CURAS,
MONJAS. FRAILES Y SACRISTANES
OBISPOS,
ARZOBISPOS Y CARDENALES.
LA MAYORÍA
DE ELLOS COLABRADORES FIELES Y SIN ESCRÚPULOS DEL FASCISMO IMPUESTO
POR LA FUERZA BRUTA POR EL CRIMINAL DE GUERRA EL GENERAL FRANCO Y A
LA VEZ RESPONSABLES DE LOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD, QUE SE
COMETIERON ENTRE LOS AÑOS 1936 Y 1976.
ALGUNOS ESTÁN
MUERTOS, OTROS NO.
PRESENTACIÓN
Tema espinoso
éste el de la fe, pero cuando hablamos de España y su iglesia,
hablamos de un dios que se parece tanto a los humanos que los copia
con todas sus lacras e ideologías, veremos a ese dios misericordioso
y justo en muy contadas ocasiones, casi siempre aparece como un dios
cruel y vengativo, imponiendo sus leyes y sus coreografías a sangre
y fuego, no deja al ser humano a su libre albedrío, entre otras
cosas porque no cree ni en su “propia creación”.
Decía que era
un tema espinoso por qué me consta que existen personas creyentes de
buena fe, —nunca mejor dicho — que se pueden molestar o sentirse
aludidas cuando hablamos de los horrendos crímenes cometidos en este
“santo” país en nombre de dios, buenísimas personas incapaces
de hacer mal a nadie. En este mismo documento salen a relucir nombres
de personas católicas cómo; el general Vicente Rojo leal a la
República, el preso de Valdenoceda, Ernesto Sempere Villarrubia,
católico, que se negaba hacer proselitismo religioso cómo le pedían
los curas del penal, porque habían fusilado a su padre que era
inocente, o Francisco Vidal y Barraquer, Cardenal de Tarragona de los
pocos que no firmó la carta colectiva de los Obispos españoles
(Subscrita por 43 obispos y 5 vicarios capitulares) un buen hombre,
en fin, quería decir que, cuando se generaliza siempre corres el
riesgo de ofender a personas inocentes injustamente.
Aclarado este
punto me meto en harina y ver cómo salimos sin herir sensibilidades
espirituales. De todos los estamentos pro franquista o nazi-fascista
que hemos tocado hasta ahora, uno de los que me faltaba era la
Iglesia Católica de España. Este documento tratará de enmendar el
lapsus hasta hoy que he decidido tomar al toro por los cuernos, es un
documento que yo llamo tripartito-agnóstico-anticlerical.
La
fuente principal es un documento que tengo desde el año 2011 de
Pere Fortuny i Velázquez - Presidente de La Asociación Pro-Memoria
a los Inmolados por la Libertad en Cataluña, titulado: “La
iglesia católica y el fascismo”, no
recuerdo quien me lo envió, pero está muy bien documentado y
haciendo mención a las fuentes originales, sobre todo en lo
referente a los altos jerarcas de la iglesia.
Sobre
los curas asesinos de la guerra he tomado como base fundamental el
Blog: http://todoslosrostros.blogspot.com.es/
de Paco de Jerez, también nos da las fuentes originales de los
relatos. El trío
se cierra conmigo mismo, con aportaciones puntuales de las cuales me
responsabilizo. Lo prometo ante los dioses, los hombres y las
mujeres de este planeta, que vaga por el universo hasta que el
capricho de los dioses que han sido y serán nos den un destino más
noble y nos vuelvan a dejar en polvo de estrellas, que en el fondo es
lo que somos.
Estas
aportaciones serán en forma socarrona y humor negro, por qué soy
incapaz de ponerme serio con personajes del siglo XIV trasladados al
XXI, no se entienda este sarcasmo como una falta de respeto hacia las
miles de víctimas de lo que yo llamo Holocausto
Español, nada
más lejos de mi intención.
La
parte de nuestra Memoria Histórica menos escrita es quizás ésta
del clero decimonónico que nos ha tocado sufrir, pero no la menos
importante, no sé si estos delitos se pueden o no denunciar pero si
sé que son numerosos y horrendos. No sé si la Jueza María Servini
de Cubría podrá añadirlos a la larga lista de asesinatos en serie,
pero al menos quiero dejar constancia de algunos culpables con
nombres y apellidos para nuestro archivo histórico y que las futuras
generaciones puedan consultarlos.
Los
hechos, por venir de supuestos guías
espirituales tienen triple agravante; el acto en sí mismo, el
encubrimiento reiterativo la perseverancia o continuidad en el
ocultamiento sistemático de que es objeto, y la falta de
arrepentimiento. Las cifras son— siempre que hablamos de asesinatos
en serie de nuestra guerra lo son— aproximadas, por ejemplo en el
penal de Ocaña se habla de 1.200 fusilamientos, cómo Vendrell
el cura verdugo
los daba el tiro de gracia a todos, ya tenemos al mayor asesino en
serie de la historia de España. Otro sanguinario fue el cura de
Zafra, Juan
Galán Bermejo, se
jacta de haber “ajusticiado” a 750 rojos, masones, republicanos y
separatistas.
Otros ejercían
de fiscales voluntarios, efectuaban listas de los republicanos a
fusilar, en Galicia el 10% de los fusilados lo fueron por denuncias
de los curas de las aldeas, otros reclamaban más sangre, el cura de
Rociana del Condado (Huelva) donde habían fusilado a 200 vecinos
reclamaba de la autoridades más fusilamientos.
Esta es la fecha
que nadie de la jerarquía Eclesiástica Católica ha pedido perdón
por tanto crimen cometido en nombre de su dios, el actual Presidente
de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela,
es un ultra defensor de la vida y batallador incansable contra el
aborto. A esto yo lo llamo ser fariseo e hipócrita, ¿Se puede
defender la vida de un o una nonato/a, y no haber perdido perdón por
tantos asesinatos cometidos por sus correligionarios? ¿Se puede ser
más retorcido? ¿Cómo explicar esta contradicción tan flagrante
sin ser cínico o hipócrita al mismo tiempo? ¿Es que la vida de un
nonato/a es más valiosa que la de una persona adulta en lo mejor de
su vida? Explíquenme esto por favor, es que soy un poco duro de
mollera. ¿Cómo puedo calificar esta postura de la Iglesia? ¿Qué
adjetivos le pongo?
No contento con
esto, el Sr. Rouco, ha sido condenado cómo responsable civil
subsidiario de un caso de abusos sexuales continuados a un menor por
parte de un sacerdote madrileño, esta es la fecha que nadie ha
pedido perdón a los padres de la víctima, ¿Por qué? ¿Es que
están Vds., por encima del bien y del mal? ¿Qué clase de dios es
éste que consiente estas injusticias? No tienen Vds., fuerza moral
para ser guías espirituales de nadie, Sr, Rouco. ¡No! Y por último
Sr. Rouco, tomo nota de su amenaza sobre la memoria, si algo le
ocurriera a alguien del Movimiento Memorialista ya sé dónde mirar.
Otro parecido o
más ultra-fascista que Rouco, que ya es ser, un tal Isidro Gomá y
Tomás (Ya está muerto, menos mal), decía:
“No,
es una guerra civil, es la lucha de los sin Dios… contra la
verdadera España, contra la religión católica”.
Ahora me entero
de que los sin dios, cómo yo, no somos españoles o en todo caso
somos de una falsa España, por que la verdadera es solo para los
católicos, me lo podían haber dicho antes y hubiese nacido en un
país de curso legal, no en uno falso. Las guerras de religión son
Vds. las que las inician, ejemplos y muertos hay a millones, la
guerra civil española fue la de los caciques y terratenientes contra
el pueblo trabajador. No mientan más, qué es un pecado muy grave.
Puedo seguir
horas y horas con estas historias de los de siempre contra todo lo
que no sea cómo ellos dicen y cómo ellos son, es el fascismo viejo
y nuevo que engrasado puntualmente está para sacar las castañas del
fuego a los poderosos de siempre. El fascismo tiene tres constantes,
añoranzas imperiales, pureza de la raza y odio visceral al
diferente, en estas coordenadas se mueve el mundo nazi-fascista que
el capitalismo tiene siempre en la recámara para cuando le fallan
sus engaños y señuelos del paraíso terrenal, – curiosa paradoja—
de la banca judía o vaticana.
Esto es todo por
mi parte, he dicho antes que estos crímenes de lesa humanidad serán
difíciles de llevar al banquillo, pero al menos puede quedar
constancia de que se han cometido y algunos se empeñan en tapar para
que el engaño funcione unos siglos más. Para leer recomiendo
taparse la nariz.
V. Antonio
López Madrid,
agosto de 2013
ALGUNOS
NOMBRES Y APELLIDOS...
Ya
desde el 14 de abril de 1931 la Iglesia Católica se manifestó
abiertamente contraria a la II República Española. Las figuras de
los cardenales Segura
y Gomá
se convirtieron en el eje del fundamentalismo católico español
anti-republicano. Otras personalidades destacadas del clericalismo se
significaron por su actividad contra la República. Eugenio
Vegas Latapié,
fundador de Acción Católica, estuvo implicado en varios intentos de
atentados en el Parlamento y contra la figura del presidente de la
República Manuel Azaña. Con el golpe de Estado de los militares
traidores en 1936, la Iglesia se declara a favor de los golpistas y
les presta con entusiasmo todo su apoyo moral, ideológico, material
y humano. El obispo de Teruel (beatificado en 1995) pedía el voto en
febrero de 1936 para las derechas “por
Dios y por España”,
organizando y financiando al comienzo de la guerra un grupo de
guerrilleros fascistas en las sierras de Albarracín. En la Carta
colectiva de los Obispos españoles (subscrita por 43 obispos y 5
vicarios capitulares) a los obispos de todo el mundo con motivo de la
Guerra de España, firmada el 1 de julio de 1937, por la que se
confirmó el apoyo definitivo de la jerarquía de la Iglesia española
al bando franquista, los obispos dicen tener consuelo de poder decir
que:
“(…)
al morir sancionados por la Ley, en su inmensa mayoría nuestros
comunistas se han reconciliado con el Dios de sus padres. En Mallorca
han muerto impenitentes sólo un 2%, en las regiones del sur no más
de un 20 por ciento. Es una prueba del engaño de que ha sido víctima
nuestro pueblo".
¿Qué
Ley? ¿La del talión? Ni eso, aquí no se pudo dar “ojo
por ojo, diente por diente”
solo Genocidio para acabar con el contrario. Y decía el Obispo
Miralles de Mallorca:
"Sólo
un 10 por ciento de estos amados hijos nuestros han rehusado los
santos sacramentos antes de ser fusilados por nuestros buenos
oficiales".
¿Quizás
santos...arcángeles enviados a la Tierra?
El cardenal Gomá
dijo en Budapest, durante el Congreso Eucarístico celebrado en
aquella ciudad en mayo de 1938:
“Paz,
sí. Pero cuando no quede un adversario vivo”.
Sarcasmo y
cinismo no les falta, lo reparten a espuertas, se ve que les sobra.
Este apoyo continuó durante la ejecución de las terribles
operaciones de represión de los sublevados contra los fieles al
gobierno legal y dio cobertura ética y sirvió de justificación a
las atrocidades cometidas en los campos de concentración, en las
prisiones y en las cárceles por los franquistas en su campaña de
exterminio de los contrarios. Estas actuaciones criminales de la
Iglesia Católica figuran en textos de decenas de páginas web y en
cientos de trabajos, investigaciones y tesis publicados en los
últimos años. En muchos de ellos podemos leer, entre otros muchos
ejemplos, los referidos a actuaciones de miembros de la Iglesia
durante el desarrollo de la Guerra. Así:
“El
cura de Zafra (Badajoz), Juan
Galán Bermejo,
alcanzó fama de sanguinario. Cuenta
Peter Wyden en su libro “La
guerra apasionada":
”Luciano
Zainos, de once años, con sus padres y cinco hermanos estaba entre
el centenar de aterrorizados ciudadanos que buscaron refugio en el
sótano de la catedral. Al asomarse para echar un vistazo, Luciano
vio cómo los legionarios entraban al asalto pasando las gruesas
puertas tachonadas de gruesos clavos, iban a la caza de presa oculta
en la iglesia”.
Juan
Galán Bermejo,
que había sido el cura de Zafra (Badajoz) y ahora capellán de la
11ª bandera del 2º Regimiento, estaba entre los asaltantes.
Descubrió a un miliciano escondido en un confesionario y lo mató
con su pistola, no era ésta la primera de las ejecuciones privadas
del padre Galán, que estaba orgulloso de todas. Pocos días más
tarde, en el despacho del gobernador civil de Badajoz, Antonio
Bahamonde, de la comandancia del general Queipo de Llano, le pidió
al padre que le dejase ver la pistola que había usado en la
catedral. Galán la mostró y dijo:
"Aquí
está. Esta pistola ha librado al mundo de más de un centenar de
revolucionarios".
El cura de Zafra
se encargó de marcar a quienes debían matar. A preguntas de Marcel
Dany, de la Agencia Hava, el cura de Zafra respondía que:
“(…)
todavía no hemos tenido tiempo de legislar cómo y de qué manera
será exterminado el marxismo en España; por eso, todos los
procedimientos de exterminio de estas ratas son buenos. Y Dios, en su
inmenso poder y sabiduría, los aplaudirá”.
Ha diferencia
de la fe (Creer en lo que no se ve), el marxismo está basado en
estudios científicos de las relaciones económicas y sociales por
las que se rigen las sociedades capitalistas, estas relaciones no
desaparecen por mucho que legislen en su contra, por lo tanto el
marxismo tampoco desaparece, Sr. Galán. Las únicas ratas de cloaca
son Vds., la Historia les colocará donde deben estar, en su
infierno.
El
cura Juan
Galán Bermejo
siempre portaba una pistola de dotación sobre la sotana, y fue el
ejecutor directo de unos 750 asesinatos.
También
en Badajoz, “(…)
el cura Isidro
Lombas (o Lomba) Méndez
participó en la represión, pues elaboraba las listas de quienes aún
vivían y había que detener para llevarlos a la Plaza de Toros.
Según puede leerse en un artículo de investigación de Alfredo
Disfeito, Andreu García Ribera y Federico Pérez-Galdós publicado
en el periódico EL OTRO PAÍS), “aquellas
ejecuciones
(decía Yagüe), eran
gratamente presenciadas por respetables y 'piadosas' damas”, según
escribió Martínez Bande en La
marcha sobre Madrid;
también aplaudían
“los jovencitos de San Luis, eclesiásticos, virtuosos frailes y
monjas de alba-toga”. “Las ametralladoras no paraban. Hasta tal
punto que, varias veces, fueron reemplazados los tiradores. Entre los
que nunca faltaban, el cura Isidro
Lombas Méndez un
gran cazador de rojos...”.
En
Navarra, según se recoge en el libro “Navarra
1936. De la esperanza al Horror” editado
por Altafaylla, muchos de los que iban a ser fusilados eran llevados
ante el párroco Antonio
Ona de Echave para
ser confesados. Uno de ellos, Julio Pérez, concejal de UGT, resultó
malherido tras una penosa huida. Mientras estaba en el hospital, su
madre, asidua al confesionario de Antonio
Ona,
intercedió ante su hijo aunque sólo obtuvo unas palabras que el
párroco solía emplear en todos los casos:
“Mira
hija, si lo matan ahora irá al cielo. Si no lo matan, volverá a las
andadas y se condenará. ¿Qué mejor momento para morir que ahora
que está confesado?”…
En
ese mismo libro se cuenta cómo Antonio
Ona
partió al frente donde “anduvo
luciendo pistola y uniforme de campaña”.
Al poco tiempo fue nombrado canónigo de Pamplona y en 1956 ascendió
a Obispo de Mondoñedo. El que más tarde fuera obispo de Bilbao,
Antonio
Añoveros,
llevó a cabo la labor de confesor en la matanza de las Bardenas (53
Fusilados), según relata Galo Vierge en su obra Los
culpables
(Pamiela).
El
cura de Obanos (Navarra), Santos
Beguiristáin Eguilaz,
participó activamente en la lucha contra los vecinos republicanos de
Azagra y destacó por su afición a elaborar listas. Los fusilados
(71) los catalogaba como “muertos
por el peso de la justicia”. No
aclara si divina o humana.
También es
reseñable la historia del entonces párroco de Egüés (Navarra). Al
parecer, por una mera razón de disputa personal, (El médico
prefería ir a misa a otro pueblo de al lado con cuyo párroco jugaba
a las cartas) delató a este profesional llegado de Bilbao. Comenzada
la guerra un día vinieron a buscar al médico con una orden de
detención. Este logró saber que detrás de la denuncia estaba el
cura de Egüés.
El
cura Fermín
Izurdiaga Lorca
(Pamplona, 1905-1981), sacerdote, poeta, orador y periodista, fue
falangista y fundador de "Arriba
España"
y de "Jerarquía.
Revista negra de la Falange".
En su primer ejemplar quedaba claro el ideario del periódico:
“¡Camarada!
Tienes obligación de perseguir al judaísmo, a la masonería, al
marxismo y al separatismo. Destruye y quema sus periódicos, sus
libros, sus revistas, sus propagandas. ¡Camarada! ¡Por Dios y por
la Patria!”.
Tras la Guerra
Civil, el diario continuó como divulgador de las consignas del
falangismo. Izurdiaga participó en muchos actos de exaltación
fascista y era conocido por sus encendidas alocuciones
Un
capellán castrense entró en los barrios obreros sevillanos de La
Macarena con la columna de legionarios y falangistas “a
sangre y fuego”.
También el cura de Rociana del Condado (Huelva) insistía
repetidamente para que se fusilara a más gente en su pueblo, porque
las 200 que ya habían asesinado le parecían pocas. Existen además
numerosos testimonios de curas disparando ametralladoras desde los
tejados en el libro; “Historias
orales de la guerra civil” de
Bullón de Mendoza, A. y de Diego, A. Y tampoco debemos olvidar el
papel que voluntariamente se asignaron a sí mismos muchos sacerdotes
durante la represión de postguerra. Por ejemplo:
“En
la cárcel franquista de la isla de San Simón, Galicia, un cura con
su pistola al cinto se encargaba de administrar justicia y ésta no
era divina precisamente”.
Más
conocido fue el caso del cura del penal de Ocaña era conocido como
el “cura
verdugo”
porque era el encargado de dar los tiros de gracia. Así puede leerse
en los versos de Miguel Hernández, escritos a hurtadillas en 1941 la
cárcel de Ocaña poco antes de que lo dejaran morir.
En
los libros: “¡Alerta
los pueblos!” y
“España
heroica”,
escritos ambos por Vicente Rojo (para nada sospechoso de impío)
puede leerse:
“(...)
cuando los presos estaban “en capilla”, esperando su ejecución
para la madrugada, un sacerdote, se acercaba a los condenados con el
fin de confesarles, hacerles besar la Cruz de Cristo y señalarles
que con toda justicia iban a ser ejecutados, pero que Dios, en su
infinita bondad, les perdonaría en el otro mundo; esto para los que
aceptaban tal “receta”; para los que se negaban a ello les
esperaba una sutil venganza por parte del cura y del oficial del
pelotón de ejecución; parece ser que informado dicho “mando”
por el representante religioso de la negativa del reo a confesar,
comulgar y arrepentirse de sus pecados, se ordenaba al pelotón de
fusilamiento lo siguiente: “A ése, no le matéis de primera,
dejármelo a mí para el tiro de gracia. Y así se hacía. Cuando el
capitán o teniente, bien cargadito de alcohol, se acercaba al reo,
que había recibido varios disparos no mortales de necesidad, se le
miraba con ojos de “justiciero” y se le decía estas últimas
palabras: “ahora te voy a dar el tiro de gracia, pero viviendo,
para que así te des cuenta de que te vas al otro mundo”.
El
padre Vendrell,
sacerdote jesuita, diría a los republicanos prisioneros que iban a
ser fusilados de madrugada:
“No
tened miedo, porque los moritos tienen muy buena puntería y no os
harán ningún daño”,
y agregaba con fervor: “Vosotros
sí que sois bienaventurados, puesto que conocéis el momento exacto
en que ha de veniros la muerte, y así podéis poneros en paz con
Dios, que es lo único que debe importaros”.
En
la página: "http://www.gomezurdanez.com/quel/pdfs/quelhist7.pdf"
http://www.gomezurdanez.com/quel/pdfs/quelhist7.pdf
puede leerse que:
“(...)
los vencedores, que empezaban a desfilar, eufóricos, en camionetas,
con uniformes y armas, eran bendecidos por algún cura de la comarca
de Quel (Logroño) fue muy activo el cura don Higinio
Arpón,
amigo del también sacerdote calagurritano Francisco
Lajusticia,
que vestía el uniforme de Falange, con pistola al cinto(...)”,
“(...) las víctimas quedaban a la espera de que viniera la
“camioneta de la muerte”, con hombres de Arnedo y otros pueblos
—algunos tristemente famosos —, dispuestos a hacer el trabajo
sucio: matar. Con ellos iba a veces ese cura de Calahorra, vestido
con el uniforme de la Falange, el ya citado don Francisco... La Rioja
Baja,
como
La Ribera navarra, se pobló de curas con pistola al cinto, boina
colorada y actitudes extremadamente criminales (....)”.
El
preso veterano Isaac Arenal Cardiel narra lo siguiente en su libro;
"95º
Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores":
“Al
capellán de la prisión —de
Valdenoceda,
Ruperto
Martínez Gutiérrez —, le
llamábamos; “Palo Largo”. Era un individuo de aspecto siniestro
o por lo menos nosotros así le veíamos. Era en la “práctica”
el director de la cárcel, pues allí se hacía lo que a él le venía
en ganas y tenía una "lista negra” (...). “Palo Largo”
hizo este comentario;
“(…) cuando tengan que salir en libertad condicional estos
réprobos y masones van a saber quién soy yo”.
Este individuo tenía la potestad, ilegal a todas luces, pero
consentida por el director de retener varias semanas o meses a los
reclusos en el momento de comunicarles “su libertad”. Tenían que
pasar por él para ver como andaban de religiosidad”.
Ilegal
era todo desde el principio, qué más da una ilegalidad más o
menos. Un preso también católico dejó escrito en sus; "Memorias",
Ernesto Sempere Villarrubia, del mismo penal que el anterior:
"Uno
de los episodios más duros que viví en el Penal ocurrió durante la
llamada ‘comunión general’ del domingo de Resurrección de marzo
de 1941
(tras la festividad de Semana Santa). Semanas
antes, los jesuitas de Oña habían preguntado y obtenido los nombres
de trece de los presos que podrían tener influencia sobre los demás
en labores de captación. Y, entre los elegidos (médicos,
ingenieros, un catedrático de instituto, etc.), me incluyeron a mí
por no sé qué ignorados méritos. En virtud de ello, tuve que
soportar el asalto de varios jesuitas, empeñados en que “deberías
dar ejemplo como católico; sabemos que lo eres”. Les confirmé mis
creencias religiosas pero insistí en que hacía ocho meses que mi
padre, republicano, idealista e inocente de delitos de sangre, había
sido fusilado. Y yo los asociaba instintivamente con los asesinos.
Ante sus protestas, yo porfiaba en mi razonamiento: “Ustedes no
serán culpables, pero sus amigos sí.” Nada pudieron conseguir. No
sólo no comulgué, sino que, en plena misa solemne y en la
consagración, permanecí de pie con un numeroso grupo, mientras el
resto de penados y autoridades se arrodillaban. Exteriorizábamos así
nuestra protesta por tantos atropellos, por tanto dolor, por tantos
muertos en el penal, por tanta ignominia. Aquel acto se tomó como
sedición. Durante semanas, estuvimos sometidos al acoso de los
responsables del Penal y el ambiente era muy tenso. Una noche,
llamaron a formar al grupo llamado ‘Los
13 de la Fama’.
Éramos los siguientes: Pablo Ávila Menoyo, Humberto Blanco Moreno,
Manuel Castillo García-Negrete, Santiago De la Cruz Touchard, Luis
Díaz Serrano, Ángel Galarreta Maestre, Pedro Garrigos Sevilla, Juan
Antonio Gaya Nuño, Juan José Genose Coronas, José Goicuría
Ibarra, Antonio Moraleda Gutiérrez, Manuel Pons Quibus y Ernesto
Sempere Villarrubia. La Guardia Civil se presentó en el penal. Nos
ataron a todos los compañeros, unos a otros, con alambres. Nos
metieron en un camión. Y el camión arrancó. En ese momento,
estábamos seguros de que íbamos a ser fusilados (...)”.
En
represalia por no comulgar, fueron deportados a la Prisión
Provincial de castigo de Las Palmas de Gran Canaria.
Por
último, una mención especial para las “monjitas
de la caridad”
inhumanas de las cárceles de este país, en particular a las del
penal de Mallorca, que intentaron sobornar a Matilde Landa Vaz
obligándola a bautizarse a cambio de comida para los niños de las
presas, Matilde se negó en rotundo y se suicidó un día antes de
ser bautizada. ¿Se puede obligar a un adulto a bautizarse? (A un
niño sí, lo vemos a diario), no me imagino yo a Juan el Bautista
obligando a bautizarse a los herejes de Jordania y Palestina a punta
de daga o espada. ¿Qué sentido tiene eso? ¿Humillar? ¿Dar
escarmiento? ¿Sentar precedentes? ¿Es esto la llamada “caridad
cristiana”?
¿Qué es esto? ¿Qué adjetivos le ponemos a este acto?
En
septiembre os cuento la historia, estoy en ello.
Yo acuso a la
mayoría de los jerarcas de la Iglesia Católica de España de
colaboración necesaria en todos los crímenes cometidos contra el
pueblo español en la guerra civil y el posterior Genocidio del
Régimen franquista durante casi cuarenta años, cuando no, fueron
ellos los propios verdugos.
Qué su dios los
coja confesados, si no, arderán en el infierno de sus propias
creencias, se lo merecen. Estamos acostumbrados a lo largo y ancho de
la historia a las grandes matanzas de seres humanos en nombre de
algún dios, los agnósticos y ateos estamos perdidos de antemano
ante tamaña empresa. En España se dieron esas premisas; no teníamos
dios, ni patria, ni rey, estábamos condenados por un dios
enfurecido y hombres fanáticos, que asesinaban en su nombre,
—demasiado trabajo para un solo dios — pero contó con la
inestimable ayuda del nazi-fascismo europeo, el dinero, las armas, y
con el apoyo logístico de dos imperios. La empresa se volvió casi
imposible para seres humanos normales y corrientes, con todo y con
eso se resistió hasta la extenuación. Heroico el pueblo español,
compitiendo con los dioses y los adoradores del vellocino de oro.
Y una última
petición que ya he convertido en clásica, una oración laica:
“Señor
devuélvenos nuestros cadáveres, enseñanos el rostro de sus
asesinos… te lo exigimos señor”. Qué así sea.
************************
HASTA AQUÍ,
LOS “PECECILLOS”
AHORA VIENEN
LOS “PECES GORDOS”
ISIDRO
GOMÁ Y TOMÁS,
natural de La Riba (Tarragona). El día 19 de agosto de 1869 y
falleció en Toledo el 22 de agosto de 1940.
Obispo,
Arzobispo y Cardenal de Toledo y Primado de España.
Desde el primer
momento de estallar la Guerra Civil, se colocó al lado de los
golpistas, se declaró sin escrúpulos como seguidor del movimiento
fascista y claramente de la extrema derecha.
Su apasionada
defensa del franquismo en las pastorales y en la Carta Colectiva del
Episcopado Español, tuvieron una gran repercusión internacional,
suscrita por todos los obispos españoles, excepto por dos, Vidal y
Barraquer cardenal de Tarragona y Mateo Múgica, obispo de Vitoria.
Poco después
del comienzo de la guerra civil, se refirió al conflicto como una
lucha entre:
“España
y la anti-España, la religión y el ateísmo, la civilización y la
barbarie”
Y también que “¿La
guerra de España es una guerra civil? “No, es una lucha de los sin
Dios… contra la verdadera España, contra la religión católica”.
¿Cuál
son los límites de ese país? ¿Está en el mapa-mundi?
Cuando
terminó la guerra, dio un nuevo reconocimiento al franquismo,
publicando “El
Catolicismo y la Patria”.
El alzamiento militar contra la República, según su opinión:
“Fue
un alzamiento cívico – militar, en su origen un movimiento
nacional de defensa de los principios fundamentales de toda sociedad
civilizada, en su desarrollo, lo ha sido contra la anarquía
coaligada con las fuerzas al servicio de un gobierno que no supo o no
quiso titular aquellos principios”.
Consecuencia de
esta afirmación hizo las conclusiones siguientes:
Primera.-
Se
imputa a la Iglesia la nota de temeridad y partidismo al mezclarse en
la contienda que tiene divida la nación. La Iglesia se ha puesto
siempre al lado de la justicia y de la paz y ha colaborado con los
poderes del Estado, en cualquier situación, para el bien común. No
se ha atado a nadie, fuesen partidos, personas o tendencias. Situada
por encima de todos y de todo, ha cumplido sus deberes de adoctrinar
y exhortar a la caridad, sintiendo pena profunda por haber sido
perseguida y repudiada por gran número de sus hijos extraviados.
Apelamos a los copiosos escritos y hechos que abonan estas
afirmaciones. Se dice que esta guerra es de clases, y que la Iglesia
se ha puesto del lado de los ricos. Quienes conocen sus causas y
naturaleza saben que no. Que aun reconociendo algún descuido en el
cumplimiento de los deberes de justicia y caridad, que la Iglesia ha
sido la primera en urgir. El pueblo fue engañado con promesas
irrealizables, incompatibles no sólo con la vida económica del
país, sino con cualquier clase de vida económica organizada. Aquí
está la bienandanza de las regiones indemnes, y la miseria, que se
adueñó ya de las que han caído bajo el dominio comunista.
Segunda.-
La
Iglesia, con ello, no ha podido hacerse solidaria de conductas,
tendencias o intenciones que, en el presente o en lo porvenir,
pudiesen desnaturalizar la noble fisonomía del movimiento nacional,
en su origen, manifestaciones y fines.
Tercera.-
Afirmamos
que el levantamiento cívico – militar ha tenido en el fondo de la
conciencia popular de un doble arraigo: El del sentido patriótico,
que ha visto en él la única manera de levantar a España y evitar
su ruina definitiva; y el sentido religioso, que lo consideró como
la fuerza que deba reducir a la impotencia a los enemigos de Dios, y
como la garantía de continuidad de su fe y de la práctica de su
religión.
Cuarta.-
Hoy,
por hoy, no hay en España más esperanza para reconquistar la
justicia y la paz y los bienes que de ellas deriva, que el triunfo
del movimiento nacional. Tal vez hoy menos que en los comienzos de la
guerra, porque el bando contrario, a pesar de todos los esfuerzos de
sus hombres de gobierno, no ofrece garantías de estabilidad política
y social.
Resumen de la
respuesta del cardenal arzobispo de Toledo de 19 de enero de 1937,
después de leer en la prensa del día 22 de diciembre de 1936, el
discurso pronunciado por el señor Aguirre Presidente del Gobierno de
Euskadi:
“Una
mano amiga interesadísima, como de buen cristiano y patriota, en que
termine la cruentísima lucha en que se consume España, hace llegar
a las mías un ejemplar del periódico Euskadi de Bilbao, en el que
se inserta el discurso pronunciado por V. el 23 de diciembre de 1936.
Por las reiteradas alusiones que hace al silencio de la jerarquía
sobre determinados puntos cuya gravedad no puede ocultarse en estos
momentos, me creo en el deber de contestarle, como representante más
alto que ha querido la Santa Sede fuese en mi insignificancia
personal, de la gloriosa jerarquía eclesiástica española. Me
tortura la idea Sr. Aguirre, de que ese querido pueblo vasco no ha
conocido toda la verdad, por el magisterio categórico de los
Pastores de la Iglesia, ha querido abrirse paso e iluminar las
inteligencias, ha querido entre las veladuras por la interposición
de humanas convivencias, más atentes a las conquistas de orden
público que a los altísimos intereses de orden sobrenatural, que
deben tener siempre la primacía de todo. He leído señor Aguirre su
discurso de un tirón y quiero hacerle algún reparo”:
“Afirma
usted que los sublevados han asesinado a numerosos sacerdotes y
religiosos beneméritos por el hecho de ser amantes del pueblo vasco,
me resisto a creer que algunos sacerdotes hayan sido fusilados por el
mero hecho de ser amantes de su pueblo vasco. Usted pregunta con el
corazón dolido:
“¿Por
qué el silencio de la jerarquía? Y como el lamentable hecho se ha
explotado en grave daño de España, nos consta, y conviene, en estos
momentos, que se pongan las cosas en su punto”:
“Yo
le aseguro señor Aguirre, que aquellos sacerdotes sucumbieron por
algo que no cabe consignar en este escrito”.
Esta afirmación
es muy fuerte y grave, queda bien reflejada su conducta y actitud. Si
no quiso consignarlo en su escrito, seguramente es porque se sentía
culpable y por la falta de dignidad y caridad cristiana, en no querer
reconocer aquellos crímenes, los sacerdotes vascos asesinados en las
playas de Bilbao (14), no fueron condenados a la pena de muerte por
delincuentes ni asesinos, si no por ser calificados por los golpistas
y la jerarquía de la Iglesia de rojos separatistas, calificación
que se hacía generalmente durante aquellos años a todas las
personas que no eran adictas al régimen que se impuso por la fuerza
bruta de las armas.
“¿A
qué viene, señor Aguirre, su impertinente pregunta, sino confundir
nociones, enredar hechos e infundir recelos contra los jerarcas a
quienes parece tener usted en tanta estima?
Increpa
usted a la jerarquía eclesiástica por su silencio ante la injusta
agresión, este lenguaje, doblemente injusto, prescinde de un hecho
ruidoso como lo fue la intervención de la jerarquía en el
movimiento vasco de hace cinco meses, y porque quisiera coaccionarla
arrastrándola a la consagración pública de un disparate y de una
injusticia, no es digno de un hombre que se dice de sí mismo
presidente de un Gobierno”.
Esta soberbia y
prepotencia del cardenal Gomá hacia el Presidente Aguirre, muestra
una vez más la intolerancia de las altas jerarquías de la Iglesia
española y la poca vergüenza que tenían y continúan teniendo.
El cardenal Gomá
pretendía convencernos para justificar su colaboración directa con
el golpe de estado del general Franco, con todas sus represiones y
crímenes contra la humanidad, como garantía para que la propia
Iglesia pudiera disfrutar de todos los privilegios que la República
democráticamente le retiró. Olvidándose de su primer objetivo que
es la caridad con el prójimo.
Cuando la santa
madre iglesia canonizó a 498 curas asesinados en la zona
republicana, no incluyeron a estos catorce, estos no eran mártires,
eran separatistas, aquí todos juntos por qué lo dijo el mayor
asesino de toda la historia de España. En un homenaje realizado en
el País Vasco a estos 14 sacerdotes vascos sacamos el siguiente
comentario:
(…)
habiendo sido ejecutados por los vencedores, han sido relegados al
silencio. Deseamos prestar servicio a la verdad (...). No queremos
reabrir heridas, sino ayudar a curarlas o a aliviarlas (...) Queremos
pedir perdón e invitar a perdonar y hacer un ejercicio de
purificación de la memoria".
Algo es algo.
ENRIQUE
PLA Y DANIEL,
natural de Barcelona, nacido en el año 1876 y falleció en Toledo en
el año 1968.
En el año 1918
fue nombrado Obispo de Ávila y en 1934 de Salamanca, en 1940
Arzobispo de Toledo y Primado de España y en 1946 fue nombrado
Cardenal.
Cuando estalló
la Guerra Civil española se colocó inmediatamente al lado de los
sublevados, como pensador ideológico de la extrema derecha o
fascismo.
En
septiembre de 1936 apoyó al bando franquista con la pastoral “Las
dos ciudades”.
En
colaboración con el franquismo, en 1939 publicó el documento “El
triunfo de la ciudad de Dios y la resurrección de España”,
dejando claramente su adhesión con el régimen franquista y muy en
particular con los fascistas – falangistas, los militares y el
sindicalismo oficial.
Tuvo muy buenas
relaciones con los franquistas Esteban Bilbao y el general Moscardó.
Fue un auténtico
fascista y colaborador directo del régimen franquista, aceptando
como necesarios todos los crímenes que se llevaban a término con su
bendición.
GREGORIO
MODREGO CASAUS,
nació el 17 de noviembre de 1890, en El Baste (Zaragoza) y falleció
en Barcelona el día 16 de enero de 1972.
En 1942 fue
nombrado obispo de Barcelona y arzobispo diez años más tarde.
En
el año 1937 firmó la denominada PASTORAL
DE LA CRUZADA,
cuyo objetivo era dar autoridad moral a los golpistas y seguidores
del franquismo, siendo un acérrimo defensor del dictador. Durante el
franquismo fue Procurador en Cortes y hombre muy vinculado al
régimen. Consiguió celebrar en Barcelona el XXXV Congreso
Eucarístico Internacional, en el año 1952.
Durante su
estadía en Barcelona, hubo de enfrentarse al crecimiento de las
organizaciones católicas más progresistas como la Juventud Obrera
Cristiana (JOC).
VICENTE
ENRIQUE Y TARANCÓN,
nació en Burriana (Castelló), el 14 de mayo de 1907 y falleció en
Valencia el 28 de noviembre de 1994.
Fue obispo de
Solsona, arzobispo de Oviedo, Toledo y Madrid y cardenal presbítero
de San Juan Crisóstomo en el Monte Sacro Alto.
Durante
la Guerra Civil la iglesia católica española creyó
mayoritariamente en la “Cruzada”
religiosa del franquismo, contra la amenaza del anticlericalismo
republicano y él fue un fiel seguidor del franquismo; más tarde,
sin embargo, el propio Tarancón llegaría a padecer un
anticlericalismo diferente, el de las derechas.
La
publicación en 1950 de la pastoral social “El
pan nuestro de cada día”,
contra el estraperlo le hizo caer en desgracia ante los políticos y
ante el catolicismo integrista, en su diócesis se dejó de especular
con el precio del trigo y hubo menos hambre. Tal vez su carrera
eclesiástica permaneció estancada durante 18 años en la misma
diócesis. En sus memorias afirmó: “No
me lo perdonaron. Alguien le preguntó al nuncio Cicognani cómo yo
seguía en Solsona después de 18 años y el nuncio respondió: Mira,
hijo, hasta que los del Gobierno no digieran el pan…”
Pablo
VI le había entregado ya el capelo cardenalicio en abril de 1969, la
cual cosa sorprendió a los círculos integristas y políticos de la
dictadura. Durante el funeral de la mano derecha del dictador Luís
Carrero Blanco en el año 1973, fue insultado por los ultra al grito
de “Tarancón
al paredón”,
incluso varios ministros le negaron el saludo y tuvo que salir por la
puerta trasera de la Iglesia de San Francisco el Grande para evitar
agresiones.
En 1975 con
ocasión del caso Añoveros, obispo de Bilbao, al que el régimen
detuvo para mandarlo al exilio a causa de una pastoral, Tarancón
hizo llorar al decrépito dictador (lágrimas de cocodrilo),
diciéndole, que se le excomulgaría si ejecutaba semejante orden de
expulsión.
Intento desligar
a la Iglesia de la dictadura porque creía que la misma había pagado
un precio moral por apoyar al régimen, que los ciudadanos no han
llegado a perdonar nunca. Fue Presidente de la Conferencia Episcopal
Española durante los años 1971 hasta 1981.
ANTONIO
AÑOVEROS ATAÚN,
natural de Pamplona el día 13 de junio de 1909, fallecido el 24 de
octubre de 1987.
Fue un clérigo
católico español, obispo de Cádiz, Ceuta y Bilbao.
Considerado
próximo a los planteamientos nacionalistas, protagonizó uno de los
escándalos más sonados del final del franquismo. El 24 de febrero
de 1974 publicó una pastoral en la que se hacía un llamamiento para
que se reconociera la identidad cultural y lingüista del pueblo
vasco. Fue acusado de lanzar ataques subversivos contra la unidad
nacional. El nuevo presidente de Gobierno, Arias Navarro, presionado
por la extrema derecha, redujo al obispo y su vicario general,
monseñor Ubieta López, a arresto domiciliario.
Se intentó
expulsarlo de España y él se negó a abandonar el país, alegando
que sólo lo haría bajo órdenes del Papa Pablo VI. Una expulsión
forzada hubiera sido considerada una violación del Concordato y se
llegó a amenazar con la excomunión del general Franco. El asunto
trajo mucha expectación y se convirtió en cuestión extremadamente
delicada para el Gobierno español. El presidente Arias Navarro se
vio forzado, finalmente, a retirar la orden.
Aquí
dios se hizo separatista, estaría despistado, si no, Añoveros se
marcha al exilio. Añoveros, tiene en su debe que fue el confesor de
los 53 fusilados en las Bardenas.
FRANCISCO
VIDAL Y BARRAQUER,
natural de Cambrils (Tarragona), el 3 de octubre de 1868 y falleció
en Friburgo el 13 de septiembre de 1943.
Fue obispo de
Solsona, Arzobispo en 1919 y Cardenal de Tarragona en 1921. Gran
defensor de la lengua catalana, su preocupación por la cultura lo
llevó a fundar la Biblioteca, el Museo y el Archivo de la
archidiócesis tarraconense, gracias a lo cual ingresó en la Real
Academia de la Historia.
Durante la
dictadura del general Primo de Rivera defendió la libertad de la
Iglesia, fue objeto de críticas por parte de la derecha españolista
por su defensa de la lengua catalana y su uso en los oficios
religiosos. Trataron de separarle de su diócesis, sin éxito, si
consiguieron que la Santa Sede le prohibiese el uso del catalán en
la predicación.
Al proclamarse
la Segunda República en el año 1931 y ser expulsado poco después
el cardenal y arzobispo de Toledo Pedro Segura, en junio de 1931, fue
elegido jefe del episcopado español y una de las figuras más
significadas de la Iglesia española, mostrando su disposición al
reconocimiento del régimen republicano, sin perjuicio de la defensa
de las posturas de la Iglesia, en caso de que sus intereses fuesen
menoscabados o atacados. Contribuyó a evitar incendios de iglesias y
conventos en Catalunya.
Al estallar la
Guerra Civil se encontraba en Barcelona, partiendo de inmediato a
Tarragona. Se refugió en el Monasterio de Poblet (Tarragona). Allí
fue detenido por milicianos de la FAI de Hospitales de Llobregat, que
fueron a buscarlo y conducido a Barcelona, donde la intervención
personal del consejero de la Generalitat de Catalunya Ventura Gassol,
encabezada por el Presidente Lluís Companys, consiguieron su
liberación y traslado a Italia. Temiendo por su vida y para no dejar
abandonada la diócesis de Tarragona, creyó apropiado que se quedase
en su lugar el obispo auxiliar don Manuel Borrás, pero este pronto
fue fusilado por los milicianos de la FAI. En su testamento manifestó
su deseo de que sus restos fuesen trasladados a la sede de Tarragona
y enterrados cerca del sepulcro de su obispo auxiliar Manuel Borrás,
solidarizándose con su indigna y criminal muerte. Voluntad que se
realizó en el mes de mayo de 1978.
Aquella muerte
lo afectó muchísimo y en cierta manera se sintió responsable por
haberlo dejado como su sustituto.
Se negó a
firmar la Carta colectiva redactada el 1 de julio de 1937, por el
episcopado español a instancias de Franco, y no reconoció nunca el
régimen franquista. Por todo ello, la dictadura franquista no le
permitió el regreso a su sede e incluso presionó al Vaticano para
que le obligase a renunciar, cosa que no fue aceptada por Papas Pío
XI y Pío XII. Trasladado a Suiza ante la ocupación alemana,
falleció en 1943 en la ciudad de Friburgo.
La conducta de
este Cardenal catalán fue excepcional y merecedora de un
reconocimiento digno por su personalidad, declarado antifranquista,
actitud muy poco conocida y reconocida por los ciudadanos catalanes y
españoles, si todos los representantes de la Iglesia Católica
española y catalana, hubiesen tenido la misma conducta democrática
y ejemplar, los hombres, mujeres y niños asesinados por aquel
régimen totalitario franquista se hubieran podido evitar, pero la
mayoría de los representantes de la Iglesia, nunca aceptaron su
separación del estado, no querían perder el dominio sobre el pueblo
que tantos años habían tenido controlado, no les interesaba una
democracia, ya que para ellos representaba disminución de poder,
además del odio y su sed de venganza, que los dominó durante y
después de la contienda militar, pues, en lugar de apaciguar los
ánimos contribuyeron a aumentar las presiones irracionales de los
causantes del golpe militar.
He aquí un
hombre bueno, pero no abunda el ejemplo.
MARCELO
GONZÁLEZ MARTÍN,
nació el 16 de enero de 1918 en Fuentes de Nava (Palencia)
Fue Obispo de
Astorga, Arzobispo de Barcelona y Cardenal Presbítero de San
Agustín, el 3 de diciembre de 1971 fue promovido a la archidiócesis
de Toledo como Primado de España y en 1972 fue designado cardenal,
Persona de gran
energía y fuerte temperamento. No se le puede juzgar de franquista,
pero aceptó el régimen dictatorial, dedicándose exclusivamente a
su labor pastoral.
Su
nombramiento como arzobispo de Barcelona 2l 7 de enero de 1967, no
gustó a ciertos sectores catalanistas católicos, los cuales,
amparándose en las resoluciones del entonces recién concluido
Concilio Vaticano II, organizaron una campaña “Volem
bisbes catalans”.
La Santa Sede fue muy presionada y lo trasladó a Toledo.
Los recelos
iniciales contra su persona, pronto cesaron. Promovió el uso del
catalán en la liturgia, para lo que contó con la estimable ayuda de
los monjes de Montserrat, incluso llegó a hablar el catalán.
Durante su
pontificado se reabrieron las causas de beatificación y canonización
de los muertos durante la Guerra Civil. Durante la apertura del
proceso en la catedral de Toledo afirmó:
“Con
estas causas de beatificación no introducimos ningún favor de
discordia en la vida española. Obramos con absoluta fidelidad a algo
que está por encima de los hombres, en primer lugar, porque debemos
conservar y vivir la memoria de nuestros mártires y con eso no hay
implicación alguna de amparo y protección de ideologías
enfrentadas unas con otras……Conservar y vivir la memoria de los
mártires es un deber cristiano. Queremos encontrar más motivos para
amar la Iglesia, porque cuando se logran estas beatificaciones el
corazón se ensancha al contemplar a esta Iglesia, madre fecunda, que
en cualquier momento de la historia engendra estos hijos”.
Es muy
significativa la discriminación que siempre ha hecho la Iglesia y lo
sectaria que es, ella promociona la beatificación de sus religiosos
muertos por su fe cristiana, pero se olvida de pedir perdón por su
intervención directa en la represión consentida durante la
dictadura franquista, por los crímenes contra la humanidad habidos
durante aquel régimen dictatorial de los también supuestos hijos de
Dios.
Durante la
transición política, fue identificado por parte de los medios de
comunicación como el representante del “ala conservadora” de la
Iglesia española, por el mero hecho de haber celebrado los funerales
del criminal de guerra el general Franco, a pesar de que mantuvo su
actitud de separación entre la Iglesia y los poderes políticos.
Desde su puesto
en el Consejo de Estado, redactó una pastoral sobre la Constitución
de 1978, en la que aseguraba que esta contenía cinco graves
defectos, a saber:
a.-
La
exclusión del nombre de Dios en una nación de bautizados.
A la fuerza
ahorcan. Muchos bautizados, las iglesias y las vocaciones vacías. En
la “catolicísima” Irlanda el 95% de sus habitantes son católicos
y bautizados, a sus iglesias solo acude un 4,5% ¿No se pregunta por
qué?
b.-
Falta
de referencia a la ley natural, con lo que las leyes quedaban a
merced de los poderes públicos.
Cuando
conviene “ley natural”, cuando no conviene, ley divina.
c.-
Falta
de garantías para la libertad de enseñanza y de seguridad a los
padres para la formación religiosa de sus hijos.
Esto
sencillamente es mentira. Los padres pueden mandar a la catequesis
libremente a sus retoños. ¿O no? ¿A ver si estamos hablando de
otro país?
d.-
Falta
la tutela para los valores de la familia y del matrimonio, abriendo
las puertas del divorcio.
Vosotros la
abrís a la pedofilia que es peor. Somos humanos, no somos dioses
perfectos, exigís a los demás lo que vosotros no cumplís.
e.-
Y
la omisión del veto explícito al aborto.
No
se puede imponer a la mujer un veto a su libre decisión. ¿Para qué
queréis niños? ¿Para abusar de ellos? Y cuando se hacen mayores
asesinarlos.
Sin embargo
aplaudió la definitiva retirada de los eclesiásticos de tareas
políticas, aunque que él no abandonó sus obligaciones en el
Consejo de Estado.
Señaló
los cinco graves defectos de la Constitución de 1978, pero,
casualmente se le olvido señalar que en la misma no había la
rehabilitación jurídica de los republicanos juzgados ilegalmente
durante la dictadura. Y no se pronunció en contra de la Ley de
Amnistía de 1977, en la que exoneraba de toda responsabilidad civil,
penal y administrativa a todos los responsables de los crímenes que
se cometieron durante la dictadura. Tanto para él como para muchos
fue una cosa normal este olvido, producto de la amnesia
política-religiosa que se impregnó durante la “ejemplar
transición política española”.
No
solo se ocupan de lo divino que también meten las marices en los
asuntos terrenales, aquí no cabe la máxima: “A
dios lo que es de dios al César lo que es del César” O
viceversa, aquí quieren una Constitución a imagen y semejanza de su
“Cielo”. Que por cierto no conocemos, de las tablas de piedra que
pregonáis cómo los “Diez
mandamientos divinos”,
no los cumplís ninguno y ninguno va a la cárcel. Lo dejáis todo
para el día del juicio final y para entonces estaremos todos tan
mayores que no nos reconoceremos los unos a los otros.
MANUEL
IRURITA Y ALMÁNDOZ,
natural de Larráinzar (Navarra), el día 19 de agosto de 1876 y
supuestamente fusilado el 3 de diciembre de 1936 en Montcada y
Reixac, su lápida mortuoria dice: “Caído
por Dios y por España”.
Era de ideología
carlista, muy amigo de las derechas, no tuvo buenas relaciones con la
Generalitat de Catalunya, además, mantuvo un enfrentamiento con el
Cardenal Vidal y Barraquer y la Federación de Jóvenes Cristianos,
ya que él prefería la Acción Católica.
El 25 de marzo
de 1927, la Santa Sede lo preconiza obispo de Lleida y en marzo de
1930 se le designa para la sede de Barcelona.
Controversia en
torno a su fallecimiento. Según la Causa General y el testimonio de
otros sacerdotes, el obispo Irurita habría sido asesinado el 3 de
diciembre de 1936 en la población cercana de Barcelona de Montcada y
Reixac por milicias anarquistas, hecho que ha sido aceptado
comúnmente. Sin embargo, existen testimonios de personas que
aseguran haberlo visto saliendo del Palacio Episcopal de Barcelona,
dos días después de la entrada del ejército franquista en esta
ciudad, el 28 de enero de 1939. Con estos testimonios, entre otras
circunstancias, se han sustentado por parte de historiadores como el
monje de Montserrat Hilario Raguer, para asegurar absolutamente
convencido, que el obispo Irurita no lo mataron el diciembre de 1936,
especialmente tras la apertura de los archivos vaticanos relativos a
Pío X, en los que consta que los servicios de información militar
de los franquistas daban por vivo al obispo de Barcelona en el año
1937.
Los análisis
del cadáver del obispo Irurita son concluyentes, pero no
determinantes. El enigma de la muerte del obispo, no se resolvió
cuando en 1939, un grupo de forenses practicó pruebas
antropomórficas y de ADN de los restos depositados desde 1942, en un
sarcófago al pie del Cristo de Lepanto, en la catedral de Barcelona.
Las conclusiones de aquellos informes, especialmente el de la
composición genético–molecular, fue presentada de forma
concluyente pero no determinante.
Según la nota
del arzobispo de Barcelona del 11 de enero de 2000, los restos
pertenecen a un familiar por vía materna, tal como un hermano
biológico, y por lo tanto pertenece con muy alta probabilidad al
Obispo Irurita. Pero no se descarta que pudieran pertenecer a los de
su sobrino, el sacerdote Marcos Goñi Almándoz, que fue ejecutado
junto con otras personas en Montcada y Reixac.
Se impuso la
creencia de su asesinato que perdurará a pesar de los testimonios,
que lo vieron después de terminada la guerra civil. En conclusión,
el enigma del monseñor Irurita sigue generando más interrogantes
que respuestas, los informes de los forenses no permiten una
conclusión cierta.
Un reciente
trabajo del historiador Joan Boada, demuestra que a finales de 1938,
dos años después de su supuesto fusilamiento, todavía se hacían
gestiones para liberar el obispo de Barcelona, junto al de Teruel,
monseñor Polanco.
Si su asesinato
por parte de los anarquistas no se puede demostrar, teniendo en
cuenta de que varios testigos lo vieron después de finalizada la
guerra y los restos analizados del cuerpo que se encontró no son
determinantes, nos preguntamos: ¿Dónde está enterrado y quién lo
hizo desaparecer?
Su proceso de
beatificación está paralizado, según parece por su ideario
político carlista y para que no sea beatificado antes que el
Cardenal Vidal y Barraquer, y lo que es más importante, para no dar
un Obispo santo a los carlistas.
Apenas cinco
meses después de la entrada de las tropas de Franco en Barcelona, el
17 de junio de 1939, se celebró en la catedral el solemne funeral y
la fue dedicada una calle. Rendir honores a los mártires de la
Cruzada, formaba parte de la liturgia nacional católica.
Curiosa
historia del “don” de la ubicuidad, caído por Dios y por España
y dos años después está secuestrado, eso es hacer la competencia
desleal a los dioses del Olimpo.
MIGUEL
DE LOS SANTOS DÍAZ DE GÓMARA,
nació en el año 1885, en Fitero (Navarra) y falleció en Murcia el
año 1949.
Pocos meses
después de la entrada de las fuerzas del general Franco en
Barcelona, fue nombrado administrador apostólico de la diócesis.
Se destacó por
sus pastorales de adhesión al nuevo régimen y por la implantación
obligatoria del castellano como única lengua de predicación, de las
instituciones y publicaciones eclesiásticas. En el año 1943 lo
trasladaron a Murcia.
Acérrimo
franquista, hizo las siguientes declaraciones en la Vanguardia
Española de 30 de abril de 1939:
“Afortunadamente
para nosotros, nuestro invicto Caudillo, el Generalísimo Franco,
había lanzado un grito de rebeldía contra la tiranía roja y sus
ejércitos ha recuperado para Dios y para España esta tierra
bendita, esta Catalunya amadísima”.
El
8 de abril de 1939, aparece el primer número de la publicación
diocesana “Hoja
Diocesana”,
que sustituye a la publicación semanal “Full
Dominical”,
que se publicaba en catalán y también en castellano, edición
destinada a los emigrantes de idioma castellano.
En
el segundo número de la publicación, distribuida en todos los
templos de la diócesis, se insertó un retrato del general Franco
con el siguiente texto:
“S.
E. el Jefe del Estado Español D. Francisco Franco Bahamonte, invicto
Generalísimo de los ejércitos del Aire, Mar y Tierra, Jefe Supremo
de la Santa Cruzada que ha devuelto a España la santa libertad y la
paz”.
En el número
cuatro, decía lo siguiente:
“Franco
como primer buen español, quiere a España, UNA en religión, en
régimen y en leal y sincera compenetración de todos los españoles,
GRANDE en sus vastos territorios, en sus bienes, en su cultura, en la
paz y la felicidad de todos sus hijos, LIBRE de todo error, de toda
opresión extranjera, con el pleno gozo de todos los españoles de la
verdadera libertad que hace verdaderamente libres a los que la
poseen; los rojos querían una España DIVIDIDA por separatistas
suicidas y antipatías, PEQUEÑA en todas las manifestaciones y
ESCLAVA del marxismo y de otros poderes de fuera, masonizantes y
judíos. Por ser éste el sentido de la reciente guerra, por una
guerra de fieles contra infieles, de cristianos contra paganos, de
los modernos macabeos contra los profanadores de las cosas sagradas y
del solar español, que también es sagrado por ser cuna de santos y
panteón de héroes, por ser una Cruzada por Dios y por España,
nuestros bravos soldados han muerto al grito de Viva Cristo Rey y
Viva España. Por esto los católicos de verdad estuvieron siempre
con Franco y con él lucharon hasta conseguir la más completa y
resonante victoria”
¿Cómo
es posible que todas estas frases pudieran salir de la cabeza de un
representante de la Iglesia Católica española? Son palabras de un
irresponsable fanático religioso y fascista convencido...
Los dioses
están tan ocupados mirándose el ombligo que dejan a sus rebaños
terrenales en manos de carniceros.
ANTONIO
CAÑIZARES LLOVERA,
nacido en Utiel (Valencia) el 15 de octubre de 1945, fue nombrado
Obispo de Ávila el 6 de marzo de 1992.
Arzobispo de
Granada el 10 de diciembre de 1996 y Arzobispo de Toledo, Primado de
España el 24 de diciembre de 2002. El Papa Benedicto XVI el 24 de
marzo de 2006 lo nombró cardenal.
De
pensamiento idealista de ultraderecha-fascista. En un intento de
dársela de listo ha soltado una mentira gorda que se puede demostrar
públicamente, queda recogida en el diario Digital
de Castilla la Mancha:
“El
29 de junio de 2006, afirmó
al cumplirse un año de la aprobación de la Ley de los Matrimonios
Homosexuales,
se cumple algo que es más grave: La supresión del Código Civil del
matrimonio”
Si
consultamos el Código Civil, comprobaremos que en su Artículo 44
dice:
“El
hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio conforme a las
disposiciones de este Código. El matrimonio tendrá los mismos
requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o
diferente sexo”
Como podemos
observar el cardenal Cañizares está mintiendo, seguramente que el
propio cardenal es consciente de ello. ¿Por qué lo hace? ¿Y este
es el jerarca de la Iglesia que nos quiere vender la moto de España
como bien moral? Deberían decirle desde la Santa Sede que es inmoral
la mentida. Se tiene Vd., que confesar monseñor o estará en pecado
para siempre. No importa, ¿verdad?, cómo somos rojos y ateos está
justificado, otros cómo Vd., hace años sacaban la pistola qué era
peor.
¿Puede ser un
buen obispo un mentiroso? Pues no, porque un obispo debe ser testigo
de la verdad y este obispo no duda en utilizar las mentidas en
comentarios públicos como este y otros muchos que ya nos irá y nos
ha ido soltando.
Al
comenzar el curso del año 2007 – 2008, publicó la Carta Pastoral
“La
Caridad no desaparecerá jamás”,
consta de seis capítulos y una conclusión. En la conclusión nos
dice:
“Al
comenzar la andadura de este nuevo curso en la diócesis de Toledo,
nos encontramos ante un momento de gracia para avivar en nosotros y
vivir lo que constituye la esencia del cristianismo que es la caridad
de Cristo mismo que nos urge y apremia. Es una oportunidad que Dios
nos ofrece, no la dejemos pasar. Tengamos muy presente a lo largo de
todo el año aquellas palabras de San Pablo a los Colosenses:
Como
pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme:
la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura y la
comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga
quejas el otro. El Señor os ha perdonado: Haced vosotros lo mismo. Y
por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad
consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro
corazón, a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo. Y todo lo
que de palabra u obra realicéis sea todo en nombre de Jesús”.
En un acto
celebrado durante la inauguración del curso en la Universidad
Católica de Murcia, el expresidente José María Aznar acompañado
del cardenal Cañizares, denunció los errores más graves de la
nueva Ley del Aborto, que impulsa el ejecutivo. Pretende alentar la
soledad de los menores cuando más necesitan la compañía de los
padres.
El presidente de
la FAES insistió en que pretender la existencia de un derecho al
aborto constituye una mayúscula agresión a la dignidad de las
personas y a su derecho a la vida. Concluyó que cuando el poder hace
de la infancia su instrumento, cuando asume como principio que se
prefiere que las instituciones se equivoquen contra la vida y no a
favor de la vida, es que ha renegado de la ética, ha elegido la mala
política y ha perdido su lugar en una sociedad de ciudadanos libres
a cuyo servicio debería estar.
Si defienden la
vida humana, parece que dependiendo de quién no es con la misma
intensidad, unas veces se condenan los actos que causan muertes de
alguien y otras se lamentan, mientras otras ni se nombran,
dependiendo de quien lo haga. Por ejemplo:
“No
ha habido condena de las guerras con Irak o Afganistán, del abuso de
la ocupación y las muertes inocentes que han causado, pidiendo la
retirada en aras de la paz, sino lamentos genéricos, ni la violencia
y los abusos de Israel contra los palestinos, el Gueto de Gaza, la
miseria y las matanzas arbitrarias. Lo que da a entender una
connivencia con los abusos y la violencia de las potencias
occidentales con las que están asociadas culturalmente. Que pasa que
no vale para ellos lo mismo la vida de un musulmán que la de un
cristiano. Si se defiende el derecho a la vida, se ha de condenar con
el mismo énfasis cualquier acto de violencia que elimine la vida
humana, no justificar, lamentar y decir que son errores las
violencias en las que uno ha colaborado y condenar las otras que
también han quitado vidas humanas. Lo coherente y creíble es que se
condenen todos los actos de violencia que matan seres humanos, tanto
la violencia de la guerra, de las dictaduras, del hambre y la
desigualdad, como de la pena de muerte o del aborto, ya todas generan
la muerte de seres humanos, tanto nacidos como no nacidos. Puede ser
que exista una alianza de sectores vinculados al poder del PSOE,
medios de comunicación afines, juristas u otros, contra la vida y
por la cultura de la muerte y el aborto, pero los dirigentes de la
Iglesia toda la vida se han aliado con los poderosos en otros
momentos contra la vida, ahí están los numerosos ejemplos con
diversas dictaduras donde se atentaba contra la vida de los
disidentes del franquismo”.
La Iglesia
Católica española no ha condenado las violencias y matanzas
históricas, en las que ha tomado parte directa, como pueden llamar
errores de exceso a las matanzas que realizaron con la inquisición,
a la persecución y el fanatismo que desencadenaron contra los de
otras creencias. ¿Dónde estaban las conciencias cristianas durante
el nazismo, el fascismo o el franquismo en España, que hubo una
total connivencia, no ha habido ninguna condena expresa, que incluso
ayudaron a nazis a evadirse de la justicia? Con Franco colaboraron de
una forma directa, bendiciendo los asesinatos de hombres, mujeres y
niños, que ni tan siquiera se han dignado a condenarlas expresamente
y pedir perdón por su responsabilidad en aquellos crímenes de lesa
humanidad.
Otro nazi con
cara de bueno, cínico y además, mentiroso. A ver cómo lo digo; es
pecado mortal mentir repetidamente, monseñor.
ANTONIO
MARÍA ROUCO VARELA,
natural de Villalba (Lugo), el día 24 de agosto de 1936.
(Un mes despues del golpe militar-fascista-católico)
En el año 1994
fue nombrado arzobispo de la archidiócesis de Madrid y el Papa Juan
Pablo II el 21 de febrero de 1998 lo nombró cardenal, actualmente es
el Presidente de la Conferencia Episcopal Española.
Es un fanático
con pensamientos ideológicos radicales de extrema derecha e
intolerante, solo ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el
propio, Además de cínico, fariseo e hipócrita, todo en uno.
En el año 2007
una sentencia del Tribunal Supremo confirmó la condena al Arzobispo
de Madrid, presidido por Rouco Varela, como responsable civil
subsidiario de un caso de abusos sexuales continuados a un menor por
parte de un sacerdote madrileño. Acto por el que no pidió disculpas
ni perdón a la familia afectada.
El día 14 de
junio de 2009, presidió una solemne Eucaristía en la Plaza de
Oriente con motivo del Corpus Christi, recordó su profunda negativa
a la reforma de la Ley el Aborto, cargó contra la futura ley,
asegurando que ninguna instancia de este mundo puede negar o limitar
su derecho a la vida. En su homilía denunció la existencia de una
alianza de poderosos medios sociales, mediáticos, culturales y
jurídicos que promueven en la sociedad española la cultura de la
muerte.
El cardenal
Rouco en nombre de la Iglesia, defiende el derecho a la vida y su
condena explícita de los abusos y violencias que lo han violado,
pero no recuerdo que condenara a las dictaduras de los generales
Franco, Pinochet y Videla, le falta fuerza moral y coherencia para
darle credibilidad. Sus críticas mal intencionadas, siempre van
contra los políticos demócratas y de izquierdas, aunque no llega a
llamarlos rojos, no puede ni llega a engañar a sus incautos
feligreses, con esta conducta quiere esconder u olvidarse de los
crímenes admitidos y bendecidos por su Iglesia durante la criminal
dictadura franquista.
¿Es que aquella
represión contra la humanidad no eran crímenes, señor Rouco
Varela?
¿Bendecir los
crímenes del franquismo y secuestrar a los hijos de las familias
republicanas, no era una herejía? ¿No deberían ser excomulgados
los obispos y demás religiosos por haber contribuido directamente
con la herejía del franquismo? ¿Es que son solamente herejes los
que no actúan como quieren los representantes de la Iglesia
Católica? Además está totalmente en contra de la desafortunada Ley
de la Memoria Histórica, en una de sus declaraciones públicas a la
prensa advirtió:
“Que
es necesario olvidar y a su parecer a la purificación se llega con
el perdón y el amor fraterno y no con debates que pongan en peligro
la convivencia serena y reconciliada que hemos conseguido en nuestra
sociedad. Advirtiendo a la sociedad de que la revisión del pasado
puede acabar teniendo consecuencias violentas”.
¿Cómo debemos
interpretar estas palabras? ¿Son amenazas de volver al pasado? ¿La
Iglesia puede predicar el olvido de determinados hechos históricos,
cuando ella nos está machacando constantemente con la beatificación
de sus sacerdotes asesinados? ¿Es que solamente tienen ellos el
derecho a recordar o rehabilitar a sus muertos? ¿Es que la Iglesia
interpreta que los republicanos asesinados por el franquismo no son
hijos de Dios? ¿Es de cristianos su actitud irresponsable y
negativa?
A la Jerarquía
de la Iglesia española se le han olvidado los crímenes contra la
humanidad cometidos con su colaboración y bendición, después de
más de treinta años de la muerte del dictador y de instaurada una
supuesta democracia en España, todavía no se han dignado a pedir
perdón, por orgullosos, soberbios, intolerantes, únicos poseedores
de la verdad, que predican la caridad, pero no con su indignante
ejemplo.
Desde su punto
de vista, todo y que la situación actual no es la misma a la de los
años treinta, las confrontaciones en que se pueden derivar del
resentimiento suscitado a raíz de los hechos de revisar el pasado
del Estado español, podrían acabar en actos violentos.
¿De qué tiene
miedo? ¿De que salga a la luz su actuación negativa durante la
represora dictadura? ¿Qué las nuevas generaciones conozcan la
verdad de lo sucedido, por su comportamiento criminal con el pueblo
español? ¿Serían capaces otra vez, de cometer y bendecir actos
violentos contra los españoles que ya fueron represaliados con su
bendición? Las palabras de Rouco son una velada amenaza a toda la
sociedad, si no olvidamos el pasado.
AGUSTÍN
GARCÍA – GASCO VICENTE,
nacido el 12 de febrero de 1931 en Corral de Almaguer (Toledo).
Arzobispo de
Valencia y el 24 de noviembre de 2007 fue nombrado cardenal por el
Papa Benedicto XVI.
Sin dudarlo, el
cardenal de Valencia es un personaje claramente de la extrema
derecha, Ha venido haciendo política a favor del Partido Popular,
alentando abiertamente de las oscuras amenazas sobre la libertad y la
fortaleza religiosa. Aseguró que la Iglesia sólo pretende libertad
para ejercer su misión evangelizadora y religiosa, sin embargo
lamentó que esta libertad es cada vez menos reconocida en España y
señaló que sobre ella se cierran oscuras amenazas. Siempre los
jerarcas de la Iglesia insinúan peligros invitando a seguir
trabajando desde la propia autonomía y las respectivas competencias,
para lograr la promoción integral de las personas, que son los
ciudadanos de la nación y la gran mayoría de ellos, hijos de la
Iglesia Católica, menos mal que no dice hijos de Dios.
Tuvo
un sueño que se desmoronó, pero que ha resultado ser carísimo.
Hace algo más de diez años soñó o le hicieron soñar, con una
solemne majadería: “Un
templo ecuménico en La Oliva”.
Dedicado a la memoria de los 269 sacerdotes que fueron asesinados en
Valencia por incontrolados durante la guerra civil. Su presupuesto
era de nada menos de 25 millones de euros. El ayuntamiento y la
Generalitat de Valencia participaron inicialmente en el proyecto, el
primero cedió los terrenos y la segunda contribuyó con el
despilfarro de 4 millones y medio de euros en los cimientos del
esperpéntico proyecto, pero el Ayuntamiento, al parecer los más
sensatos, pusieron una condición, si en un plazo determinado no se
concluían las obras el solar revertiría al Ayuntamiento.
No
se ha cumplido el plazo y la corporación ha reclamado la devolución
del terreno, hoy sólo se ven unas columnas de hormigón y unos
hierros retorcidos y oxidados. Lo grave del caso es que don Agustín
García-Gasco, Su Eminencia Reverendísima, pretendía realizar con
el respeto y amor hacia a las personas, que caracteriza su cargo de
jerarca de la Iglesia valenciana, una obra faraónica a la memoria de
unos sacerdotes asesinados por unos incontrolados, pero, ha
demostrado que su caridad es muy deficitaria, puesto que en Valencia,
la represión franquista asesinó a más de veinticinco mil hombres,
mujeres y niños, que fueron enterrados como animales en una fosa
común, los cuales no han recibido ningún reconocimiento por su
parte, esta falta de humanidad es el ejemplo que da al Mundo su
Eminencia como representante de la Iglesia Católica Española. Una
venganza de 100x1. Cuanta falta de dignidad humanitaria y caritativa
con el prójimo ha estado demostrando con su ejemplar conducta el
máximo representante de la Iglesia valenciana. Tuvo la osadía de
afirmar públicamente que:
“(…)
son impresionantes las innumerables obras de caridad que la Iglesia
valenciana, que con grandes sacrificios, ha puesto en marcha para
aliviar todo tipo de sufrimientos”.
¡Joder tío!
Será la primera vez que hacéis sacrificios, (Mientras no sean de
humanos). Otro nazi cómo el que lo nombró cardenal. Además pone
cara de asco, será por lo que tiene a su alrededor.
Estoy a punto
de terminar este pequeño trabajo y estoy un poco harto la verdad,
siento náuseas cada vez que lo leo para revisar posible errores
gramaticales o de redacción, estoy deseando abandonar este mundo de
inmundicia, de fariseísmo, de cinismo cómo forma de vida, de
hipocresía constante. Quede claro que me refiero a la jerarquía
eclesiástica, no me refiero a la iglesia, ésta la componen todos
los fieles del mundo ¿ajenos?, — no hay peor ciego que el que no
quiere ver— a la podredumbre que la devora por dentro.
Voy a terminar
dejando una reseña de un documental sobre la pederastia de la que
se está descubriendo cada día un poco más y no para.
Título:
“MEA
MAXIMA CULPA” 2012
EE.UU.
Subtítulo:
“Silencio en la Casa de Dios”
Director:
Alex
Gibney
Idioma: Inglés
(Subtítulos en castellano)
Duración: 1h40´
Este es el
enlace para quien quiera verlo:
"https://www.youtube.com/watch?v=U6wcND2ZcPg"
https://www.youtube.com/watch?v=U6wcND2ZcPg
Lo recomiendo,
yo lo he visto en TV, porque C+ lo ha estado emitiendo este mes de
agosto, no sé si en septiembre lo seguirá emitiendo, es muy bueno.
SINOPSIS
El ganador del Oscar al mejor documental por "Taxi al lado oscuro", Alex Gibney —responsable también del nominado al Oscar "Enron: Los tipos que estafaron a América"—, examina los abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica y el encubrimiento de los casos de pederastia. Así, muestra lo ocurrido en Milwaukee (Wisconsin, EE UU) en la década de 1960 en el colegio para niños sordos St. John’s —el primero caso de pederastia denunciado públicamente por las víctimas — o los abusos contra niños que el cura cantante y pedófilo Tony Walsh vestido de Elvis perpetró en Irlanda durante años, o el escándolo del creador de la orden de los “Legionarios de Cristo”, Marcial Maciel. para terminar en los propios salones del Vaticano, buscando la responsabilidad de las altas jerarquías católicas, que durante décadas han guardado silencio. El documental investiga los crímenes del carismático padre Murphy, que abusó de más de 200 niños sordomudos en el internado que dirigía, amparándose en la dificultad que tenían los niños para comunicarse. La película muestra la primera protesta pública contra el abuso sexual en EE.UU., (Mucho antes de la crisis de Boston), una lucha de más de tres décadas que, en última instancia, condujo a un pleito contra el mismísimo obispo. Los héroes de esta historia fueron cuatro jóvenes sordos dispuestos a acusar públicamente al sacerdote que había abusado de ellos y de tantos otros durante años. Su investigación ayudó a destapar documentos secretos de los Archivos del Vaticano que muestran al anticomunista papa Juan Pablo II como responsable por inacción ante estos terribles sucesos. Cómo recordaremos todos el Cardenal Ratzinger (Otro nazi al servicio del sistema) era el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, (Antigua Inquisición) CDF, y estaba al tanto de todo este escándolo y lo ocultó.
Archivo
Memoria Histórica de La Comuna
Madrid, agosto
de 2013
La
Legión
de Cristo
es una Congregación Católica Romana fundada en 1941 en
"http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9xico" \t "_blank"
México por "http://es.wikipedia.org/wiki/Marcial_Maciel"
\t "_blank" Marcial Maciel (1920-2008). Contó con el
particular apoyo del papa
"http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Pablo_II" \t "_blank"
Juan Pablo II. En la actualidad, la congregación tiene presencia en
22 países, cuenta con 763 sacerdotes y alrededor de 1300
seminaristas miembros en 2008. Su movimiento laical es
"http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Regnum_Christi&action=edit&redlink=1"
\t "_blank" Regnum Christi, que cuenta con 70 mil miembros
aproximadamente.
La
Legión de Cristo cuenta con establecimientos educativos en México,
Venezuela, Colombia, Chile, Brasil, Irlanda, Francia, Alemania,
Canadá, Estados Unidos y Filipinas. Es la congregación que más
dinero recauda para el Vaticano
En
"http://es.wikipedia.org/wiki/Marzo" marzo de "http://es.wikipedia.org/wiki/2009" 2009, el "http://es.wikipedia.org/wiki/Vaticano" " Vaticano y la Legión de Cristo anunciaron que el
papa "http://es.wikipedia.org/wiki/Benedicto_XVI" Benedicto XVI había ordenado una investigación
sobre la congregación. Ésta tiene conocimiento de que su fundador
procreó 4 hijos siendo sacerdote, además que hasta su muerte
enfrentó acusaciones por
"http://es.wikipedia.org/wiki/Abuso_sexual"
abuso sexual contra varios niños y seminaristas, incluyendo a sus
propios hijos. "http://es.wikipedia.org/wiki/Tarcisio_Bertone" Tarcisio Bertone, secretario de Estado del
Vaticano, dijo que una comisión de jerarcas eclesiásticos visitaría
y evaluaría los seminarios, escuelas y otras instituciones
incorporadas a la Legión de Cristo alrededor del mundo.
Algunos
personajes social y económicamente poderosos españoles son
seguidores de esta doctrina, tales como la financiera AliciaKoplowitz o el ex-ministro José María Michavila.
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