Portugal celebra el 39º aniversario de la Revolución de los Claveles
- Las celebraciones están marcadas por las protestas anti-austeridad
- Las asociaciones profesionales se oponen a recortes en las FF.AA.
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MIGUEL CHARTE 25.04.2013 - 07:57h
Portugal celebra este jueves el 39º aniversario de la Revolución de los Claveles, el levantamiento militar incruento que acabó con 40 años de dictadura, en medio de la peor crisis económica de la democracia y con protestas constantes contra la política de austeridad impuesta por la troika.
Los símbolos de la Revolución
estarán muy presentes en las manifestaciones contra los recortes del
gobierno de Pedro Passos Coelho (PD, derecha), y las convocatorias
llaman a recuperar el "espíritu de Abril".
Passos Coelho prepara un nuevo tijeretazo, precisamente, en Defensa,
lo que ya ha provocado la reacción de las asociaciones profesionales de
militares, protagonistas destacados en las celebraciones, que incluyen
un desfile.
Grândola, de nuevo
La fecha suele ser una oportunidad para la fiesta, pero es dudoso que los portugueses tengan mucho que celebrar. La tasa de desempleo alcanzó en el cuarto trimestre de 2012 un nivel récord del 16,9%, y el Banco de Portugal anuncia que la economía se contraerá un 2,3% en 2013.
Vasco Lourenço, presidente de la Asociación 25 de Abril,
que organiza la mayor parte de los actos, es un militar en la reserva
que participó en el Movimiento de las Fuerzas Armadas en 1974.
Lourenço
anima a los portugueses a aprovechar la fecha para salir a la calle
contra las políticas del Ejecutivo y es uno de los que percibe que, ante
la crisis, sus compatriotas están volviendo la mirada a los ideales de
la Revolución.
"El espíritu del 25 de Abril nunca desapareció de Portugal,
siempre estuvo entre la población", dice, en declaraciones a RTVE.es, y
añade: "En este momento el poder quiere destruir lo que queda del 25 de
abril".
Los actos reivindicativos han comenzado de madrugada
frente a la antigua sede de Rádio Renascença, a la misma hora (00:20) en
que se dio la señal para el levantamiento con la emisión de la canción "Grândola, vila morena", de Zeca Afonso.
La
canción, convertida en el himno de la Revolución de los Claveles, vive
un segundo momento de éxito, desde que un grupo de asistentes a la
sesión parlamentaria interrumpiera el discurso Passos Coelho
el pasado 15 de febrero. El gesto se ha multiplicado en las llamadas
"grandoladas", que interrumpen los discursos políticos o actos
oficiales.
El pasado 20 de abril, el movimiento ciudadano Que se lixe a troika (Que se fastidie la troika), que convocó la masiva manifestación del pasado 2 de marzo, presentó su "Moción de Censura Popular" en la localidad del Alentejo que inspiró la música. Se trata de una iniciativa para exigir la dimisión del Ejecutivo.
Fuentes
del movimiento han asegurado a RTVE.es que participarán en las marchas
del 25-A, pero como todos los ciudadanos y con un ánimo festivo.
En previsión de nuevas acciones, este jueves no se abrirán al público las puertas de los palacios
de Belem, sede de la Presidencia de la República, y de Sao Bento, de la
jefatura del Gobierno. También se ha limitado la presencia de
espectadores en la sesión solemne del Parlamento, lo que ha sido
criticado por los diputados de la oposición, según informa Efe.
Recortes en las Fuerzas Armadas
Quienes
también hablan del "espíritu de Abril" son los militares que sufren,
como todos los ciudadanos, las estrecheces crecientes de la crisis. En
2012, los uniformados ya boicotearon las celebraciones como protesta por los recortes.
Las asociaciones profesionales han convocado en esta ocasión a sus afiliados con el objetivo de evitar que el plan "Defensa 2020", que el Ejecutivo ya tiene a punto, llegue a materializarse.
La líneas generales del plan establecen un máximo de 30.000-32.000 efectivos
incluyendo los de reserva, y una reducción del 30% de su "dispositivo
territorial". El objetivo, según el Ministerio de Defensa, es aumentar
la "eficiencia" y contener el gasto. "Llegó el momento de la acción",
dijo Passos Coelho, quien ha prometido a Bruselas que recortará 800 millones de euros de los presupuestos de 2013.
Manuel Cracel, presidente de la Asociación de Oficiales (AOFA), cree que los recortes "ponen en cuestión la articulación y las características de las Fuerzas Armadas".
La AOFA cifra entre un 25 y un 30% la rebaja del sueldo medio
que han experimentado sus socios, lo que sitúa el nivel de remuneración
de los oficiales dos o tres puestos por debajo de lo que les
corresponde. Además, han perdido privilegios como la atención sanitaria
propia, mientras la condición militar sigue implicando limitaciones de
derechos, como la ausencia de representación sindical o la disposición
absoluta.
Cracel advierte asimismo que la falta de inversiones en equipamiento ha llegado al límite y que se ponen en peligro "las condiciones que permiten a los militares cumplir sus misiones".
Por su parte la Asociacion Nacional de Sargentos (ANS)
acusa al Gobierno de improvisar para presentar un proyecto que aún no
ha pasado por la Cámara, pero que le sirve para mostrar a Bruselas su
voluntad de seguir recortando el déficit. Su presidente, Antonio Lima
Coelho, se pregunta "en qué áreas, servicios y medios se va a recortar".
Defensa de la Constitución
Todos
los uniformados consultados por RTVE.es aseguran que su malestar va más
allá de la mera defensa de sus intereses corporativos. Las políticas
marcadas desde Bruselas, advierten, ponen en peligro la misma Constitución de 1976, en su día una de las más progresistas de Europa.
"Los ideales de la Revolución (democracia, crecimiento económico, justicia y libertad) están en cuestión",
por los "dictados de gente extranjera" (en referencia a la troika),
asegura el presidente de AOFA. "El espíritu del 25 de abril nos anima a
servir al pueblo, nosotros no servimos a partidos ni a gobernantes",
añade.
Lima Coelho, de la ANS, considera que "los recortes deben
ponderarse con otras alternativas, no pueden ser solo para beneficiar a
la banca. Lo más importante de un país son sus ciudadanos, y los estamos condenando a no poder vivir", añade.
"Nuestro
juramento es la defensa de la Constitución y de los principios
fundamentales, incluyendo los derechos ciudadanos y sociales. Estar
sometido [a la legalidad] no significa estar sumiso o sirviente",
apostilla.
Vasco Lourenço, el veterano del 25-A, va más lejos: "Quieren destruir a las Fuerzas Armadas, porque son el último baluarte para la defensa de la democracia, y quienes pueden impedir que haya una fuerte represión en caso de un levantamiento de la población, que va a ser inevitable".
No obstante, Cracel aclara que cualquier protesta se hará dentro de la legalidad.
"Los militares somos responsables de guardar y hacer guardar la
Constitución. Somos disciplinados, y actuaremos en el contexto de los
mecanismos que la democracia nos ofrece".
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