“CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO QUERIDO SANCHO”.(Memorias contra el olvido) V. Antonio López


CURAS, MONJAS. FRAILES Y SACRISTANES
OBISPOS, ARZOBISPOS Y CARDENALES.
LA MAYORÍA DE ELLOS COLABRADORES FIELES Y SIN ESCRÚPULOS DEL FASCISMO IMPUESTO POR LA FUERZA BRUTA POR EL CRIMINAL DE GUERRA EL GENERAL FRANCO Y A LA VEZ RESPONSABLES DE LOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD, QUE SE COMETIERON ENTRE LOS AÑOS 1936 Y 1976.
ALGUNOS ESTÁN MUERTOS, OTROS NO.


PRESENTACIÓN

Tema espinoso éste el de la fe, pero cuando hablamos de España y su iglesia, hablamos de un dios que se parece tanto a los humanos que los copia con todas sus lacras e ideologías, veremos a ese dios misericordioso y justo en muy contadas ocasiones, casi siempre aparece como un dios cruel y vengativo, imponiendo sus leyes y sus coreografías a sangre y fuego, no deja al ser humano a su libre albedrío, entre otras cosas porque no cree ni en su “propia creación”.

Decía que era un tema espinoso por qué me consta que existen personas creyentes de buena fe, —nunca mejor dicho — que se pueden molestar o sentirse aludidas cuando hablamos de los horrendos crímenes cometidos en este “santo” país en nombre de dios, buenísimas personas incapaces de hacer mal a nadie. En este mismo documento salen a relucir nombres de personas católicas cómo; el general Vicente Rojo leal a la República, el preso de Valdenoceda, Ernesto Sempere Villarrubia, católico, que se negaba hacer proselitismo religioso cómo le pedían los curas del penal, porque habían fusilado a su padre que era inocente, o Francisco Vidal y Barraquer, Cardenal de Tarragona de los pocos que no firmó la carta colectiva de los Obispos españoles (Subscrita por 43 obispos y 5 vicarios capitulares) un buen hombre, en fin, quería decir que, cuando se generaliza siempre corres el riesgo de ofender a personas inocentes injustamente.

Aclarado este punto me meto en harina y ver cómo salimos sin herir sensibilidades espirituales. De todos los estamentos pro franquista o nazi-fascista que hemos tocado hasta ahora, uno de los que me faltaba era la Iglesia Católica de España. Este documento tratará de enmendar el lapsus hasta hoy que he decidido tomar al toro por los cuernos, es un documento que yo llamo tripartito-agnóstico-anticlerical. 
 
La fuente principal es un documento que tengo desde el año 2011 de Pere Fortuny i Velázquez - Presidente de La Asociación Pro-Memoria a los Inmolados por la Libertad en Cataluña, titulado: “La iglesia católica y el fascismo”, no recuerdo quien me lo envió, pero está muy bien documentado y haciendo mención a las fuentes originales, sobre todo en lo referente a los altos jerarcas de la iglesia.

Sobre los curas asesinos de la guerra he tomado como base fundamental el Blog: http://todoslosrostros.blogspot.com.es/ de Paco de Jerez, también nos da las fuentes originales de los relatos. El trío se cierra conmigo mismo, con aportaciones puntuales de las cuales me responsabilizo. Lo prometo ante los dioses, los hombres y las mujeres de este planeta, que vaga por el universo hasta que el capricho de los dioses que han sido y serán nos den un destino más noble y nos vuelvan a dejar en polvo de estrellas, que en el fondo es lo que somos.

Estas aportaciones serán en forma socarrona y humor negro, por qué soy incapaz de ponerme serio con personajes del siglo XIV trasladados al XXI, no se entienda este sarcasmo como una falta de respeto hacia las miles de víctimas de lo que yo llamo Holocausto Español, nada más lejos de mi intención. 
 
La parte de nuestra Memoria Histórica menos escrita es quizás ésta del clero decimonónico que nos ha tocado sufrir, pero no la menos importante, no sé si estos delitos se pueden o no denunciar pero si sé que son numerosos y horrendos. No sé si la Jueza María Servini de Cubría podrá añadirlos a la larga lista de asesinatos en serie, pero al menos quiero dejar constancia de algunos culpables con nombres y apellidos para nuestro archivo histórico y que las futuras generaciones puedan consultarlos.

Los hechos, por venir de supuestos guías espirituales tienen triple agravante; el acto en sí mismo, el encubrimiento reiterativo la perseverancia o continuidad en el ocultamiento sistemático de que es objeto, y la falta de arrepentimiento. Las cifras son— siempre que hablamos de asesinatos en serie de nuestra guerra lo son— aproximadas, por ejemplo en el penal de Ocaña se habla de 1.200 fusilamientos, cómo Vendrell el cura verdugo los daba el tiro de gracia a todos, ya tenemos al mayor asesino en serie de la historia de España. Otro sanguinario fue el cura de Zafra, Juan Galán Bermejo, se jacta de haber “ajusticiado” a 750 rojos, masones, republicanos y separatistas.

Otros ejercían de fiscales voluntarios, efectuaban listas de los republicanos a fusilar, en Galicia el 10% de los fusilados lo fueron por denuncias de los curas de las aldeas, otros reclamaban más sangre, el cura de Rociana del Condado (Huelva) donde habían fusilado a 200 vecinos reclamaba de la autoridades más fusilamientos.

Esta es la fecha que nadie de la jerarquía Eclesiástica Católica ha pedido perdón por tanto crimen cometido en nombre de su dios, el actual Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, es un ultra defensor de la vida y batallador incansable contra el aborto. A esto yo lo llamo ser fariseo e hipócrita, ¿Se puede defender la vida de un o una nonato/a, y no haber perdido perdón por tantos asesinatos cometidos por sus correligionarios? ¿Se puede ser más retorcido? ¿Cómo explicar esta contradicción tan flagrante sin ser cínico o hipócrita al mismo tiempo? ¿Es que la vida de un nonato/a es más valiosa que la de una persona adulta en lo mejor de su vida? Explíquenme esto por favor, es que soy un poco duro de mollera. ¿Cómo puedo calificar esta postura de la Iglesia? ¿Qué adjetivos le pongo?

No contento con esto, el Sr. Rouco, ha sido condenado cómo responsable civil subsidiario de un caso de abusos sexuales continuados a un menor por parte de un sacerdote madrileño, esta es la fecha que nadie ha pedido perdón a los padres de la víctima, ¿Por qué? ¿Es que están Vds., por encima del bien y del mal? ¿Qué clase de dios es éste que consiente estas injusticias? No tienen Vds., fuerza moral para ser guías espirituales de nadie, Sr, Rouco. ¡No! Y por último Sr. Rouco, tomo nota de su amenaza sobre la memoria, si algo le ocurriera a alguien del Movimiento Memorialista ya sé dónde mirar.

Otro parecido o más ultra-fascista que Rouco, que ya es ser, un tal Isidro Gomá y Tomás (Ya está muerto, menos mal), decía:
No, es una guerra civil, es la lucha de los sin Dios… contra la verdadera España, contra la religión católica”. 
 
Ahora me entero de que los sin dios, cómo yo, no somos españoles o en todo caso somos de una falsa España, por que la verdadera es solo para los católicos, me lo podían haber dicho antes y hubiese nacido en un país de curso legal, no en uno falso. Las guerras de religión son Vds. las que las inician, ejemplos y muertos hay a millones, la guerra civil española fue la de los caciques y terratenientes contra el pueblo trabajador. No mientan más, qué es un pecado muy grave.

Puedo seguir horas y horas con estas historias de los de siempre contra todo lo que no sea cómo ellos dicen y cómo ellos son, es el fascismo viejo y nuevo que engrasado puntualmente está para sacar las castañas del fuego a los poderosos de siempre. El fascismo tiene tres constantes, añoranzas imperiales, pureza de la raza y odio visceral al diferente, en estas coordenadas se mueve el mundo nazi-fascista que el capitalismo tiene siempre en la recámara para cuando le fallan sus engaños y señuelos del paraíso terrenal, – curiosa paradoja— de la banca judía o vaticana.

Esto es todo por mi parte, he dicho antes que estos crímenes de lesa humanidad serán difíciles de llevar al banquillo, pero al menos puede quedar constancia de que se han cometido y algunos se empeñan en tapar para que el engaño funcione unos siglos más. Para leer recomiendo taparse la nariz.

V. Antonio López Madrid, agosto de 2013


ALGUNOS NOMBRES Y APELLIDOS...


Ya desde el 14 de abril de 1931 la Iglesia Católica se manifestó abiertamente contraria a la II República Española. Las figuras de los cardenales Segura y Gomá se convirtieron en el eje del fundamentalismo católico español anti-republicano. Otras personalidades destacadas del clericalismo se significaron por su actividad contra la República. Eugenio Vegas Latapié, fundador de Acción Católica, estuvo implicado en varios intentos de atentados en el Parlamento y contra la figura del presidente de la República Manuel Azaña. Con el golpe de Estado de los militares traidores en 1936, la Iglesia se declara a favor de los golpistas y les presta con entusiasmo todo su apoyo moral, ideológico, material y humano. El obispo de Teruel (beatificado en 1995) pedía el voto en febrero de 1936 para las derechas “por Dios y por España”, organizando y financiando al comienzo de la guerra un grupo de guerrilleros fascistas en las sierras de Albarracín. En la Carta colectiva de los Obispos españoles (subscrita por 43 obispos y 5 vicarios capitulares) a los obispos de todo el mundo con motivo de la Guerra de España, firmada el 1 de julio de 1937, por la que se confirmó el apoyo definitivo de la jerarquía de la Iglesia española al bando franquista, los obispos dicen tener consuelo de poder decir que:

(…) al morir sancionados por la Ley, en su inmensa mayoría nuestros comunistas se han reconciliado con el Dios de sus padres. En Mallorca han muerto impenitentes sólo un 2%, en las regiones del sur no más de un 20 por ciento. Es una prueba del engaño de que ha sido víctima nuestro pueblo".

¿Qué Ley? ¿La del talión? Ni eso, aquí no se pudo dar “ojo por ojo, diente por diente” solo Genocidio para acabar con el contrario. Y decía el Obispo Miralles de Mallorca:

"Sólo un 10 por ciento de estos amados hijos nuestros han rehusado los santos sacramentos antes de ser fusilados por nuestros buenos oficiales".

¿Quizás santos...arcángeles enviados a la Tierra?
El cardenal Gomá dijo en Budapest, durante el Congreso Eucarístico celebrado en aquella ciudad en mayo de 1938:
Paz, sí. Pero cuando no quede un adversario vivo”.

Sarcasmo y cinismo no les falta, lo reparten a espuertas, se ve que les sobra. Este apoyo continuó durante la ejecución de las terribles operaciones de represión de los sublevados contra los fieles al gobierno legal y dio cobertura ética y sirvió de justificación a las atrocidades cometidas en los campos de concentración, en las prisiones y en las cárceles por los franquistas en su campaña de exterminio de los contrarios. Estas actuaciones criminales de la Iglesia Católica figuran en textos de decenas de páginas web y en cientos de trabajos, investigaciones y tesis publicados en los últimos años. En muchos de ellos podemos leer, entre otros muchos ejemplos, los referidos a actuaciones de miembros de la Iglesia durante el desarrollo de la Guerra. Así:

El cura de Zafra (Badajoz), Juan Galán Bermejo, alcanzó fama de sanguinario. Cuenta Peter Wyden en su libro “La guerra apasionada":

Luciano Zainos, de once años, con sus padres y cinco hermanos estaba entre el centenar de aterrorizados ciudadanos que buscaron refugio en el sótano de la catedral. Al asomarse para echar un vistazo, Luciano vio cómo los legionarios entraban al asalto pasando las gruesas puertas tachonadas de gruesos clavos, iban a la caza de presa oculta en la iglesia”.

Juan Galán Bermejo, que había sido el cura de Zafra (Badajoz) y ahora capellán de la 11ª bandera del 2º Regimiento, estaba entre los asaltantes. Descubrió a un miliciano escondido en un confesionario y lo mató con su pistola, no era ésta la primera de las ejecuciones privadas del padre Galán, que estaba orgulloso de todas. Pocos días más tarde, en el despacho del gobernador civil de Badajoz, Antonio Bahamonde, de la comandancia del general Queipo de Llano, le pidió al padre que le dejase ver la pistola que había usado en la catedral. Galán la mostró y dijo:

"Aquí está. Esta pistola ha librado al mundo de más de un centenar de revolucionarios".

El cura de Zafra se encargó de marcar a quienes debían matar. A preguntas de Marcel Dany, de la Agencia Hava, el cura de Zafra respondía que:

(…) todavía no hemos tenido tiempo de legislar cómo y de qué manera será exterminado el marxismo en España; por eso, todos los procedimientos de exterminio de estas ratas son buenos. Y Dios, en su inmenso poder y sabiduría, los aplaudirá”.

Ha diferencia de la fe (Creer en lo que no se ve), el marxismo está basado en estudios científicos de las relaciones económicas y sociales por las que se rigen las sociedades capitalistas, estas relaciones no desaparecen por mucho que legislen en su contra, por lo tanto el marxismo tampoco desaparece, Sr. Galán. Las únicas ratas de cloaca son Vds., la Historia les colocará donde deben estar, en su infierno.

El cura Juan Galán Bermejo siempre portaba una pistola de dotación sobre la sotana, y fue el ejecutor directo de unos 750 asesinatos.

También en Badajoz, “(…) el cura Isidro Lombas (o Lomba) Méndez participó en la represión, pues elaboraba las listas de quienes aún vivían y había que detener para llevarlos a la Plaza de Toros. Según puede leerse en un artículo de investigación de Alfredo Disfeito, Andreu García Ribera y Federico Pérez-Galdós publicado en el periódico EL OTRO PAÍS), “aquellas ejecuciones (decía Yagüe), eran gratamente presenciadas por respetables y 'piadosas' damas”, según escribió Martínez Bande en La marcha sobre Madrid; también aplaudían “los jovencitos de San Luis, eclesiásticos, virtuosos frailes y monjas de alba-toga”. “Las ametralladoras no paraban. Hasta tal punto que, varias veces, fueron reemplazados los tiradores. Entre los que nunca faltaban, el cura Isidro Lombas Méndez un gran cazador de rojos...”.

En Navarra, según se recoge en el libro “Navarra 1936. De la esperanza al Horror” editado por Altafaylla, muchos de los que iban a ser fusilados eran llevados ante el párroco Antonio Ona de Echave para ser confesados. Uno de ellos, Julio Pérez, concejal de UGT, resultó malherido tras una penosa huida. Mientras estaba en el hospital, su madre, asidua al confesionario de Antonio Ona, intercedió ante su hijo aunque sólo obtuvo unas palabras que el párroco solía emplear en todos los casos:

Mira hija, si lo matan ahora irá al cielo. Si no lo matan, volverá a las andadas y se condenará. ¿Qué mejor momento para morir que ahora que está confesado?”

En ese mismo libro se cuenta cómo Antonio Ona partió al frente donde “anduvo luciendo pistola y uniforme de campaña”. Al poco tiempo fue nombrado canónigo de Pamplona y en 1956 ascendió a Obispo de Mondoñedo. El que más tarde fuera obispo de Bilbao, Antonio Añoveros, llevó a cabo la labor de confesor en la matanza de las Bardenas (53 Fusilados), según relata Galo Vierge en su obra Los culpables (Pamiela).
El cura de Obanos (Navarra), Santos Beguiristáin Eguilaz, participó activamente en la lucha contra los vecinos republicanos de Azagra y destacó por su afición a elaborar listas. Los fusilados (71) los catalogaba como “muertos por el peso de la justicia”. No aclara si divina o humana.
También es reseñable la historia del entonces párroco de Egüés (Navarra). Al parecer, por una mera razón de disputa personal, (El médico prefería ir a misa a otro pueblo de al lado con cuyo párroco jugaba a las cartas) delató a este profesional llegado de Bilbao. Comenzada la guerra un día vinieron a buscar al médico con una orden de detención. Este logró saber que detrás de la denuncia estaba el cura de Egüés.
El cura Fermín Izurdiaga Lorca (Pamplona, 1905-1981), sacerdote, poeta, orador y periodista, fue falangista y fundador de "Arriba España" y de "Jerarquía. Revista negra de la Falange". En su primer ejemplar quedaba claro el ideario del periódico:

¡Camarada! Tienes obligación de perseguir al judaísmo, a la masonería, al marxismo y al separatismo. Destruye y quema sus periódicos, sus libros, sus revistas, sus propagandas. ¡Camarada! ¡Por Dios y por la Patria!”.

Tras la Guerra Civil, el diario continuó como divulgador de las consignas del falangismo. Izurdiaga participó en muchos actos de exaltación fascista y era conocido por sus encendidas alocuciones
Un capellán castrense entró en los barrios obreros sevillanos de La Macarena con la columna de legionarios y falangistas “a sangre y fuego”. También el cura de Rociana del Condado (Huelva) insistía repetidamente para que se fusilara a más gente en su pueblo, porque las 200 que ya habían asesinado le parecían pocas. Existen además numerosos testimonios de curas disparando ametralladoras desde los tejados en el libro; “Historias orales de la guerra civil” de Bullón de Mendoza, A. y de Diego, A. Y tampoco debemos olvidar el papel que voluntariamente se asignaron a sí mismos muchos sacerdotes durante la represión de postguerra. Por ejemplo:
En la cárcel franquista de la isla de San Simón, Galicia, un cura con su pistola al cinto se encargaba de administrar justicia y ésta no era divina precisamente”.

Más conocido fue el caso del cura del penal de Ocaña era conocido como el “cura verdugo” porque era el encargado de dar los tiros de gracia. Así puede leerse en los versos de Miguel Hernández, escritos a hurtadillas en 1941 la cárcel de Ocaña poco antes de que lo dejaran morir.
En los libros: “¡Alerta los pueblos!” y “España heroica”, escritos ambos por Vicente Rojo (para nada sospechoso de impío) puede leerse:

(...) cuando los presos estaban “en capilla”, esperando su ejecución para la madrugada, un sacerdote, se acercaba a los condenados con el fin de confesarles, hacerles besar la Cruz de Cristo y señalarles que con toda justicia iban a ser ejecutados, pero que Dios, en su infinita bondad, les perdonaría en el otro mundo; esto para los que aceptaban tal “receta”; para los que se negaban a ello les esperaba una sutil venganza por parte del cura y del oficial del pelotón de ejecución; parece ser que informado dicho “mando” por el representante religioso de la negativa del reo a confesar, comulgar y arrepentirse de sus pecados, se ordenaba al pelotón de fusilamiento lo siguiente: “A ése, no le matéis de primera, dejármelo a mí para el tiro de gracia. Y así se hacía. Cuando el capitán o teniente, bien cargadito de alcohol, se acercaba al reo, que había recibido varios disparos no mortales de necesidad, se le miraba con ojos de “justiciero” y se le decía estas últimas palabras: “ahora te voy a dar el tiro de gracia, pero viviendo, para que así te des cuenta de que te vas al otro mundo”.

El padre Vendrell, sacerdote jesuita, diría a los republicanos prisioneros que iban a ser fusilados de madrugada:

No tened miedo, porque los moritos tienen muy buena puntería y no os harán ningún daño”, y agregaba con fervor: “Vosotros sí que sois bienaventurados, puesto que conocéis el momento exacto en que ha de veniros la muerte, y así podéis poneros en paz con Dios, que es lo único que debe importaros”.

En la página: "http://www.gomezurdanez.com/quel/pdfs/quelhist7.pdf" http://www.gomezurdanez.com/quel/pdfs/quelhist7.pdf puede leerse que:

(...) los vencedores, que empezaban a desfilar, eufóricos, en camionetas, con uniformes y armas, eran bendecidos por algún cura de la comarca de Quel (Logroño) fue muy activo el cura don Higinio Arpón, amigo del también sacerdote calagurritano Francisco Lajusticia, que vestía el uniforme de Falange, con pistola al cinto(...)”, “(...) las víctimas quedaban a la espera de que viniera la “camioneta de la muerte”, con hombres de Arnedo y otros pueblos —algunos tristemente famosos —, dispuestos a hacer el trabajo sucio: matar. Con ellos iba a veces ese cura de Calahorra, vestido con el uniforme de la Falange, el ya citado don Francisco... La Rioja Baja, como La Ribera navarra, se pobló de curas con pistola al cinto, boina colorada y actitudes extremadamente criminales (....)”.

El preso veterano Isaac Arenal Cardiel narra lo siguiente en su libro; "95º Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores":

Al capellán de la prisión —de Valdenoceda, Ruperto Martínez Gutiérrez —, le llamábamos; “Palo Largo”. Era un individuo de aspecto siniestro o por lo menos nosotros así le veíamos. Era en la “práctica” el director de la cárcel, pues allí se hacía lo que a él le venía en ganas y tenía una "lista negra” (...). “Palo Largo” hizo este comentario; “(…) cuando tengan que salir en libertad condicional estos réprobos y masones van a saber quién soy yo”. Este individuo tenía la potestad, ilegal a todas luces, pero consentida por el director de retener varias semanas o meses a los reclusos en el momento de comunicarles “su libertad”. Tenían que pasar por él para ver como andaban de religiosidad”.

Ilegal era todo desde el principio, qué más da una ilegalidad más o menos. Un preso también católico dejó escrito en sus; "Memorias", Ernesto Sempere Villarrubia, del mismo penal que el anterior:

"Uno de los episodios más duros que viví en el Penal ocurrió durante la llamada ‘comunión general’ del domingo de Resurrección de marzo de 1941 (tras la festividad de Semana Santa). Semanas antes, los jesuitas de Oña habían preguntado y obtenido los nombres de trece de los presos que podrían tener influencia sobre los demás en labores de captación. Y, entre los elegidos (médicos, ingenieros, un catedrático de instituto, etc.), me incluyeron a mí por no sé qué ignorados méritos. En virtud de ello, tuve que soportar el asalto de varios jesuitas, empeñados en que “deberías dar ejemplo como católico; sabemos que lo eres”. Les confirmé mis creencias religiosas pero insistí en que hacía ocho meses que mi padre, republicano, idealista e inocente de delitos de sangre, había sido fusilado. Y yo los asociaba instintivamente con los asesinos. Ante sus protestas, yo porfiaba en mi razonamiento: “Ustedes no serán culpables, pero sus amigos sí.” Nada pudieron conseguir. No sólo no comulgué, sino que, en plena misa solemne y en la consagración, permanecí de pie con un numeroso grupo, mientras el resto de penados y autoridades se arrodillaban. Exteriorizábamos así nuestra protesta por tantos atropellos, por tanto dolor, por tantos muertos en el penal, por tanta ignominia. Aquel acto se tomó como sedición. Durante semanas, estuvimos sometidos al acoso de los responsables del Penal y el ambiente era muy tenso. Una noche, llamaron a formar al grupo llamado ‘Los 13 de la Fama’. Éramos los siguientes: Pablo Ávila Menoyo, Humberto Blanco Moreno, Manuel Castillo García-Negrete, Santiago De la Cruz Touchard, Luis Díaz Serrano, Ángel Galarreta Maestre, Pedro Garrigos Sevilla, Juan Antonio Gaya Nuño, Juan José Genose Coronas, José Goicuría Ibarra, Antonio Moraleda Gutiérrez, Manuel Pons Quibus y Ernesto Sempere Villarrubia. La Guardia Civil se presentó en el penal. Nos ataron a todos los compañeros, unos a otros, con alambres. Nos metieron en un camión. Y el camión arrancó. En ese momento, estábamos seguros de que íbamos a ser fusilados (...)”.

En represalia por no comulgar, fueron deportados a la Prisión Provincial de castigo de Las Palmas de Gran Canaria.
Por último, una mención especial para las “monjitas de la caridad” inhumanas de las cárceles de este país, en particular a las del penal de Mallorca, que intentaron sobornar a Matilde Landa Vaz obligándola a bautizarse a cambio de comida para los niños de las presas, Matilde se negó en rotundo y se suicidó un día antes de ser bautizada. ¿Se puede obligar a un adulto a bautizarse? (A un niño sí, lo vemos a diario), no me imagino yo a Juan el Bautista obligando a bautizarse a los herejes de Jordania y Palestina a punta de daga o espada. ¿Qué sentido tiene eso? ¿Humillar? ¿Dar escarmiento? ¿Sentar precedentes? ¿Es esto la llamada “caridad cristiana”? ¿Qué es esto? ¿Qué adjetivos le ponemos a este acto? En septiembre os cuento la historia, estoy en ello.
Yo acuso a la mayoría de los jerarcas de la Iglesia Católica de España de colaboración necesaria en todos los crímenes cometidos contra el pueblo español en la guerra civil y el posterior Genocidio del Régimen franquista durante casi cuarenta años, cuando no, fueron ellos los propios verdugos.
Qué su dios los coja confesados, si no, arderán en el infierno de sus propias creencias, se lo merecen. Estamos acostumbrados a lo largo y ancho de la historia a las grandes matanzas de seres humanos en nombre de algún dios, los agnósticos y ateos estamos perdidos de antemano ante tamaña empresa. En España se dieron esas premisas; no teníamos dios, ni patria, ni rey, estábamos condenados por un dios enfurecido y hombres fanáticos, que asesinaban en su nombre, —demasiado trabajo para un solo dios — pero contó con la inestimable ayuda del nazi-fascismo europeo, el dinero, las armas, y con el apoyo logístico de dos imperios. La empresa se volvió casi imposible para seres humanos normales y corrientes, con todo y con eso se resistió hasta la extenuación. Heroico el pueblo español, compitiendo con los dioses y los adoradores del vellocino de oro.

Y una última petición que ya he convertido en clásica, una oración laica:

Señor devuélvenos nuestros cadáveres, enseñanos el rostro de sus asesinos… te lo exigimos señor”. Qué así sea.


************************

HASTA AQUÍ, LOS “PECECILLOS”
AHORA VIENEN LOS “PECES GORDOS”



ISIDRO GOMÁ Y TOMÁS, natural de La Riba (Tarragona). El día 19 de agosto de 1869 y falleció en Toledo el 22 de agosto de 1940.


Obispo, Arzobispo y Cardenal de Toledo y Primado de España.

Desde el primer momento de estallar la Guerra Civil, se colocó al lado de los golpistas, se declaró sin escrúpulos como seguidor del movimiento fascista y claramente de la extrema derecha.
Su apasionada defensa del franquismo en las pastorales y en la Carta Colectiva del Episcopado Español, tuvieron una gran repercusión internacional, suscrita por todos los obispos españoles, excepto por dos, Vidal y Barraquer cardenal de Tarragona y Mateo Múgica, obispo de Vitoria.
Poco después del comienzo de la guerra civil, se refirió al conflicto como una lucha entre:

España y la anti-España, la religión y el ateísmo, la civilización y la barbarie” Y también que “¿La guerra de España es una guerra civil? “No, es una lucha de los sin Dios… contra la verdadera España, contra la religión católica”. ¿Cuál son los límites de ese país? ¿Está en el mapa-mundi?

Cuando terminó la guerra, dio un nuevo reconocimiento al franquismo, publicando “El Catolicismo y la Patria”. El alzamiento militar contra la República, según su opinión:

Fue un alzamiento cívico – militar, en su origen un movimiento nacional de defensa de los principios fundamentales de toda sociedad civilizada, en su desarrollo, lo ha sido contra la anarquía coaligada con las fuerzas al servicio de un gobierno que no supo o no quiso titular aquellos principios”.

Consecuencia de esta afirmación hizo las conclusiones siguientes:

Primera.- Se imputa a la Iglesia la nota de temeridad y partidismo al mezclarse en la contienda que tiene divida la nación. La Iglesia se ha puesto siempre al lado de la justicia y de la paz y ha colaborado con los poderes del Estado, en cualquier situación, para el bien común. No se ha atado a nadie, fuesen partidos, personas o tendencias. Situada por encima de todos y de todo, ha cumplido sus deberes de adoctrinar y exhortar a la caridad, sintiendo pena profunda por haber sido perseguida y repudiada por gran número de sus hijos extraviados. Apelamos a los copiosos escritos y hechos que abonan estas afirmaciones. Se dice que esta guerra es de clases, y que la Iglesia se ha puesto del lado de los ricos. Quienes conocen sus causas y naturaleza saben que no. Que aun reconociendo algún descuido en el cumplimiento de los deberes de justicia y caridad, que la Iglesia ha sido la primera en urgir. El pueblo fue engañado con promesas irrealizables, incompatibles no sólo con la vida económica del país, sino con cualquier clase de vida económica organizada. Aquí está la bienandanza de las regiones indemnes, y la miseria, que se adueñó ya de las que han caído bajo el dominio comunista.

Segunda.- La Iglesia, con ello, no ha podido hacerse solidaria de conductas, tendencias o intenciones que, en el presente o en lo porvenir, pudiesen desnaturalizar la noble fisonomía del movimiento nacional, en su origen, manifestaciones y fines.

Tercera.- Afirmamos que el levantamiento cívico – militar ha tenido en el fondo de la conciencia popular de un doble arraigo: El del sentido patriótico, que ha visto en él la única manera de levantar a España y evitar su ruina definitiva; y el sentido religioso, que lo consideró como la fuerza que deba reducir a la impotencia a los enemigos de Dios, y como la garantía de continuidad de su fe y de la práctica de su religión.

Cuarta.- Hoy, por hoy, no hay en España más esperanza para reconquistar la justicia y la paz y los bienes que de ellas deriva, que el triunfo del movimiento nacional. Tal vez hoy menos que en los comienzos de la guerra, porque el bando contrario, a pesar de todos los esfuerzos de sus hombres de gobierno, no ofrece garantías de estabilidad política y social.

Resumen de la respuesta del cardenal arzobispo de Toledo de 19 de enero de 1937, después de leer en la prensa del día 22 de diciembre de 1936, el discurso pronunciado por el señor Aguirre Presidente del Gobierno de Euskadi:

Una mano amiga interesadísima, como de buen cristiano y patriota, en que termine la cruentísima lucha en que se consume España, hace llegar a las mías un ejemplar del periódico Euskadi de Bilbao, en el que se inserta el discurso pronunciado por V. el 23 de diciembre de 1936. Por las reiteradas alusiones que hace al silencio de la jerarquía sobre determinados puntos cuya gravedad no puede ocultarse en estos momentos, me creo en el deber de contestarle, como representante más alto que ha querido la Santa Sede fuese en mi insignificancia personal, de la gloriosa jerarquía eclesiástica española. Me tortura la idea Sr. Aguirre, de que ese querido pueblo vasco no ha conocido toda la verdad, por el magisterio categórico de los Pastores de la Iglesia, ha querido abrirse paso e iluminar las inteligencias, ha querido entre las veladuras por la interposición de humanas convivencias, más atentes a las conquistas de orden público que a los altísimos intereses de orden sobrenatural, que deben tener siempre la primacía de todo. He leído señor Aguirre su discurso de un tirón y quiero hacerle algún reparo”:

Afirma usted que los sublevados han asesinado a numerosos sacerdotes y religiosos beneméritos por el hecho de ser amantes del pueblo vasco, me resisto a creer que algunos sacerdotes hayan sido fusilados por el mero hecho de ser amantes de su pueblo vasco. Usted pregunta con el corazón dolido: “¿Por qué el silencio de la jerarquía? Y como el lamentable hecho se ha explotado en grave daño de España, nos consta, y conviene, en estos momentos, que se pongan las cosas en su punto”:
Yo le aseguro señor Aguirre, que aquellos sacerdotes sucumbieron por algo que no cabe consignar en este escrito”.

Esta afirmación es muy fuerte y grave, queda bien reflejada su conducta y actitud. Si no quiso consignarlo en su escrito, seguramente es porque se sentía culpable y por la falta de dignidad y caridad cristiana, en no querer reconocer aquellos crímenes, los sacerdotes vascos asesinados en las playas de Bilbao (14), no fueron condenados a la pena de muerte por delincuentes ni asesinos, si no por ser calificados por los golpistas y la jerarquía de la Iglesia de rojos separatistas, calificación que se hacía generalmente durante aquellos años a todas las personas que no eran adictas al régimen que se impuso por la fuerza bruta de las armas.

¿A qué viene, señor Aguirre, su impertinente pregunta, sino confundir nociones, enredar hechos e infundir recelos contra los jerarcas a quienes parece tener usted en tanta estima?
Increpa usted a la jerarquía eclesiástica por su silencio ante la injusta agresión, este lenguaje, doblemente injusto, prescinde de un hecho ruidoso como lo fue la intervención de la jerarquía en el movimiento vasco de hace cinco meses, y porque quisiera coaccionarla arrastrándola a la consagración pública de un disparate y de una injusticia, no es digno de un hombre que se dice de sí mismo presidente de un Gobierno”.

Esta soberbia y prepotencia del cardenal Gomá hacia el Presidente Aguirre, muestra una vez más la intolerancia de las altas jerarquías de la Iglesia española y la poca vergüenza que tenían y continúan teniendo.
El cardenal Gomá pretendía convencernos para justificar su colaboración directa con el golpe de estado del general Franco, con todas sus represiones y crímenes contra la humanidad, como garantía para que la propia Iglesia pudiera disfrutar de todos los privilegios que la República democráticamente le retiró. Olvidándose de su primer objetivo que es la caridad con el prójimo.
Cuando la santa madre iglesia canonizó a 498 curas asesinados en la zona republicana, no incluyeron a estos catorce, estos no eran mártires, eran separatistas, aquí todos juntos por qué lo dijo el mayor asesino de toda la historia de España. En un homenaje realizado en el País Vasco a estos 14 sacerdotes vascos sacamos el siguiente comentario:

(…) habiendo sido ejecutados por los vencedores, han sido relegados al silencio. Deseamos prestar servicio a la verdad (...). No queremos reabrir heridas, sino ayudar a curarlas o a aliviarlas (...) Queremos pedir perdón e invitar a perdonar y hacer un ejercicio de purificación de la memoria".

Algo es algo.
ENRIQUE PLA Y DANIEL, natural de Barcelona, nacido en el año 1876 y falleció en Toledo en el año 1968.

En el año 1918 fue nombrado Obispo de Ávila y en 1934 de Salamanca, en 1940 Arzobispo de Toledo y Primado de España y en 1946 fue nombrado Cardenal.
Cuando estalló la Guerra Civil española se colocó inmediatamente al lado de los sublevados, como pensador ideológico de la extrema derecha o fascismo.
En septiembre de 1936 apoyó al bando franquista con la pastoral “Las dos ciudades”.
En colaboración con el franquismo, en 1939 publicó el documento “El triunfo de la ciudad de Dios y la resurrección de España”, dejando claramente su adhesión con el régimen franquista y muy en particular con los fascistas – falangistas, los militares y el sindicalismo oficial.
Tuvo muy buenas relaciones con los franquistas Esteban Bilbao y el general Moscardó.
Fue un auténtico fascista y colaborador directo del régimen franquista, aceptando como necesarios todos los crímenes que se llevaban a término con su bendición.

GREGORIO MODREGO CASAUS, nació el 17 de noviembre de 1890, en El Baste (Zaragoza) y falleció en Barcelona el día 16 de enero de 1972.

En 1942 fue nombrado obispo de Barcelona y arzobispo diez años más tarde.

En el año 1937 firmó la denominada PASTORAL DE LA CRUZADA, cuyo objetivo era dar autoridad moral a los golpistas y seguidores del franquismo, siendo un acérrimo defensor del dictador. Durante el franquismo fue Procurador en Cortes y hombre muy vinculado al régimen. Consiguió celebrar en Barcelona el XXXV Congreso Eucarístico Internacional, en el año 1952.
Durante su estadía en Barcelona, hubo de enfrentarse al crecimiento de las organizaciones católicas más progresistas como la Juventud Obrera Cristiana (JOC).


VICENTE ENRIQUE Y TARANCÓN, nació en Burriana (Castelló), el 14 de mayo de 1907 y falleció en Valencia el 28 de noviembre de 1994.

Fue obispo de Solsona, arzobispo de Oviedo, Toledo y Madrid y cardenal presbítero de San Juan Crisóstomo en el Monte Sacro Alto.
Durante la Guerra Civil la iglesia católica española creyó mayoritariamente en la “Cruzada” religiosa del franquismo, contra la amenaza del anticlericalismo republicano y él fue un fiel seguidor del franquismo; más tarde, sin embargo, el propio Tarancón llegaría a padecer un anticlericalismo diferente, el de las derechas.
La publicación en 1950 de la pastoral social “El pan nuestro de cada día”, contra el estraperlo le hizo caer en desgracia ante los políticos y ante el catolicismo integrista, en su diócesis se dejó de especular con el precio del trigo y hubo menos hambre. Tal vez su carrera eclesiástica permaneció estancada durante 18 años en la misma diócesis. En sus memorias afirmó: “No me lo perdonaron. Alguien le preguntó al nuncio Cicognani cómo yo seguía en Solsona después de 18 años y el nuncio respondió: Mira, hijo, hasta que los del Gobierno no digieran el pan…”
Pablo VI le había entregado ya el capelo cardenalicio en abril de 1969, la cual cosa sorprendió a los círculos integristas y políticos de la dictadura. Durante el funeral de la mano derecha del dictador Luís Carrero Blanco en el año 1973, fue insultado por los ultra al grito de “Tarancón al paredón”, incluso varios ministros le negaron el saludo y tuvo que salir por la puerta trasera de la Iglesia de San Francisco el Grande para evitar agresiones.
En 1975 con ocasión del caso Añoveros, obispo de Bilbao, al que el régimen detuvo para mandarlo al exilio a causa de una pastoral, Tarancón hizo llorar al decrépito dictador (lágrimas de cocodrilo), diciéndole, que se le excomulgaría si ejecutaba semejante orden de expulsión.
Intento desligar a la Iglesia de la dictadura porque creía que la misma había pagado un precio moral por apoyar al régimen, que los ciudadanos no han llegado a perdonar nunca. Fue Presidente de la Conferencia Episcopal Española durante los años 1971 hasta 1981.

ANTONIO AÑOVEROS ATAÚN, natural de Pamplona el día 13 de junio de 1909, fallecido el 24 de octubre de 1987.

Fue un clérigo católico español, obispo de Cádiz, Ceuta y Bilbao.

Considerado próximo a los planteamientos nacionalistas, protagonizó uno de los escándalos más sonados del final del franquismo. El 24 de febrero de 1974 publicó una pastoral en la que se hacía un llamamiento para que se reconociera la identidad cultural y lingüista del pueblo vasco. Fue acusado de lanzar ataques subversivos contra la unidad nacional. El nuevo presidente de Gobierno, Arias Navarro, presionado por la extrema derecha, redujo al obispo y su vicario general, monseñor Ubieta López, a arresto domiciliario.
Se intentó expulsarlo de España y él se negó a abandonar el país, alegando que sólo lo haría bajo órdenes del Papa Pablo VI. Una expulsión forzada hubiera sido considerada una violación del Concordato y se llegó a amenazar con la excomunión del general Franco. El asunto trajo mucha expectación y se convirtió en cuestión extremadamente delicada para el Gobierno español. El presidente Arias Navarro se vio forzado, finalmente, a retirar la orden.
Aquí dios se hizo separatista, estaría despistado, si no, Añoveros se marcha al exilio. Añoveros, tiene en su debe que fue el confesor de los 53 fusilados en las Bardenas.

FRANCISCO VIDAL Y BARRAQUER, natural de Cambrils (Tarragona), el 3 de octubre de 1868 y falleció en Friburgo el 13 de septiembre de 1943.

Fue obispo de Solsona, Arzobispo en 1919 y Cardenal de Tarragona en 1921. Gran defensor de la lengua catalana, su preocupación por la cultura lo llevó a fundar la Biblioteca, el Museo y el Archivo de la archidiócesis tarraconense, gracias a lo cual ingresó en la Real Academia de la Historia.
Durante la dictadura del general Primo de Rivera defendió la libertad de la Iglesia, fue objeto de críticas por parte de la derecha españolista por su defensa de la lengua catalana y su uso en los oficios religiosos. Trataron de separarle de su diócesis, sin éxito, si consiguieron que la Santa Sede le prohibiese el uso del catalán en la predicación.
Al proclamarse la Segunda República en el año 1931 y ser expulsado poco después el cardenal y arzobispo de Toledo Pedro Segura, en junio de 1931, fue elegido jefe del episcopado español y una de las figuras más significadas de la Iglesia española, mostrando su disposición al reconocimiento del régimen republicano, sin perjuicio de la defensa de las posturas de la Iglesia, en caso de que sus intereses fuesen menoscabados o atacados. Contribuyó a evitar incendios de iglesias y conventos en Catalunya.
Al estallar la Guerra Civil se encontraba en Barcelona, partiendo de inmediato a Tarragona. Se refugió en el Monasterio de Poblet (Tarragona). Allí fue detenido por milicianos de la FAI de Hospitales de Llobregat, que fueron a buscarlo y conducido a Barcelona, donde la intervención personal del consejero de la Generalitat de Catalunya Ventura Gassol, encabezada por el Presidente Lluís Companys, consiguieron su liberación y traslado a Italia. Temiendo por su vida y para no dejar abandonada la diócesis de Tarragona, creyó apropiado que se quedase en su lugar el obispo auxiliar don Manuel Borrás, pero este pronto fue fusilado por los milicianos de la FAI. En su testamento manifestó su deseo de que sus restos fuesen trasladados a la sede de Tarragona y enterrados cerca del sepulcro de su obispo auxiliar Manuel Borrás, solidarizándose con su indigna y criminal muerte. Voluntad que se realizó en el mes de mayo de 1978.
Aquella muerte lo afectó muchísimo y en cierta manera se sintió responsable por haberlo dejado como su sustituto.
Se negó a firmar la Carta colectiva redactada el 1 de julio de 1937, por el episcopado español a instancias de Franco, y no reconoció nunca el régimen franquista. Por todo ello, la dictadura franquista no le permitió el regreso a su sede e incluso presionó al Vaticano para que le obligase a renunciar, cosa que no fue aceptada por Papas Pío XI y Pío XII. Trasladado a Suiza ante la ocupación alemana, falleció en 1943 en la ciudad de Friburgo.
La conducta de este Cardenal catalán fue excepcional y merecedora de un reconocimiento digno por su personalidad, declarado antifranquista, actitud muy poco conocida y reconocida por los ciudadanos catalanes y españoles, si todos los representantes de la Iglesia Católica española y catalana, hubiesen tenido la misma conducta democrática y ejemplar, los hombres, mujeres y niños asesinados por aquel régimen totalitario franquista se hubieran podido evitar, pero la mayoría de los representantes de la Iglesia, nunca aceptaron su separación del estado, no querían perder el dominio sobre el pueblo que tantos años habían tenido controlado, no les interesaba una democracia, ya que para ellos representaba disminución de poder, además del odio y su sed de venganza, que los dominó durante y después de la contienda militar, pues, en lugar de apaciguar los ánimos contribuyeron a aumentar las presiones irracionales de los causantes del golpe militar.

He aquí un hombre bueno, pero no abunda el ejemplo.


MARCELO GONZÁLEZ MARTÍN, nació el 16 de enero de 1918 en Fuentes de Nava (Palencia)

Fue Obispo de Astorga, Arzobispo de Barcelona y Cardenal Presbítero de San Agustín, el 3 de diciembre de 1971 fue promovido a la archidiócesis de Toledo como Primado de España y en 1972 fue designado cardenal,
Persona de gran energía y fuerte temperamento. No se le puede juzgar de franquista, pero aceptó el régimen dictatorial, dedicándose exclusivamente a su labor pastoral.
Su nombramiento como arzobispo de Barcelona 2l 7 de enero de 1967, no gustó a ciertos sectores catalanistas católicos, los cuales, amparándose en las resoluciones del entonces recién concluido Concilio Vaticano II, organizaron una campaña “Volem bisbes catalans”. La Santa Sede fue muy presionada y lo trasladó a Toledo.
Los recelos iniciales contra su persona, pronto cesaron. Promovió el uso del catalán en la liturgia, para lo que contó con la estimable ayuda de los monjes de Montserrat, incluso llegó a hablar el catalán.
Durante su pontificado se reabrieron las causas de beatificación y canonización de los muertos durante la Guerra Civil. Durante la apertura del proceso en la catedral de Toledo afirmó:

Con estas causas de beatificación no introducimos ningún favor de discordia en la vida española. Obramos con absoluta fidelidad a algo que está por encima de los hombres, en primer lugar, porque debemos conservar y vivir la memoria de nuestros mártires y con eso no hay implicación alguna de amparo y protección de ideologías enfrentadas unas con otras……Conservar y vivir la memoria de los mártires es un deber cristiano. Queremos encontrar más motivos para amar la Iglesia, porque cuando se logran estas beatificaciones el corazón se ensancha al contemplar a esta Iglesia, madre fecunda, que en cualquier momento de la historia engendra estos hijos”.

Es muy significativa la discriminación que siempre ha hecho la Iglesia y lo sectaria que es, ella promociona la beatificación de sus religiosos muertos por su fe cristiana, pero se olvida de pedir perdón por su intervención directa en la represión consentida durante la dictadura franquista, por los crímenes contra la humanidad habidos durante aquel régimen dictatorial de los también supuestos hijos de Dios.
Durante la transición política, fue identificado por parte de los medios de comunicación como el representante del “ala conservadora” de la Iglesia española, por el mero hecho de haber celebrado los funerales del criminal de guerra el general Franco, a pesar de que mantuvo su actitud de separación entre la Iglesia y los poderes políticos.
Desde su puesto en el Consejo de Estado, redactó una pastoral sobre la Constitución de 1978, en la que aseguraba que esta contenía cinco graves defectos, a saber:

a.- La exclusión del nombre de Dios en una nación de bautizados.
A la fuerza ahorcan. Muchos bautizados, las iglesias y las vocaciones vacías. En la “catolicísima” Irlanda el 95% de sus habitantes son católicos y bautizados, a sus iglesias solo acude un 4,5% ¿No se pregunta por qué?

b.- Falta de referencia a la ley natural, con lo que las leyes quedaban a merced de los poderes públicos.
Cuando conviene “ley natural”, cuando no conviene, ley divina.

c.- Falta de garantías para la libertad de enseñanza y de seguridad a los padres para la formación religiosa de sus hijos.
Esto sencillamente es mentira. Los padres pueden mandar a la catequesis libremente a sus retoños. ¿O no? ¿A ver si estamos hablando de otro país?

d.- Falta la tutela para los valores de la familia y del matrimonio, abriendo las puertas del divorcio.
Vosotros la abrís a la pedofilia que es peor. Somos humanos, no somos dioses perfectos, exigís a los demás lo que vosotros no cumplís.

e.- Y la omisión del veto explícito al aborto.
No se puede imponer a la mujer un veto a su libre decisión. ¿Para qué queréis niños? ¿Para abusar de ellos? Y cuando se hacen mayores asesinarlos.
Sin embargo aplaudió la definitiva retirada de los eclesiásticos de tareas políticas, aunque que él no abandonó sus obligaciones en el Consejo de Estado.
Señaló los cinco graves defectos de la Constitución de 1978, pero, casualmente se le olvido señalar que en la misma no había la rehabilitación jurídica de los republicanos juzgados ilegalmente durante la dictadura. Y no se pronunció en contra de la Ley de Amnistía de 1977, en la que exoneraba de toda responsabilidad civil, penal y administrativa a todos los responsables de los crímenes que se cometieron durante la dictadura. Tanto para él como para muchos fue una cosa normal este olvido, producto de la amnesia política-religiosa que se impregnó durante la “ejemplar transición política española”.

No solo se ocupan de lo divino que también meten las marices en los asuntos terrenales, aquí no cabe la máxima: “A dios lo que es de dios al César lo que es del César” O viceversa, aquí quieren una Constitución a imagen y semejanza de su “Cielo”. Que por cierto no conocemos, de las tablas de piedra que pregonáis cómo los “Diez mandamientos divinos”, no los cumplís ninguno y ninguno va a la cárcel. Lo dejáis todo para el día del juicio final y para entonces estaremos todos tan mayores que no nos reconoceremos los unos a los otros.


MANUEL IRURITA Y ALMÁNDOZ, natural de Larráinzar (Navarra), el día 19 de agosto de 1876 y supuestamente fusilado el 3 de diciembre de 1936 en Montcada y Reixac, su lápida mortuoria dice: “Caído por Dios y por España”.

Era de ideología carlista, muy amigo de las derechas, no tuvo buenas relaciones con la Generalitat de Catalunya, además, mantuvo un enfrentamiento con el Cardenal Vidal y Barraquer y la Federación de Jóvenes Cristianos, ya que él prefería la Acción Católica.
El 25 de marzo de 1927, la Santa Sede lo preconiza obispo de Lleida y en marzo de 1930 se le designa para la sede de Barcelona.
Controversia en torno a su fallecimiento. Según la Causa General y el testimonio de otros sacerdotes, el obispo Irurita habría sido asesinado el 3 de diciembre de 1936 en la población cercana de Barcelona de Montcada y Reixac por milicias anarquistas, hecho que ha sido aceptado comúnmente. Sin embargo, existen testimonios de personas que aseguran haberlo visto saliendo del Palacio Episcopal de Barcelona, dos días después de la entrada del ejército franquista en esta ciudad, el 28 de enero de 1939. Con estos testimonios, entre otras circunstancias, se han sustentado por parte de historiadores como el monje de Montserrat Hilario Raguer, para asegurar absolutamente convencido, que el obispo Irurita no lo mataron el diciembre de 1936, especialmente tras la apertura de los archivos vaticanos relativos a Pío X, en los que consta que los servicios de información militar de los franquistas daban por vivo al obispo de Barcelona en el año 1937.
Los análisis del cadáver del obispo Irurita son concluyentes, pero no determinantes. El enigma de la muerte del obispo, no se resolvió cuando en 1939, un grupo de forenses practicó pruebas antropomórficas y de ADN de los restos depositados desde 1942, en un sarcófago al pie del Cristo de Lepanto, en la catedral de Barcelona. Las conclusiones de aquellos informes, especialmente el de la composición genético–molecular, fue presentada de forma concluyente pero no determinante.
Según la nota del arzobispo de Barcelona del 11 de enero de 2000, los restos pertenecen a un familiar por vía materna, tal como un hermano biológico, y por lo tanto pertenece con muy alta probabilidad al Obispo Irurita. Pero no se descarta que pudieran pertenecer a los de su sobrino, el sacerdote Marcos Goñi Almándoz, que fue ejecutado junto con otras personas en Montcada y Reixac.
Se impuso la creencia de su asesinato que perdurará a pesar de los testimonios, que lo vieron después de terminada la guerra civil. En conclusión, el enigma del monseñor Irurita sigue generando más interrogantes que respuestas, los informes de los forenses no permiten una conclusión cierta.
Un reciente trabajo del historiador Joan Boada, demuestra que a finales de 1938, dos años después de su supuesto fusilamiento, todavía se hacían gestiones para liberar el obispo de Barcelona, junto al de Teruel, monseñor Polanco.
Si su asesinato por parte de los anarquistas no se puede demostrar, teniendo en cuenta de que varios testigos lo vieron después de finalizada la guerra y los restos analizados del cuerpo que se encontró no son determinantes, nos preguntamos: ¿Dónde está enterrado y quién lo hizo desaparecer?
Su proceso de beatificación está paralizado, según parece por su ideario político carlista y para que no sea beatificado antes que el Cardenal Vidal y Barraquer, y lo que es más importante, para no dar un Obispo santo a los carlistas.
Apenas cinco meses después de la entrada de las tropas de Franco en Barcelona, el 17 de junio de 1939, se celebró en la catedral el solemne funeral y la fue dedicada una calle. Rendir honores a los mártires de la Cruzada, formaba parte de la liturgia nacional católica.

Curiosa historia del “don” de la ubicuidad, caído por Dios y por España y dos años después está secuestrado, eso es hacer la competencia desleal a los dioses del Olimpo.


MIGUEL DE LOS SANTOS DÍAZ DE GÓMARA, nació en el año 1885, en Fitero (Navarra) y falleció en Murcia el año 1949.

Pocos meses después de la entrada de las fuerzas del general Franco en Barcelona, fue nombrado administrador apostólico de la diócesis.
Se destacó por sus pastorales de adhesión al nuevo régimen y por la implantación obligatoria del castellano como única lengua de predicación, de las instituciones y publicaciones eclesiásticas. En el año 1943 lo trasladaron a Murcia.
Acérrimo franquista, hizo las siguientes declaraciones en la Vanguardia Española de 30 de abril de 1939:

Afortunadamente para nosotros, nuestro invicto Caudillo, el Generalísimo Franco, había lanzado un grito de rebeldía contra la tiranía roja y sus ejércitos ha recuperado para Dios y para España esta tierra bendita, esta Catalunya amadísima”.

El 8 de abril de 1939, aparece el primer número de la publicación diocesana “Hoja Diocesana”, que sustituye a la publicación semanal “Full Dominical”, que se publicaba en catalán y también en castellano, edición destinada a los emigrantes de idioma castellano.
En el segundo número de la publicación, distribuida en todos los templos de la diócesis, se insertó un retrato del general Franco con el siguiente texto:

S. E. el Jefe del Estado Español D. Francisco Franco Bahamonte, invicto Generalísimo de los ejércitos del Aire, Mar y Tierra, Jefe Supremo de la Santa Cruzada que ha devuelto a España la santa libertad y la paz”.

En el número cuatro, decía lo siguiente:
Franco como primer buen español, quiere a España, UNA en religión, en régimen y en leal y sincera compenetración de todos los españoles, GRANDE en sus vastos territorios, en sus bienes, en su cultura, en la paz y la felicidad de todos sus hijos, LIBRE de todo error, de toda opresión extranjera, con el pleno gozo de todos los españoles de la verdadera libertad que hace verdaderamente libres a los que la poseen; los rojos querían una España DIVIDIDA por separatistas suicidas y antipatías, PEQUEÑA en todas las manifestaciones y ESCLAVA del marxismo y de otros poderes de fuera, masonizantes y judíos. Por ser éste el sentido de la reciente guerra, por una guerra de fieles contra infieles, de cristianos contra paganos, de los modernos macabeos contra los profanadores de las cosas sagradas y del solar español, que también es sagrado por ser cuna de santos y panteón de héroes, por ser una Cruzada por Dios y por España, nuestros bravos soldados han muerto al grito de Viva Cristo Rey y Viva España. Por esto los católicos de verdad estuvieron siempre con Franco y con él lucharon hasta conseguir la más completa y resonante victoria”

¿Cómo es posible que todas estas frases pudieran salir de la cabeza de un representante de la Iglesia Católica española? Son palabras de un irresponsable fanático religioso y fascista convencido...

Los dioses están tan ocupados mirándose el ombligo que dejan a sus rebaños terrenales en manos de carniceros.



ANTONIO CAÑIZARES LLOVERA, nacido en Utiel (Valencia) el 15 de octubre de 1945, fue nombrado Obispo de Ávila el 6 de marzo de 1992.

Arzobispo de Granada el 10 de diciembre de 1996 y Arzobispo de Toledo, Primado de España el 24 de diciembre de 2002. El Papa Benedicto XVI el 24 de marzo de 2006 lo nombró cardenal.
De pensamiento idealista de ultraderecha-fascista. En un intento de dársela de listo ha soltado una mentira gorda que se puede demostrar públicamente, queda recogida en el diario Digital de Castilla la Mancha:

El 29 de junio de 2006, afirmó al cumplirse un año de la aprobación de la Ley de los Matrimonios Homosexuales, se cumple algo que es más grave: La supresión del Código Civil del matrimonio”

Si consultamos el Código Civil, comprobaremos que en su Artículo 44 dice:

El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio conforme a las disposiciones de este Código. El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o diferente sexo”

Como podemos observar el cardenal Cañizares está mintiendo, seguramente que el propio cardenal es consciente de ello. ¿Por qué lo hace? ¿Y este es el jerarca de la Iglesia que nos quiere vender la moto de España como bien moral? Deberían decirle desde la Santa Sede que es inmoral la mentida. Se tiene Vd., que confesar monseñor o estará en pecado para siempre. No importa, ¿verdad?, cómo somos rojos y ateos está justificado, otros cómo Vd., hace años sacaban la pistola qué era peor.
¿Puede ser un buen obispo un mentiroso? Pues no, porque un obispo debe ser testigo de la verdad y este obispo no duda en utilizar las mentidas en comentarios públicos como este y otros muchos que ya nos irá y nos ha ido soltando.
Al comenzar el curso del año 2007 – 2008, publicó la Carta Pastoral “La Caridad no desaparecerá jamás”, consta de seis capítulos y una conclusión. En la conclusión nos dice:

Al comenzar la andadura de este nuevo curso en la diócesis de Toledo, nos encontramos ante un momento de gracia para avivar en nosotros y vivir lo que constituye la esencia del cristianismo que es la caridad de Cristo mismo que nos urge y apremia. Es una oportunidad que Dios nos ofrece, no la dejemos pasar. Tengamos muy presente a lo largo de todo el año aquellas palabras de San Pablo a los Colosenses:
Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura y la comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas el otro. El Señor os ha perdonado: Haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón, a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo. Y todo lo que de palabra u obra realicéis sea todo en nombre de Jesús”.

En un acto celebrado durante la inauguración del curso en la Universidad Católica de Murcia, el expresidente José María Aznar acompañado del cardenal Cañizares, denunció los errores más graves de la nueva Ley del Aborto, que impulsa el ejecutivo. Pretende alentar la soledad de los menores cuando más necesitan la compañía de los padres.
El presidente de la FAES insistió en que pretender la existencia de un derecho al aborto constituye una mayúscula agresión a la dignidad de las personas y a su derecho a la vida. Concluyó que cuando el poder hace de la infancia su instrumento, cuando asume como principio que se prefiere que las instituciones se equivoquen contra la vida y no a favor de la vida, es que ha renegado de la ética, ha elegido la mala política y ha perdido su lugar en una sociedad de ciudadanos libres a cuyo servicio debería estar.
Si defienden la vida humana, parece que dependiendo de quién no es con la misma intensidad, unas veces se condenan los actos que causan muertes de alguien y otras se lamentan, mientras otras ni se nombran, dependiendo de quien lo haga. Por ejemplo:

No ha habido condena de las guerras con Irak o Afganistán, del abuso de la ocupación y las muertes inocentes que han causado, pidiendo la retirada en aras de la paz, sino lamentos genéricos, ni la violencia y los abusos de Israel contra los palestinos, el Gueto de Gaza, la miseria y las matanzas arbitrarias. Lo que da a entender una connivencia con los abusos y la violencia de las potencias occidentales con las que están asociadas culturalmente. Que pasa que no vale para ellos lo mismo la vida de un musulmán que la de un cristiano. Si se defiende el derecho a la vida, se ha de condenar con el mismo énfasis cualquier acto de violencia que elimine la vida humana, no justificar, lamentar y decir que son errores las violencias en las que uno ha colaborado y condenar las otras que también han quitado vidas humanas. Lo coherente y creíble es que se condenen todos los actos de violencia que matan seres humanos, tanto la violencia de la guerra, de las dictaduras, del hambre y la desigualdad, como de la pena de muerte o del aborto, ya todas generan la muerte de seres humanos, tanto nacidos como no nacidos. Puede ser que exista una alianza de sectores vinculados al poder del PSOE, medios de comunicación afines, juristas u otros, contra la vida y por la cultura de la muerte y el aborto, pero los dirigentes de la Iglesia toda la vida se han aliado con los poderosos en otros momentos contra la vida, ahí están los numerosos ejemplos con diversas dictaduras donde se atentaba contra la vida de los disidentes del franquismo”.

La Iglesia Católica española no ha condenado las violencias y matanzas históricas, en las que ha tomado parte directa, como pueden llamar errores de exceso a las matanzas que realizaron con la inquisición, a la persecución y el fanatismo que desencadenaron contra los de otras creencias. ¿Dónde estaban las conciencias cristianas durante el nazismo, el fascismo o el franquismo en España, que hubo una total connivencia, no ha habido ninguna condena expresa, que incluso ayudaron a nazis a evadirse de la justicia? Con Franco colaboraron de una forma directa, bendiciendo los asesinatos de hombres, mujeres y niños, que ni tan siquiera se han dignado a condenarlas expresamente y pedir perdón por su responsabilidad en aquellos crímenes de lesa humanidad.

Otro nazi con cara de bueno, cínico y además, mentiroso. A ver cómo lo digo; es pecado mortal mentir repetidamente, monseñor.


ANTONIO MARÍA ROUCO VARELA, natural de Villalba (Lugo), el día 24 de agosto de 1936. (Un mes despues del golpe militar-fascista-católico)

En el año 1994 fue nombrado arzobispo de la archidiócesis de Madrid y el Papa Juan Pablo II el 21 de febrero de 1998 lo nombró cardenal, actualmente es el Presidente de la Conferencia Episcopal Española.

Es un fanático con pensamientos ideológicos radicales de extrema derecha e intolerante, solo ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio, Además de cínico, fariseo e hipócrita, todo en uno.
En el año 2007 una sentencia del Tribunal Supremo confirmó la condena al Arzobispo de Madrid, presidido por Rouco Varela, como responsable civil subsidiario de un caso de abusos sexuales continuados a un menor por parte de un sacerdote madrileño. Acto por el que no pidió disculpas ni perdón a la familia afectada.
El día 14 de junio de 2009, presidió una solemne Eucaristía en la Plaza de Oriente con motivo del Corpus Christi, recordó su profunda negativa a la reforma de la Ley el Aborto, cargó contra la futura ley, asegurando que ninguna instancia de este mundo puede negar o limitar su derecho a la vida. En su homilía denunció la existencia de una alianza de poderosos medios sociales, mediáticos, culturales y jurídicos que promueven en la sociedad española la cultura de la muerte.
El cardenal Rouco en nombre de la Iglesia, defiende el derecho a la vida y su condena explícita de los abusos y violencias que lo han violado, pero no recuerdo que condenara a las dictaduras de los generales Franco, Pinochet y Videla, le falta fuerza moral y coherencia para darle credibilidad. Sus críticas mal intencionadas, siempre van contra los políticos demócratas y de izquierdas, aunque no llega a llamarlos rojos, no puede ni llega a engañar a sus incautos feligreses, con esta conducta quiere esconder u olvidarse de los crímenes admitidos y bendecidos por su Iglesia durante la criminal dictadura franquista.
¿Es que aquella represión contra la humanidad no eran crímenes, señor Rouco Varela?
¿Bendecir los crímenes del franquismo y secuestrar a los hijos de las familias republicanas, no era una herejía? ¿No deberían ser excomulgados los obispos y demás religiosos por haber contribuido directamente con la herejía del franquismo? ¿Es que son solamente herejes los que no actúan como quieren los representantes de la Iglesia Católica? Además está totalmente en contra de la desafortunada Ley de la Memoria Histórica, en una de sus declaraciones públicas a la prensa advirtió:

Que es necesario olvidar y a su parecer a la purificación se llega con el perdón y el amor fraterno y no con debates que pongan en peligro la convivencia serena y reconciliada que hemos conseguido en nuestra sociedad. Advirtiendo a la sociedad de que la revisión del pasado puede acabar teniendo consecuencias violentas”.

¿Cómo debemos interpretar estas palabras? ¿Son amenazas de volver al pasado? ¿La Iglesia puede predicar el olvido de determinados hechos históricos, cuando ella nos está machacando constantemente con la beatificación de sus sacerdotes asesinados? ¿Es que solamente tienen ellos el derecho a recordar o rehabilitar a sus muertos? ¿Es que la Iglesia interpreta que los republicanos asesinados por el franquismo no son hijos de Dios? ¿Es de cristianos su actitud irresponsable y negativa?
A la Jerarquía de la Iglesia española se le han olvidado los crímenes contra la humanidad cometidos con su colaboración y bendición, después de más de treinta años de la muerte del dictador y de instaurada una supuesta democracia en España, todavía no se han dignado a pedir perdón, por orgullosos, soberbios, intolerantes, únicos poseedores de la verdad, que predican la caridad, pero no con su indignante ejemplo.
Desde su punto de vista, todo y que la situación actual no es la misma a la de los años treinta, las confrontaciones en que se pueden derivar del resentimiento suscitado a raíz de los hechos de revisar el pasado del Estado español, podrían acabar en actos violentos.
¿De qué tiene miedo? ¿De que salga a la luz su actuación negativa durante la represora dictadura? ¿Qué las nuevas generaciones conozcan la verdad de lo sucedido, por su comportamiento criminal con el pueblo español? ¿Serían capaces otra vez, de cometer y bendecir actos violentos contra los españoles que ya fueron represaliados con su bendición? Las palabras de Rouco son una velada amenaza a toda la sociedad, si no olvidamos el pasado.
AGUSTÍN GARCÍA – GASCO VICENTE, nacido el 12 de febrero de 1931 en Corral de Almaguer (Toledo).

Arzobispo de Valencia y el 24 de noviembre de 2007 fue nombrado cardenal por el Papa Benedicto XVI.
Sin dudarlo, el cardenal de Valencia es un personaje claramente de la extrema derecha, Ha venido haciendo política a favor del Partido Popular, alentando abiertamente de las oscuras amenazas sobre la libertad y la fortaleza religiosa. Aseguró que la Iglesia sólo pretende libertad para ejercer su misión evangelizadora y religiosa, sin embargo lamentó que esta libertad es cada vez menos reconocida en España y señaló que sobre ella se cierran oscuras amenazas. Siempre los jerarcas de la Iglesia insinúan peligros invitando a seguir trabajando desde la propia autonomía y las respectivas competencias, para lograr la promoción integral de las personas, que son los ciudadanos de la nación y la gran mayoría de ellos, hijos de la Iglesia Católica, menos mal que no dice hijos de Dios.
Tuvo un sueño que se desmoronó, pero que ha resultado ser carísimo. Hace algo más de diez años soñó o le hicieron soñar, con una solemne majadería: “Un templo ecuménico en La Oliva”. Dedicado a la memoria de los 269 sacerdotes que fueron asesinados en Valencia por incontrolados durante la guerra civil. Su presupuesto era de nada menos de 25 millones de euros. El ayuntamiento y la Generalitat de Valencia participaron inicialmente en el proyecto, el primero cedió los terrenos y la segunda contribuyó con el despilfarro de 4 millones y medio de euros en los cimientos del esperpéntico proyecto, pero el Ayuntamiento, al parecer los más sensatos, pusieron una condición, si en un plazo determinado no se concluían las obras el solar revertiría al Ayuntamiento.
No se ha cumplido el plazo y la corporación ha reclamado la devolución del terreno, hoy sólo se ven unas columnas de hormigón y unos hierros retorcidos y oxidados. Lo grave del caso es que don Agustín García-Gasco, Su Eminencia Reverendísima, pretendía realizar con el respeto y amor hacia a las personas, que caracteriza su cargo de jerarca de la Iglesia valenciana, una obra faraónica a la memoria de unos sacerdotes asesinados por unos incontrolados, pero, ha demostrado que su caridad es muy deficitaria, puesto que en Valencia, la represión franquista asesinó a más de veinticinco mil hombres, mujeres y niños, que fueron enterrados como animales en una fosa común, los cuales no han recibido ningún reconocimiento por su parte, esta falta de humanidad es el ejemplo que da al Mundo su Eminencia como representante de la Iglesia Católica Española. Una venganza de 100x1. Cuanta falta de dignidad humanitaria y caritativa con el prójimo ha estado demostrando con su ejemplar conducta el máximo representante de la Iglesia valenciana. Tuvo la osadía de afirmar públicamente que:

(…) son impresionantes las innumerables obras de caridad que la Iglesia valenciana, que con grandes sacrificios, ha puesto en marcha para aliviar todo tipo de sufrimientos”.

¡Joder tío! Será la primera vez que hacéis sacrificios, (Mientras no sean de humanos). Otro nazi cómo el que lo nombró cardenal. Además pone cara de asco, será por lo que tiene a su alrededor.
Estoy a punto de terminar este pequeño trabajo y estoy un poco harto la verdad, siento náuseas cada vez que lo leo para revisar posible errores gramaticales o de redacción, estoy deseando abandonar este mundo de inmundicia, de fariseísmo, de cinismo cómo forma de vida, de hipocresía constante. Quede claro que me refiero a la jerarquía eclesiástica, no me refiero a la iglesia, ésta la componen todos los fieles del mundo ¿ajenos?, — no hay peor ciego que el que no quiere ver— a la podredumbre que la devora por dentro.
Voy a terminar dejando una reseña de un documental sobre la pederastia de la que se está descubriendo cada día un poco más y no para.

Título: “MEA MAXIMA CULPA” 2012 EE.UU.
Subtítulo: “Silencio en la Casa de Dios”
Director: Alex Gibney
Idioma: Inglés (Subtítulos en castellano)
Duración: 1h40´
Este es el enlace para quien quiera verlo:
"https://www.youtube.com/watch?v=U6wcND2ZcPg" https://www.youtube.com/watch?v=U6wcND2ZcPg
Lo recomiendo, yo lo he visto en TV, porque C+ lo ha estado emitiendo este mes de agosto, no sé si en septiembre lo seguirá emitiendo, es muy bueno.
SINOPSIS
 
 El ganador del Oscar al mejor documental por "Taxi al lado oscuro", Alex Gibney —responsable también del nominado al Oscar "Enron: Los tipos que estafaron a América"—, examina los abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica y el encubrimiento de los casos de pederastia. Así, muestra lo ocurrido en Milwaukee (Wisconsin, EE UU) en la década de 1960 en el colegio para niños sordos St. John’s —el primero caso de pederastia denunciado públicamente por las víctimas — o los abusos contra niños que el cura cantante y pedófilo Tony Walsh vestido de Elvis perpetró en Irlanda durante años, o el escándolo del creador de la orden de los “Legionarios de Cristo”, Marcial Maciel. para terminar en los propios salones del Vaticano, buscando la responsabilidad de las altas jerarquías católicas, que durante décadas han guardado silencio. El documental investiga los crímenes del carismático padre Murphy, que abusó de más de 200 niños sordomudos en el internado que dirigía, amparándose en la dificultad que tenían los niños para comunicarse. La película muestra la primera protesta pública contra el abuso sexual en EE.UU., (Mucho antes de la crisis de Boston), una lucha de más de tres décadas que, en última instancia, condujo a un pleito contra el mismísimo obispo. Los héroes de esta historia fueron cuatro jóvenes sordos dispuestos a acusar públicamente al sacerdote que había abusado de ellos y de tantos otros durante años. Su investigación ayudó a destapar documentos secretos de los Archivos del Vaticano que muestran al anticomunista papa Juan Pablo II como responsable por inacción ante estos terribles sucesos. Cómo recordaremos todos el Cardenal Ratzinger (Otro nazi al servicio del sistema) era el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, (Antigua Inquisición) CDF, y estaba al tanto de todo este escándolo y lo ocultó.

Archivo Memoria Histórica de La Comuna

Madrid, agosto de 2013
La Legión de Cristo es una Congregación Católica Romana fundada en 1941 en "http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9xico" \t "_blank" México por "http://es.wikipedia.org/wiki/Marcial_Maciel" \t "_blank" Marcial Maciel (1920-2008). Contó con el particular apoyo del papa "http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Pablo_II" \t "_blank" Juan Pablo II. En la actualidad, la congregación tiene presencia en 22 países, cuenta con 763 sacerdotes y alrededor de 1300 seminaristas miembros en 2008. Su movimiento laical es "http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Regnum_Christi&action=edit&redlink=1" \t "_blank" Regnum Christi, que cuenta con 70 mil miembros aproximadamente.
La Legión de Cristo cuenta con establecimientos educativos en México, Venezuela, Colombia, Chile, Brasil, Irlanda, Francia, Alemania, Canadá, Estados Unidos y Filipinas. Es la congregación que más dinero recauda para el Vaticano
 
En "http://es.wikipedia.org/wiki/Marzo" marzo de "http://es.wikipedia.org/wiki/2009" 2009, el "http://es.wikipedia.org/wiki/Vaticano" " Vaticano y la Legión de Cristo anunciaron que el papa "http://es.wikipedia.org/wiki/Benedicto_XVI" Benedicto XVI había ordenado una investigación sobre la congregación. Ésta tiene conocimiento de que su fundador procreó 4 hijos siendo sacerdote, además que hasta su muerte enfrentó acusaciones por "http://es.wikipedia.org/wiki/Abuso_sexual"  abuso sexual contra varios niños y seminaristas, incluyendo a sus propios hijos. "http://es.wikipedia.org/wiki/Tarcisio_Bertone"  Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, dijo que una comisión de jerarcas eclesiásticos visitaría y evaluaría los seminarios, escuelas y otras instituciones incorporadas a la Legión de Cristo alrededor del mundo. 
 
Algunos personajes social y económicamente poderosos españoles son seguidores de esta doctrina, tales como la financiera AliciaKoplowitz o el ex-ministro José María Michavila.

Comentarios