Discursos electorales. Jorge López Ave

"...porque eso de escribir discursos a los políticos tiene su aquel. Pone un ejemplo, a partir de un patrón básico tipo: “Por eso apelamos a los más nobles valores de la dignidad y el amor a la patria, a las cosas sencillas de las personas que habitan este aguerrido país, hay que profundizar en las libertades y la democracia..."
 
No se queja, el laburo no falta, pero admite que cuando se aproximan elecciones tiene que, inclusive, contratar algo de apoyo.
Jamás imaginó que una precoz novela (apenas había cumplido los 16 años), y el varias veces galardonado poemario de la juventud, hubieran hecho posible este trabajo. Los primeros dineros los justificó como si se tratara de una columna que hace cualquier escritor en un periódico del primer mundo, o la parte escrita de un spot de televisión de cualquier libretista al uso. Ahora no, ahora se sabe un profesional que saborea, con no disimulado placer, algunas instancias, porque eso de escribir discursos a los políticos tiene su aquel. Pone un ejemplo, a partir de un patrón básico tipo: “Por eso apelamos a los más nobles valores de la dignidad y el amor a la patria, a las cosas sencillas de las personas que habitan este aguerrido país, hay que profundizar en las libertades y la democracia, vamos a convertir la felicidad en un verbo para que desde cada hogar lo podamos conjugar con nuestros hijos, con nuestros mayores, vamos a ganar para demostrar al mundo que acá no se rinde nadie”, ejecuta los cambios de acuerdo a la naturaleza del que paga, esto es, si el candidato es progresista se le añade “de los trabajadores” tras la palabra dignidad, “que nos arrebató la dictadura” tras la palabra “democracia”, y en el final se suma esta coletilla: “que bastante nos costó traer un gobierno de progreso”.
Poca gente sabe que esta profesión de hacedor de discursos o discursero a secas vive hoy una jornada histórica. Dos candidatos acuden a la televisión a un debate que concita el interés de buena parte del país, pero un país que ignora que los discursos de ambos los ha hecho él. Un trabajo meticuloso que le ha granjeado una buena cantidad en dólares (hoy, por dos), y que ha necesitado incluso la ayuda remunerada de una sobrina, en el ensayo general que hizo en la casa con la presencia de algunos miembros de la familia. Más que nada para que hicieran una valoración objetiva del debate antes de que los actores protagónicos aprendieran los textos y acudieran al plató del canal a las 20 horas. Lo que sí es un secreto que no saben ni los suyos, es que hay una plata extra, fruto de una puja en la discreción de un bar escondido hasta de sí mismo, para que el ganador quedara claro y trepara luego tres puntos en las encuestas. Con ese monto adicional va a viajar a Washington, donde se celebrará una especie de congreso mundial de discurseros para observar las novedades del sector. Una cita a la que no puede faltar para vivir actualizado y para siempre de este singular oficio.

diariolajuventud.com.uy/ inSurgente

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