DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA . LA VERDAD OBRERA Y LA FALSIFICACIÓN BURGUESA
ASÍ SE ESCRIBE LA HISTORIA
“El 8 de Marzo de 1.908, un
grupo de mujeres se reunieron en la fábrica textil Cotton de Nueva York para
declararse en huelga. El dueño las encerró con llave y prendió fuego al
edificio: murieron 129 mujeres. Las telas que fabricaban eran de color violeta,
por eso desde entonces este color se convirtió en un símbolo de la lucha de la mujer por sus derechos”1.
Esta es la versión más
extendida de la falsificación de la realidad histórica del 8 de Marzo. En otras
versiones el color violeta proviene del color del uniforme que, supuestamente,
estaban obligadas a llevar las obreras del textil. Y en otras el incendio
ocurrió en el año de 1.910, algunas versiones se retrotraen al año 1.857, con el
objetivo de hacer más difícil la investigación histórica pues suponen que hay
menos documentos para su corroboración o desmentido.
A pesar de todo en algunas
ocasiones la prensa burguesa ha declarado la falsedad del mito. Pero las
necesidades de clase se imponen por encima de las consideraciones a la verdad, y
no es sólo por ignorancia.
“El 8 de Marzo de 1.908
–fecha que se toma como referencia para la celebración del Día Internacional de
la Mujer- no hubo ningún incendio en ninguna fábrica textil de Nueva York.
Tampoco perecieron en él, como se suele contar 156 mujeres. Y tampoco ocurrió en
1.857 ni en 1.910”2.
Las dos citas sacadas del
periódico El Mundo plantean algunas preguntas del porqué se eligió el día 8 de
Marzo para la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. ¿Es
cierto o falso que el 8 de Marzo de 1.908 ocurrió el mítico incendio? ¿En el
caso de ser falso porqué se sigue divulgando tal falsificación? ¿Cuál es el
motivo de dicha falsificación?
La leyenda del mítico incendio
es una falsificación deliberada por parte de las feministas burguesas con el
único fin de engañar y manipular a las mujeres de la clase trabajadora. Un
intento de las mujeres burguesas de poner bajo su control a las trabajadoras
para dividir al proletariado y al tiempo conseguir una masa de maniobra para
luchar contra los hombres burgueses por una mayor parte de la plusvalía
arrancada a todo el proletariado.
El 8 de
Marzo de 1.908 no hubo ningún incendio en ninguna fábrica textil de Nueva York.
Ese día era domingo, día de descanso, y por esa razón es absolutamente imposible
que se reunieran y declararan en huelga dentro de los recintos de la fábrica. En
esas fechas no se desarrolló ninguna huelga ni manifestación. Tampoco se
incendió nunca, que se sepa, una fábrica de nombre Cotton. Cogidas in fraganti
las feministas cambian de fecha y dicen que sucedió en 1.910, pero esto también
ha sido demostrado que es completamente falso. Nuevamente las burguesas
continúan en su intento de falsificación y declaran que ocurrió en 1.857, porque
será más difícil demostrar su falsificación, y nuevamente las falsificadoras
quedan en evidencia, ese día también era domingo y no hubo ningún incendio ni
ninguna huelga ni manifestación. También es falso que las obreras del textil
estuvieran obligadas a llevar uniforme de color lila o que trabajaran telas de
color violeta.
LA VERDADERA HISTORIA DEL 8
DE MARZO
“Sería
un enemigo del proletariado quien le halagase, el que construyese para adularle
falsas leyendas pseudo-revolucionarias, tan criminal como el cartógrafo que
trazase mapas embusteros para los navegantes del mañana”.3
La
situación de la mujer fue objeto de diversas consideraciones por parte de los
filósofos de la Ilustración y de los ideólogos de la nueva clase ascendente, la
burguesía. Como continuación de esas preocupaciones los socialistas utópicos
dirigieron su atención hacia la llamada cuestión femenina. También algunas
mujeres de carácter lucharon por sus derechos contando con la simpatía de la
mayoría de la opinión progresista y democrática de la
época.
Pero
hasta la aparición en la escena histórica del partido comunista, del partido del
proletariado, con los escritos de Marx y Engels no existió una concepción
científica sobre la historia y la situación de la mujer en las diferentes
sociedades de clase, y más concretamente de la situación de la mujer trabajadora
en el capitalismo. Fue el libro del padre de la socialdemocracia alemana August
Bebel titulado “La mujer y el socialismo”, publicado en 1.879, el que
presentaría para varias generaciones socialistas la concepción proletaria sobre
esta cuestión. Del libro se vendieron decenas de miles de ejemplares, en 1.910
se publicó la edición número 50, y fue traducido a la mayoría de los idiomas
europeos, donde también su publicaron numerosas
reediciones.
Como
consecuencia de la preocupación del movimiento socialista hacia la cuestión de
la mujer, se desarrollo el Movimiento Alemán de Mujeres Socialistas, animado
sobretodo por Clara Zetkin, que sería la líder indiscutible de este sector de la
actividad socialista, el periódico que dirigía dedicado a las mujeres
trabajadoras, Die Glechheit (La Igualdad), alcanzaba los 125.000 ejemplares de
tirada. Precisamente, a iniciativa de Clara Zetkin se aprobó en la 1ª
Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada de manera paralela
al Congreso de la IIª Internacional celebrado en Sttutgart en 1.907, una
resolución que instaba a todos los partidos socialistas a realizar una campaña a
favor del voto para la mujer.
Y
recogiendo esta resolución el Partido Socialista Americano decidió en su
Congreso celebrado en Chicago del 10 al 17 de mayo de 1.908 celebrar un Woman´s
Day el último domingo del mes de febrero de 1.909, día 28 de febrero, aunque en
Chicago se adelantó al día 31de enero. En el año 1.910 volvió a conmemorarse el
último domingo de febrero, día 27. En ese año de 1.910 el Partido Socialista
Americano encargo a sus delegadas a la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres
Socialistas a celebrar en agosto en Copenhage que propusieran el último domingo
de febrero como Día Internacional de la Mujer. El Woman´s Day siguió
celebrándose el último domingo de febrero hasta 1.914.
La 2ª
Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas aprobó la realización en todos
los países de un día dedicado a la exigencia del derecho al voto para las
mujeres pero sin precisar una fecha concreta. Las alemanas eligieron el día 19
de marzo de 1.911. En 1.913 se celebró el 2 de marzo al igual que en Rusia. Fue
en el año 1.914 cuando por primera vez se realizó la celebración el día 8 de
marzo en Alemania, Suecia y Rusia, a propuesta de las
alemanas.
En
Rusia el movimiento de las mujeres socialistas fue impulsado de manera especial
por Nadezhda Krupskaya, compañera de Lenin, Inessa Armand y Alexandra Kollontai.
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora se realiza por
primera vez el 17 de febrero de 1.913 según el calendario ortodoxo (2 de marzo
en el calendario occidental). Los bolcheviques publicaron Rabonitsa (Mujer
Obrera) como revista especial para las obreras el mismo día de la celebración
del año 1.914 (23 de febrero-8 de marzo). Rabonitsa dejó de publicarse en junio
de ese año al ser arrestada su redacción por la policía zarista. Las mujeres
bolcheviques siguieron celebrando en reuniones clandestinas y mediante la
difusión de proclamas el Día Internacional de la Mujer Trabajadora durante los
años de la guerra imperialista, a pesar de la represión existente en Rusia.
También
hay que recordar que fue la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas
celebrada en Berna, Suiza, el 15 de Marzo de 1.915, la primera manifestación
internacional contra la guerra imperialista, conferencia precursora de las de
Kienthal y Zimmerwald donde los internacionalistas se unirían, aun con
diferencias importantes, en contra del capitalismo y de la
guerra.
Para el
año 1.917, las mujeres bolcheviques rusas tenían muy presente la conmemoración
del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La situación en Rusia después de
tres años de guerra imperialista con las secuelas de millones de muertos era
realmente desesperante. La falta de pan, de comida, para los trabajadores
explotados hasta las medulas completaba una situación angustiosa para toda la
clase obrera, para todo el proletariado. El día 23 de febrero (8 de marzo según
el calendario occidental) la situación se agravó. Después de esperar desde la
madrugada en filas para conseguir la ración de pan, las mujeres de Petrogrado
vieron que en muchos sitios se les negaba la más mínima ración. La indignación
creció hasta el paroxismo y los asaltos a las panaderías y a los almacenes de
alimentación se extendieron a toda la ciudad. Enterados los trabajadores
abandonaron las fábricas declarándose en huelga y uniéndose a las mujeres en los
disturbios. Fue el final de una dinastía milenaria. La revuelta se extendió a
toda Rusia y a los pocos días el Zar renunciaba a su
trono.
El 8 de Marzo de 1.917 las
mujeres trabajadoras derribaron un régimen que dominaba un sexto del planeta y
una décima parte de la población mundial.
Es más
o menos conocido por todo el mundo la continuación de la historia. Tras varios
meses de gobiernos burgueses asesinos de los trabajadores la llamada Revolución
de Febrero (ocurrida en realidad el 8 de marzo) dio lugar a la gran y gloriosa
revolución proletaria comunista bolchevique de Octubre (ocurrida en realidad el
7 de noviembre). Aunque la Revolución de Febrero sólo fue el advenimiento de
gobiernos capitalistas, la Revolución de Octubre hubiera sido imposible sin
ella.
Tras la
toma del poder por el proletariado internacionalista en Rusia se proclamó la
constitución de la Internacional Comunista en 1.919. Durante el 2º Congreso se
organizó de forma paralela la 1ª Conferencia Internacional de Mujeres Comunistas creándose la Secretaría
Internacional de Mujeres Comunista cuya primera presidenta fue Inessa Armand y
tras su muerte Clara Zetkin siendo subdirectora Alexandra Kollontai. Durante el
Tercer Congreso de la Internacional Comunista, celebrado en junio de 1.921, se
celebró la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres Comunistas, donde las mujeres
búlgaras propusieron que en adelante se celebrara el Día Internacional de la
Mujer Trabajadora el día 8 de Marzo como homenaje a la participación de las
mujeres rusas en la revolución proletaria.
El 8 de Marzo pertenece a la
clase obrera, a las mujeres explotadas por el capitalismo. El 8 de Marzo es el
Día de la Mujer Trabajadora, de la mujer explotada, no es el Día de la Mujer
Burguesa, de las empresarias, capitalistas y profesionales emprendedoras, no es
el Día de la Mujer Explotadora. Es el día en que todo el proletariado rinde
homenaje a las proletarias en lucha contra el Capital y, por tanto, también
contra las mujeres capitalistas, prestando especial atención a los problemas que
afectan a este sector de nuestra clase.
UN APUNTE HISTÓRICO SOBRE EL
FEMINISMO BURGUÉS
El
feminismo burgués, a partir de ahora simplemente el feminismo pues las mujeres
trabajadoras nunca han sido feministas y se han enfrentado siempre a las
feministas, ha tejido toda una serie de mitos sobre su historia presentándose
como un movimiento democrático y atribuyéndose la conquista de los derechos de
todas las mujeres, desde el derecho al voto al derecho al aborto, para mejor
poder dominar a las mujeres trabajadoras para sus propios
fines.
Siempre
cuentan como algunas feministas apoyaron en EE. UU. el movimiento
anti-esclavista. Pero la realidad es mucho más compleja. Es necesario saber que
se podía estar en contra de la esclavitud y ser al mismo tiempo un auténtico
racista. De hecho muchos de los anti-esclavistas lo eran por racismo: querían
devolver a los negros a Africa para no tener que encontrarse con seres
inferiores por la calle.
En
junio de 1.866 se aprobó la Decimocuarta Enmienda a la Constitución americana
que concedía “el derecho a voto a todo varón residente en cualquier Estado, que
tenga veintiún años y sea ciudadano de los Estados Unidos”. Estaba destinada a
impedir leyes que discriminaran a la población de color. En 1.868 se aprobaba la
Decimoquinta Enmienda aún más explícita: “El derecho de los ciudadanos de los
Estados Unidos a votar no será negado o limitado por los Estados Unidos o por
cualquier Estado, sobre la base de la raza, color o previa condición de
servidumbre”.
Las
feministas protestaron y agitaron contra estas Enmiendas. Ellen Carol Dubois
escribe: “Las objeciones a la Decimoquinta Enmienda eran a la vez feministas y
racistas....ese feminismo era progresivamente racista y elitista. Las mujeres
entre las que estaba creciendo el movimiento sufragista eran blancas y de clase
media (burguesas) y se consideraban los seres superiores social y culturalmente
entre los hombres libres”. Demandaban el derecho al voto por considerarlo “un
privilegio” que debía ser otorgado a las mujeres blancas por su “innata pureza”.
Y cuanto más radical se volvía el feminismo más racista, elitista y
aristocrático se manifestaba: “estamos defendiendo lo mejor para las madres de
nuestra raza”.
Si
pasamos de EE. UU. a Europa el panorama del feminismo es igual de desolador. En
numerosos países el derecho al voto estaba restringido a los propietarios con
cierto nivel de riqueza y las sufragistas luchaban para extender el voto a las
mujeres bajo las mismas condiciones, esto es a las propietarias y no para lograr
el sufragio universal, que negaban a los hombres y mujeres del
proletariado.
El
llamado movimiento sufragista en Inglaterra estuvo dirigido por Emmeline
Pankhurst que fundó en 1.903 la Woman´s Social and Political Union (la Unión
Femenina Política y Social, WSPU). Secundada por sus hijas Christabel Pankhurst
y Silvia Pankhurst (ésta última fue finalmente expulsada del movimiento por su
madre y por su hermana por preocuparse en “exceso” de las necesidades de las
trabajadoras y tener amistades en los sindicatos ingleses, según Emmeline y
Christabel la obsesión por los sindicatos y los pobres era egoísta y estrecha de
miras). La filosofía de Christabel se resumía en su lema: ”Voto para la mujer y
castidad para los hombres”, era una especie de talibán al revés y las feministas
que hablan de liberación sexual debieran meditar sobre su antecesora. Al
estallar la 1ª Guerra Imperialista en 1.914, las feministas se declararon como
unas contumaces belicistas partidarias de la guerra hasta la última gota de
sangre, hasta la última gota de sangre obrera, pues la mayoría de los soldados
procedían de la clase obrera (¿dónde quedó la supuesta vocación femenina por la
paz?, otro tópico feminista que se va al garete). En septiembre de 1.914, Mrs.
Pankhurst realizó una campaña a favor del reclutamiento por cuenta del gobierno,
y Lloyd George se convirtió en su ídolo. Su revista, The Suffragette, llevaba
como lema: “Luchar contra el kaiser a favor de la libertad es para las
sufragistas un deber”, la libertad era el Imperio Británico que sojuzgaba,
sometía y esclavizaba a cientos de pueblos del planeta. Durante la Guerra las
feministas organizaron el reclutamiento de hombres para los frentes y de mujeres
para las fábricas de producción de armamento. Su recompensa fue el derecho al
voto para las mujeres mayores de treinta años en 1.918. Y una estatua de Mrs.
Pankhurst en Victoria Tower Gardens inaugurada por el Primer Ministro Stanley
Baldwin en 1.930, como reconocimiento de la Corona Británica a su contribución
en la defensa del Imperio.
Pero
fue el llamado segundo movimiento feminista nacido en los años 60 el más nefasto
de todos.
Surgido
entre las jóvenes generaciones de burguesas universitarias fue de los primeros
movimientos que utilizó el victimismo histórico para reivindicar privilegios,
llamados discriminación positiva y política de cuotas. El victimismo es la
política que basada en supuestos o reales agravios infringidos en el pasado pide
una compensación en el presente para aquellos que nunca han sufrido agravio
alguno. Fue también de los primeros movimientos que teorizó sobre el
“identitarismo” que puede definirse como la política de dominación de los grupos
dominantes sobre los dominados y explotados en base a las supuestas cualidades
comunes de algún grupo determinado. Así los nacionalistas, los grupos
religiosos, las sexistas, los de orientación sexual, étnicos o culturales se
autoproclaman representantes de tal o cual identidad sin ningún tipo de
ratificación democrática, exigiendo tal o cual reivindicación que sería
gestionada por ellos sin ningún tipo de control. La política feminista ha tenido
éxito al conseguir que la cuestión de género se convierta en algo transversal,
es decir, determinante en cualquier cuestión. Y su mayor logro fue conseguir la
aceptación de la teoría de los llamados movimientos sociales según la cual el
movimiento obrero sería uno más frente a otros movimientos, fundamentalmente el
feminista, que tienen igual o mejor derecho histórico. Esta teoría defendida por
diversos grupos stalinistas y trotsquistas, influenciados por los reaccionarios
del mayo 68, ecologistas, verdes, pacifistas bélicos (Cohn-Bendit, el rojo que
después fue negro y más tarde verde y que en realidad siempre ha sido pardo), ha
sido un corrosivo que ha ayudado a la burguesía en la descomposición del
movimiento obrero.
BASE HISTÓRICA DE LA
FALSIFICACIÓN DEL 8 DE MARZO
Toda
buena mentira debe tener una dosis de verdad. Y la verdad sobre el mítico
incendio es que ciertamente no hubo un incendio sino varios en aquellos años de
principios del siglo XX donde perecieron varias decenas de mujeres. Así el 25 de
noviembre de 1.910 hubo un incendio en una fábrica en Neward (New Jersey) donde
murieron 25 trabajadores, la mayoría chicas jóvenes.
En
Nueva York el incendio más parecido al mito fue el de la fábrica Triangle
Shirtwaist Company que ocupaba tres pisos de los diez que componían el edificio.
Como tantos edificios no cumplía las más mínimas condiciones de seguridad
incumpliendo incluso las ordenanzas municipales. No era una situación
excepcional. Una investigación declaró que tras la inspección de 1.243 talleres,
el 99% incumplía las ordenanzas y no tenían medidas de seguridad. Escaleras
defectuosas, puertas que se abrían hacia adentro, falta de escaleras de
emergencia, todo en edificios de madera donde se amontonaban cientos de personas
y se almacenaban materiales altamente combustibles.
La
Triangle tenía unos quinientos empleados en su mayoría mujeres. Junto a un
pequeño número de trabajadoras norteamericanas la mayoría eran inmigrantes de 16
a 24 años, italianas, rusas, judías procedentes de los países del Este de
Europa.
Muchas
de estas mujeres asistieron a los actos organizados por el Partido Socialista
Americano en febrero de 1.909, el primer Woman´s Day. Y el día 27 de septiembre
de 1.909 iniciaron una de las mayores huelgas en el textil hasta entonces, más
de 40.000 huelguistas. La huelga se extendió no sólo por Nueva York sino por
todo el país, Chicago, Rochester, Cleveland y Filadelfia......... Las mujeres
tuvieron que enfrentarse a la violencia de la policía y de los matones
contratados por los empresarios para romper la huelga. La huelga duró más de 13
semanas y terminó el 15 de febrero de 1.910. Trescientas treinta y nueve
compañías aceptaron las reivindicaciones de las huelguistas, pero 13 se negaron
entre ellas la Triangle. Aunque la huelga fue un éxito a nivel general, estas
combativas mujeres que habían iniciado y animado el movimiento no consiguieron
los objetivos. Pero debemos fijarnos en especial en lo que se consiguió: mujeres
de distintas nacionalidades y religiones, judías, protestantes, ortodoxas y
católicas, se unieron por encima de toda división en la defensa de las
reivindicaciones de clase.
Pero, ¿y el incendio?
Durante la huelga no hubo ningún incendio.
Pero el
25 de marzo de 1.911 –más de un año después- sobre las 16,45 horas una cerilla
mal apagada prendió y el fuego se propagó con rapidez. Las telas y colorantes,
el edificio de madera, las puertas que no abrían hacia fuera hicieron que las
trabajadoras no pudieran escapar, además las mangueras sólo llegaban al séptimo
piso y los bomberos no contaban con escaleras tan altas. El resultado fue 146
muertes, todas mujeres menos una
veintena de hombres. Los empresarios fueron juzgados por la falta de seguridad
en el edificio y, a pesar de haber incumplido la normativa, fueron declarados
inocentes por un jurado de propietarios. Hay que reconocer que no es cierto que
los propietarios encerraran a las obreras con llave ni que provocaran el
incendio como dice la mentira feminista.
Es importante comprobar que
el primer Woman´s Day promocionado por el Partido Socialista Americano se
celebró dos años antes del incendio, y que ninguna de las fechas en que se
celebró el Día Internacional de la Mujer de la Trabajadora coincide con la fecha
del incendio, y que ninguna resolución de ningún congreso o conferencia hace
referencia a incendio alguno ocurrido en Nueva York.
EL CONTEXTO HISTÓRICO DE LA
FÁBRICA DE FALSIFICACIÓN BURGUESA
La
revolución del 8 de Marzo de 1.917 iniciada por las mujeres trabajadoras
consiguió el derecho de voto para las mujeres reconocido por el Gobierno
Provisional burgués el 20 de julio de 1.917, haciendo de Rusia el primer país de
todos los que participaban en la Gran Guerra Imperialista que aprobaba el
sufragio universal femenino. La gran revolución proletaria comunista bolchevique
rusa designó a la primera mujer con responsabilidad gubernamental de la
historia, Alexandra Kollontai ocupó el puesto de Comisaria (cargo sinónimo de
Ministra) de Bienestar Social. Además se decretó la igualdad total entre los
sexos, el derecho a conservar los apellidos en caso de matrimonio (habrá
imbéciles que se reirán de esto pero es una forma de asegurar la personalidad de
la mujer, en los países donde la mujer debe cambiar su apellido familiar por el
del esposo supone la aceptación de una situación de superioridad del marido que
coloca su marca de propiedad sobre la mujer), se legalizó el aborto y se
prohibió la prostitución (esto quizás ofenda a los defensores de ese digno
comercio al que se dedican las/los trabajadores del sexo de hoy, a los que
insultan a las mujeres trabajadoras equiparándolas a las
prostitutas).
El
fracaso de la revolución proletaria en Alemania y el aislamiento consiguiente de
la revolución bolchevique en Rusia impulsaron a las tendencias
contrarrevolucionarias. Frente a las tendencias a la destrucción de la familia y
la moral burguesa contenidas en las leyes revolucionarias, el estalinismo,
expresión específicamente rusa de la contrarrevolución mundial, fomentó la
estructura de familia patriarcal poniendo trabas al divorcio y a la libertad de
la mujer, favoreciendo una moral sexual puritana y aboliendo el derecho al
aborto en 1.936. En 1.930 había suprimido el Departamento de la Mujer del
Partido Comunista (Zhenotdel) y convirtió el Día Internacional de la Mujer
Trabajadora en una copia del día de la Madre de los países capitalistas.
La
política contrarrevolucionaria del estalinismo primero le llevó a la coalición
con los regímenes fascistas traicionando a la guerra civil española (en otro
momento explicaremos esta afirmación) y una vez comenzada la 2ª Guerra
Imperialista del lado nazi con el pacto Ribentrop-Molotov (en realidad
Hitler-Stalin) que decretaba la desaparición y repartición de Polonia, al cambio
de coalición imperialista tras el ataque alemán. En los dos casos formaba parte
de coaliciones imperialistas, y en los dos casos se comportaba como un enemigo
del proletariado internacional.
Así
llegó el 8 de marzo de 1.944 y el estalinismo celebró el Día Internacional de la
Mujer Trabajadora con una de sus innumerables traiciones y falsificaciones. Bajo
la presidencia de la Señora Churchill se reunieron en Londres mujeres
prominentes y altamente respetables de la sociedad burguesa de los países
aliados, de las rusas y norteamericanas pasando por las chinas de la China
nacionalista del asesino Chiang Kai-shek. Al año siguiente, 1.945, se reunieron
en el Albert Hall de Londres bajo la presidencia de la Señora Roosevelt que
habló de “Mi Día Internacional de la Mujer”. Tenía razón, las mujeres burguesas
además de explotar todos los días a las mujeres trabajadoras habían robado el 8
de marzo a las mujeres proletarias, al proletariado.
Gracias
al estalinismo, al feminismo y a otros movimientos burgueses y reaccionarios, hoy el 8 de marzo es un día de
la esposa, debido a la bajada de la tasa de natalidad, y a otros factores
relacionados con los cambios en la estructura familiar. Y también es el día en
que las burguesas reivindican su derecho a la igualdad de oportunidades para
explotar a las trabajadoras y trabajadores, su derecho a acumular capital con la
explotación del proletariado. Todo ello con el concurso de la cueva de bandidos
imperialistas que es la ONU que, sancionando la falsificación de la historia,
declaró en 1.975 el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, suprimiendo
“Trabajadora”, diciendo que “la lucha por la igualdad de las mujeres es vista
ahora firmemente en el contexto de la amplia lucha por el desarrollo económico”,
es decir, en el contexto del desarrollo y
la acumulación del capital.
RECAPITULANDO
La
leyenda que propagan las feministas es un intento para ocultar el origen
proletario del 8 de Marzo, cuyo objetivo es impedir que el proletariado sea
consciente de su situación y conozca su propia historia. En este caso es aún más
deleznable y despreciable que otras pues se trata de una falsificación que tiene
como objetivo apropiarse del sufrimiento de una de las partes más explotadas y
oprimidas del proletariado, del sufrimiento de las mujeres trabajadoras, para poder conseguir una mayor parte de la
plusvalía arrancada a las trabajadoras y trabajadores en beneficio de una parte
de la burguesía, de las hembras capitalistas.
En
otras comunicaciones profundizaremos en la historia y las diferencias entre el
feminismo y el movimiento proletariado femenino, mientras
tanto
FEMINISTAS
APARTAD VUESTRAS MANOS
DEL 8 DE MARZO PROLETARIO
Winston
Smith
1 Carmen Cardoso Parra – El
Mundo, 08.03.02
2 El Mundo –
1.996
lo llevas fatal.
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