Rodrigo Lanza Cinco años en la cárcel por el ‘caso 4F'
“El juez decidió no crear revuelo mediático en torno a mi juicio”

Patricia Manrique. Redacción Cantabria
14/02/13 ·
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Rodrigo Lanza. El 4 de febrero se cumplió el séptimo aniversario del caso por el que fue condenado. / Albert García
¿Cómo ha sido tu paso por la cárcel?
Ha sido muy duro para mí, para mi familia y mi gente. Con los presos he tenido bastante buena relación, de hecho, a pesar de las diferencias que pueda haber en tipos de pensamiento y lo que sea, hay un compañerismo que me gustaría ver en la calle.
Ha sido muy duro para mí, para mi familia y mi gente. Con los presos he tenido bastante buena relación, de hecho, a pesar de las diferencias que pueda haber en tipos de pensamiento y lo que sea, hay un compañerismo que me gustaría ver en la calle.
Con las juntas de tratamiento, lo
contrario: los peores momentos que he pasado han sido por su culpa, y
creo que a la mayoría de los presos les pasa eso: estás ‘bien’ hasta que
te toca hablar con tu asistente social o con la psicóloga y te dejan el
ánimo por el suelo. Chantajean, siempre están ahí coaccionándote, se
fijan sólo en los errores...
¿Has disfrutado de beneficios penitenciarios?
El último año de una condena de cinco disfruté de dos permisos, y
debería haber salido de permiso al año y medio más o menos. Reconocer el
delito al principio era básico en mi tratamiento, que no quisieron
hacer en grupo porque no querían que mi opinión se compartiera con los
demás: me aislaban y me hacían tratamiento especial individualizado.
Cuando vieron que no lo admitía, cambiaron todo el tratamiento y
decidieron tratar “mis problemas de violencia” pero, como vieron que no
tenía ningún problema de este tipo, fue muy rápido. El problema fue la
coacción para que admitiera el delito: me decían que no iba a enterarse
nadie, que se pondría en el papel y ya tendría los permisos… pero es que
lo sabía yo.
Durante la huelga de hambre, lo mismo: hablé con mi
psicóloga y lo primero que me dijo es: “Tu problema es que tienes muchos
valores”. Es un poco esperpéntico.
Háblanos del juicio. Las declaraciones de Joan Clos, alcalde
de Barcelona en el momento de los hechos, podrían haber cambiado
sustancialmente el resultado...
El juicio está grabado. Nuestra idea, con mi madre y el grupo de apoyo
4F, y con amigos de Patri [Patricia Heras, quien se suicidó a raíz de su
ingreso en prisión por el caso 4F], es sacarlo a la luz entero, para
que la gente que tenga dudas pueda ver las pruebas de la fiscalía, las
nuestras, los testigos… y pueda sacar sus propias conclusiones.
"Aunque en teoría se supone que un juez existe para impartir justicia, básicamente están para mantener la paz social"
Estamos trabajando en una página para sacar todos los documentos en pdf.
Las declaraciones de los policías sonaban aprendidas, te dabas cuenta
de que estaban repitiendo como loros porque a la mínima pregunta del
abogado no sabían contestar y entraban en contradicciones. Respecto a
que no declarara Clos, un juez prefiere hacer un juicio rápido que pase
desapercibido a crear un revuelo mediático.
Según lo que he vivido, aunque un juez se supone que en teoría está para
impartir justicia, igual que los policías para proteger a los
ciudadanos, básicamente están para mantener la paz social y que el
sistema siga funcionando, y por eso lo que buscan no es lo mejor para la
justicia sino lo que sea mejor para la sociedad tal cual está
planteada. Haber llamado a declarar a Clos le hubiera obligado a
ratificar lo que dijo en un programa de televisión, y esto hubiera
mostrado que todo ese escuadrón de policía estaba mintiendo bajo
juramento, lo cual hubiera sido un escándalo mucho más grande.
¿Cómo has hecho frente a los gastos judiciales?
Al principio nos llegó dinero de todos los lados, especialmente del grupo de apoyo, de gente diferente, individualidades más que nada, y por parte del movimiento okupa recibí un apoyo brutal. Caí preso con una beca de 6.000 euros que a las dos semanas se había esfumado. Después mi abuela hipotecó su casa en Chile. Y aún así seguimos debiendo dinero. Nuestra idea es seguir con esto pero hoy en día es muy caro: una persona no se puede permitir defenderse.
¿Qué tipo de reflexiones te suscita todo lo vivido?
He sentido mucho apoyo, para mí lo mejor ha sido la solidaridad. Es como lo que dijo Alfon al salir, con lo que me sentí identificado: “Nadie está hoy tan orgulloso de su gente como yo”. He aprendido que puedes planificar tu vida pero el día de mañana no sabes si vas a estar en el patio de una cárcel o algo peor, así que hay que disfrutar de los tuyos. Y que de la cárcel se sale: que la gente le tenga respeto, pero que deje de tener ese miedo atroz, porque si dejamos de hacer cosas por el miedo habrán ganado. La cárcel habrá cumplido su función si nos impide hacer cosas en libertad.
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