El arzobispo de Pamplona que bendijo la muerte en Afganistán participa en un escrache a una Clínica que practica abortos ... en crecimiento
La caridad de los jerarcas de la católica iglesia: bendecir los cañones, las fortunas ensangrentadas de los multimillonarios. Sacar bajo palio a genocidas, impedir la existencia de justicia social para hacer necesaria su caridad.
Condenar: el aborto, el sexo por placer, la libertad de pensamiento y expresión, la libre opción sexual... o predicar la resignación a los que sufren durante siglos la explotación, el empobrecimiento...
Pareciese que les gusta que nazcan más niñxs para despues colaborar con los poderosos en joderles la vida... y pa colmo cobran del erario publico por "hablar de dios".
¿No
les parece que son el mejor, el mas eficaz y mas grande partido del
capital?. Siempre a su lado, repartiendo bendiciones, colectando
prebendas, acumulando patrimonio, salvando a sus delincuentes...
¿Acaso
alguien les obliga a ellos a abortar? ¿Pensaran en sus retorcidas
cabezas que es un placer para una mujer tener que abortar?
¿Ellos,
para los que la mujer no puede tener ningún protagonismo en la toma
de decisiones de su iglesia, "por estar contaminada por el
diablo", por lo que quemaron a miles de ellas en la hoguera?
¿Ellos
y su iglesia de los negocios, con miles de casos de pederastia, de
colaboración con el franquismo, con el fascismo, tienen la
desfachatez la hipocresía, de decirle, y de imponerle a una
mujer su voluntad. ?
¿La
religión no es una cuestión personal de cada cual. Por que
entonces sus pecados nos los hacen leyes ?
¿Acaso
quieren volver a instaurar su santa inquisicion, con sus hogueras,
sus guardias, sus torturadores, sus autos de fe... ese seria su mayor
orgasmo?
Vivan
su religión como mejor les plazca con respeto a las creencias o no
creencias de cada cual, vivan de su trabajo en lugar del trabajo
ajeno... (el pasado año nos costaron mas de 11 mil millones de
euros, del dinero de todxs ) y déjennos a los demás vivir.
Durante
toda la larga historia de su iglesia, por todos los medios a su
alcance, intentaron impedir el goce del sexo, el desarrollo del libre
pensamiento, les produce terror esas maravillosas cualidades y
posibilidades del ser humano, los hombres y/o mujeres libres en sus
cuerpos y en sus mentes, les asusta tanto que del placer compartido,
consentido, entre adultos o en soledad …hacen gravisimos pecados.
Uds
dicen que eligieron la castidad... pues sean castos y puros. Pero
dejen de castigar con su fuego eterno a lxs demás, el o la que
quiera que se ponga el condón, la protección que desee o pueda,
por que seguramente que si todxs folláramos mas, joderíamos menos
la vida a los demás.
Mejor
seria que practicaran sus evangelios, ¿ Saben uds que es eso del
amor pues practiquenlo, no, no es necesario que practiquen el sexo,
solo el amor.
En
lugar de grandes expertos en negocios inmobiliarios, inversiones...,
amen … se les pondrá mejor cara, que si esa es la cara de quienes
estarán en su cielo... las colas para su infierno llegaran hasta San Pedro.
Saludos
fraternales, salud y poder popular
espinodefuego
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La foto del arzobispo de Iruñea liderando el escrache a una
clínica abortista de Antsoain ha dado que hablar, pero resulta aún más
llamativa si se recuerda su trayectoria. Durante cuatro años, Francisco
Pérez, adalid de la vida de los no nacidos, fue padre espiritual del
Ejército español embarcado las guerras de Irak y Afganistán y estrechó
la mano a «marines» en la base kirguís de Manas.
Tan solo dos docenas de personas han acompañado este viernes al
arzobispo de Iruñea y obispo de Tutera, Monseñor Francisco Pérez, en el
polémico "rezo de un rosario" frente a la Clínica Ansoáin, que ha
ocasionado momentos de tensión entre detractores y defensores de la
nueva Ley del Aborto, aprobada el pasado viernes por el Gobierno del
Partido Popular.
Durante el rezo, que ha comenzado pasadas las 20.00 horas, Monseñor
Francisco Pérez ha pedido por la "conversión", ya que grupos 'pro-vida'
habían convocado un 'rosario' ante el centro que practica la IVE.
Cabe destacar que la Guardia Civil ha protegido a Francisco Pérez y a
las personas que le acompañaban, que han abandonado el lugar escoltados
por efectivos policiales.
En los últimos meses, diferentes grupos pro-vida están acosando a las
mujeres que acuden a la Clínica Ansoáin; clínica concertada con el
Gobierno de Navarra desde octubre de 2011 para realizar las
Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE).
gara/deia
http://www.insurgente.org/index.php/mas-noticias/creencias/item/9007-el-arzobispo-de-pamplona-que-bendijo-la-muerte-en-afganist%C3%A1n-participa-en-un-escrache-a-una-cl%C3%ADnica-que-practica-abortos
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La hipocresía moral de la jerarquía católica española
EL ARZOBISPO DE PAMPLONA "ESCRACHEA" A LAS ABORTISTAS Y BENDICE A LAS TROPAS EN AFGANISTÁN
Por A.R. Suárez / Canarias Semanal
Miren ustedes por donde, el pasado fin de semana el
arzobispo de Irueña , Monseñor Francisco Pérez, encabezó un escrache contra una
clínica abortista en Ansoain. Protestaba este príncipe de la Iglesia contra un
centro hospitalario que acogido a la todavía vigente legislación practicaba el
aborto a aquellas mujeres que lo solicitaban.
La verdad es que la
alta jerarquía de la Iglesia Católica comienza sentirse en su salsa, vuelve a cosquillearle en el vientre el recuerdo de aquellas solemnes campañas
evangelizadoras de los cuarenta y cincuenta, cuando la
dictadura había puesto en sus manos la educación de un pueblo al que después de
tantos avatares históricos era necesario domeñar.
Quizá
en la memoria de los más viejos purpurados afluyan aun los recuerdos de las movilizaciones santificadoras a las
puertas de las salas cinematográficas que se atrevían a exhibir algún film catalogado
por la censura eclesiástica con el
número cuatro (es decir, "peligrosamente prohibida para todos").
Contrariamente a lo que muchos jóvenes puedan creer, los llamados "escraches" no se inventaron anteayer
en la Argentina posterior a la dictadura militar, ni los
comenzaron a practicar
los desahuciados por los bancos . Los escraches fueron una creación de
los curas españoles que alentados por obispos y arzobispos tridentinos,
se
dedicaban a armar bulla y a sermonear en
las entradas de los espectáculos considerados como "moralmente peligrosos". Algo de eso fue lo
que le sucedió al film italiano "Arroz Amargo", una pelicula
cinematográficamente
horrible, pero que fue considerada por
la censura de la Iglesia como altamente pecaminosa. La condena de la
iglesia hizo posible que tanto recuerdo del título del film como el del
nombre de su protagonista permanezca después de décadas en la memoria de
la generaciones de aquella epoca.
En correspondencia con esa calificación,
las diferentes jerarquías eclesiásticas provinciales organizaron multitud de ensotanados
escraches ante las puertas de los cines , con los trataban de conminar a sus potenciales espectadores a no visionar aquel inocente film, pues de lo
contrario sus almas correrian el peligro de acabar en los ardientes y eternos fuegos infernales.
Posiblemente el actual arzobispo de Irueña fue uno de
aquellos aguerridos seminaristas que intentaron liberar a los feligreses de las
tentaciones masturbatorias que podían provocar la contemplación de los turgentes muslos de la
actriz italiana Silvana Mangano, que fue la protagonista de aquella turbulenta pelicula que tantas eyaculaciones provocó
en la legión de adolescentes que no tuvieron la oportunidad de
verla, pero sí de imaginarla a través
de sus sugerentes carteles anunciadores .
Lo cierto es que el
pasado viernes, Monseñor Francisco Pérez
, arzobispo de Irueña, sin pensárselo
mucho, se plantó la pasada semana frente
a una clínica abortista, en Ansoain, y acompañado por solo una veintena de
personas , pero respaldado por un potente aparato mediático, rezó un santo
rosario por la conversión de los que practican en clínicas debidamente
legalizadas el aborto.
Como no podía ser menos, grupos de personas que defienden la
libertad de la mujer para poder decidir sobre su propio cuerpo, expresaron en
el mismo lugar su disconformidad con la protesta de quienes se empeñan en
imponer su moral hipócrita a los demás.
La cuestión es que el
incidente sirvió para que muchos se
animaran a desempolvar las hemerotecas
y descubrieran que el tal Monseñor Francisco Pérez fue nada menos que padre
espiritual de las tropas españolas en la guerra de Irak y Afganistán. Es decir,
que don Paco, a la vez que reclama la vida para los todavia no
nacidos, carece de reparos a la hora
de bendecir a las tropas que tienen la misión de acribillar a
aquellos que no hacen otra cosa que defender su tierra de la ocupación
de tropas extranjeras. Como puede constatarse la
moral hipócrita de la iglesia pervive por encima de los tiempos.
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