1980], aquel libro que en los últimos treinta años condujo a generaciones de historiadores a estudiar el problema de Marx y América latina a partir de Aricó, quien fue una gran figura historiográfica. Hizo importantes aportes a la comprensión del problema pero todavía no hemos hecho la crítica a José Aricó. Le hemos hecho la crítica a Abelardo Ramos, a Juan José Sebreli, podemos discutir a Milcíades Peña [1933-1965], pero todavía no está hecho el debate con José Aricó. No me refiero al Aricó alfonsinista o socialdemócrata. No es ese el problema que estamos discutiendo hoy. No, no es ese nuestro tema. El problema es la formulación teórica que hizo José Aricó. Yo creo que la clave está en este libro de Néstor Kohan. Porque este libro, convergiendo en muchos aspectos y elementos comunes con Aricó, tiene una mirada desde otro lado que la que tiene Aricó. Aricó estudia el problema de América Latina del siglo XIX desde arriba. Estudia América Latina como una frustración de un proyecto histórico porque América Latina no tuvo un sólido Estado continental construido desde arriba. Aricó se preocupa por esa construcción desde arriba. ¿Qué falló en las elites? ¿Qué falló en las clases dominantes? Y ¿qué tuvieron de bueno esas elites y esas clases dominantes? Incluso cuando Aricó rescata muchos elementos de Hegel contra Marx es porque sugiere lo siguiente: “Mira, se podría haber hecho una construcción que vos, Karl Marx, no viste, a partir de un Estado continental”. 
 
Y esto sucede porque —como señala Néstor— Bolívar es un “problema” para los marxistas. No es un tema sencillo para los marxistas, desde el momento en que Marx escribió aquel famoso texto sobre Bolívar más que polemizando, yo diría caricaturizando a Bolívar. Marx escribió una burla de Bolívar. Y a partir de allí Bolívar fue un tema controvertido para la historia del marxismo. Hubo un desencuentro entre Marx y Bolívar. 

Néstor ha trabajado este tema en libros anteriores (Marx en su (Tercer) mundo; Nuestro Marx), principalmente las causas de ese desencuentro. Yo agregaría a las que explica Néstor otra más, el contexto en el cual Marx veía América Latina. Esto lo descubrió Álvaro García Linera [Bolivia, 1962]. Marx escribe su texto sobre Bolívar cuando el bolivarianismo ya está en reflujo, cuando hay una victoria conservadora, cuando triunfa la contrarrevolución sobre la revolución. Por lo tanto habría que fijarse en el escenario latinoamericano que no es ese escenario que tuvo Marx en Irlanda, en la India, en Turquía, en China, donde se replantea el problema nacional pero viendo un contexto de sujetos nacionales sublevados. También el desencuentro de Marx con Bolívar obedece a causas teóricas. El Marx que escribe sobre Bolívar es un Marx más centrado en la lógica objetiva de la acumulación que en la lógica de la lucha de clases. Pero lo interesante del “Bolívar” de Marx es que cuando este contexto cambió y la lucha plena de América latina resurgió ante los ojos de Marx —hablo del México de Benito Juárez— Marx no dudó un segundo en elogiar a Benito Juárez y en reivindicar la lucha nacional latinoamericana. 

Por lo tanto este libro de Néstor Kohan retorna a esta problemática. Vuelve de hecho, con nuevos argumentos, y nos lleva a que profundicemos nuestro reencuentro de Marx con América latina. Néstor lo hace desde un marxismo bolivariano, desde un marxismo latinoamericano, que está en polémica con otros tres tipos de marxismo.

En primer lugar está en polémica con el marxismo liberal. Esto es explícito. Este es un libro contrapuesto al marxismo eurocéntrico, al marxismo mitrista [defensor del general Bartolomé Mitre], que denigró y denigra a Bolívar. Aunque hoy ya no es marxista, el representante caricaturesco de este pensamiento es Juan José Sebreli [Buenos Aires, 1930], quien continúa denigrando a Bolívar y sigue imaginando un Marx librecambista, un Marx procolonialista, aunque Sebreli lo hace hoy en día desde las filas políticas de la derecha neoliberal. Este es un libro que polemiza con otros matices de ese marxismo mitrista.

En segundo lugar, esta obra polemiza con el marxismo nacionalista, que tuvo en la figura de Jorge Abelardo Ramos [Buenos Aires, 1921-1994] un primer intento de fusionar bolivarismo y marxismo. Hay muchos que están en deuda con ese primer Abelardo Ramos. En ese primer Abelardo Ramos hubo muchas intuiciones interesantes de fusión de Bolívar con Marx aunque muy rápidamente Abelardo Ramos pasó a ser el Abelardo Ramos que conocimos nosotros, una figura que en lugar de fusionar bolivarismo con marxismo comenzó, primero, a distanciarse del marxismo, luego a denigrar al marxismo y finalmente a terminar en un chauvinismo patriotero anticomunista, abiertamente antimarxista.

En tercer lugar hay una polémica más sutil, más compleja, en la forma en que Néstor aborda el problema. Quisiera mencionar a una escuela, una tercera escuela, que en el libro no está explicitada pero que yo la voy a explicitar. Se trata del marxismo dogmático. Esta escuela, más que condenar a Bolívar, siempre lo vio como un “bonapartista fallido” y siempre imaginó la historia del siglo XIX como la historia de sujetos pasivos condenados a la derrota y sin actuar como sujetos reales en el proceso histórico. 

José Aricó [1931-1991] plantea el libro clásico de Marx y América latina [1980], aquel libro que en los últimos treinta años condujo a generaciones de historiadores a estudiar el problema de Marx y América latina a partir de Aricó, quien fue una gran figura historiográfica. Hizo importantes aportes a la comprensión del problema pero todavía no hemos hecho la crítica a José Aricó. Le hemos hecho la crítica a Abelardo Ramos, a Juan José Sebreli, podemos discutir a Milcíades Peña [1933-1965], pero todavía no está hecho el debate con José Aricó. No me refiero al Aricó alfonsinista o socialdemócrata. No es ese el problema que estamos discutiendo hoy. No, no es ese nuestro tema. El problema es la formulación teórica que hizo José Aricó. Yo creo que la clave está en este libro de Néstor Kohan. Porque este libro, convergiendo en muchos aspectos y elementos comunes con Aricó, tiene una mirada desde otro lado que la que tiene Aricó. Aricó estudia el problema de América Latina del siglo XIX desde arriba. Estudia América Latina como una frustración de un proyecto histórico porque América Latina no tuvo un sólido Estado continental construido desde arriba. Aricó se preocupa por esa construcción desde arriba. ¿Qué falló en las elites? ¿Qué falló en las clases dominantes? Y ¿qué tuvieron de bueno esas elites y esas clases dominantes? Incluso cuando Aricó rescata muchos elementos de Hegel contra Marx es porque sugiere lo siguiente: “Mira, se podría haber hecho una construcción que vos, Karl Marx, no viste, a partir de un Estado continental”. 
* Claudio Katz es profesor titular de la Universidad de Buenos Aires, investigador del CONICET, integrante del colectivo “Economistas de Izquierda”.

Comentarios