¿20.000 médicos de 70 países del Tercer Mundo formados gratis en Cuba no merecen una línea en los medios?
Cubainformación TV - Basado en un texto de Gloria M. León Rojas – Blog “La pupila insomne” (Cuba).-
Los
medios internacionales tapan de manera vergonzante una de las más
hermosas obras de solidaridad existentes en el planeta: la Escuela
Latinoamericana de Medicina de Cuba.
Texto original
En la memoria de los agradecidos
Dra. Gloria M. León Rojas* - Blog "La Pupila insonme" (Cuba).- Hace
quince años, un 21 de noviembre de 1998 quedó en la
memoria histórica
de los agradecidos. El discurso del Comandante Fidel Castro en la
Clausura de XII Fórum de Ciencia y Técnica debe ser releído porque el
exhaustivo análisis de la realidad mundial y en particular de nuestra
región conserva toda su vigencia. Los efectos del cambio climático
incrementan los desastres naturales y son más destructivos; los pobres
son más pobres y desprotegidos; los ricos más ricos y las guerras
imperialistas y el gasto militar galopan desenfrenadamente. El contexto
de este discurso se ubica en los acontecimientos de octubre del 98
cuando los huracanes George y Mitch dejaban arrasados territorios
completos en Centro América y el Caribe. El Mitch se considera el más
grande ocurrido en 200 años en la región centroamericana. Estos
huracanes dejaron más de 35 mil víctimas y una destrucción material
incalculable.
Fidel había seguido paso a paso en el mapa la trayectoria de los
huracanes. El mundo se estremecía ante las calamidades de estos
pueblos. Los países afectados pedían ayuda a la comunidad
internacional. El gobierno cubano declaró el 18 de noviembre en
Tegucigalpa, Honduras el envío de brigadas médicas, 2 000 médicos para
socorrer a los damnificados centroamericanos y 200 a Haití. Nacía un
Programa Integral de Salud (PIS) para la reconstrucción de Centroamérica
y el Caribe.
El 19 y 20 de noviembre las radios centroamericanas daban la noticia
de que Cuba ofrecía 500 becas para estudiar gratuitamente medicina en
Cuba. Existían relaciones diplomáticas solo con Nicaragua, Guatemala y
una oficina de Intereses en Honduras a donde llamaban los jóvenes
aspirantes.
Esa noche en el Fórum Fidel explicaba al pueblo la situación creada
en Centroamérica y el Caribe y ratificaba la disposición oficial de
ayudar a la región con recursos y Brigadas Médicas quienes
permanecerían en los lugares afectados el tiempo que fuera necesario.
Y anunció la creación de una escuela de medicina que formaría como
médicos, gratuitamente, a jóvenes de la región, de procedencia humilde
para que retornaran a sus lugares de orígenes a ejercer el sacerdocio
de la medicina. Surgía la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM)
para seguir el derrotero del internacionalismo médico cubano cuyas
raíces habían sido sembradas tempranamente en Chile y Argelia.
Fidel subrayaba en el Discurso:
“La solidaridad es un deber con la humanidad y lo cumplimos sin tener en cuenta las cuestiones ideológicas ni las diferencias.
“Es una tradición honrosa y gloriosa de nuestro país, que nunca, sea
quien sea, en su espíritu solidario, ha hecho excepción con ningún país.
No es un invento de ahora, que nadie se pueda imaginar que nosotros
queremos utilizar la tragedia de los países centroamericanos para ganar
imagen u obtener ventajas de tipo político.
“No estamos pensando en frutos para nosotros. Vamos a seguir luchando
por nosotros, y por el máximo de bienestar de nuestro pueblo; pero
tenemos un recurso con lo cual podemos ayudar al mundo: somos un ejemplo
que puede ayudar al mundo; tenemos ideas que pueden ayudar al mundo a
ese mundo que va a sumar dentro de 50 años 10 000 millones de habitantes
y que necesita sobrevivir, necesita soluciones, que no sobrevivirá sin
ejemplo, sin ideas y sin verdades.
“La solidaridad es una tradición que está acorde con los
planteamientos que Cuba está haciendo con relación a la situación actual
del mundo con lo que estamos predicando. ¿Cuánto vale una vida humana?
¿Qué sentido tiene que el mundo gaste 800 000 millones de dólares en
presupuestos militares cada año? ¿Qué no podría lograrse en salud,
educación, agua potable, viviendas, sistemas de regadío, producción de
alimentos, investigaciones científicas y protección del medio ambiente
con la mitad de esas sumas? ¿Qué racionalidad contiene y qué promete a
la humanidad el orden mundial que se nos ha impuesto?”
Fidel precisa la conducta a seguir por los médicos internacionalistas cubanos.
“Estos médicos no se mezclan ni se mezclarán absolutamente nada en
cuestiones políticas, trabajarán con todos y colaborarán con todos, en
primer lugar con las autoridades locales, las instituciones locales de
distintos tipos, también con las instituciones religiosas. La
cooperación con todos es clave para el éxito del programa médico. Lo
estoy diciendo aquí, porque quiero desde ya recalcar bien esto: nuestros
médicos no se mezclarán lo más mínimo en asuntos de política interna.
Serán absolutamente respetuosos de las leyes, tradiciones y costumbres
de los países donde laboren. No tienen por misión propagar ideologías.
Respetarán escrupulosamente las de los ciudadanos y pacientes, así como
sus creencias religiosas, haciéndose con ello acreedores al respeto a
sus sentimientos patrióticos, sus ideas políticas, filosóficas o de
orden religioso, que no predicarán, ni tratarán de propagar a otros,
porque van a Centroamérica como médicos, como abnegados portadores de
salud humana, a trabajar en los lugares y en las condiciones más
difíciles, para salvar vidas, preservar o devolver el bienestar de la
salud, y enaltecer y prestigiar la noble profesión del médico; nada
más.”
Fidel señala el impacto que tendría un programa integral de salud:
“De modo que en un programa integral de salud se suele utilizar un
índice que es muy gráfico, y son las vidas que se salvan. Es más gráfico
todavía si las vidas que se salvan se asocian con aquellos que murieron
en una catástrofe natural y conmovieron al mundo.
“Ahora, los miles que mueren silenciosa y calladamente, cuyos nombres
no aparecen en ningún periódico, ni sus cadáveres en ninguna imagen, en
ninguna televisión y lo saben solo los padres que los llevan a enterrar
—estoy hablando de los niños en este caso—, como los que llenaron de
cruces la costa sur de la Sierra Maestra, porque no alcanzaron a ver
siquiera una embarcación casual que los condujese a un médico en
Santiago de Cuba, no deben seguir siendo olvidados.
“Estas metas que estamos planteando de salud para Centroamérica
pueden alcanzarse sin cambio de sistema social. Plantear que esto se
puede lograr únicamente haciendo primero una revolución política y
social, es decir, haciendo una revolución como en Cuba, no tendría
ningún sentido proponerlo; no sería necesario ni tendría nadie derecho a
esperar tales cambios para salvar cientos de miles de vidas que con un
poco de racionalidad y sentido común pueden salvarse; con el mismo
sistema social, con el mismo sistema de propiedad existente es posible
hacerlo, hasta con un modesto apoyo de la comunidad internacional. Es
que la tarea, digo, es relativamente fácil, es posible y es fácil.
“Este programa no pretende sustituir a un solo médico en ningún país
de Centroamérica; al contrario, podemos cooperar modestamente con ellos
en las cuestiones de salud donde alguna experiencia nuestra pueda ser
útil.
“El programa integral de salud que estamos proponiendo, que
proponemos como un modelo de programa de cooperación con los países del
Tercer Mundo, con los países más pobres, lo está proponiendo un país
como Cuba, que no es un país rico, ni mucho menos; que es un país que
está bloqueado, que está atravesando un período especial, y si nosotros
podemos, cómo no va a poder ese mundo que ya alcanza un producto bruto
de no menos de 30 millones de millones de dólares.
“Lo que Cuba quiere demostrar es que si un país de tan limitados
recursos materiales y económicos puede hacer algo en ese sentido en
nuestra área, el mundo industrializado puede infinitamente más. Ya no
digo que seamos un país pobre en recursos humanos, porque en eso sí
somos ricos; si se quiere, incluso, campeones olímpicos, sin vanagloria,
sin vanidad de ninguna clase.”
Fidel ofrece formar gratuitamente médicos caribeños y centroamericanos.
“No debemos limitarnos a enviar 2 000 ó 2 500 ó 3 000 médicos; hay
una cosa más importante y es que junto a la oferta de enviar médicos
hemos ofrecido un programa de formación de médicos centroamericanos en
Cuba.”
Fidel explica las posibilidades reales para formar médicos de los países afectados.
“Ya nuestros médicos tienen gran prestigio en todas partes, porque no
en balde estudian seis años y después otros tres en la comunidad, las
últimas generaciones de médicos, y después para otra especialidad otros
dos, tres o cuatro años, según los requerimientos de cada una de ellas.
Están bien, bien, bien preparados nuestros médicos. Podemos tener plena
confianza en nuestros médicos, y sabemos que se crecen cuando les dan
una misión importante y difícil, es característica de nuestra gente.
“Nosotros nos esmeraremos en la formación de esos futuros médicos centroamericanos.
“Cuba ha ofrecido 500 becas anuales por un período de 10 años. (…) la
idea nuestra es conceder por un período de 10 años 500 becas anuales a
jóvenes centroamericanos, ya bachilleres, para estudiar medicina. Es
decir, realmente Cuba ha ofrecido 5 000 becas en total.”
Fidel se refiere al proceso de selección y la necesidad de cursos de nivelación:
“Ahora hay que discutir con cada país, más o menos, los criterios de
selección. El Presidente de Guatemala planteó especial interés en que no
menos de la mitad fuesen de origen indio. En nuestro criterio es
precisamente tratar de formar profesionales con la mente puesta en la
idea de que presten servicios en los lugares más apartados, más
difíciles; si el potencial es grande, es perfectamente posible hacer
buenas selecciones. Hay que analizar con los ministros de salud y con
las autoridades de cada país los criterios y métodos de selección.”
Fidel amplía el plan de becas.
“Ahora, es tal la demanda en estos momentos que estamos, incluso,
pensando que dentro del programa de 10 años, el primer año ingresen
1000, en vez de 500, al comprobar en los dos países visitados el enorme
interés de las autoridades y los jóvenes por esas becas. Estamos
analizando todo, y tendremos las condiciones para recibir 1 000 el
primer año, y después pueden ser 500, 500 y 500 cada año sucesivamente.
“Mientras ellos se formen, podrán contar con nuestros médicos.
“Entonces, en 10 años al final serían 5 500 becas. Vamos a esperar,
pero ya les hemos comunicado a algunos gobiernos del área la idea de
ampliar en este primer año el número de becas, pues en este primer año
va a ser tremenda la presión.
“Tenemos capacidades y estamos formando médicos del Caribe, todos los
que los caribeños quieran formar; estamos formando igualmente médicos
sudafricanos y de otros países. Vean que realmente nosotros no hacemos
publicidad ni propaganda con la cooperación que brindamos a numerosos
países del Tercer Mundo.
“Pero para nuestros vecinos del Caribe todas estas becas que
ofrecemos son gratuitas. (…). No se sabe lo que cobran en algunas
universidades, en Estados Unidos pueden ser 15 000, 20 000, 30 000 por
año.
“Los países caribeños de habla inglesa, que son nuestros amigos más
estrechos, que fueron vanguardias en la lucha contra el aislamiento en
este hemisferio, que han brindado valiente apoyo a Cuba en las Naciones
Unidas, en Lomé y en todos los foros internacionales, que son pequeños
países, tienen una cuota en conjunto de no menos de 1 000 becas
gratuitas para distintas carreras. Si necesitan más tendrán todas las
que necesiten.
“Nosotros llegamos a tener 22 000 becarios extranjeros estudiando en
nuestro país. Ningún otro país del mundo tuvo nunca tantos becarios per
cápita como Cuba, y esos están en todas partes del mundo, en África y en
otras regiones del mundo. Eso ayuda también a explicar la solidaridad
del Tercer Mundo con Cuba; eso ayuda a explicar los 157 votos contra 2,
aunque no lo hicimos por eso, lo hicimos por nuestros ideales y por
nuestros sentimientos de solidaridad y de internacionalismo.
“Habíamos concebido en nuestro programa elaborado a principios de la
década del 80 la idea de disponer de 10 000 médicos para ayudar al
Tercer Mundo. En esa época se crearon todas esas facultades de que hoy
disponemos, mucho antes del período especial; vino después el período
especial, las limitaciones de recursos y otras dificultades, que en
cierta medida alteraron los programas. Parte de las capacidades como
estaba concebido se utilizaron para formar licenciados en enfermería y
otros técnicos de la salud. Pero disponemos de capacidades de reserva.”
Fidel acotaba:
“De dos huracanes, se juntaron dos programas factibles: El Programa
Integral de Salud y la creación de una Escuela Latinoamericana de
Medicina. Tenemos 21 facultades de medicina y las tiene en todas las
provincias. De modo que dos ideas, nacidas de dos huracanes, están en
marcha pero se pueden sacar las cuentas matemáticamente, ¿en 10 años
cuántas vidas podrían salvarse? Y si quieren calcular en 20 años, con
ambos programas… Alguien dijo —en un tango creo— que 20 años no eran
nada; pues en 20 años les aseguro que serían bastante más de un millón
de personas.”
Evidentemente durante estos dramáticos días Fidel y Raúl con la
dirección del Partido y el gobierno habían decidido el curso de la
política hacia la región. No tengo los detalles de la conversación de
Fidel y Raúl, pero lo cierto es que el General de División Raúl Castro,
Ministro de las FAR entonces, cedió la excelente instalación de la
Escuela Naval de formación de oficiales de la Marina de Guerra y
Mercante para su conversión en una escuela de medicina. Cómo se
implementó esa idea, es una historia pendiente de escribir. El Dr. Juan
D. Carrizo Estévez, entonces Rector del Instituto de Ciencias Médicas
de La Habana quien anteriormente se había desempeñado como Rector del
Instituto de Ciencias Médicas de Villa Clara, estaba como delegado en
el Fórum y recibió de su secretaria, un mensaje que lo conminaba a
trasladarse a su oficina en el Instituto. Allí lo estaba esperando
Valentín, quien “me dijo que Chomy – José R. Miyar Barruecos, entonces
Secretario del Consejo de Estado- me esperaba en la Academia Naval
Granma, muy cerca del pueblo de Baracoa. Por supuesto que yo estaba muy
preocupado e intrigado, me preguntaba qué habría hecho mal, pero no
tenía lógica que me citara para regañarme tan lejos. Yo estaba seguro
que algo tenía que ver con Fidel. ”
José Miyar (Chomy) Secretario del Consejo de Estado y protagonista
de la creación del Servicio Médico Rural en Cuba, Pedro Pérez
Betancourt, vice Almirante de la Marina (atendía la marina de guerra, la
mercante, pesca, guarda fronteras) y Carrizo se encontraron en la
Academia Naval, cerca de las 4pm, sin previo aviso. El Director Carlos
Duque, Capitán de Navío mandó a llamar a Eladio Valcárcel, capitán de
Fragata y jefe de Logística. Recuerda Valcárcel que les informaron que
los compañeros habían sido designados por la jefatura del MINFAR para
hacer un recorrido por la Academia porque esta posiblemente pasara a
otro status. “Hicimos un recorrido y por las caras de Chomy y Carrizo
sabíamos que había aceptación por las buenas condiciones de la
instalación. Hacía unos meses se había comentado el interés de unos
empresarios españoles que querían comprar la instalación y el área para
poner un complejo turístico con campos de golf y todo, invertirían
decenas de millones de USD. Le voy a confesar la verdad eso nos
entristecía, porque la misión de la Academia había sido la defensa de la
Revolución y el Socialismo y ahora de lo que se trataba era que los
ricos capitalistas disfrutaran de nuestro pedazo de tierra y mar. Pero
era un hecho de que tendríamos que irnos, era como una vela apagándose.
Por eso cuando nos informaron que el destino era una Escuela para formar
como médicos a jóvenes humildes de los países devastados por los
huracanes, una vez más Fidel y Raúl decidían a favor de un interés de
solidaridad por encima de los intereses económicos, aquella fue la mejor
noticia que nos podían dar. Era una fiesta y no teníamos idea de lo
que nos esperaba. Me ordenaron quedarme al frente de 50 oficiales y
suboficiales y 300 trabajadores civiles para apoyar la readecuación de
la instalación en una escuela de medicina.” (Conversación con Gloria) Él
conocía como nadie cada rincón y las posibilidades e inconvenientes que
implicaba cada nueva idea.
Carrizo apunta. “Conversamos sobre las posibilidades de hacer una
escuela de medicina para traer estudiantes de los países afectados por
los huracanes. Todos estuvimos de acuerdo. Hicimos un pequeño
recorrido. De ahí salimos para el Palacio de las Convenciones, donde nos
estaba esperando Fidel con otros compañeros. Fidel nos planteó la
posibilidad de hacer la Escuela. Dio algunas ideas precisas: quería un
lugar como la Academia para mantener la buena disciplina, que
estudiaran mucho para vencer los retos de los desniveles educacionales.
Valoró no tener que hacer laboratorio de anatomía y usar algunos de los
que se usaban en Girón y me preguntó el costo de un laboratorio. La
pregunta me tomó por sorpresa. Era difícil responder en ese momento,
porque no teníamos experiencia en ese tipo de inversión, hacía muchos
años que se habían hecho y no le iba a decir una mentira. Me preguntó
si consideraba que podríamos cumplir la tarea, mientras me miraba a los
ojos y golpeaba el pecho con su dedo anular. Le respondí con firmeza que
se haría, no cabía otra respuesta”. (Notas personales de Carrizo para
el libro sobre la ELAM que pensaba escribir algún día.)
De esta breve reunión Fidel pasó a hacer la conclusiones a las 4.30pm
y Carrizo salió para el rectorado donde convocó a un grupo reducido de
profesores y especialistas, que a las 48 horas tenían una primera
propuesta para un tipo de laboratorio que fuera razonablemente
económico y ajustado a las necesidades del plan de estudio de acuerdo a
la universidad que pretendían crear.
Desde ese instante con gran orgullo se consagró a cumplir la noble
tarea del Comandante, y con humildad decía era su “pequeño granito de
arena” aunque no volvió a tener días ni noches sosegadas.
En apenas tres meses con mucho sacrificio, desvelo de Fidel quien
estaba pendiente de todos los detalles y orientaba cada paso y el
trabajo esmerado de todos los involucrados, se logró la readecuación de
la instalación.
En febrero de 1999, los primeros en llegar fueron 323 nicaragüenses
que enviaba el Frente Sandinista bajo la dirección de Daniel Ortega.
Entre ellos llegaba María Esther Betanco, una joven pequeña de estatura
de apenas 16 años a quien Carrizo bautizó “la niña de la ELAM”.
Recuerda que “Raúl Castro y Tomás Borges nos recibieron. Tomás le
preguntó si había tortillas para los muchachos, Raúl le dijo que no,
pero había maíz.”
En su niñez a las seis de la mañana salía con su mamá a vender pan y
después iba a la escuelita del barrio pobre donde su madre enseñaba.
En la ELAM no podía creer lo que estaba viviendo: todos los días
tenía desayuno, almuerzo, comida, meriendas, sin tener que vender pan
cada mañana. Pero entonces pensaba en sus hermanos que no tenían nada de
eso y se ponía triste.
Al mes llegó Fidel a su aula, hasta entonces ella no lo había visto
aunque él venía casi todos los días a la escuela. “Cuando lo vi tan
grande y yo tan pequeña me impresionó mucho. Entonces le dije reciba la
bendición de mi madre. “
María Esther Betanco, hoy médico con dos especialidades, marchó a
Haití, junto a cientos de egresados, tras el terremoto y dirigió el
hospital de campaña de Monimbó donde los egresados haitianos la
denominaron la Comandante por su acometida y decisiones acertadas en la
estrategia para combatir el cólera. Ella desde un hospital de Santa
Clara donde finaliza su segunda especialidad, afirma que de niña y
adolescente recuerda a Nicaragua, de joven a Cuba. “Así ha transcurrido
mi vida: tengo el corazón compartido, pero he realizado el sueño de mi
madre. Cuando mi padre murió yo sentí que tenía otro padre: el profe
Carrizo”.
La Dra Betanco encontró en la ELAM una gran familia, pero reitera el
compromiso que tiene con su pueblo de regresar, no olvida que gracias
a la Revolución Cubana y al triunfo del Frente Sandinista realizó sus
sueños de niña y con razón bendice a esos dos Comandantes hermanos:
Fidel Castro y Daniel Ortega que son luz para todos los pobres y en
especial Fidel quien con la pupila insomne se empeña en que un mundo
mejor es posible.
El río Santa Ana bordea la ELAM y se besa con el mar. Aquella tarde
del 21 de noviembre, Carrizo vio un presuntuoso manatí que desafiaba el
peligro de los depredadores humanos, que le dio la bienvenida y lo
apresó en su magia para que durante catorce años muy temprano en la
mañana mientras se acercaba a la Escuela, su mirada fuera al río y dicen
que seguro vio a Yemayá la hermana de Ochún zarandeando su vestido
azul y blanco y que llevaba un gorro rojo con una estrella luminosa,
que indudablemente hechizó a todos los que allí laboran y en especial a
él, para quien desde entonces la ELAM se convirtió en la novia más
bonita a la que debía dedicar todo el tiempo de vida que le quedaba .
Carrizo vivirá en la memoria de sus egresados y en ese pequeño
pedazo de historia que representa la formación de médicos
revolucionarios en Cuba y en particular en la ELAM. Su granito de arena
se hace montaña, los sueños se vuelven rocas…
El 26 de noviembre del 2012, el día que Carrizo cumplía 64 años, se
fue para siempre, pero dicen que desde otra dimensión advierte a los
agradecidos que no pierdan la memoria. Ese fue el mensaje del arcoíris
en la mañana de su partida. Por ello el discurso del Comandante en la
Clausura del XII Fórum de Ciencia y Técnica del 21 de Noviembre de 1998
trasciende la conmemoración de una efeméride; es la exposición de una
filosofía revolucionaria, es el lúcido análisis de la realidad mundial,
profética, y una exhortación a lo que pueden hacer los hombres buenos.
Para mi sorpresa cuando escribía estas líneas leí en Granma esta
noticia, que corrobora la vigencia de las ideas de Fidel, quien como un
oráculo se anticipa al futuro:
“La Organización Mundial de la Salud (OPS) ha reconocido
oficialmente, que Cuba es el país con mayor densidad de recursos humanos
en la salud por cada 10 mil habitantes (134.6), en el documento “Una
verdad universal: No hay salud sin agentes sanitarios”. El texto
asegura que uno de los principales problemas en el servicio de salud
consiste en mejorar la dotación y retención de esos profesionales en los
lugares más necesitados, y desarrollar la educación médica de acuerdo
con las necesidades de cada lugar. “Uno de los retos para alcanzar la
cobertura universal en salud es lograr que todos, en especial las
poblaciones más vulnerables y las que viven en áreas remotas, tengan
acceso al personal de salud calificado y culturalmente competente”,
señaló Carissa F. Etienne, directora de la OPS. El estudio destaca que
en la actualidad el mundo necesita incrementar la cifra de trabajadores
de la salud en más de siete millones. También una mejor distribución
geográfica, ya que en muchos países se concentran en grandes ciudades.”
(Tomado de PL, en Granma 13/11/2013)
En lo que leí, pese al merecido reconocimiento, el informe no da
cuenta de la contribución de Cuba a la formación de recursos humanos
para la sostenibilidad de los sistemas de salud de los países del
Tercer Mundo, incluso para los barrios pobres de Estados Unidos. La
Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), fue inaugurada el 15 de
noviembre de 1999 por su mentor, el Comandante en Jefe Fidel Castro y
ha graduado hasta el 2013 más de 20 000 médicos de más de 70 países, es
una reconocida escuela internacional siendo apenas una linda quinceañera
que presume con orgullo vestir todos los colores humanos.
!COMANDANTE LOS FRUTOS YA MADURAN PARA EL MUNDO! !GRACIAS!
*Historiadora, miembro de la UNHIC, UNEAC y ADHILAC
http://www.cubainformacion.tv/index.php/objetivo-falsimedia/53411-i20000-medicos-de-70-paises-del-tercer-mundo-formados-gratis-en-cuba-no-merecen-una-linea-en-los-medios
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