La Marea
MADRID // Las cinco grandes compañías -Endesa, Iberdrola, Gas
Natural Fenosa, HC Energía y E.On- que controlan el mercado de la
electricidad en España han obtenido hoy una nueva victoria en detrimento
del pequeño consumidor, que a partir del mes de enero verá como en
pleno invierno el recibo de la luz sube al menos un 11%. Un nuevo
aumento que es ya el quinto consecutivo en este año tras los sucesivos
incrementos del precio de la electricidad en enero pasado (3%), julio
(1,2%), agosto (3,2%) y octubre(3,1%). Si se tiene en cuenta esta nueva
subida, que ya se conoce como tarifazo, en los últimos diez años la
electricidad se ha encarecido más del 80%.
Oficialmente, los culpables de este nuevo aumento que llega en pleno
invierno -cuando ya de por sí aumenta el consumo de electricidad-, son
los mercados, pues a ellos y a las compañías eléctricas ha atribuido el
Gobierno el tarifazo. El Ejecutivo se escuda en que la parte
liberalizada (la que no fija el Gobierno) del precio del recibo de la
electricidad (45%) se decide en una subasta pública trimestral que
establece el coste futuro de la luz basándose en las tarifas de la
electricidad registradas durante los tres meses anteriores.
Sin embargo, en esta cuestión, eléctricas y Ejecutivo van de la mano.
Porque el aumento del 11% que abonarán los consumidores no sólo se debe
a esta subasta del mercado de la energía, que repercutirá en la factura
final de la luz en un 10,5%, sino también al previsible aumento de la
parte regulada del recibo (55%), que sumará a su vez uno o dos puntos
porcentuales al precio de la luz.
Este aumento se da por hecho después del anuncio hecho por el
ministro de Industria, José Manuel Soria, de que el Ejecutivo
incrementará los llamados peajes eléctricos (la parte regulada del
recibo). Estos peajes fijados por el Gobierno se destinan en teoría a
sufragar los costes de transporte, distribución y otras partidas como
las primas a las energías renovables. Sin embargo, aunque el Ejecutivo
no alude nunca a ello y las grandes eléctricas lo niegan, los peajes
incluyen también ayudas varias a las propias empresas eléctricas a las
que, por poner un ejemplo, el consumidor sigue abonando un 0,33% de lo
que paga por la luz en virtud de la moratoria de construcción de
centrales nucleares aprobada en 1984.
Precios inflados
Con respecto a la subasta que fija la parte liberalizada de la tarifa
eléctrica, persisten serias sombras de duda, pues, como en anteriores
ocasiones, los precios del mercado mayorista de la electricidad -los que
se toman en cuenta para establecer las tarifas- se dispararon en los
días previos a la celebración de la subasta, de forma muy conveniente
para las eléctricas que concurren a ella.
Tan conveniente alza de los precios mayoristas de la electricidad ha
suscitado las sospechas de organizaciones de consumidores que creen que
las eléctricas intervienen en los mercados, elevando artificialmente los
precios para conseguir unas tarifas altas en la subasta y los
consiguientes pingües beneficios.
Cristóbal Gallego, del Observatorio Crítico de la Energía, y coautor del informe Entiende el mercado eléctrico en
España, respalda estas sospechas y aboga por “auditar los costes reales
de la energía, que no pueden ser tan altos”, así como por acabar con la
“opacidad” que rodea partidas como la de la distribución de energía
(incluida en la parte de la tarifa regulada por el Gobierno), que puede
que se esté “sobreremunerando” en beneficio de las grandes eléctricas.
“La subasta de hoy y los sucesivos aumentos de la tarifa eléctrica
demuestran quién tiene la sartén por el mango. Hace unos días, cuando el
Gobierno anunció que no iba a sufragar el déficit de tarifa con cargo a
los presupuestos de Hacienda, se produjo un alza exorbitante de los
precios de la electricidad, precios que ahora han provocado el
subsiguiente aumento en la subasta. Se legisla para las compañías
eléctricas, de las que el Gobierno es súbdito”, deplora Gallego.
El experto en energía no deposita grandes esperanzas en la
investigación que la Comisión Nacional de Mercado y la Competencia
(CNMC) mantiene abierta por una posible manipulación de los precios de
la electricidad. Gallego explica su escepticismo con el hecho de que “ya
ha habido otras investigaciones que nunca han dado fruto”.
La nueva subida, sumada a que, como recuerda el miembro del
Observatorio Crítico, el Grupo Popular en el Congreso rechazó hace dos
días la propuesta presentada por la Izquierda Plural para prohibir que
se pueda cortar la luz por impago en invierno a las familias
necesitadas, aumenta el malestar en la ciudadanía por los continuos
aumentos de los precios de la luz. La organización de consumidores FACUA se ha hecho eco de este malestar llamando a un boicot a las eléctricas con un apagón colectivo el 30 de diciembre a las 19.00 horas.
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